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Falta todavía un poco para llegar a la meta que permitirá a ZENIT seguir adelante hasta finales de 2011. Puede ver la situación actual de los fondos que hemos recibido gracias a la generosidad de los lectores en: http://www.zenit.org/spanish/donativos.html.

Aún están llegando cheques, por lo que todavía no podemos comunicar el resultado final de la campaña. Les informaremos en cuanto el balance final esté listo.

Deseamos hacer llegar nuestro profundo agradecimiento a todos los lectores que han enviado su donativo, así como a todos los que nos han mandado mensajes de solidaridad asegurando sus oraciones por el éxito de la campaña.
Todo este apoyo nos da fuerzas y nos anima enormemente para seguir adelante en nuestro trabajo.

Puede encontrar el mapa de donativos 2011 en: http://donations.zenit.org/es/map

Todavía es posible mandar donativos a través de: http://www.zenit.org/spanish/donativos.html

 

¡ Muchas gracias !

 


ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 21 de julio de 2011

Santa Sede

En vacaciones, el Papa prepara un libro y el aniversario del Vaticano II

El Vaticano pide un debate objetivo y ayudar a víctimas de abusos en Irlanda

Dolor del Papa por la muerte del cardenal Świątek

Nueva Religiosidad

La moda del hinduismo light a la carta

Mundo

En Irlanda no se aplicaron las normas contra abusos del cardenal Ratzinger

Los cristianos, puente de paz entre judíos y musulmanes en Tierra Santa

Monseñor Fisichella: La Iglesia debe aprender el lenguaje de los jóvenes

Primer escocés ordenado para el ordinariato

Entrevistas

Certezas e incertidumbres de la “revolución de los jazmines” (III)

Foro

Los hijos, el motor de la recuperación económica

Documentación

Documento histórico: el martirio del cardenal Swiatek, narrado por él mismo


Santa Sede


En vacaciones, el Papa prepara un libro y el aniversario del Vaticano II
En sus días veraniegos en la residencia de Castel Gandolfo
CASTEL GANDOLFO, jueves, 21 de julio de 2011 (ZENIT.org).- En estos días de descanso, Benedicto XVI prepara su nuevo libro sobre Jesús, sus viajes apostólicos a España y Alemania, así como el quincuagésimo aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II.

El pontífice transcurre las vacaciones de verano por segundo año consecutivo en Castel Gandolfo, la residencia pontificia situada a unos 30 kilómetros al sur de Roma, pues en ella puede contar con un ambiente conocido y adaptado a la pasión de su vida: el estudio y la escritura sobre cuestiones de teología.

El pontífice ha traído muchos libros y documentos del Vaticano para la preparación de sus viajes a Madrid, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (del 18 al 21 de agosto), así como a su tierra natal, donde visitará del 22 al 25 de septiembre Berlín, Erfurt, Etzelsbach y Friburgo.

“L'Osservatore Romano” confirma en la edición italiana del 22 de julio que en estas vacaciones su “compromiso prioritario está dirigido a preparar la redacción de la conclusión de la obra de sobre Jesús de Nazaret, dedicada a un análisis de los Evangelios de la infancia”.

Se trata del tercer volumen de esta serie de gran éxito editorial, tras los dos presentados en abril de 2007 y en marzo de 2011.

El mismo diario vaticano revela que el papa trabaja sobre otro tema que le suscita gran interés: “la reflexión sobre la fe, mientras se acerca el quincuagésimo aniversario de la apertura del Vaticano II (11 de octubre de 1962), en el que Joseph Ratzinger participó desde el inicio”.

El interés de Benedicto XVI sobre la virtud teologal de la fe es significativo, pues ya ha dedicado dos encíclicas a las otras dos virtudes teologales, la caridad y la esperanza, “Deus caritas est” (25 de diciembre de 2005) y “Spe salvi” (30 de noviembre de 2007).

Además del tiempo dedicado al estudio y la escritura, el obispo de Roma dedica sus jornadas a la oración, la atención a la naturaleza y el descanso.

Al mismo tiempo, sigue atendiendo al gobierno de la Iglesia con encuentros de trabajo, en particular con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, y otros prelados, o recibiendo en audiencia a visitantes, como sucedió con el primer ministro de Malasia, el 18 de julio.

En general, en la tarde, aprovecha un momento para pasear en los jardines de la residencia pontificia, acompañado de su secretario particular, monseñor Georg Gänswein, que suelen concluir con el rezo de la oración mariana del Rosario ante una imagen de la Virgen.

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El Vaticano pide un debate objetivo y ayudar a víctimas de abusos en Irlanda
Tras las duras acusaciones del primer ministro
CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 21 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Tras las duras acusaciones del primer ministro de Irlanda, la Santa Sede ha pedido que el actual debate sobre abusos sexuales cometidos por sacerdotes tenga lugar con objetividad y contribuya a la causa de las víctimas.

El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información vaticana, respondió a las preguntas de los periodistas tras las duras declaraciones que pronunció contra la Santa Sede este miércolesEnda Kenny.

En un debate parlamentario sobre el Informe Cloyne, el líder del partido Fine Gael acusó al Vaticano de no haber sido de ayuda en las investigaciones gubernamentales sobre estas denuncias, y de haber alentado a los obispos a no denunciar los abusos a las autoridades civiles.

El padre Lombardi, en una declaración oral, anunció que la Santa Sede “responderá de manera oportuna a la pregunta planteada por el gobierno irlandés sobre el informe de la diócesis de Cloyne”.

“En todo caso --añadió el portavoz vaticano--, se espera que el actual debate sobre temas tan dramáticos se desarrolle con la necesaria objetividad, de manera que se contribuya a la causa que debe estar particularmente en el corazón de todos, es decir, la salvaguardia de los niños y de los jóvenes, y la renovación del clima de confianza y de colaboración para alcanzar este objetivo, en la Iglesia y en la sociedad, como deseó el papa en su carta a los católicos de Irlanda”.

