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Servicio diario - 9 de septiembre de 2011

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Santa Sede

El Papa: para una sociedad sana es necesario promover familia y vida

Las catequesis del Papa sobre doctores de la Iglesia, en un libro

Mundo

Obispos defienden a cuatro cristianos discriminados en Reino Unido

Desarrollo en África: hay que promover a los empresarios locales

Monseñor Nichols propone un “Pope Benedict Party”

Actualidad

Colecta para el Cuerno de África en la visita del Papa a Alemania

Irlanda mantiene sus críticas al Vaticano por el Informe Cloyne

Análisis

Australia, polémica con a.C y d.C

Espiritualidad

Evangelio del domingo: Perdonar a nuestros hermanos

Documentación

Audiencia al nuevo embajador de Gran Bretaña en la Santa Sede


Santa Sede


El Papa: para una sociedad sana es necesario promover familia y vida
Recordó hoy su viaje a Gran Bretaña de hace un año
CASTEL GANDOLFO, viernes 9 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- Si se quiere hacer prosperar la sociedad, es necesario que ésta tenga valores sólidos básicos, empezando por la defensa de la vida y de la familia y por la solidaridad con los pobres y los que sufren.

Lo recordó el Papa Benedicto XVI hoy viernes por la mañana, al recibir las Cartas Credenciales que acreditan a Nigel Marcus Baker como nuevo embajador de Gran Bretaña ante la Santa Sede.

El Papa comenzó su discurso recordando su visita en Gran Bretaña en septiembre del año pasado, definiéndola como “una ocasión única” y dando las gracias al pueblo británico “por la calurosa acogida” que le reservó.

Subrayando que “un motivo particular” de su visita era la beatificación del cardenal John Henry Newman, se dijo “convencido de la importancia de las ideas de Newman con respecto a la sociedad, al Reino Unido y a Occidente en general, que se enfrentan hoy a los retos que él identificó con una claridad profética destacable”.

Recordando los desórdenes producidos hace unas semanas en Gran Bretaña, el Pontífice explicó que “cuando las políticas no fomentan o promueven valores objetivos, el resultado moral es el relativismo, en lugar de conducir a una sociedad libre, justa y comprensiva, tiende, sin embargo, a producir frustración, desesperación, egoísmo y la indiferencia por la vida y la libertad de los demás”.

“Aprovecho esta oportunidad para animar a todos los que acudirían a la violencia para solventar sus agravios a buscar el diálogo con sus vecinos para encontrar la paz y la prosperidad de toda la comunidad”, añadió.

Igualmente, alabó el esfuerzo de “buscarlos medios para mantener la excelencia en la educación, promover la cohesión social y la estabilidad económica, analizando los medios para favorecer el empleo a largo plazo y repartiendo la riqueza de forma más justa en toda la sociedad”.

“La promoción activa de los valores esenciales en una sociedad sana, a través de la defensa de la vida y de la familia, la educación moral de los jóvenes y una relación fraternal con los pobres y los débiles, sin duda ayudará a reconstruir de forma positiva el sentido del deber, en la caridad hacia los amigos y extranjeros en la comunidad local”, afirmó.

Promover el desarrollo

El Pontífice aludió a la cooperación entre la Santa Sede y el Reino Unido en el sector del desarrollo, subrayando que éste, “a través de una asistencia bien dirigida, sigue siendo un objetivo valioso, ya que los pueblos de los países en vías de desarrollo son nuestros hermanos y hermanas, de igual valor y dignidad, y que merecen nuestro respeto en todos los sentidos”.

El desarrollo, afirmó, “también es un beneficio para los países donantes, no sólo por la creación de nuevos mercados económicos, también por la promoción del respeto mutuo, la solidaridad y por encima de todo la paz a través de la prosperidad de todos los pueblos del mundo”.

Por esto, como afirmó el año pasado en el Westminster Hall, “el desarrollo integral humano, y todo lo que implica, es una empresa que merece la atención del mundo y que no puede permitirse el fracaso”.

En este contexto, el Papa observó que la Santa Sede ha acogido con favor el reciente anuncio del Primer Ministro británico, David Cameron, “de garantizar un presupuesto de ayuda”.

Igualmente, invitó al embajador a “explorar medios para una mayor cooperación entre su Gobierno y las agencias de desarrollo y caridad de la Iglesia, especialmente las que tienen sede en Roma y en su país”.
En su discurso al Papa, recogido por L'Osservatore Romano, el diplomático subrayó tres temas en la base de la “constante y estrecha relación” entre la Santa Sede y el Reino Unido.

En primer lugar, observó, “dado que compartimos los mismos valores, debemos trabajar unidos para hacer frente a las amenazas a la existencia que este mundo debe afrntar, entre las cuales las dos más significativas son el cambio climático” - que definió como “la amenaza más grande en que se encuentra la humanidad hoy” - y la proliferación de las armas”.

