Crear un país cuyo futuro está por escribir

Sudán del Sur: El futuro empieza el 9 de julio

Manos Unidas lleva 20 años trabajando en Sudán

Manos Unidas, 08 de julio de 2011 a las 13:05

 

(Manos Unidas).- Faltan tan solo unas horas para que el mundo de la bienvenida a un nuevo país: Sudán del Sur, el estado número 54 del continente africano y el 193 de las Naciones Unidas. Un país con una superficie de 600.000 kilómetros cuadrados y 8,3 millones de habitantes; "tierra de gran abundancia", reza su himno, con infinitas posibilidades de desarrollo condicionadas a una solución favorable para el pueblo de los muchos frentes que tiene abiertos aún antes de nacer.

A la absoluta falta de infraestructuras, las fronteras aún sin delimitar, el regreso de miles de desplazados internos, la corrupción, la redacción de una constitución, el reparto de los ingresos generados por el petróleo... hay que sumar los muchos retos de carácter social que otorgan a la nueva nación un nada envidiable puesto entre los más pobres del mundo.

Retos sociales en Sudán del Sur:

Mortalidad infantil: uno de cada siete niños muere antes de cumplir los 5 años
Mortalidad materna: es la más alta del mundo. Una de cada seis mujeres muere durante el embarazo o el parto
Conflictos: en lo que va de año 150.000 sursudaneses han sido desplazados y 1.800 han muerto en actos violentos en el territorio
Educación: el 85% de la población es analfabeta. El porcentaje aumenta al 90% en las mujeres
Regreso de desplazados: desde octubre 2010 unas 300.000 personas volvieron al Sur y se espera que otras miles lo hagan en los próximos meses
Pobreza: la mayoría de las familias viven con ingresos inferiores a 20 dólares al mes

Todas las naciones, y muy especialmente China y Estados Unidos, que han apoyado el nacimiento de Sudán del Sur con la vista puesta más en sus grandes yacimientos petrolíferos y en las estrategias políticas que en el bienestar de la población, tienen la responsabilidad de impedir que el nuevo país africano termine convertido en un nuevo infierno en la tierra, como Somalia o Afganistán.

Manos Unidas en Sudán

Manos Unidas, que lleva casi veinte años trabajando en Sudán, se une a la bienvenida al nuevo país con el deseo de que sea capaz de mantener la paz, la justicia y la libertad, que proclama en su himno.

La guerra civil duró casi 50 años, con algún intervalo de paz más que inestable, provocó millones de muertos y desplazados, e impidió durante mucho tiempo que Manos Unidas apoyase proyectos en el sur del país, un lugar devastado y falto de seguridad. Pero, en los últimos dos años, cuando las condiciones así lo han permitido, nuestros esfuerzos se han dirigido al sur, donde está todo por hacer. El trabajo de Manos Unidas se ha se ha centrado, sobre todo, en la infancia (educación primaria y secundaria), la sanidad, el agua y la promoción de la mujer.

¿Qué va a hacer Manos Unidas en Sudán del Sur?

El pasado mes de marzo, dos personas del departamento de África de Manos Unidas visitaron Sudán del Sur, con la intención de identificar proyectos y socios locales capaces de poner en marcha programas de desarrollo en el nuevo país africano.

Durante su viaje, pudieron constatar el desafío que Sudán del Sur es para Manos Unidas. Se trata de un país que ha tocado fondo y que, si consigue mantenerse en paz, tiene todo a su favor para mejorar. Sudán del Sur es un objetivo a tener muy en cuenta siempre y cuando el nuevo gobierno colabore, como lo ha venido haciendo hasta ahora, y se den las condiciones de estabilidad política necesarias, Manos Unidas cree que podría hacer un buen trabajo en Sudán del Sur.

Así como en el norte va a ser cada vez más difícil trabajar, debido a que el gobierno musulmán no va a dejar mucho campo de acción a la iglesia católica, en el sur el gobierno ha apoyado y se prevé que seguirá apoyando la acción humanitaria de las diócesis y de las congregaciones.


• Estrategias sectoriales
Los sectores más necesitados son los niños y las mujeres, por razones obvias de atención primaria y maternal, pero la educación "ciudadana" es urgente para todos, también para los hombres. Las mujeres sufren la mentalidad machista de los hombres, que las relegan totalmente y no consideran que sean "aptas" para ser educadas, aún cuando son las que llevan mayoritariamente el peso del hogar y la educación de los hijos. Las necesidades más urgentes están, por lo tanto, en las áreas de salud y educación

La formación de profesores y de técnicos sanitarios es fundamental en un país, que debido a la guerra, no ha proporcionado ningún tipo de educación a sus habitantes en más de veinte años. Las escuelas que existen están casi todas en manos de misioneros, pero parece que ahora el gobierno del sur está dispuesto a cooperar con las congregaciones y ONG para poner en marcha un nuevo sistema educativo.

Es fundamental que se vayan construyendo escuelas primarias e infantiles en pueblos y ciudades, cuya población está aumentando con el retorno de las familias desplazadas por la guerra.

En cuanto al sistema de salud, se encuentra tan atrasado como el educativo, con lo que es fundamental formar personas que puedan atender los hospitales y dispensarios que van surgiendo poco a poco.

Manos Unidas trabajará codo con codo con otras agencias de cooperación que operan en el país, en especial con los miembros de CIDSE (Red de ONG Católicas para el Desarrollo de Europa y América del Norte, de la que forma parte Manos Unidas), para colaborar a crear un país cuyo futuro está aún por escribir.