Situación dramática en el Cuerno de África

El P. Lombardi denuncia que la hambrienta población somalí es atacada hasta por manadas de hienas

 

La Iglesia no olvida a Somalia, sino que está presente junto a ella y sufre con ella, afirmó ayer el padre Federico Lombardi, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, en su editorial para el semanario «Octava Dies» del Centro Televisivo Vaticana: «La sequía que ha afectado a la región del Cuerno de África ha creado una situación dramática de emergencia humanitaria del que la población somalí es la principal víctima»

16/07/11 10:41 AM


 

(Zenit) El hambre y la sed, añadió el P. Lombardi, “empujan a innumerables personas a una , huyendo también a los países vecinos, a cuyos campos de refugiados llegan casi dos mil personas al día. Se habla de extenuantes marchas a pie bajo la amenaza y los ataques de bandidos, y de niños atacados incluso por manadas de hienas”.

La Iglesia no es ajena al sufrimiento del pueblo de Somalia, afirma el padre Lombardi, recordando el asesinato en 1989 de monseñor Salvatore Colombo, obispo de Mogaciscio, así como los asesinatos de dos mujeres italianas, la enfermera Annalena (2003) y la hermana Leonella Sgorbati (2007).

El portavoz de la Santa Sede explicó que “son solo tres nombres, para decir que la Iglesia católica está presente y sufre con el pueblo somalí, pero las víctimas inocentes son ya incalculables, también entre las demás confesiones cristianas, por el odio integrista, y entre la población inerme por la lucha armada entre las facciones políticas y étnicas”.

“Desde hace veinte años, el país está sin control, ante sus costas actúa la piratería, muchos agentes humanitarios han debido abandonar su tarea por las violencias y las amenazas de que son objeto”.

A pesar de que el Papa recuerda a Somalia cada año en su discurso al Cuerpo Diplomático, “se ha difundido la sensación de que la opinión pública mundial y la comunidad internacional se han resignado y han abandonado a este desgraciado país a su destino”.

“¿También nosotros intentamos olvidarlo, o las imágenes horribles y los llamamientos angustiados de estos días conseguirán despertar nuestro sentido de la responsabilidad y la solidaridad?”, se preguntó Lombardi.