En segundo lugar, prosiguió, “necesitamos reunirnos para alentar el diálogo entre las creencias, promoviendo paz y comprensión”, lo que “significa sobre todo trabajar por la libertad de religión, libertad de expresión y libertad respecto a la violencia donde esas no existan o estén amenazadas”.

El tercer elemento subrayado es la necesidad de “trabajar unidos para combatir la pobreza y las amenazas, con una atención particular a los más desfavorecidos y a los más vulnerables”.

“La Santa Sede y el Reino Unido han colaborado estrechamente en los últimos años por un desarrollo tangible, promoviendo por ejemplo la reducción de la deuda, el comercio justo y la financiación al desarrollo”, concluyó.

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Las catequesis del Papa sobre doctores de la Iglesia, en un libro
Reflexiones sobre Teresa de Jesús, Pedro Canisio y Francisco de Sales, entre otros
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 9 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- La Libreria Editrice Vaticana ha recogido en un volumen las catequesis de Benedicto XVI sobre los doctores de la Iglesia pronunciadas en audiencias generales de los miércoles.

En Dottori della Chiesa (Doctores de la Iglesia) de Benedicto XVI, los textos están “ricamente ilustrados por cuadros, retratos y, en el caso de santa Teresa de Lisieux, foto de época”, informa L’Osservatore Romano en su edición de este viernes.

“El hilo rojo del libro es la extraordinaria “normalidad” de los santos, unida a la fiebre de vida que caracteriza cada momento de su existencia, lograda gracias a la intensidad y a la concreción de su capacidad de amar”, añade el periódico vaticano.

En la contraportada de este libro, de 93 páginas, se lee que “una vida santa no es fruto principalmente de nuestro esfuerzo: es la vida misma de Cristo Resucitado que nos es comunicada y que nos transforma”.

Doctores de la Iglesia como Pedro Canisio, Roberto Bellarmino, Francisco de Sales, Alfonso María de Ligorio han “dejado la ventana abierta al Espíritu Santo” aceptando ser cambiados, destaca el Papa, y añade que lo mismo puede hacer con cada uno de nosotros.

Entre las citas del Pontífice, se encuentra una del libro de la Vida de Santa Teresa de Ávila, cuando recuerda que rezar significa “tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama”.

“Sinceridad, cortesía, cultura, alegría vienen comunicadas por ósmosis y florecen en el interior de la amistad con Dios –concluye L’Osservatore Romano-, como sugiere la serenidad luminosa y “danzante” del Juicio universal del Beato Angélico, la última imagen del libro”.

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Mundo


Obispos defienden a cuatro cristianos discriminados en Reino Unido
Documento del episcopado de Inglaterra y Gales sobre estos casos, que han llegado al TEDH
LONDRES, viernes 9 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- Los obispos de Inglaterra y Gales alertaron de la discriminación religiosa indirecta que puede darse en el lugar de trabajo cuando se aplican medidas desproporcionadas como el despido por llevar un crucifijo al cuello.

Lo hicieron a través de un detallado documento publicado este lunes por el Departamento de Responsabilidad Cristiana y Ciudadanía de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y  Gales.

Entre otros casos, analizaron y valoraron las decisiones judiciales que desampararon a dos cristianas que perdieron su trabajo por llevar una pequeña cruz, a una funcionaria municipal que se negó a participar en “bodas gays” y a un terapeuta que se negó a ofrecer terapia sexual a parejas homosexuales.

Para los obispos, los tribunales del Reino Unido no han aplicado correctamente los principios de la ley sobre derechos humanos y paridad en el caso de esos cuatro ciudadanos británicos cristianos que han sufrido discriminación en sus puestos de trabajo porque han querido manifestar su fe en público.

Por otra parte, los obispos instaron a intentar resolver este tipo de casos “sin litigio, a través del sentido común y de un mutuo dar y recibir; de una manera que respete tanto los derechos de los empleadores como la sincera conciencia de los empleados y la necesidad mutua de trabajar juntos por el bien común”.

Esos cuatro presuntos casos de violación de la libertad religiosa han llegado al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El texto del episcopado responde a una consulta pública sobre discriminación religiosa que está realizando la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos, que deberá intervenir ante ese tribunal europeo por esos casos.

Proporcionalidad

El documento de los obispos destaca que “un problema importante en el ámbito de la ley de Discriminación Religiosa es la cuestión de la discriminación indirecta a través de la aplicación de prácticas de trabajo aparentemente neutrales, y la de si son proporcionales al logro de un objetivo legítimo”.

Según el episcopado, “la cuestión de la proporcionalidad fue un punto crucial en los cuatro casos”.