Por su parte, el arzobispo de Dublín, monseñor Diarmuid Martin, ha aclarado que la diócesis de Cloyne, si no denunció a las autoridades los casos de abusos de sacerdotes, fue porque actuó contra las normas que había dado el Vaticano, en particular, el cardenal Joseph Ratzinger, en 2001 (Cf. ZENIT 21 de julio de 2011).

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Dolor del Papa por la muerte del cardenal Świątek
Superviviente de los campos de concentración, ha muerto a los 96 años
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 21 de julio de 2011 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI ha expresado hoy, en un telegrama enviado al presidente de la Conferencia Episcopal de Bielorrusia, monseñor Aleksander Kaszkiewicz, su dolor por la muerte del cardenal Kazimierz Świątek.

Monseñor Świątek falleció esta mañana a los casi 97 años de edad, en Pinks, de donde había sido administrador apostólico sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis. El purpurado era también arzobispo emérito de Minsk-Mohilev.

El Papa, en su telegrama a monseñor Kaszkiewicz, recuerda que el cardenal Świątek fue un pastor “generoso y lleno de celo”, “solícito hacia sus diocesanos”.

“Recuerdo el valiente testimonio dado por Cristo y su Iglesia en tiempos particularmente difíciles, como también el entusiasmo prodigado posteriormente al contribuir al camino de renacimiento espiritual de este país”.

Benedicto XVI muestra sus condolencias especialmente al actual arzobispo de Minsk- Mohilev, monseñor Tadeusz Kondrusiewicz, al episcopado bielorruso “y al presbiterio, a las comunidades religiosas y a todos los fieles de las iglesias que él amó y sirvió de corazón”.

El cardenal Kazimierz Świątek es toda una institución del catolicismo en Bielorrusia, por su heroica resistencia durante la época comunista. Fue un superviviente de los gulag soviéticos, y una figura clave en la reconstrucción de la comunidad católica tras la caída del Muro de Berlín.

Nacido el 21 de octubre de 1914 en Walga (hoy Estonia), tenía solo 3 años cuando su familia fue deportada a Siberia. En 1939 fue ordenado sacerdote en Pinsk, y apenas dos años después fue arrestado y encarcelado por las autoridades comunistas, aunque logró liberarse a causa de la guerra.

En diciembre de 1944 fue encarcelado de nuevo, y condenado a diez años de trabajos forzados en Siberia, en los gulag de Vorkuta e Inta, en el círculo polar ártico, lugares de los que era casi imposible salir vivo.

Tras su liberación en 1954, volvió a Pinsk, donde durante treinta años ejerció un difícil ministerio atendiendo a una comunidad católica diezmada y semiclandestina, diseminada en un territorio vastísimo.

Con la caída del régimen, en 1989, fue nombrado vicario general de Pinsk, y dos años después, arzobispo de Minsk-Mohilev y administrador apostólico de Pinsk. En 1994, el papa Juan Pablo II le creó cardenal.

Al anciano purpurado se debió la reorganización de la Iglesia en Bielorrusia, la primera visita ad limina y la primera peregrinación diocesana a Roma en casi cien años. También fue un líder de la lucha por la libertad religiosa en la Bielorrusia post comunista (ver www.zenit.org/article-7265?l=spanish).

El 27 de septiembre de 2004 Juan Pablo II entregó al cardenal Swiatek el premio “Testigo de la fe” (Fidei testis) conferido por el Instituto Pablo VI para reconocer el heroísmo en la vivencia de su fe (ver www.zenit.org/article-13543?l=spanish).

A pesar de su avanzada edad, el cardenal Świątek permaneció al frente de la diócesis hasta los 92 años, cuando el Papa Benedicto XVI aceptó su renuncia (ver www.zenit.org/article-13799?l=spanish)

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Por su interés, volvemos a ofrecer el testimonio que el propio cardenal Swiatek concedió a ZENIT el 9 de julio de 1997, en el que relata su heroico martirio.

Puede leerse en: www.zenit.org/article-39984?l=spanish

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Nueva Religiosidad


La moda del hinduismo light a la carta
Sucedáneos religiosos para escapar al interrogante sobre Dios
Por Julio de la Vega-Hazas

MADRID, jueves 21 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Publicamos esta nueva aportación de la columna sobre jóvenes y nuevas religiosidades, dirigida por Luis Santamaría del Río, sacerdote experto en nuevas religiosidades y miembro fundador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES).

El autor es Julio de la Vega-Hazas Ramírez, sacerdote español, doctor en Teología y licenciado en Derecho, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), y autor, entre otros, de los libros El complejo mundo de las sectas (2000), El mensaje social cristiano (2007) y Educar en la templanza (2009).

* * * * *

En los años 60, a raíz de la independencia de la India y la traumática separación de Pakistán, hubo un verdadero revival religioso en la India. La corriente llegó a Occidente, dejando el recuerdo de los llamados Hare Krishna canturreando por las calles, o de carteles de personajes como Maharishi (Meditación Trascendental) o Rajneesh –ahora conocido como Osho– invitando a apuntarse a sus cursos de meditación.

Hoy todo aquello se ha transformado bastante. Los llamados ashrams, que entonces eran unas comunidades semimonásticas donde se vivía –o se pretendía vivir, según los casos– una vida austera de separación del mundo y meditación, se han convertido en acogedores hoteles que dan cursos de meditación y yoga. La oferta puede ser más compleja, incluyendo cosas como masajes y tratamientos médicos que al menos en un caso llegan a la radioterapia. Están repartidos por toda India, y los mejor instalados son parte de la oferta turística del país. Su principal clientela, de todas formas, no son los extranjeros, sino la clase media india que crece con pujanza a causa del desarrollo económico, y que vive con la misma agitación que la occidental. Por supuesto, los grupos más conocidos en Occidente tienen su moderno ashram, y figuran entre los más lujosos: ISKCON (el Hare Krishna) en Vrindavan (el principal, pues tiene varios), Osho en Puna, Meditación Trascendental en Rishikesh, y el más reciente Arte de Vivir del llamado –siempre se trata de pseudónimos laudatorios– Sri Sri Ravi Shankar se ha instalado en las afueras de la ciudad más tecnológica y prometedora de la actual India, Bangalore.

