Ponencia de clausura de un curso de verano en Aranjuez

El Cardenal Rouco desea que nadie salga de la JMJ sin encontrar su vocación

 

El Cardenal y Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, clausuró el curso de verano «Los jóvenes y la Iglesia Católica», organizado por la Universidad Rey Juan Carlos en Aranjuez En su intervención, titulada «Tareas y caminos abiertos de evangelización de los jóvenes después de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid», afirmó, en palabras de Romano Guardini, que con la JMJ «un acontecimiento de extraordinaria trascendencia ha comenzado».



23/07/11 9:48 AM


 

(Ecclesia) Haciendo un repaso de la historia de las Jornadas Mundiales de la Juventud, el cardenal explicó que los jóvenes “respondieron en el 89” y lo siguen haciendo desde entonces. Eso se debe “a la personalidad de Juan Pablo II”, que “invitó a los jóvenes a vivir la vocación y la misión de la Iglesia de forma directa, centrada en Jesucristo” con “un discurso directo, inmediato: Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida”. Por eso, calificó de “secreto de la historia de las Jornadas Mundiales de la Juventud el mensaje directo y claro del Papa”.

“Eso produce un efecto en la vida de la Iglesia”, que es el nacimiento de “una generación joven, identificada con la fe vivida en la comunión de la Iglesia”. “Nos encontramos con nuevas realidades, como nuevas formas de vida consagrada, nuevos modos de implicación de los seglares en la vida de la iglesia...”. Y es que “la Iglesia tiene que actualizar su novedad constantemente, porque ella es nueva siempre”. 

En cuanto a la “respuesta que queremos dar con la JMJ a los jóvenes” el prelado afirmó que “la evangelización es la palabra clave. Es lo que anima a la JMJ de Madrid”.

Nuevos caminos de evangelización

En este sentido, el cardenal Rouco apuntó como “metas y caminos posteriores” a la Jornada que “los jóvenes que están en la Iglesia se afiancen en su fe y en vivir comunión con la Iglesia”, “reforzar, profundizar y extender la pastoral vocacional, comenzando por el sacerdocio”, y siguiendo por “la vida consagrada” y la vocación “al matrimonio y la familia cristiana”. Y la aparición de “nuevos movimientos y realidades eclesiales”. En esta línea, manifestó su deseo de que “no saliese nadie de JMJ sin encontrar su vocación”. “Tomar de nuevo serio y vivamente la herencia de la Acción Católica en comunión con la Iglesia creo que tiene que ser otro fruto de la JMJ”, señaló.

Para el cardenal, con las JMJ surgen “nuevos caminos” de evangelización, y una “apertura de los ámbitos propios para los jóvenes en las parroquias”, así como una revitalización de “la experiencia viva y contemplativa”. “Sorprende cómo se busca y cultiva la vida interior”, ha dicho. “Todo ello implica descubrir la comunión con la Iglesia”. Don Antonio María concluyó su intervención afirmando que “la JMJ es una gran expresión de la vida de la Iglesia. Estamos ante un acontecimiento nuevo de la vida de la Iglesia”.

Todo a punto

En declaraciones a los periodistas, el purpurado señaló que los preparativos de la JMJ van “muy bien”, aunque con “las dificultades propias de estas tres semanas últimas. “A mí me preocupa personalmente que cuando lleguen aquí los grupos de jóvenes de todo el mundo, que encuentren pronto el lugar donde tienen que acogerse, donde tienen las catequesis, y que se encuentren pronto y bien en casa”. “Yo confío en que los madrileños de las tres diócesis muestren lo que son: personas, lugares, familias, sociedad acogedora que vive su vocación de hospitalidad en un estilo de las raíces cristianas de la ciudad, con esa postura de amor al que viene, que es la propia de un cristiano”.

En referencia a la crisis vocacional en España y Europa, afirmó que lo que sufren es “una crisis de jóvenes” en general.

Hambre en Somalia
 

Por último, preguntado por la situación de hambruna que se vive en Somalia, señaló que es una tragedia que se repite cíclicamente en algunos países, y que se debe resolver mediante la ayuda internacional. El cardenal hizo un llamamiento a todos los católicos para que ayuden en la medida de lo posible a través de Cáritas Internacional.