Los obispos tomaron como referencia el artículo 9 del Convenio para la protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales.

Ese artículo indica que toda persona tiene derecho a “manifestar su religión o sus convicciones individual o colectivamente, en público o en privado, por medio del culto, la enseñanza, las prácticas y la observancia de los ritos”.

A la vez, reconoce que “la libertad de manifestar su religión o sus convicciones no puede ser objeto de más restricciones que las que, previstas por la ley, constituyan medidas necesarias, en una sociedad democrática, para la seguridad pública, la protección del orden, de la salud o de la moral públicas, o la protección de los derechos o las libertades de los demás”.

Los obispos recordaron que la libertad sólo puede ser objeto de aquellas restricciones que, establecidas por ley, constituyen medidas necesarias para la protección del orden público.

Para el episcopado, toda restricción que no sea necesaria no es lícita, y necesaria significa mucho más que sencillamente deseable.

En su opinión, en esos cuatro casos, los tribunales británicos han confundido limitaciones “deseables” con restricciones “necesarias en una sociedad democrática”.

Despedidas por llevar una cruz

Los obispos se refirieron conjuntamente a los casos de Nadia Eweida, azafata de la compañía aérea British Airways, y Shirley Chaplin, enfermera, ambas suspendidas de sus trabajos por llevar una cruz.

En esos dos casos, “los tribunales del Reino Unido estudiaron si llevar la cruz era un requisito de la religión cristiana y entonces rechazaron las demandas de las partes porque no lo era”.

Los obispos destacaron que “no hay nada en el artículo 9 ni en la jurisprudencia del Tribunal Europeo que justifique hacer una distinción así”.

Y añadieron que “el uso de un elemento religioso en la ropa, como una cruz, un turbante sikh o una pulsera kara, una kipá judía o un hijab musulmán son manifestaciones religiosas y como tales llevarlas está protegido por el articulo 9 sin que ninguna de las limitaciones que no estén en el 9.2 puedan aplicarse”.

Así lo han reconocido los tribunales británicos en otros casos referentes a la pulsera kara y al turbante sikh.

En su opinión, “el hecho de que al aplicar el artículo 9 los tribunales del Reino Unido hayan tratado de distinguir entre las religiones que tienen mandatos sobre la ropa y las que no, es en sí mismo una violación del artículo 14 en la que se discrimina entre los miembros de distintas religiones según las doctrinas y teología de esas religiones”.

“El verdadero examen debería ser si las personas individuales ven sinceramente llevar el elemento como una  manifestación importante de su religión, y así lo veían las dos mujeres”, concluyeron.

Objeción denegada

El tercer caso es el de Lilian Ladele, que perdió su trabajo en la administración municipal para la que trabajaba por negarse a oficiar “matrimonios homosexuales”.

Los obispos destacaron que con su negativa a participar en estas ceremonias, Ladele estaba manifestando su religión y creencia en “práctica y observancia”.

Invitaron a considerar que participar en el registro de las parejas del mismo sexo era para ella “complicidad moral” y destacaron que su objeción no afectaba efectivamente  al servicio de registro de uniones civiles.

Y el cuarto es el caso de Gary McFarlane, terapeuta expulsado de su trabajo por no querer ofrecer terapia sexual a parejas homosexuales.

La respuesta completa de los obispos a la consulta de la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos puede encontrarse, en inglés, en la página web de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales (http://www.catholic-ew.org.uk/Catholic-Church/Media-Centre/Press-Releases/Press-Releases-2011/Submission-to-Equality-and-Human-Rights-Commission-consultation).

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Desarrollo en África: hay que promover a los empresarios locales
Un encuentro internacional en Roma afronta este tema
ROMA, viernes 9 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- Se ha concluido hace poco en Roma un encuentro internacional en el que se ha destacado la importancia de promover a los empresarios africanos para favorecer el desarrollo del continente.

El encuentro ha sido organizado por Harambee Africa International Onlus, H. Entrepreneur Alliance, Acton Institute y TBN, y ha reunido en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz a jóvenes empresarios africanos de 4 países -Nigeria, Ghana, Burkina Fasso y Túnez- así como a representantes de algunas organizaciones del sector público y privado de África.

El objetivo, explicaron los organizadores, era el de “explorar las oportunidades de crecimiento de los empresarios africanos como medio para el desarrollo del continente”.
Cada año más de 160.000 estudiantes africanos abandonan sus países de origen para inscribirse en prestigiosas universidades europeas, americanas y asiáticas, “representando una reserva preciosa de talento y de espíritu empresarial fundamental para competir con los desafíos mundiales del momento”, indicaron.

En los últimos diez años, las seis economías que crecieron más velozmente pertenecen a África sub-sahariana.