La gran mayoría de la clientela de estos establecimientos busca paz, sosiego interior y claves para resolver sus problemas personales donde se oferta y creen poder hallarla dentro de su tradición religiosa, el hinduismo. Pero el planteamiento mismo ya deja ver que, a pesar del cuidado decorado y la imagen de profesionalidad con que se anuncian, el producto, religiosamente hablando, es una devaluación. El auténtico yoga es un ascetismo que requiere toda una vida para alcanzar su meta, y no una mezcla de gimnasia y relajación física y mental que endereza un espíritu perdido en el stress de la vida moderna. Y la “conciencia cósmica” para un hindú que tome en serio su religión no es algo que se consiga en un cursillo de quince días. Esto es algo que no pasa inadvertido en la India, y no faltan críticas al respecto. Pero da igual, es una cuestión de mercado: también allí hay una fuerte demanda de lo que podríamos llamar religión light o descafeinada, y la oferta no se hace esperar. Claro está que siempre hay alguien que busca algo más auténtico, y también les hace falta a estas organizaciones, pues de ahí reclutan a su personal.

Es importante conocer esto para poder entender su proyección en Occidente. Aquí existe una demanda mayor si cabe de tranquilizantes de conciencia para quienes no quieren comprometerse en serio con una religión. Y esta oferta oriental parece encajar muy bien con sus demandas. Se pueden advertir tres niveles en los que se pone en contacto esta demanda y la correspondiente oferta en nuestro mundo, aunque no deben tomarse como una rígida división, pues la realidad aquí es muy compleja.

Encontramos en primer lugar las organizaciones de corte abiertamente hindú, con su gurú al frente (las principales ya se han mencionado arriba). Sin embargo, salvo para quien lo pida expresamente, aseguran que lo que ofertan no es hinduismo, sino algo compatible con cualquier creencia. Venden el yoga como una mera técnica para sentirse bien y deshacerse del stress –los “cursos de respiración” del Arte de Vivir son en la actualidad el ejemplo más típico–. Se presentan como expertos en psicología –Osho es aquí el mejor ejemplo–, o como oferta de una vaga espiritualidad. El cebo en este caso es fácil de entender: espiritualidad sin religión suena a producto atractivo para quienes buscan, y a ser posible de manera rápida aplicando una técnica, los efectos beneficiosos de la religión –conciencia en paz sobre todo– pero sin religión. En realidad, dentro de esas organizaciones se sabe perfectamente que lo que dan es lo mismo que en la India pero aún más diluido. Dependiendo de la demanda, ahí se queda todo o dan algún paso más; por supuesto, las estancias en sus ashrams indios van siempre incluidas en la oferta.

En el segundo nivel encontramos otras organizaciones, normalmente más modestas e igualmente procedentes de Oriente, cuyo ropaje ha dejado de ser el propio pues se presentan con un aspecto occidentalizado. Ofrecen básicamente lo mismo, pero sin que aparezcan vocablos como “meditación”, “espiritualidad” o “yoga”, aunque entre su parafernalia no falte alguna cita de santones religiosos orientales, mezcladas con otras de distinta procedencia. Aquí el disfraz es más del tipo New Age: Se ofertan cursos “de potencial humano”, se presentan como una especie de naturalismo que promete sacar de lo profundo de uno mismo las claves para el sosiego, la felicidad o el perfecto control de sí mismo y las relaciones con el prójimo. Evidentemente, quienes propagan estas cosas saben de dónde las han sacado. Es posible que ellos mismos contemplen el hinduismo como una religión naturalista, pero es imposible que ignoren que es una religión.  Disimularlo no es más que una táctica para abrirse paso en el mercado.

El tercer nivel lo forman personas singulares, la mayoría occidentales. Lo que venden son libros y conferencias (y sus derivados: DVDs, folletos, etc.). Las ideas siguen siendo las mismas, pero la terminología es completamente occidental, pero aquí se presentan sobre todo como sistemas  de autoayuda. Puede que busquen la imagen de un sabio académico, o puede que se prefiera la de un genio independiente –la primera da más autoridad, la segunda casa mejor con la autoayuda–, pero en todo caso no pasan de ser una especie de nuevo gnosticismo con ideas prestadas, por mucho que se quiera ocultar esto último.

Es fácil comprobar que conforme hemos ido bajando de nivel, aumenta el grado de disfraz. Lo cierto es que tampoco importa demasiado, porque en todo caso lo que encontramos en este sector son sucedáneos de religión más que religión propiamente dicha, algo, que, como la Historia demuestra, prolifera en sociedades en las que es frecuente la aversión o el miedo a enfrentarse con lo auténtico, a ponerse frente a Dios.

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Mundo


En Irlanda no se aplicaron las normas contra abusos del cardenal Ratzinger
Aclaración del arzobispo de Dublín
DUBLÍN, jueves, 21 de julio de 2011 (ZENIT.org).- El arzobispo de Dublín ha aclarado que la diócesis irlandesa que no denunció a las autoridades los casos de abusos de sacerdotes actuó contra las normas que había dado el Vaticano, en particular, el cardenal Joseph Ratzinger.

MonseñorDiarmuid Martin intervino en la tarde de este miércoles en el encendido debate que tiene lugar en estos momentos en Irlanda, provocado por la publicación, en días pasados, de un informe sobre abusos de menores cometidos por algunos sacerdotes en la diócesis de Cloyne.

En una entrevista a la radio nacional RTE, el prelado confirmó el profundo dolor que provoca lo sucedido y respondió a algunas preguntas suscitadas por la intervención del primer ministro irlandés, Enda Kenny.

Pocas horas antes, en un debate parlamentario sobre el Informe Cloyne, el líder del partido Fine Gael acusó al Vaticano de haber alentado a los obispos a no denunciar los abusos a las autoridades civiles.

Monseñor Martin negó categóricamente las acusaciones, asegurando que en la diócesis de Cloyne se ignoraron las normas que en 2001 emanó el cardenal Ratzinger, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, por tanto, del papa actual.

