«Se han convertido en un sector muy vulnerable»

El Arzobispo de Acapulco pretende atraer a los jóvenes a la Iglesia para que no caigan en la delincuencia

 

El arzobispo acapulqueño, Mons. Carlos Garfias Merlos, señaló que la Iglesia en Acapulco, Chilpancingo, Chilapa, Tlapa y Ciudad Altamirano busca un acercamiento con jóvenes para evitar que por falta de atención se unan a la delincuencia, ya que se han convertido en un sector muy vulnerable en el momento actual. Para ello pondrá en marcha una pastoral juvenil que les acerque la palabra de Dios y les asesore para buscar alternativas de vida distintas del crimen organizado.

18/07/11 9:49 AM


 

(La Crónica de Hoy) En conferencia de prensa, Mons. Garfias Merlos explicó que durante el reciente X Encuentro Provincial de Pastoral los cuatro obispos constataron que el crimen organizado comete actos terribles de violencia contra de las personas, y por ello la Iglesia quiere hacer énfasis en el valor de la vida, por lo que consideran necesario atender dos grupos particulares como son los jóvenes y la familia.  

Los jóvenes se han convertido en un sector muy vulnerable en el momento actual y necesitan una mayor atención para salvaguardar su integridad y su dignidad”, aseguró el prelado ante los perodistas.

El arzobispo señaló que a la Iglesia también le preocupa sobremanera la situación de las familias, tan amenazadas por la cultura de la muerte y expuestas a dificultades económicas y sociales, por lo que también hará una labor de acercamiento para que sean resistentes ante las situaciones que las agobian.

“La Iglesia se propone un acercamiento mayor hacia ellos con el vivo interés de fortalecer su conciencia y su identidad con la fuerza de la palabra de Dios, de manera que los pueda acompañar y evangelizar a través de una pastoral juvenil que los proteja de todas las amenazas que los acechan”, indicó Mons. Garfias Merlos.

No hay modo de acabar con la delincuencia

En cuanto a la imparable situación de criminalidad en Acapulco, el arzobispo manifestó que “es lamentable” que no haya modo de detener la delincuencia y que esta manifestación sigue representando un gran desafío para las autoridades y para la sociedad.

Dijo que el daño será cada vez más grave si llega a personas inocentes o desprotegidas, por lo que el llamado se tendrá que seguir haciendo. No obstante, como sociedad habrá que seguir esforzando por educar y formar, preparar y procurar la construcción de la paz.

El arzobispo aseguró que hay que seguir invitando a que se construya la paz, y al referirse nuevamente a los jóvenes mencionó que la Iglesia tiene cursos de capacitación y programas dirigidos a este sector, para atenderlos y acompañarlos como Iglesia: “La pastoral juvenil busca un acercamiento y espacios para los jóvenes, porque cuando tienen los jóvenes asesoría y acompañamiento se van alejando de los vicios, y es común que muchos jóvenes se sienten atraídos al crimen organizado porque les falta atención, alternativas de estudio y trabajo”.