En este contexto y en el actual clima de crisis internacional, los países occidentales cada vez más consideran África como una salida comercial y empresarial estratégica, pero es necesario apoyar al capital humano africano para que el importante papel que puede asumir el continente se traduzca verdaderamente en una ventaja económica, cultural, social y política duradera para la población.

Para Okendo Lewis, presidente y fundador de H. Entrepreneur Alliance, “el objetivo del encuentro es el de contribuir al refuerzo de una red global que reúna a jóvenes empresarios africanos de manera que se den vida a proyectos empresariales concretos en África, a través de asociaciones con empresas privadas y públicas de Occidente”.

La reunión, destacó por su parte Kishore Jayabalan, director de la zona europea del Acton Institute, “ha supuesto una ocasión importante de compromiso concreto a favor del desarrollo africano”.

Para más información: http://harambee-africa.org/
 

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Monseñor Nichols propone un “Pope Benedict Party”
Invita a los fieles a recordar la visita papal en su 1º aniversario
LONDRES, viernes 9 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- Con ocasión del primer aniversario de la visita del Papa Benedicto XVI a Reino Unido, que se realizó del 16 al 19 de septiembre del año pasado, monseñor Vincent Nichols invita a los fieles a compartir sus recuerdos del viaje en un “Pope Benedict party”.

Un video-mensaje, difundido el pasado martes con ocasión del aniversario de la visita y del Home Mission Sunday, que tendrá lugar el 18 de septiembre, invita a los católicos a participar en un fin de semana de festejos.

“Espero que encontréis el tiempo, como familia o grupo de amigos o de jóvenes, para reuniros y recordar aquel fin de semana”, afirmó el prelado de Westminster.

“Encontrad vuestras fotos, echad una ojeada al DVD. ¿Alguno grabó algún momento de la visita papal? ¿Alguno de vosotros participó en los eventos? En este aniversario os ruego que hagáis memoria y que recuperéis aquellos preciosos recuerdos. Celebrad un 'Pope Benedict party'”.

El arzobispo explicó que el tema del Home Mission Sunday, “Viento fresco en nuestras velas”, viene de una reflexión del secretario personal del Papa sobre cómo afectó la visita al Pontífice: “es poner viento fresco en nuestras velas”, dijo.

Viernes sin carne

El fin de semana del aniversario estará compuesto por tres partes y comenzará el 16 de septiembre con la recuperación de la práctica de la penitencia de los viernes, el tradicional sacrificio de la abstención de carne.

Familias y parroquias se reunirán para una celebración especial el sábado. El domingo es el Home Mission Sunday, una jornada anual de oración y de afirmación de la misión de la Iglesia.

“Creo que este Home Mission Sunday en el aniversario de la visita papal es una gran oportunidad para recordar de nuevo las gracias y las energías que rodearon la visita del Papa Benedicto y para darnos un nuevo ánimo”, destacó monseñor Nichols.

“Necesitamos confianza, un viento nuevo del Espíritu Santo que sopla detrás de nosotros para no mirar hacia abajo, no mirar hacia atrás, afrontando el futuro, mirando hacia delante confiados en el mensaje que el Señor nos da y que el Santo Padre afirmó entre nosotros”.

Este mensaje, añadió, está “principalmente relacionado con la búsqueda de la santidad a través del servicio a Cristo, y este servicio y la búsqueda de la santidad encuentran una expresión importante en el papel que jugamos en nuestra vida cotidiana fuera de la Iglesia, en casa, en el trabajo, donde, con confianza, presentamos y ponemos en práctica la visión de la fe”.

El video-mensaje de monseñor Nichols se puede ver en: http://vimeo.com/28357629
 

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Actualidad


Colecta para el Cuerno de África en la visita del Papa a Alemania
Los obispos alemanes presentan la visita de Benedicto XVI a su país
BERLÍN, viernes 9 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- Para la próxima visita del Papa a Alemania se creará el “Fondo Benedicto para África Oriental”, una especie de colecta para la población que padece hambre en el Cuerno de África.

Lo anunció el arzobispo de Friburgo y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, monseñor Robert Zollitsch, en una rueda de prensa celebrada este miércoles en Berlín para informar sobre el viaje de Benedicto XVI a Alemania, que tendrá lugar del 22 al 25 de este mes de septiembre.

Monseñor Zollitsch destacó que la visita de Benedicto XVI alentará y confirmará la fe de la comunidad católica en un momento no fácil, informó Radio Vaticano.

Por ahora, más de 250.000 personas se han inscrito a distintos eventos de esta visita: 70.000 sólo a la misa que se celebrará en el estado olímpico de Berlín el 22 de septiembre a las 18,30 horas.

El coste de la visita papal, estimado en unos 30 millones de euros, irá a cargo de la conferencia episcopal alemana, explicó monseñor Zollitsch.