El arzobispo afirmó también que él mismo entregó 70 mil documentos a la comisión de investigación Murphy, denunciando todos los casos de declaraciones o denuncias de abuso a la policía irlandesa.

Expresó asimismo su indignación y vergüenza por lo que han sufrido las víctimas y otras personas en la Iglesia, constatando que este escándalo afecta también a todos aquellos sacerdotes que testimonian cada día su fidelidad a Cristo.

Reveló un reciente episodio en el que algunos sacerdotes ancianos, “hombres de gran integridad y bondad”, fueron objeto de graves insultos durante el funeral de un compañero sacerdote.

“Esta es la Iglesia de la que me siento orgulloso y que tengo la responsabilidad de defender”, dijo monseñor Martin.

Y concluyó: “No quiero ver choques entre la Iglesia, el Estado y los voluntarios. Tendremos que trabajar juntos para garantizar que los niños sean protegidos”.

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Los cristianos, puente de paz entre judíos y musulmanes en Tierra Santa
Concluye una conferencia organizada por las iglesias anglicana y católica
LONDRES, jueves, 21 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Los cristianos pueden ser un puente de paz en medio de la complicada situación que vive Tierra Santa, afirmó el representante de Benedicto XVI en laConferencia Internacional sobre los Cristianos de Tierra Santa.

El cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, intervino en el encuentro celebrado en el palacio de Lambeth, entre el 18 y el 19 de julio, por iniciativa del arzobispo de Canterbury y primado de la Comunión Anglicana, Rowan Williams, y del arzobispo católico de Westminster, monseñor Vincent Nichols.

Para el cardenal los cristianos pueden ser un puente entre judíos y musulmanes, y son anunciadores de esperanza, en memoria de Abraham, padre de las tres religiones monoteístas, porque “la religión enseña que sólo existe un futuro: el futuro compartido”.

“Pero también son un don para la sociedad”, añadió el purpurado, “porque aportan la apertura cultural y sentido de la dignidad humana, de forma especial las mujeres, una concepción de la libertad que armoniza derechos y privilegios y una idea de la sociedad política que puede conducir a la democracia”.

Testimonios vivos, no arqueología

De aquí el llamamiento del purpurado para que Tierra Santa no sea sólo un escenario arqueológico, un museo al aire libre, que poder visitar pagando la entrada.

“Para los cristianos --añadió-- los santos lugares son testimonios vivos, son la tierra de la revelación de Dios, el lugar donde Jesús vivió, murió y resucitó”.

El cardenal Tauran recordó que los cristianos de Tierra Santa y, en general, en Oriente Medio son árabes, descendientes directos de la fe apostólica y llegaron a esta zona mucho antes que los musulmanes.

Por esta razón no solicitan asilo, “porque están en su casa”, ya que han permanecido en Tierra Santa desde hace siglos.

Una solución para Jerusalén

El purpurado consideró primordial la búsqueda de una solución del estatus jurídico de Jerusalén, y en consonancia con la Santa Sede expresó su anhelo de que la zona más significativa de la ciudad, donde se ubican los principales lugares sagrados de las tres religiones monoteístas, obtenga un estatus especial garantizado internacionalmente.

“De esta forma se podrán asegurar derechos fundamentales como la libertad de conciencia, de religión, de circulación, educación y sanidad, a cristianos, judíos y musulmanes”, aclaró el purpurado francés.

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Monseñor Fisichella: La Iglesia debe aprender el lenguaje de los jóvenes
La libertad y la ciencia son dos valores dominantes, afirma
MADRID, jueves 21 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Para evangelizar a los jóvenes, la Iglesia necesita comprender su cultura, en el que la libertad y la ciencia son valores dominantes, considera el arzobispo Rino Fisichella.

No se puede hablar de Cristo a los jóvenes, considera el presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, “sin hablar de la libertad, pues el joven de hoy la ha colocado en su cultura, pero la libertad tiene que estar siempre en relación con la verdad, pues es la Verdad la que produce la libertad”.

Al mismo tiempo, añade, “no se puede hablar de Dios a los jóvenes sin conocer la cultura de los jóvenes de hoy, que es la científica. La cultura de hoy, su contenido, está lleno de axiomas de ciencia”.

El prelado italiano compartió su análisis de la evangelización de los jóvenes al participar el 20 de julio en el Curso de Verano “Los jóvenes y la Iglesia católica” organizado por la Universidad Rey Juan Carlos.

Aclaró que la Iglesia está “a favor de la ciencia, pero ésta tiene que estar a favor de la humanidad, y nunca contra la humanidad”.

“Vendrá el tiempo en que la ciencia misma pida ayuda a la teología para conocer más ampliamente los ámbitos de la realidad, y poder dar respuesta al dolor, a la traición, a la muerte” en definitiva, “a las grandes preguntas, las preguntas de sentido”, aseguró monseñor Fisichella en una ponencia que tenía por título “Los jóvenes y Dios, los jóvenes y Jesucristo, los jóvenes y la vida eterna”.

Monseñor Fisichella destacó que “la interacción ciencia, vida personal y ética es necesaria, no se puede vivir sin ella”

Como ejemplo, Fisichella puso el caso del director del proyecto Genoma, Francis S. Collins, que se ha adentrado en el lenguaje de Dios, porque “la verdadera ciencia te pone a las puertas de lo trascendente”.

Monseñor Fisichella concluyó asegurando que “se puede ser católico y científico a la vez. Vivir el conocimiento científico no implica el ateísmo. Lo científico tiene sus límites, no puede afirmar la no existencia de Dios”.

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Primer escocés ordenado para el ordinariato
 
GREENOCK, jueves 21 de julio de 2011 (ZENIT.org).- El Ordinariato Personal de Nuestra Señora de Walsingham ha dado la bienvenida al primer sacerdote escocés.

El padre Len Black, de 61 años, fue ordenado el pasado domingo en la iglesia de Santa María de Greenock. Monseñor Philip Tartaglia de Paisley fue el obispo ordenante.

