26.07.11

Tontos de Capirote: 6.- José Luis Sampedro

A las 12:46 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Tontos de capirote
 

Decía Unamuno, en un artículo publicado en 1923 en la revista argentina Cara y Caretas, que el tonto de capirote “es el que con un capirote o bonete puntiagudo, hace de tonto en las fiestas. Es un tonto de alquiler y casi oficial“. A veces, además, se convierten en tales los que, sin saberlo, se dejan guiar, en exceso, por los medios técnicos que los dejan en evidencia.

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Ciertamente, la visita a España de Benedicto XVI está tomando, por parte de ciertas personas, tintes bastante grotescos y, bien podemos decir, que está culminando en la pura tontería lo que sobre la misma se dice o escribe. Vamos, que más de uno se gana, a pulso bien echado, pasar a formar parte del grupo de “Tontos de capirote”.

Ahora ha salido al trapo José Luis Sampedro para poner sobre la mesa muchas cosas tontas. Por ejemplo, ha dicho que la Iglesia católica “coloniza” mentes infantiles. Sí, eso es. Y esto porque “concesiones constantes a la Iglesia en todos los terrenos (…) sobre todo en algo que es gravísimo, la colonización de las mentes infantiles en la primera infancia (…) amueblando la mente de mitos y conceptos (…) con eso se da la base para impedir que sean ciudadanos, pensamiento único que no es libre, coaccionado con lo que han recibido, no sólo permitido por las autoridades sino financiado por ellas, por lo público”.

Hay que estar bastante p’allá como para sostener que las personas dejan de ser ciudadanos si en unas determinadas reciben una formación religiosa católica porque que se sepa no se dice nada que pueda venir mal a la sociedad pues, por ejemplo, no se dice que haya que ser un político corrupto ni, tampoco, un medrador de los bienes públicos apoyándose en el poder o, tampoco, se enseña que es bueno mentir o engañar para salirse con la suya. Decir lo contrario es ser, además de falso tonto perdido porque se nota demasiado aquello que dice que “es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y demostrar que lo eres”. Pues eso, que es mejor tener un aire de filósofo que calla lo que no sabe y, así, parecer ilustrado.

Pero lo mejor no es esto sino que, además, se permite dejar bien claro su total desconocimiento (también llamado ignorancia) sobre un tema como es el del sexo según lo entiende la Iglesia católica. Y esto no es broma.

Lo digo esto porque ha dicho queMe pregunto si se podrá hacer el amor en España durante las visitas del Papa, para no herir su sensibilidad”. Dice el gachó que se pregunta… no sabemos para qué ni debido a qué se hace tan ridícula pregunta. Esto lo dice como si el aspecto puramente sexual molestase a Benedicto XVI o, en general, a la Iglesia católica como institución.

Pues ahí va esto:

Carta Encíclica Deus caritas est, de Benedicto XVI en su número 4:

El eros ebrio e indisciplinado no es elevación, ‘éxtasis’ hacia lo divino, sino caída, degradación del hombre. Resulta así evidente que el eros necesita disciplina y purificación para dar al hombre, no el placer de un instante, sino un modo de hacerle pregustar en cierta manera lo más alto de su existencia, esa felicidad a la que tiende todo nuestro ser“.

Ahora, la misma Encíclica en su número 5:

El eros, degradado a puro ‘sexo’, se convierte en mercancía, en simple ‘objeto’ que se puede comprar y vender; más aún, el hombre mismo se transforma en mercancía. En realidad, éste no es propiamente el gran sí del hombre a su cuerpo. Por el contrario, de este modo considera el cuerpo y la sexualidad solamente como la parte material de su ser, para emplearla y explotarla de modo calculador”.

¿Entiende el señor Sampedro que existe diferencia entre la forma de entender el sexo? No, seguramente no lo entiende.

Pero ahora más, por si esto no fuera suficiente.

Catecismo de la Iglesia católica:

2362Los actos […] con los que los esposos se unen íntima y castamente entre sí son honestos y dignos, y, realizados de modo verdaderamente humano, significan y fomentan la recíproca donación, con la que se enriquecen mutuamente con alegría y gratitud” (GS 49). La sexualidad es fuente de alegría y de agrado:

‘El Creador […] estableció que en esta función [de generación] los esposos experimentasen un placer y una satisfacción del cuerpo y del espíritu. Por tanto, los esposos no hacen nada malo procurando este placer y gozando de él. Aceptan lo que el Creador les ha destinado. Sin embargo, los esposos deben saber mantenerse en los límites de una justa moderación’ (Pío XII, Discurso a los participantes en el Congreso de la Unión Católica Italiana de especialistas en Obstetricia, 29 octubre 1951)”

¿Lo ve?: “La sexualidad es fuente de alegría y de agrado”. Puede, por lo tanto, hacer el amor, como él dice, tantas veces como quiera o pueda durante la visita de Benedicto XVI aunque, a lo mejor, se puede aplicar aquello de que “quien no tiene pan, sueña bollos”.

Y, como decía Super Ratón en aquellos dibujos animados: “No se vayan, aún hay más”.

Por otra parte, el Resumen de la Tercera Parte (“La Vida en Cristo”) relativa al Sexto Mandamiento (Catecismo de la Iglesia Católica) dice lo que sigue que es, seguramente, lo que molesta con más intensidad a ciertas personas:

2392 El amor es la vocación fundamental e innata de todo ser humano” (FC 11).

2393 Al crear al ser humano hombre y mujer, Dios confiere la dignidad personal de manera idéntica a uno y a otra. A cada uno, hombre y mujer, corresponde reconocer y aceptar su identidad sexual.

2394 Cristo es el modelo de la castidad. Todo bautizado es llamado a llevar una vida casta, cada uno según su estado de vida.

2395 La castidad significa la integración de la sexualidad en la persona. Entraña el aprendizaje del dominio personal.

2396 Entre los pecados gravemente contrarios a la castidad se deben citar la masturbación, la fornicación, las actividades pornográficas y las prácticas homosexuales.

2397 La alianza que los esposos contraen libremente implica un amor fiel. Les confiere la obligación de guardar indisoluble su matrimonio.

2398 La fecundidad es un bien, un don, un fin del matrimonio. Dando la vida, los esposos participan de la paternidad de Dios.

2399 La regulación de la natalidad representa uno de los aspectos de la paternidad y la maternidad responsables. La legitimidad de las intenciones de los esposos no justifica el recurso a medios moralmente reprobables (p.e., la esterilización directa o la anticoncepción).

2400 El adulterio y el divorcio, la poligamia y la unión libre son ofensas graves a la dignidad del matrimonio.

Debería pensar, por tanto, el tal José Luis Sampedro, escritor y filósofo, que lo que diga el Papa estará en consonancia con esto aquí traído. Si no le gusta, a Sampedro, pues que no lo escuche pero que no trate de sacar las aguas de su cauce porque lleva recorriendo el río de este valle de lágrimas por lo menos 2000 años. Y eso no es poco.

Y, por cierto, el capirote se lo puede poner de color negro, como su alma porque, con toda seguridad, parece Ud. un tonto oficial. Al menos dice las mismas cosas que los partidarios de tal oficio.

Eleuterio Fernández Guzmán