Ante las Obras para la ayuda a las Iglesias orientales (Roaco)

El Papa urge "asistencia necesaria inmediata para quien huye del sufrimiento"

Pide libertad para los cristianos en Oriente Próximo y en Oriente Medio, y el fin de la violencia en África del norte

L'Osservatore romano, 24 de junio de 2011 a las 16:34

 

(L'Osservatore romano).- El Papa vuelve a lanzar un llamamiento en favor de la libertad de religión en Oriente Próximo y en Oriente Medio. Y pide que se proporcione la «necesaria asistencia inmediata» a quienes intentan «desesperadamente huir» de la violencia en África del norte. La ocasión fue la audiencia a los participantes en la asamblea de la Reunión de las Obras para la ayuda a las Iglesias orientales (Roaco), a los que recibió en la mañana del viernes 24 de junio en la sala Clementina.

Después de manifestar su gratitud por el compromiso de la Reunión, Benedicto XVI hizo referencia a la Asamblea especial para Oriente Medio del Sínodo de los obispos -celebrada el año pasado- durante la cual fue posible descubrir algunos signos de cambio. Pero inmediatamente después, recordó el Pontífice, «la absurda violencia ha herido cruelmente a personas inermes en la catedral siro-católica de Bagdad y, en los meses siguientes, en otros lugares».

Del mismo modo, también se ha perpetrado violencia contra los cristianos en los países del norte de África, donde en este período se asiste a cambios sociales y políticos que pueden conllevar estados de ansia en todo el mundo. «El Papa —dijo— quiere estar cerca, también a través de vosotros, de quienes están sufriendo», y del mismo modo quiere estar cerca de todas las personas que buscan desesperadamente un futuro en otros lugares «incrementando flujos migratorios a veces sin esperanza». Para ellos el Pontífice pidió no sólo asistencia inmediata, sino también la puesta en marcha de una obra de mediación para que «cese la violencia y, respetando los derechos de las personas y las comunidades, se restablezcan por doquier la concordia social y la convivencia pacífica».

Por último, Benedicto XVI expresó el deseo de que del apoyo a los pueblos que sufren pueda brotar también una contribución original a la nueva evangelización.

 
25 de junio de 2011