Los gastos del Estado se refieren únicamente a las medidas de seguridad, igual que sucede en cualquier otro evento parecido o manifestación pública.

La de Benedicto XVI a Alemania es una visita oficial, ya que está programada a partir de una invitación del presidente alemán, Christian Wulff, destacaron los obispos.

El arzobispo de Berlín, monseñor Rainer Maria Woelki, se refirió a las protestas anunciadas durante el discurso del Papa al Parlamento federal, el 22 de septiembre a las 16,15 horas.

Algunos diputados han hecho saber que dejarán la sala durante la visita del Pontífice a la Cámara.

El arzobispo de Berlín indicó la conveniencia de esperar a escuchar las palabras del Papa antes de criticar, y afirmó que la Iglesia no ve con preocupación estas iniciativas, ya que se trata de un país democrático en el que hay libertad de opinión.

El coordinador del viaje y secretario general de la conferencia episcopal, el padre Hans Langendörfer, SI, auspició que la legítima libertad de expresión no degenere en violencia.

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Irlanda mantiene sus críticas al Vaticano por el Informe Cloyne
Dice que espera que se haya aprendido la lección
DUBLIN, viernes 9 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- El gobierno de Irlanda ha agradecido al Vaticano su respuesta al informe Cloyne, pero mantiene la crítica a la carta de 1997 en la que el Vaticano daba un pretexto a los sacerdotes para cubrir las acusaciones de abuso sexual.

En una breve declaración publicada el 8 de septiembre, el gobierno de Irlanda dijo: “acogemos con satisfacción la declaración de respuesta en la que la Santa Sede afirma estar arrepentida y avergonzada por los terribles sufrimientos que han sufrido las víctimas de los abusos y sus familias”.

El informe Cloyne, que consta de 400 páginas y que fue publicado el pasado julio, afirmaba que monseñor John Magee de Coyne, que renunció en 2010, ignoró las directrices para la protección de los niños de 1996, establecidas por la Conferencia Episcopal de Irlanda y que no denunció a la policía al menos 9 de los 15 casos de abusos sexuales que se produjeron en ese periodo.

Incluso afirma que la “reacción del Vaticano” a los esfuerzos de los obispos irlandeses de responder a las acusaciones de abusos sexuales “no ayudó a los obispos que querían implementar los procedimientos acordados”.

El informe citó la carta de 1997 enviada a la Conferencia Episcopal Irlandesa por el entonces nuncio monseñor Luciano Storero (1926-2000), quien afirmó que la Congregación para el Clero consideraba las directrices para la protección de los niños destacadas en “Child Sexual Abuse: Framework for a Church Response” (Abuso sexual a los niños: Acuerdo para la respuesta de la Iglesia), un “mero documento de estudio” y que contenía “procedimientos y disciplinas”, es decir lo que se conoce como la notificación obligatoria, “que parecían contrarias a la disciplina canónica”.

El Vaticano respondió que la carta ofrecía consejos sobre el desarrollo de un documento y que la Iglesia tenía una larga historia donde había reiterado muchas veces la importancia de denunciar los casos de abusos sexuales a las autoridades

“Habiendo considerado cuidadosamente el Informe Cloyne y la respuesta de la Santa Sede”, afirma la declaración, “el gobierno de Irlanda mantiene la opinión de que el contenido de la carta confidencial de 1997 […] dio un pretexto a algunos miembros del clero para evadir la total cooperación con las autoridades civiles irlandesas con respecto al abuso de menores. Este es un tema de gran preocupación para el gobierno irlandés”.

“La esperanza del gobierno de Irlanda es que, a pesar de nuestras grandes diferencias, se hayan aprendido las lecciones de los errores pasados”, continúa el texto. A este respecto, el gobierno acoge con satisfacción el compromiso, expresado por la respuesta de la Santa Sede en las observaciones finales, de un diálogo constructivo y de cooperación con el gobierno.

“Agradeciendo este compromiso, el gobierno espera la total cooperación con la Santa Sede, la Iglesia Católica en Irlanda, así como de otros organismos relevantes con el fin de asegurar que Irlanda tenga una sociedad completamente segura para los niños y los menores y que todas las personas con responsabilidades en el bienestar y cuidado de los niños en este país están sujetas totalmente a las leyes y procedimientos irlandeses”.

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En la web de ZENIT:

Texto completo de la respuesta de Irlanda: www.zenit.org/article-33387?l=english

Texto completo completo de la respuesta del Vaticano: www.zenit.org/article-33352?l=english.