El padre Black fue ministro episcopaliano durante 30 años. Fue también el deán de Forward en Faith, un grupo de anglicanos que tenían el deseo de adherirse a la enseñanza tradicional de la Comunión.

Una docena de fieles está esperando para unirse al ordinariato con él, informó el Scotsman.

Hablando sobre la ceremonia, dijo: “El regalo de la ordenación es un gran privilegio y un honor, y para mí también es la culminación de un largo viaje hacia la comunión total con la Iglesia Católica, gracias a la generosidad del Papa Benedicto XVI”.

De acuerdo con el Scotsman, monseñor Tartaglia, que está supervisando los asuntos relacionados con el ordinariato en Escocia, consideró la ordenación como un signo de progreso ecuménico.

“A pesar de que el grupo de Escocia es muy pequeño, cuando se toma en consideración con los grupos más considerables de Inglaterra y Gales -y los próximos acuerdos que tendrán lugar pronto en Estados Unidos y posiblemente después en Australia- esto comienza a parecerse a un nuevo y visionario modo de recrear la unidad de la Cristiandad después de muchos años de estancamiento ecuménico”, dijo. “Está marcado por la sorprendente originalidad, sencillez y generosidad de la iniciativa del Papa Benedicto XVI”.

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Entrevistas


Certezas e incertidumbres de la “revolución de los jazmines” (III)
Habla el arzobispo católico de Luxor, monseñor Youannes Zacharia
LUXOR, jueves 21 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Después de la revolución del 25 de enero, las relaciones entre el Islam y la Cristiandad, el nacimiento de movimientos políticos y religiosos fanáticos, las relaciones entre el Vaticano y Al-Azhar, la situación de los coptos en Egipto, etc. fueron algunos asuntos que acapararon la atención de la opinión mundial.

Sobre estos asuntos habló a ZENIT monseñor Yoannes Zacharia, arzobispo de Luxor, en una larga entrevista de la que hoy ofrecemos la tercera y última parte.

La primera parte se publicó en el servicio del martes 19 de julio (ver www.zenit.org/article-39968?l=spanish), y la segunda, ayer miércoles 20 de julio (ver www.zenit.org/article-39976?l=spanish).

- Se han oído voces pidiendo al Vaticano que intervenga en la protección de los coptos de Egipto... ¿Cómo puede explicar esto, ya que el Vaticano no tiene tropas militares o armadas, como Stalin dijo una vez?

Monseñor Zacharia: Personalmente, yo no acepto lo que se llama la protección extranjera a los coptos. Los coptos que viven en la Diáspora y piden esto deberían saber el peligro de esta petición, y la influencia peligrosa en los intereses de los coptos que viven en Egipto junto a sus hermanos musulmanes.

El Santo Padre Benedicto XVI que es el líder de la Santa Sede, un estado espiritual que no tiene un ejército regular como otros Estados, no escatima ningún esfuerzo en rezar por los cristianos y no cristianos de todo el mundo, especialmente cuando las catástrofes naturales les afligen o cuando viven en condición difíciles y dolorosas.

Recientemente, el Santo Padre mencionó los trágicos incidentes que los fieles de Iraq, Egipto y Pakistán están sufriendo, y pidió a todo el mundo que se uniese a él en su oración por ellos. También pidió a los gobernantes de esos países que pusieran más atención en cuidar a sus conciudadanos. Esta petición no debe considerarse como una interferencia en los asuntos internos de los países mencionados, sino un mensaje de amor y de apoyo para promover la ayuda al hombre oprimido por su hermano.

- Con respecto a la relación con el jeque de Al-Azhar, el doctor Attayeb – que pertenece geográficamente a Luxor-, ¿cree que este está compitiendo con los Salafitas para poner fin a su relación con el Vaticano y al diálogo?

Monseñor Zacharia: Creo que este asunto necesita mucha paciencia, tiempo y el diálogo mutuo para que ambos lados se entiendan. Ahora, creo que la insistencia en reanudar el diálogo de cualquier manera posible no sirve para el deseado diálogo. También creo que algunas declaraciones de aquí y de allá sobre este tema, retransmitidos por los medios de comunicación de acuerdo con sus intereses y políticas, son más peligrosos que beneficiosos para mejorar las relaciones entre la Santa Sede y la mezquita de Al-Azhar.

Con el debido respeto y aprecio a cada uno, deseo explicar que el diálogo deseado no es un diálogo entre el Santo Padre Benedicto XVI y el Gran Imán de Al-Azhar el doctor Attayeb, sino que es un diálogo entre la Santa Sede en todo lo que representa una profunda herencia cristiana y espiritual, y Al-Azhar en lo que representa a la auténtica liberalidad islámica.

Espero que ambas partes se comuniquen con rapidez, y que el diálogo se reanude pronto, ya que la ruptura de relaciones y el poner fin al diálogo perjudica a ambos lados y no les hace ningún bien.

- Después de la visita del Dr. Nabeel Alarabi, el actual Secretario General de la Liga Árabe, durante su trabajo como ministro de asuntos exteriores de Egipto, al Papa Benedicto XVI y la revelación de que las relaciones entre El Cairo y el Vaticano son buenas… ¿Qué obstaculiza la renovación del diálogo?

Monseñor Zacharia: Después del martirio de los coptos en la Iglesia de Todos los Santos de Alejandrina, el Santo Padre Benedicto XVI denunció este acto terrorista, y pidió al gobierno egipcio y a los gobiernos de Oriente Medio que pusieran más atención en la protección de la minoría cristiana de sus países. Desgraciadamente, el antiguo gobierno egipcio no entendió el mensaje del Papa y consideró que era una interferencia en los asunto internos egipcios. Como protesta antes esta injerencia, el ministro de asuntos exteriores llamó al embajador egipcio en la Santa Sede a consultas.

Mientras tanto, muchos líderes del mundo denunciaron el ataque a la iglesia de Alejandrina, y pidieron a los gobiernos de Oriente Medio que protegiesen a la minoría cristiana. Pero no hubo ninguna reacción similar a la acontecida cuando el Santo Padre hizo los mismo.

