3.07.11

Crisis en México por votocatolico.com

A las 4:43 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América
 

Este día, 3 de julio, en México se celebran elecciones en las entidades federativas de Nayarit, Coahuila, Hidalgo y el Estado de México. Los ciudadanos, sean religiosos o no, están llamados a usar su libertad para decidir cuál propuesta política elegir. ¿Puede la convicción religiosa del votante influir su sufragio? ¿Deben los católicos preocuparse de la posición de los candidatos en materia de aborto, eutanasia y “matrimonio homosexual? Hoy, en pleno siglo XXI, la respuesta parece incierta.

Los últimos días de esta campaña electoral, sobre todo en el Edomex, estuvieron contaminados por una polémica desatada en torno a una campaña del sitio de internet votocatolico.com. Hace días aparecieron, en diversas calles de esa entidad, carteles con la imagen de la Virgen de Guadalupe y la frase “¿Y ella, por quién votaría?”.

El sitio de internet es una iniciativa independiente (siempre se ha declarado como tal) que pone en contraste las plataformas políticas no sólo de los candidatos a gobernador de ese Estado, sino las propuestas de todos los aspirantes a puestos de elección popular en esta jornada electoral, con los “valores no negociables”, defendidos universalmente por la Iglesia católica.

Más allá de ser una propuesta teórica, se trata de un proyecto concreto que pretende incidir de verdad en las elecciones. Porque quienes creen realmente en la democracia saben que el sufragio puede ser un arma poderosa para cambiar la realidad. Pero, para algunos políticos, esto puede ser incómodo y molesto.

Por eso la polémica surgió de inmediato. Los primeros en poner “el grito en el cielo” fueron los militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) cuyo candidato, Alejandro Encinas, salió muy mal parado a la hora de comparar su plataforma política con los valores cristianos. Para los “perredistas”, representantes de una izquierda que no suelen ver más allá de sus narices, todos se trató de una “estrategia sucia” del Partido Acción Nacional (PAN) para favorecer a su candidato Luis Felipe Bravo Mena.

Y claro, al carro de la indignación se sumó el Partido Revolucionario Institucional (PRI), aunque la postura de su candidato no fue catalogada negativamente por el portal electrónico. Todas las quejas por la campaña se basaron en una “vaca sagrada” del sistema político mexicano: la laicidad del Estado.

Según los postulados laicistas mexicanos, heredados de la más rancia decimonónica masonería, instar a los católicos a votar por uno u otro partido va en contra de la libertad de conciencia. ¿Cómo? Así, simple y sencillo. En esta trampa pareció caer la misma Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) que salió rápidamente a desconocer a votocatolico.com e incluso llegó a dudar de las intenciones de sus fundadores, cuando todo lo que ese grupo hace puede verse en su página de internet.

Allí, en el sitio, aparecen las comparaciones de las plataformas políticas de todos los candidatos, informaciones útiles sobre cómo votar y cómo no votar además de reflexiones sobre el quehacer ciudadano. Nada fuera de la ley, todo a la luz del sol.

Entonces ¿por qué da tanto fastidio a los políticos que los católicos se organicen electoralmente? ¿será que los partidos han siempre especulado con el voto católico, presentándose públicamente de una manera y actuando de otra cuando detentan el poder? ¿no es justo que cuando uno vote pueda hacerlo según sus creencias, íntimamente relacionadas con su espiritualidad? ¿para quién puede ser peligroso eso?

Es cierto que la utilización de una figura sacra como la Virgen para una publicidad profana es de mal gusto e incluso puede ser ilegal, de eso no hay duda y bien hace la CEM en denunciarlo. Empero ese uso demuestra que los católicos de a pie exigen congruencia, una sacudida mental para quienes les pretenden representar. Un llamado de atención no sólo para la clase política, sino también para el episcopado.

Porque votocatólico.com no se refiere a conceptos discutibles y abstractos, ha centrado su mensaje en valores cristianos auténticos: de esos que el Papa defiende un día sí y el otro también. En eso los fieles deberían contar con el apoyo valiente de sus obispos. Más ahora que se ha reformado la Constitución mexicana en materia de derechos humanos para avalar ampliamente la libertad religiosa plena.

A final de cuentas, planteando estos debates, los católicos siguen el llamado del Papa quien, como supremo pastor, dejó en claro que “los fieles laicos deben participar activamente en la vida política, de manera siempre coherente con las enseñanzas de la Iglesia, compartiendo razones bien fundadas y grandes ideales en el proceso democrático y en la búsqueda de un consenso amplio con todos los que se preocupan de la defensa de la vida y de la libertad, la custodia de la verdad y del bien de la familia, la solidaridad con los necesitados y la búsqueda necesaria del bien común” (21.05.2010).