La del 68, la del 89 y la del 2000

Federico Lombardi: "JMJ tercera generación”

El mundo cambia rápidamente, y los jóvenes son los primeros en sentirlo

Redacción, 30 de julio de 2011 a las 17:28

 

(RV).- La inminente Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, del 16 al 21 de agosto, inspira el editorial Octava Dies, del padre Federico Lombardi para el Centro Televisivo Vaticano que titula: "JMJ tercera generación". El director de la oficina de prensa de la Santa Sede hace una reflexión partiendo de las tres generaciones mencionadas por el Arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela que han marcado la mitad del siglo pasado hasta hoy.

El cardenal Rouco Varela, que bien conoce las Jornadas Mundiales de la Juventud, habiendo organizado una en Santiago de Compostela hace más de 20 años y hospedando la próxima en su diócesis de Madrid, habló -con gran intuición- de tres generaciones de jóvenes de la JMJ. La primera, la del '68, atravesada por las aspiraciones revolucionarias y libertarias con sus contradicciones. La segunda, la del '89, de la caída de los muros y de los grandes horizontes abiertos por Juan Pablo II, más atenta (interesada, incline, propensa) a la dimensión espiritual. La tercera, la del 2000, "la generación de Internet y de los social network", los jóvenes del continente digital.

Naturalmente es una simplificación pero es verdad que la situación del mundo cambia rápidamente, y los jóvenes son los primeros en sentirlo y reflejar los cambios en su vida concreta, en la mentalidad y en los comportamientos.

Por lo tanto, iremos a Madrid junto al Papa concientes de afrontar un nuevo gran desafío: anunciar a Cristo precisamente a esta generación, y pedirle que se haga ella misma, protagonista de este anuncio en los nuevos espacios de su vida. En los continentes geográficos, pero también en aquellos virtuales.

El desafío es tan comprometedor que atemoriza, pero como dice el tema de la jornada, si estamos "arraigados y edificados en Cristo", y por lo tanto, "firmes en la fe" podremos mirar hacia delante con confianza. Porque a partir de la raíz que es Cristo muchas generaciones de jóvenes han sabido construir y atravesar con esperanza y con alegría su futuro. También ésta puede hacerlo.(RD/RV)