"Orgullosos de ser una nueva nación"

Misa de acción de gracias por el nacimiento de Sudán del Sur

"Sudán" significa "tierra de los negros" en lengua árabe

Redacción, 11 de julio de 2011 a las 08:05

 

(Zenit).- El portavoz de la Santa Sede ha pedido la cooperación internacional y eclesial a favor de Sudán del Sur, el nuevo Estado africano reconocido por la comunidad internacional este 9 de julio. El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, reconoce que "será uno de los países más pobres del mundo, deberá afrontar problemas muy difíciles para su unidad interna, pero sus habitantes anhelan - y todos nosotros con ellos - poder construir un futuro de libertad y de paz".

Por este motivo, "necesita una solidaridad internacional y eclesial concreta y firme para poder florecer. No dejemos que le falte", exhorta en el editorial del último número de "Octava Dies", informativo semanal del Centro Televisivo Vaticano.

Tras la ceremonia oficial que registró oficialmente el nacimiento del Estado africano número 54, este domingo tuvo lugar en Juba, la capital, una misa solemne en la que participó la delegación enviada por Benedicto XVI, presidida por el cardenalJohn Njue, arzobispo de Nairobi.

En la celebración eucarística, que tuvo por testigo la catedral de Kator, en Juba, el Papa se hizo presente con un mensaje en el que deseó "paz y prosperidad" a la nueva nación.

A la misma hora, en todas las diócesis de este país de mas de ocho millones de habitantes, que cuenta con un elevado número de católicos, así como de seguidores de la Iglesia Episcopal del Sudán y de las creencias tradicionales africanas, las campanas de las iglesias repicaron en este día convocado por los obispos como Jornada de Acción de Gracias.

En los festejos de este sábado, participaron juntos en el palco de honor el antiguo enemigo, Omar Hassan el-Beshir, presidente de Sudán, y el primer presidente del Sur de Sudán libre, Salva Kiir Mayardit.

Como primer gesto al tomar el poder, este último ofició una amnistía a los grupos armados que luchan contra su gobierno, prometiendo que llevará paz a las zonas de la frontera con el norte.

Una "marcha serena" hacia la declaración de independencia que el 9 de julio, en Juba, hará oficial el nacimiento del 54º estado africano del Sur de Sudán.

No obstante los enfrentamientos durísimos que en el mes de junio han devastado el sur de Kordofan y los centenares de miles de desalojados, privados de asistencia adecuada en Darfur y Abyei, monseñor Cesare Mazzolari, obispo de la diócesis de Rumbek, tiende a destacar la gran esperanza y el fermento vivido por el pueblo del sur de Sudán en la vigilia de esta importante cita.

"El Sur de Sudán -afirma- está orgulloso de ser una nueva nación y está preparado para conquistar su propia identidad en el mundo".

En efecto, la de 9 de julio de 2011, representa una fecha histórica: nunca, desde los años ''60, es decir, desde la época de la descolonización del continente africano se puso en discusión las fronteras trazadas por los estados coloniales (excepto por la secesión de Eritrea de Etiopía en 1993).

La independencia del Sur de Sudán de Sudán, que marca el fin del periodo de transición establecido en los acuerdos de paz del 2005 y que fue aprobada por el referéndum popular del pasado 9 de enero que decretó, con el 98''83% de los votos, la secesión del norte del país), se ha pagado con otro tributo de sufrimiento. Casi cincuenta años de guerra marcados por las fases sanguinarias del 1955 a 1972 y de 1983 al 2005, dos millones de muertos, y cuatro millones de prófugos y de desplazados.

De mucha parte de esto, monseñor Mazzolari (desde hace 30 años en misión en la Nigrizia de San Daniel Comboni)- "Sudán", que en lengua árabe significa "tierra de los negros", en latín Nigritia-, fue testigo atento y partícipe, poniéndose al lado de los más pobres y olvidados, luchando para que les llegase a ellos la asistencia sanitaria y los programas de desarrollo que forman parte de los derechos fundamentales de la persona.

