La riqueza de la Sagrada Escritura: Oriente y Occidente

 

2011-09-08 Radio Vaticana

RV - Su Santidad Benedicto XVI envió un mensaje de saludo a los participantes en el Convenio Ecuménico Internacional de espiritualidad ortodoxa organizado por el Monasterio de Bose en colaboración con las Iglesias Ortodoxas y dedicado al tema “La Palabra de Dios en la vida espiritual”. En un telegrama el Papa auspicia que el encuentro pueda suscitar un renovado compromiso de comunión espiritual y de testimonio evangélico que emanan de la riqueza de la Sagrada Escritura, amada tanto en Oriente como en Occidente. El objetivo del encuentro iniciado ayer miércoles y que se desarrolla hasta el próximo sábado 10 de septiembre en el monasterio ubicado en la provincia italiana de Biella es el de colocar a la luz la esencial unidad de la Sagrada Escritura, exégesis y vida espiritual, unida que atraviesa toda la tradición de las Iglesias de Oriente, aunque en formas diversas respecto al Occidente, pero con una marcada sintonía en el compartir las realidades de las Escrituras, como queda evidenciado por el Concilio Vaticano II.

Para la celebración del Convenio también han enviado sus mensajes de buenos auspicios el Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé I y el Patriarca de Moscú y de todas las Rusias Kiril I. “La Palabra de Dios subraya el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, es verdaderamente crucial en la lucha espiritual, en la medida en la que se allana el camino para el enternecimiento y el arrepentimiento del corazón. Bartolomé I hace una citación en su mensaje, y es la siguiente: “En el desierto egipcio, abba Poemen dijo: ‘La naturaleza del agua es blanda, la de la piedra es dura. Pero un vaso colocado sobre la piedra, destilando agua gota a gota, acaba por perforar la piedra. Así también la Palabra de Dios es tierna, pero nuestro corazón es duro. Sin embargo quien escucha con frecuencia la Palabra de Dios, abre su corazón al Señor”. Nuestra ardiente oración para ustedes como participantes en el Convenio y para todos los fieles –concluye el Patriarca de Constantinopla – es de que encontremos la Palabra viviente de Dios para que ella –verso tras verso y gota a gota- pueda transformar enteramente nuestras vidas en células vivientes del Cuerpo de Cristo”.

El mensaje de Patriarca de Moscú, Kirill I subraya que “La Iglesia vive y respira de la Palabra de Dios no solo porque la lectura del Antiguo y del Nuevo Testamento son elementos esenciales de la celebración litúrgica, sino también porque la misma oración eclesial está formada por la Palabra divina, capaz de dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús, pero solo en la potencia del Espíritu Santo –concluye el Patriarca de Moscú-, la Escritura abre nuestra mente a la comprensión de las leyes celestes, alivia el alma y renueva el corazón del hombre”.

PLJR - RV