Después de la vuelta del embajador egipcio para continuar su misión en la Santa Sede, y después de la caída de Baraka y el cambio de gobierno, el ministro de asunto exteriores egipcio visitó la Santa Sede, se reunió con el Papa, y discutió con él la manera de promover relaciones bilaterales cercanas entre la República Árabe de Egipto y el estado vaticano. También lo informó de los últimos acontecimientos del panorama egipcio después de la revolución de la juventud y del cambio de régimen en Egipto. Por tanto, las relaciones entre la República Árabe de Egipto y la Santa Sede volvieron a la normalidad, y ambas partes entendieron que lo sucedido era resultado de malentendidos y de una situación delicada.

Después de la visita a la Santa Sede del ministro de asuntos exteriores y de la visita del secretario del comité de diálogo entre la cristiandad y el islam, imán de Al-Azar en El Cairo, se suponía que se había retomado el diálogo entre ambas partes. Pero desgraciadamente, después de una reunión con los académicos de más alto nivel de Al-Azar, el Imán declaró que se posponía la reanudación del diálogo entre Al-Azhar y la Santa Sede.

- Hace dos décadas, Samuel Huntington habló sobre el enfrentamiento de civilizaciones que se producía debido a razones religiosas... El cambio de “la primavera árabe” a la “primavera fundamentalista”, ¿es el cumplimiento de la profecía de este hombre?

Monseñor Zacharia: Después de la caída y fracaso del comunismo, la desintegración de la Unión Soviética, la liberación de los países del Este de Europa, la disolución del pacto de Varsovia, y el final de la guerra fría entre el este y el oeste, los países del oeste encontraron por fin una alternativa al enfrentamiento y al conflicto, para difundir la influencia política y enseñar sus fuerzas militares.

El enfrentamiento entre el oeste y el este comenzó con un aumento de los actos terroristas cometidos por algunos grupos islámicos, que condujeron a la guerra para liberar Kuwait y a las guerras en Iraq, Afganistán y Somalia. Estas guerras, cuyo objetivo era eliminar el terrorismo internacional son consideradas por algunos como una guerra entre el oeste cristiano y el este musulmán. Otros consideran esta guerra como un enfrentamiento de civilizaciones que se produce por razones religiosas, como Samuel Huntington escribió en su libro “el enfrentamiento de las civilizaciones”.

Espero que esta revolución joven contra la injusticia y la corrupción de los dictadores, el comienzo de la primavera árabe, y el florecimiento de las flores de la libertad, conduzcan al cumplimiento del sueño de un país civil y democrático, y construya un ideal de sociedad basado en el amor y la paz, una sociedad que reúna a todos los ciudadanos, sin discriminación religiosa o confesional, en la que todos seamos hermanos que amen y se ayuden unos a otros por el bien y el bienestar de su país.

- Finalmente, entre el pesimismo y el optimismo, ¿Cuál es su sensación, eminencia? Y ¿Cuál es su consejo a todos los egipcios, musulmanes y coptos, en esta encrucijada a la que Egipto está llegando?

Monseñor Zacharia: Como ciudadano egipcio que ha estudiado a fondo la historia de las civilizaciones egipcias que se extiende de lejanas épocas hasta ahora, me siento optimista sobre la capacidad de los egipcios, a todos los niveles y categorías, tanto musulmanes y cristianos, para superar las crisis que dificulten la construcción del estado egipcio moderno. Al igual que la civilización egipcia ha superado todas las dificultades y sufrimientos a través de su larga historia que se remonta miles de años, así el carácter egipcio ha tenido éxito al triunfar sobre los poderes de ocupación, injusticia y opresión, en este delicado periodo de su historia, y de la misma manera Egipto triunfará y mejorará gracias al espíritu egipcio profundamente arraigado en todos los corazones de sus ciudadanos, y gracias al coraje y entusiasmo de sus ciudadanos.

Y como cristiano que cree en la esperanza, y vive el poder del amor y de la fe, tiendo al optimismo.

Es optimismo, a pesar de estar asociado a la precaución debido a la dificultad del camino de la libertad, y gran atención frente a lo que obstaculiza la construcción de un estado moderno, el logro de una vida mejor y de un futuro brillante para todos los egipcios.

Mi consejo para todos mis compatriotas es que cooperen en el trabajo y construcción, dejando de lado lo que nos separa, e intentando construir una sociedad de amor y de paz.

[Traducción del inglés por Carmen Álvarez]

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Foro


Los hijos, el motor de la recuperación económica
 
Por Ettore Gotti Tedeschi

CIUDAD DEL VATICANO, jueves 21 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Publicamos el artículo que ha escrito en “L'Osservatore Romano” Ettore Gotti Tedeschi, presidente del Instituto para las Obras de Religión, familiarmente conocido como el banco del Vaticano, en el que presenta una estrategia económica “para los países más viejos”.

* * *

Observando la población de los países occidentales —en particular, los países que se podrían definir “maduros”, como los Estados Unidos y los que forman la Europa de los 20— se nota que el porcentaje de población con una edad por encima de sesenta años sigue creciendo sensiblemente. Hoy las personas comprendidas en esa franja de edad representan cerca de un cuarto del total. En los países emergentes, en cambio, no llegan a un décimo. Y ya se nota que los costes de esta tendencia en realidad no son sostenibles.

El envejecimiento de la población puede considerarse, de hecho, el verdadero origen de la crisis económica actual. Pero en el próximo decenio sus efectos corren el riesgo de no ser ya soportables, porque el porcentaje cada vez mayor de personas que sale de la fase productiva se transformará en un coste fijo imposible de absorber y de sostener por parte de quienes producen. Además, cada vez menos personas entran en el ciclo productivo y, cuando logran entrar, lo hacen muy lentamente. Sin considerar los cambios del concepto de ocupación generalizado hasta hace poco tiempo.

Los costes de una población cada vez más anciana no podrán, por lo tanto, ser sostenidos por los jóvenes, los cuales, además de ser cada vez menos, podrían también preguntarse por qué deberían hacerlo, sobre todo si son inmigrantes.

