JMJ MADRID 2011

“Deseo que vuestro ‘sí’ generoso interpele, aliente e ilumine a todos los jóvenes”

 

Benedicto XVI ha explicado que la vida consagrada significa “ir a la raíz del amor a Jesucristo con corazón indiviso, sin anteponer nada a ese amor”

La Iglesia y la sociedad siguen necesitando “la radicalidad” de vuestra consagración religiosa, asegura el Papa ante 1.600 monjas

Numerosas religiosas han ofrecido la ayuda de su oración y trabajo durante los preparativos de la JMJ


Madrid, 19 de agosto de 2011.- Benedicto XVI ha recordado que la Iglesia y la sociedad siguen necesitando “la radicalidad que testimonia la consagración religiosa, como una pertenencia a Dios, sumamente amado”. En un encuentro celebrado en el Patio de los Reyes del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial ante 1.600 religiosas, el Papa ha agradecido su “sí generoso, total y perpetuo”, con el deseo de que “interpele, aliente e ilumine a todos los jóvenes”.

El Papa ha explicado que la vida consagrada significa “ir a la raíz del amor a Jesucristo con corazón indiviso, sin anteponer nada a ese amor” y eso cobra especial relevancia hoy, cuando se constata una especie de ‘eclipse de Dios’ una cierta amnesia, más aún, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza”.

Ante religiosas procedentes de casi trescientas congregaciones e institutos, el Papa ha pedido que, frente al relativismo y la mediocridad, vivan “la radicalidad” en comunión con los pastores de la Iglesia; con su propia institución religiosa y con otros miembros de la comunidad eclesial, como los laicos, que desde su vocación testimonian el mismo Evangelio.

Ayuda directa al Papa

Benedicto XVI, que ha llegado alrededor de las 11.30 a esta localidad madrileña a 40 kilómetros de Madrid, ha saludado a cuatro jóvenes religiosas y, tras unas palabras de presentación del cardenal Antonio María Rouco Varela, ha escuchado las palabras que, en nombre de todas, le ha dirigido Belén González, una religiosa sierva de María. “Sabemos, Santidad, que la cruz que Dios ha puesto sobre sus hombros es muy pesada. Queremos decirle que no la lleva solo, cuente con nosotras, que, en el silencio del claustro o en la actividad con que servimos a la Iglesia, le ayudamos con nuestra sencillez y pobreza, y con la fuerza que recibimos de Jesucristo”.

Minutos antes, en la breve presentación, el cardenal arzobispo de Madrid ha hecho referencia a la colaboración de tantas religiosas en la Jornada Mundial de la Juventud y a “las horas de oración y adoración en común, y labores de todo tipo, con las que han contribuido a este encuentro, por ejemplo, la simpatiquísima iniciativa ‘Coser y cantar’ a la que se sumaron muchas señoras y jóvenes de toda España”. Gracias a esta iniciativa se ha podido contar con ornamentos litúrgicos suficientes para las grandes celebraciones de estos días.

A su llegada al monasterio, Benedicto XVI ha saludado al prior de esa comunidad, Antonio Iturbe, quien le ha ofrecido el Lignum Crucis y agua bendita, y ha saludado a dos agustinos jóvenes.