"Nosotros misioneros -contó al periodista Lorenzo Fazzini en el libro "Un Evangelio para África" (Ed. Lindau)- nos quedamos aquí, con la gente, incluso cuando los Antonov bombardeaban nuestras escuelas, hospitales y las iglesias. Estuvimos con ellos: si huían a Etiopía a pie (un camino de 100 km), nosotros estábamos; cuando habitaban en los campos de refugiados, nuestros sacerdotes estaban allí; si había incursiones del ejército sudanés de liberación popular, nosotros no los dejábamos solos".

Un papel importante el de la Iglesia, al servicio de un pueblo, que es el nº150 -de 182- más pobre de la tierra. "La Iglesia -observa hoy Mazzolari en la vigilia de la independencia- ha perseverado en la oración y en la difusión de la fe en Dios, animando el compromiso hacia la reconciliación en una región sangrante por los conflictos, las divisiones y los problemas tribales".

"La voz y el testimonio de la Iglesia -añade el obispo de Rumbek- es clara y luminosa y, después de muchos años de sufrimiento, el Señor se está manifestando gracias a la semilla de la fe cristiana que está creciendo en el Sur de Sudán". Sudán, para el obispo comboniano, "necesita entregarse a un Dios que ama al pueblo sudanés, mientras que la Iglesia universal debe guiar las iniciativas de solidaridad hacia el Sur de Sudán para que el pueblo pueda sentirse parte de la familia global a través de signos de comunión".

Si bien el territorio del próximo 54ª estado africano es muy rico de agua y de petroleo, el 90% de la población vive con menos de un dólar al día, mientras que el analfabetismo de los adultos es del 84%. A la tasa más alta del mundo de mortalidad de las mujeres en el parto o a los problemas durante el embarazo, se une la desnutrición de casi la mitad de la población infantil. Hoy el Sur de Sudán es un país cuyo sistema económico debe reconstruirse, la sanidad y la educación debe fundarse, y se debe desarrollar las infraestructuras necesarias para el desarrollo. También el recurso del petróleo -que representa el 98% del balance estatal- tiene que hacer cuentas con la falta de oleoductos y de refinerías.

"Necesitamos -explica Mazzolari- del apoyo internacional sobre todo, en años venideros, para convertirnos a todos los efectos en miembros de la comunidad global".

Las celebraciones oficiales de la independencia, informa una nota de la Coordinación de Entes solidarios en Rumbek (cesar), comenzarán el sábado 9 de julio a las 10 en Juba, en el mausoleo de John Garang, político y guía del ejército sudanés de liberación popular (SPLA) en la segunda guerra civil (1983-2005). Además del presidente del Sur de Sudán, Salva Kiir Mayardit, de Jartum se unirá también Omar El-Bashir, actual presidente de la República de Sudán. "Una señal, la presencia de El-Bashir- destaca la nota-, de la voluntad de diálogo y cooperación entre Sudán y el Sur de Sudán".

Como bendición a la nación naciente, está previsto que antes de la proclamación de independencia, representaciones cristianas y musulmanas (el Sur de Sudán cuenta con casi 9 millones de habitantes, la mayoría de ellos cristianos y animistas) se reunirán para un momento de oración compartida.

A la firma de la constitución de la república del Sur de Sudán por parte del presidente Salva Kiir, le seguirán las intervenciones de las delegaciones internacionales. Entre estas la Liga Árabe, exponentes del gobierno chino, representantes de la Unión Europea y de los Estados Unidos, la presidencia de la Unión Africana y el secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon.

Después de los momentos institucionales, la palabra será para el deporte. El día después, domingo 10 de julio, en el Juba Footbal Stadium, la nueva selección de fútbol del Sur de Sudán se enfrentará con el equipo de Kenya. Mientras que el lunes 11 de julio será el baloncesto el que represente los colores del estado africano nº54 con el partido del Uganda contra el Juba Basketball Complex. (RD/Zenit)