Otro fenómeno, menos observado, relativo al envejecimiento de la población está en el cambio de la estructura del consumo. Sintetizando un poco cruelmente, se podría afirmar que se compran menos coches, pero más medicinas. Está cambiando, y cambiará cada vez más, también el ciclo de producción del ahorro, en disminución y destinado a desplomarse: primero porque ha debido sostener el consumo; y segundo, a causa de la drástica reducción de los ingresos.

Frente a esta realidad, es indispensable tener la valentía de afrontar el tema de los nacimientos y del envejecimiento de la población. Descuidarlo es perjudicial, y por esto ya es improrrogable la planeación de estrategias para sostener concretamente a las familias en su vocación natural a tener hijos. Sólo así se podrá poner en marcha una verdadera recuperación económica. Una familia de hoy con dos salarios gana menos de lo que ganaba hace treinta años la misma familia con un sólo salario. Y esta es la consecuencia del crecimiento de los impuestos sobre el producto interno bruto, que se han duplicado en el mismo período precisamente para absorber las consecuencias del envejecimiento debido a la caída de los nacimientos.

Los gobernantes de los países “maduros” deben invertir en la familia y en los hijos para generar un rápido crecimiento económico, gracias a la activación de factores como el aumento de la demanda, el ahorro y las inversiones. Así las personas ancianas serían más aceptadas, y no sólo soportadas, como a veces sucede hoy. En el fondo, la naturaleza misma enseña que si el hombre y la mujer no engendran hijos es difícil que alguien cuide de ellos cuando envejezcan. El Estado puede intentarlo, pero con costes altísimos.

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Documentación


Documento histórico: el martirio del cardenal Swiatek, narrado por él mismo
Entrevista concedida hace 14 años a ZENIT
ROMA, jueves 21 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Hoy, a los 96 años de edad, ha fallecido en Pinsk (Bielorrusia) el cardenal Kazimierz Świątek, un mártir viviente, que sobrevivió a diez años de trabajos forzados en los gulag siberianos, y que supo acompañar durante décadas a una Iglesia perseguida detrás del Telón de Acero.

No sólo fue un símbolo de la resistencia durante la persecución religiosa en la era comunista: el anciano cardenal fue también una figura clave en la reconstrucción y florecimiento del catolicismo bielorruso.

El 9 de julio de 1997, el anciano cardenal concedía a la entonces recién nacida agencia ZENIT una larga entrevista en la que contaba, en primera persona, su vida. Volvemos a ofrecer, catorce años después, este precioso testimonio de fe, a nuestros lectores.

* * * * *

El color rojo púrpura que distingue a los cardenales representa la disponibilidad que asumen al recibir este reconocimiento para derramar su sangre en fidelidad a la Iglesia. Sin duda alguna, cuando en el consistorio del 26 de noviembre de 1994. Juan Pablo II creó cardenal, ante la sorpresa general a Kazimierz Swiatek, quiso subrayar de manera particular su testimonio de fidelidad a Cristo y a la Iglesia hasta dar la vida.

Kazimierz Swiatek nació el 21 de octubre de 1914 en Walga, hoy Estonia (entonces tierra perteneciente a Polonia). Pocos meses después de ser ordenado sacerdote, el 17 de septiembre de 1939, el ejército soviético ocupó la parte oriental de Polonia donde se encontraba la parroquia del recién ordenado padre Swiatek.

«De este modo me convertí en ciudadano soviético». Y con una sonrisa irónica, añade: «Esto no sólo me ha traído privilegios en la vida».

Es difícil hacer hablar a este cardenal sobre aquellos años de su vida. Tras insistir varias veces, accede: «Fui arrestado por primera vez por el KGB y encerrado en el brazo de la muerte de la prisión de Brzesc. En dos meses fui interrogado 59 veces, siempre de noche. Me salvé gracias a la ofensiva de los alemanes, que conquistaron la ciudad el 21 de junio de 1941. Fue liberado por la gente del lugar. Al salir me mezclé entre los soldados alemanes borrachos. Dado que hablaba alemán, no me fue difícil pasar desapercibido. Regresé a pie a mi parroquia en Prózana. Al llegar me encontré con la sorpresa de que la casa parroquial había sido tomada por la Gestapo. Comenzó así un complicado período de servicio sacerdotal bajo la ocupación nazi. Los conflictos fueron inevitables, pero al menos pude desempeñar mi ministerio. Cuando en el verano de 1944 se acercaba la ofensiva de la Armada Roja, no quise escapar, y me quede en mi parroquia. Por desgracia, nada más entrar los rusos en la ciudad, me descubrieron y me arrestaron. Fui encerrado en la prisión de Minsk, donde pasé cinco meses. No me fusilaron, porque, como me dijeron, no valía la pena derrochar un proyectil conmigo. Fui condenado a diez años de trabajos forzados».

«De este modo llegué, en septiembre de 1945 al campo de trabajo de Marwinsk, en Siberia oriental, Allí estuve durante dos años: en invierno cortaba madera, en verano trabajaba en el campo. Como sobreviví al cansancio, me mandaron más al norte, a las costas del mar Ártico, a Workuta. Hacía trabajos de construcción. Con frecuencia tenía que cavar la tierra congelada con un pico. El trabajo era durísimo, las condiciones climáticas tremendas, y la comida siempre escaseaba. En el campo de trabajo se ejecutaban condenas a muerte, aunque nunca hubieran sido sentenciadas por un tribunal. Recibíamos 300 gramos de pan cada mañana. Después había que caminar durante siete u ocho kilómetros por la nieve para llegar al puesto de trabajo. Primero caminaban los más débiles, que con frecuencia, caían sobre la nieve para siempre; después caminaba la «fuerza de trabajo».

¿Cómo pudo vivir su sacerdocio en estas condiciones?