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Análisis


Australia, polémica con a.C y d.C
La nueva programación educativa prevé la eliminación del “antes” y “después” de Cristo
ROMA, viernes 9 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- En el mundo occidental, especialmente en el anglosajón, desde hace años asistimos a intentos, por parte de ciudadanos individuales (ateos y no), asociaciones pro derechos civiles o administraciones públicas, de eliminar, en nombre de lo “políticamente correcto” (la expresión viene del inglés literal “politically correct”), de la vida pública todas las referencias (símbolos inclusive) al cristianismo o a la fe cristiana, porque se consideran vergonzosos o incluso ofensivos con respecto a los no cristianos o no creyentes.

Basta sólo pensar, por ejemplo, en la batalla legal que se desarrolló en Estados Unidos en torno al monumento a los Diez Mandamientos colocado, en verano de 2010, en el atrio del Alabama State Judicial Building por el entonces juez, presidente del Tribunal Supremo del estado, Roy Moore, o la creciente moda en los países anglosajones de usar la expresión neutral “holiday season” o “festive season” (es decir la época de vacaciones o de fiestas) para referirse al periodo natalicio.

Más cercano a nosotros fue el caso Lautsi contra Italia, la causa legal puesta en marcha (y perdida definitivamente ante el Tribunal Europeo para los Derechos del Hombre el pasado 18 de marzo) por la ciudadana italiana de origen finlandés, Soile Tuulikki Lautsi, contra Italia con el fin de obtener la eliminación del crucifijo de las aulas en la escuela frecuentada por sus hijos en Abano Terme, provincia de Padua.

Ahora es la Australia de la (vacilante) primera ministra laborista Julia Gillard, la que quiere añadir un nuevo capítulo a la creciente alergia, intolerancia y, a veces, fobia a los cristianos y a su fe. Como cuenta en días pasados el Daily Telegraph de Sydney (2 de septiembre), el organismo responsable de la estructuración de los programas escolares -Australian Curriculum, Assessment and Reporting Authority (ACARA)- ha decidido eliminar de los libros de texto los tradicionales términos “BC” (Before Christ”, es decir “Antes de Cristo”) y “AD” (Anno Domini” o “En el año del Señor”, es decir “Después de Cristo”), sustituyéndolos por términos más neutrales.

Según el plan de las autoridades australianas, que tendría que entrar en vigor ya el próximo año escolástico pero que ha sido retrasado por el coro de protestas que ha suscitado, se utilizarán sólo las siglas “BCE” (“Before Common Era” o “Antes de la era común”) y “CE” (“Common Era” o “Era Común”). Los dos términos, que no modifican el sistema de datación basado en el nacimiento de Jesucristo como punto de partida pero que le quitan toda referencia explícita a su nombre, no son nuevas. Se remontan al siglo VI, cuando el monje Dionigio el Pequeño (o el Exiguo) introdujo “la era cristiana” o “vulgar”, aunque se han hecho más famosos sólo a finales del siglo XX.

Para complementar el cambio de época se usará la expresión “BP” (“Before Present”, es decir “Antes del [tiempo] presente”), una escala cronológica usada en el campo de las disciplinas arqueológicas (la datación a través del carbono 14 o radiocarbono) y científicas (por ejemplo en la geología) y que por convención tiene como punto fijo o “presente” el año 1950 dC.

Este movimiento realizado por los responsables del ACARA ha suscitado una serie de reacciones negativas, comenzando por el arzobispo anglicano de Sydney, Peter Jensen, que habló en el Daily Telegraph de “un intento intelectualmente absurdo de eliminar a Jesús de la historia humana”.

“Es absurdo -destacó el exponente anglicano-, porque la venida de Cristo permanece en el punto central de datación y porque la frase 'era común' no tiene sentido y es engañosa”.

También ha sido rotundo el rechazo de otro conocido exponente protestante, el reverendo Frederick (“Fred”) Nile, que desde 1981 se sienta casi ininterrumpidamente en la Asamblea Legislativa del estado de Nuevo Gales del Sur. El reverendo, que también es presidente del partido conservador Christian Democratic Party (CDP), definió la elección del organismo como una “vergüenza absoluta” y un “insulto final”.

También el ministro de Educación, Christopher Pyne, ha rechazado la iniciativa del ACARA, recordando que “Australia es la que es hoy” gracias a “los fundamentos de nuestra nación en la herencia judío-cristiana”. Según la opinión del político, que es diputado por el Partido Liberal (LP) en el Parlamento Federal de Canberra, “kowtowing” o “postrarse ante lo políticamente correcto” equivale a “negar lo que somos como pueblo”.

Igualmente claras han sido las palabras de su colega de partido, el diputado federal Alexander (“Alex”) Hawke. “Esto representa el enésimo intento de reescribir nuestra historia según las directrices de lo políticamente correcto”, declaró (The Hills Shire Times, 6 de septiembre).

