23.06.11

Quousque tandem, Tamayo, abutere patientia nostra?

A las 12:57 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Sujetos activos contra la fe
 

A Juan José Tamayo, teólogo progre, le han publicado algo que no sé qué es en el Diario Vasco. Digo que no sé qué es porque parece una entrevista. En fin… lo tomaremos como una entrevista.

En ella, claro, le plantean preguntas a las que responde porque, al parecer, ha escrito otro libro (del que no tengo intención de decir el título ni la editorial que ha tenido a mal dar a la luz tal cosa ni apunte alguno que pueda facilitar su localización pues ya se sabe que al mal no hay que tratarlo con demasiada consideración pues para eso es mal y hace daño).

Pues bien, esta fauna teológica, al parecer protegida, ha dicho lo siguiente:

A la preguntaAcaba de publicar ‘Juan Pablo II y Benedicto XVI. Del neoconservadurismo al integrismo’. Su tesis parece definidaresponde lo que sigue:

“Tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI se mueven en el mismo modelo de Iglesia, la concepción restauracionista. Cuestionan el modo de entender la Iglesia del concilio Vaticano II y retroceden a etapas anteriores y a momentos históricos que no se corresponden con el actual. Se interrumpe el diálogo con la modernidad y el ateísmo, con las religiones cristianas y con las no cristianas. Benedicto XVI y, en parte, Juan Pablo II han dinamitado todos los puentes de diálogo con la modernidad, responsabilizándola de la crisis del cristianismo. También han roto los puentes con el mundo de la increencia y las iniciativas ecuménicas de etapas anteriores. Han tenido una actitud condenatoria con las religiones no cristianas y, en el caso de Benedicto XVI, muy especialmente con el islam. Otro puente que han conseguido quebrar es el del encuentro con las teologías de la liberación y las iglesias comprometidas con los pobres en el tercer mundo”

Seguramente se puede ser más falso y faltar más a la verdad pero en tan poco espacio, relativamente, de respuesta, es difícil caer en tanto despropósito y ser tan ruin. Ahora resulta que Benedicto XVI no procura el diálogo con los no católicos siendo esto falso. Ahora resulta que a Benedicto XVI no le gusta mucho la llamada teología de la liberación. Claro, como que es, en todo caso, teología puramente marxista y poco católica. Ahora resulta que el Santo Padre ha hecho retroceder a la Iglesia católica a tiempos muy anteriores a los de hoy. Y esto lo dirá por lo de la misa en latín o cosas por el estilo como si el latín fuera algo extraño a la Iglesia católica o lo dirá por la recuperación de la comunión de rodillas o por la comunión en la boca o, o, o… como si todo eso fuera algo que se le pudiera echar en cara a Benedicto XVI y no darle las gracias unas cuantas miles de veces.

Cuando se le dice que Considera que la beatificación de Juan Pablo II por parte de Benedicto XVI es un ‘intercambio de favores’responde, entre otras cosas algo que es tan grave que alguien debería tomar cartas en el asunto. Y dice que:

En la beatificación de Juan Pablo II por Benedicto XVI hay detrás una búsqueda de blanqueo de delitos. Ambos estuvieron implicados hasta el cuello en el conocimiento de los casos de pederastia. Durante los más de 30 años de gobierno de ambos papas se han producido crímenes inhumanos contra niños y jóvenes. Y en este tiempo fueron cómplices de silencio. Los casos de ese tipo llegaban a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que era la responsable directa y única de tomar medidas”.

Como se puede fácilmente comprender que alguien, teólogo católico, pueda decir o escribir tal cosa es difícil de entender. Vamos, a mí me resulta imposible admitir que se pueda acusar de delincuentes a dos Papas y que se quede tan ancha la persona que eso dice. Porque eso es lo que hace al decir que estuvieron “implicados” en bla, bla y bla.

Y, por último, esto que lo delata a la perfección:

Se le dice que Presenta hoy (por el 20 de junio) su charla Joxe Arregi, que ha dejado el hábito franciscano por su enfrentamiento con el obispo Munilla” A esto responde lo siguiente:

El caso de Joxe Arregi, como el mío 7 años antes, es la prueba más fehaciente de que el Santo Oficio sigue haciendo su labor. Es un teólogo valiente, comprometido y coherente. Le he defendido por solidaridad corporativa, pero sobre todo, por solidaridad con las personas que ven negados o recortados sus derechos en la comunidad en la que viven. Yo he padecido esa limitación, por parte de la jerarquía católica, en mi propia carne”.

¡Lo dice y se queda tan ancho: lo defiende por corporativismo y poco le importa la verdad de las cosas!

En fin, eso, como se deduce de lo que le dijo Cicerón a un tal Catilina la paciencia, a veces, no se agota. Pero cansan, vaya si cansan ciertas personas.

Eleuterio Fernández Guzmán