Swiatek: Al inicio, en el campo de concentración, el aislamiento era total. No nos llegaba ninguna noticia del exterior. Tan sólo pude saber que la guerra había terminado. Pero nada más. Me enteré de todo lo que sucedía en el mundo y en Europa al salir del campo de concentración. En los primeros años de trabajos forzados no podíamos hablar. Tan sólo podía celebrar la misa a escondidas. El régimen del campo de concentración no permitía el que los creyentes pudiéramos reunirnos. Violar esta norma suponía la muerte. Sólo en los últimos tres o cuatros años tuve la posibilidad de celebrar la misa, pero siempre a escondidas. Algunos de los que estaban en el campo de concentración tenían la posibilidad de recibir visitas de sus familiares. En estos contactos, en ocasiones, recibían algún paquete con algo de comida. Gracias a ellos recibí algo de uva seca para hacer el vino y una pequeña hostia. Como cáliz utilizaba una especie de vaso de cerámica. En el campo había católicos de origen polaco, lituano y de otros países. En la medida de lo posible traté de ayudarles a vivir su fe. Llevaba la comunión escondida en una cajetilla de cerillas. Mis carceleros me asignaron un trato particularmente duro y durante los diez años de encierro no puede encontrarme con ningún sacerdote. De modo que durante diez años incumplí la normativa de la Iglesia de la confesión –dice con otra sonrisa pícara–. Sin embargo, sí que podía confesar a escondidas a los prisioneros. Cuando me dejaron en libertad, llegué a Minsk. Entonces me confesé por primera vez después de diez años.

En los años oscuros del campo de concentración, ¿pensaba que algún día podría salir en libertad y volver a administrar el sacerdocio, como soñaba cuando entró al seminario?

Swiatek: La gente siempre me hace esta pregunta. Para mí la respuesta es muy sencilla. Siempre he tenido una profunda fe en Dios. Y siempre he pensado toda mi vida depende de Dios. Si el señor tenía un plan para mí tras aquellos años, entonces me permitiría seguir viviendo. Y así ha sido. Dios ha pensado que yo tenía que trabajar por la Iglesia de Bielorrusia.

Recuperé la libertad en 1954, después de la muerte de Stalin. Lo primero que hice fue regresar a Minsk a la misma catedral en la que fui ordenado sacerdote. Comencé a trabajar con el párroco de la catedral. Y así continué hasta 1991. En 1991 fui consagrado arzobispo de Minsk-Mohilev y nombrado administrador apostólico de Pinsk. Se trata de dos grandes diócesis que van desde la frontera con Polonia hasta la frontera con Rusia.

¿Y cómo es la vida de los católicos en Bielorrusia hoy?

Swiatek: Para comprender mejor cómo es la vida espiritual de los católicos en Bielorrusia hay que saber cómo era antes. Desde 1917, comenzó una lucha sin tregua contra la Iglesia y contra Dios. El 90% de las iglesias han sido destruidas. Y la misma proporción de sacerdotes ha desaparecido. Los niños no podían ir a la catequesis. Si alguien quería bautizar a un niño era perseguido. Lo peor de todo es que este régimen duró durante décadas y décadas. De este modo, no sólo se perdía la fe, sino también todo el conocimiento de la fe cristiana. Se han formado generaciones analfabetas en religión. En consecuencia, el vacío espiritual es enorme. Desde 1989 ha comenzado la libertad para la religión. Comenzaron a devolvernos las iglesias que no habían sido destruidas. Los sacerdotes comenzaron a administrar libremente las parroquias. Dejaron de perseguir a la gente por las prácticas religiosas. Y a los niños y jóvenes se les permitió ir a la catequesis.

Los sacerdotes hoy son muy pocos. Los únicos sacerdotes que quedaban en tiempos de la «Perestroika» habían sido ordenados antes del 39. En todo el país hay sesenta sacerdotes bielorrusos. En 1989 llegaron varios sacerdotes de Polonia y de otros países para ayudarnos. El total de los sacerdotes de todo el país, incluyendo a los extranjeros es de 230. Sin embargo, en los últimos años ya no hemos recibido más ayuda de otros sacerdotes. Se han hecho algunos esfuerzos en para invitar a sacerdotes a que vengan, pero no existen voluntarios.

¿Cómo son las relaciones con el gobierno bielorruso?

Swiatek:Desde el punto de vista de la Constitución, la libertad está garantizada, así como la igualdad entre todas las confesiones. Siguiendo la constitución, el Gobierno ha tenido que restituir algunas iglesias. También tenemos derecho construir otras nuevas. Podemos enseñar la catequesis, pero sólo en las parroquias, no en las escuelas.

Sin embargo, en la práctica, el gobierno bielorruso privilegia a la iglesia ortodoxa. Prácticamente la considera como una especie de religión oficial. Algunos funcionarios han declarado que la confesión más adaptada para Bielorrusia es la ortodoxa, pues une al pueblo. Según ellos, la Iglesia católica divide la nación, es ajena al pueblo bielorruso.

Yo he reaccionado ante estas palabras, y me he quejado a las más altas autoridades pues la Constitución dice que todas las confesiones deben ser tratadas igualmente. Creo que mi intervención ha dado sus frutos, pues en un encuentro con las máximas autoridades junto al metropolita ortodoxo, todos fuimos tratados como jefes de las confesiones iguales. Tras esta declaración, es más fácil hablar con las autoridades subalternas. Aunque, repito, es fácil de constar que la Iglesia ortodoxa es privilegiada.

La virgen de Fatima fue llevada en peregrinación por todas las parroquias de Bielorrusia en el mes de mayo. ¿Qué significa para ustedes esta iniciativa?

Swiatek: Tuve la posibilidad de hablar en una ocasión con Sor Lucía en Portugal. Fui allí junto a 46 sacerdotes de Bielorrusia. Era la primera vez que se podía hacer algo así. Sor Lucía me dijo: «Os he esperado desde 19917. En aquel año tuve la aparición de que la fe regresaría a vuestra tierra. La llegada del cardenal y los sacerdotes es una señal de que aquella promesa ahora se ha realizado».

En aquella ocasión, allí en Fátima, consagré a María a nuestra Iglesia de Bielorrusia. Entre nuestra gente existe una profunda devoción por la virgen de Ostra Brama.

[©Innovative Media Inc. 1997]

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