Punzante ha sido el comentario de otro político liberal, Mike Thomas, que preside actualmente el Hills Shire Council, en el Nuevo Gales del Sur. Según Thomas este asunto demuestra que “tenemos demasiados burócratas con demasiado poco que hacer”. “No puedo creer que el dinero de los contribuyentes se derroche de esta manera”, añadió.

Por su parte, el ministro de la educación de Nuevo Gales del Sur, Adrian Piccoli, declaró que no ve la necesidad de la reforma. “No es mi papel como ministro microgestionar el plan de estudios, pero soy de la opinión común de que (el cristianismo) forma parte de nuestra cultura y no veo la necesidad cambiar las fechas”, dijo el político, miembro del National Party (NP o The Nationals(The Daily Advertiser, 4 de septiembre).

El proyecto para eliminar los términos “BC” y “AD” llega en un momento en el que las escuelas católicas son muy demandadas en Australia, incluso entre familias no católicas. Así lo sugiere, al menos, la situación en el estado del Sur Australia. Los datos vienen de una reciente encuesta que dice que 20.000 de los 48.783 estudiantes -es decir casi la mitad- inscritos en las escuelas católicas del estado no son católicos.

Según la web Adelaide Now (30 de agosto), algunos de los padres en cuestión declararon que se sienten atraídos por las escuelas confesionales porque son más accesibles económicamente y por el sentido de comunión que, a menudo, falta en los institutos escolares del sistema público. El único problema para los padres no católicos es que, a veces, hay más enseñanza religiosa de la que esperaban...

Como declaró el responsable de Catholic Education South Australia (CESA), Paul Sharkey, la afluencia de los no católicos coloca a las escuelas católicas ante un desafío. “Por un lado, si te concentras en la fe católica e intentas imponer a los estudiantes las expresiones tradicionales -creencias, rituales o enseñanzas-, simplemente rechazarán la imposición”, explicó. “Por otro lado, si intentas traducir las convicciones católicas y las prácticas a términos fácilmente comprensibles para los estudiantes, corres el riesgo real de desvirtuar la fe católica”, continuó.

“Nuestro desafío es el de implicar a los estudiantes en un diálogo verdadero entre la fe católica y lo que les importa de sus vidas”, concluyó Sharkey.

Sin embargo la siguiente pregunta permanece: ¿Cómo se puede realizar este diálogo si el nombre de Cristo es un tabú?

Por Paul De Maeyer. Traducción del italiano por Carmen Álvarez

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Espiritualidad


Evangelio del domingo: Perdonar a nuestros hermanos
Por monseñor Carlos Escribano Subías
TERUEL, viernes 9 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario al pasaje evangélico (Mateo 18, 15-20) de este  domingo, 11 de septiembre, XXIII del tiempo ordinario, redactado por monseñor Carlos Escribano Subías, obispo de Teruel y Albarracín.

* * *

En el Evangelio de este domingo Jesús, a través del relato de una parábola, nos muestra el rostro misericordioso de Dios. Sigue mostrándonos las características del Reino de Dios y en él debe imperar la misericordia.

La oportunidad surge cuando Pedro suscita una pregunta que seguro albergamos todos nosotros en nuestro corazón. ¿Cuántas veces debo perdonar a mi hermano si me ofende? Su respuesta, teóricamente, nos parece estimulante, hermosa, digna de ser alabada: siempre. El problema surge, y lo sabemos por experiencia, cuando somos nosotros los ofendidos, en ocasiones con gravedad, y nos resulta muy difícil perdonar de corazón a nuestro hermano.

Para Jesús esta enseñanza es fundamental. La propone Él mismo, nada más y nada menos, como una de las siete peticiones del Padre Nuestro: “perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Dios nos pide con esta propuesta, que no olvidemos en nuestra relación con lo demás, nuestra relación con Él.

La primera lectura nos recuerda la Alianza que existe entre Dios y el hombre. Fruto de esa Alianza de amor que Dios establece con la humanidad y con cada uno de nosotros, debería surgir el perdón casi, podríamos decir, de modo espontáneo. Por eso el libro del Eclesiástico en la primera lectura nos advierte: “no tiene compasión de su semejante, ¿y pide perdón de sus pecados?” Obviar la Alianza, es decir, olvidarnos en la práctica de Dios, tiene fatales consecuencias para el hombre y para el mundo. Nos lo recordaba el Papa Benedicto XVI en su mensaje a los jóvenes para la JMJ de Madrid (nº3): “En efecto, hay una fuerte corriente de pensamiento laicista que quiere apartar a Dios de la vida de las personas y la sociedad, planteando e intentando crear un "paraíso" sin Él. Pero la experiencia enseña que el mundo sin Dios se convierte en un "infierno", donde prevalece el egoísmo, las divisiones en las familias, el odio entre las personas y los pueblos, la falta de amor, alegría y esperanza. En cambio, cuando las personas y los pueblos acogen la presencia de Dios, le adoran en verdad y escuchan su voz, se construye concretamente la civilización del amor, donde cada uno es respetado en su dignidad y crece la comunión, con los frutos que esto conlleva”.

