"Desearía que no saliera nadie de la JMJ sin novio o sin vocación"

Rouco: "En la Iglesia hay libertad de asociación, pero sin romper la comunión"

El cardenal de Madrid coloca a los nuevos movimientos y las monjas de Lerma como ejemplos para la juventud

Jesús Bastante, 22 de julio de 2011 a las 17:14
 

(Jesús Bastante).- "En la Iglesia hay libertad de expresión, pero dentro de ella. No para cambiarla, sino para vivirla con fidelidad y profundidad". El presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, trazó este mediodía en los cursos de verano de Aranjuez las claves para el presente y el futuro de la Iglesia en España. Con la mirada puesta en la JMJ, el cardenal de Madrid colocó como ejemplos de vida cristiana a los nuevos movimientos y carismas, y como modelo de vida relidiosa a las monjas de Lerma. Eso sí, dejando claro que, mientras se trabaje en comunión, "en la Iglesia todos cabemos, y todos somos necesarios". "No se puede romper con la unidad y la comunión de la Iglesia".

"España y Europa sufren una crisis de jóvenes", avanzó el purpurado momentos antes de impartir su conferencia, que llevó por título "Tareas y caminos abiertos de la evanngelización de los jóvenes después de la JMJ". En la misma, Rouco recordó que es el único obispo que ha organizado dos JMJ, incidiendo en la importancia de la de Compostela 1989. "En Santiago es donde comenzamos", afirmó, reconociendo que Madrid ya solicitó la JMJ de 2005, "después de Toronto", que finalmente se llevó Colonia.

Rouco calificó las JMJ de "una historia de peregrinación a la búsqueda de Cristo", en la que se ha forjado "una generación de jóvenes identificados con la vida en la fe y en la comunión con la Iglesia, y de la que nacen nuevas realidades y movimientos, que son un bien y un fruto indudable del Concilio". En la misma órbita, el cardenal de Madrid puso como ejemplo a las monjas de Lerma, "un fenómeno y un signo, del primado de la vida interior y la oración como alma de todo apostolado", frente a otro tipo de vida religiosa. "La vida consagrada debe vivirse interior y exteriormente, porque si la gente no ve que alguien es consagrado, ¿cómo van a saber que lo son?", apuntó, en una velada crítica a los religiosos que no portan hábito, y que han quedado excluidos del encuentro con el Papa en El Escorial.

"España necesita vida, impulso apostólico", señaló el presidente del Episcopado, que volvió a incidir en que "en la reciente historia nuestra Iglesia ha dado nuevos caminos", como el Opus Dei, el Camino Neocatecumenal y los Cursillos de la Cristiandad. "Tenemos que conseguir que haya jóvenes dispuestos a recorrer calles y plazas de toda Europa anunciando que Jesucristo ha resucitado. Y eso se las trae", añadió.

Entre las tareas post JMJ, Rouco destacó la necesidad de "profundizar y extender la pastoral vocacional", pues "la nueva evangelización no será posible sin sacerdotes y consagrados". Tampoco al fortalecimiento del matrimonio y la vida cristiana. "Yo desearía que no saliera nadie de la JMJ sin novio o novia o sin vocación", bromeó el purpurado.

En cuanto a las actitudes, Rouco Varela reclamó "ser directo, sin miedo, aunque te insulten o te denigren", y hacer de la parroquia "el lugar de presencia en ámbitos específicos para los jóvenes". Eso sí: "espacios de iglesia, y no de otra cosa".