No asumir la enseñanza de Jesús, como nos advierte el evangelio, crea una inquietante reacción en Dios: su enfado. Este procede del efecto que produce el hombre que actúa sin amor, en el amor infinito de Dios. Es el problema de circunscribir el perdón en un mundo en el que Dios ha sido desterrado. El hombre que no practica el amor, que no deja entrar en él la misericordia divina, se condena a sí mismo. El amor de Dios, no condena a nadie, el juicio consiste en que el hombre no acepta el amor de Dios.

Olvidar lo que Dios ha hecho con nosotros es, en la práctica, olvidar el hecho de que Dios está presente. Si olvidamos lo mucho que nos ama, y en ese amor, lo mucho que nos perdona, que difícil nos resultará perdonar a los demás. Quizá porque nuestro amor hacia ellos se haya quedado raquítico, empequeñecido por nuestro olvido de Dios. Recuperar Su presencia, valorar Su entrega y Su amor, revivir Su Alianza con todos y con cada uno de nosotros, nos ayudará a entender el mensaje del Evangelio de Jesús.

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Documentación


Audiencia al nuevo embajador de Gran Bretaña en la Santa Sede
Al recibir sus Cartas Credenciales
CASTEL GANDOLFO, viernes 9 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- A continuación publicamos el discurso que el Santo Padre Benedicto XVI ha realizado al recibir en audiencia a Nigel Marcus Baker, embajador de Gran Bretaña en la Santa Sede, al presentarle sus Cartas Credenciales.

* * * * *

Su Excelencia,

Estoy encantado de darle la bienvenida y de aceptar las Cartas que lo acreditan como Embajador Extraordinario y plenipotenciario del Reino Unido de Gran Bretaña y el Norte de Irlanda en la Santa Sede. Estoy agradecido por el cálido saludo que me trae de Su Majestad la Reina y le pido que le transmita mis mejores deseos por Su salud y prosperidad. Estoy encantado también de mandarle mi cordial saludo al Gobierno de Su Majestad y a todo el pueblo británico.

La Santa Sede y el Reino Unido han disfrutado de excelentes relaciones durante los treinta años que han pasado desde que se establecieron las relaciones diplomáticas plenas. El estrecho lazo entre nosotros se fortaleció aún más el año pasado durante mi visita a su país, una ocasión única en el curso de la historia que la Santa Sede y los países que hoy conforman el Reino Unido han compartido. Por esto quiero comenzar mi discurso agradeciendo de nuevo la cálida bienvenida que recibí del pueblo británico durante mi estancia. Su Majestad y Su Alteza Real el Duque de Edimburgo me recibieron amablemente y estuve encantado de reunirme con los líderes de los tres partidos políticos principales y debatir con ellos temas de interés común. Como sabe, un especial motivo de mi Visita fue la Beatificación del cardenal John Henry Newman, un gran inglés al que he admirado durante muchos años y cuya elevación a los altares fue un deseo personal cumplido.

Sigo convencido de la importancia de las ideas de Newman con respecto a la sociedad, al Reino Unido y a Occidente en general, que se enfrentan hoy a los retos que él identificó con una claridad profética destacable. Espero que una nueva conciencia de sus escritos den nuevos frutos entre los que buscan soluciones para las cuestiones políticas, económicas y sociales de nuestra época.

Como muy bien ha señalado en su discurso, Señor Embajador, la Santa Sede y el Reino Unido continúan compartiendo una preocupación común por la paz entre las naciones, el desarrollo integral de los pueblos de todo el mundo, especialmente de los más pobres y de los más débiles y la difusión de los auténticos derechos humanos, especialmente a través del imperio de la ley y de un gobierno participativo justo, con un especial cuidado de los necesitados y de aquellos a los se les han negado sus derechos naturales. En el tema de la paz, me alegré al comprobar el éxito de la reciente visita de Su Majestad a la República de Irlanda, un hito importante en el proceso de reconciliación que se está estableciendo con más firmeza en el Norte de Irlanda, a pesar de los disturbios ocurridos durante el pasado verano.

Aprovecho esta oportunidad para animar a todos los que acudirían a la violencia para solventar sus agravios a buscar el diálogo con sus vecinos para encontrar la paz y la prosperidad de toda la comunidad.

Como señaló en su discurso, su Gobierno desea realizar políticas que se basan en valores perdurables que no se pueden expresar en términos legales. Esto es especialmente importante a la luz de los sucesos acaecidos en Inglaterra este verano. Cuando las políticas no fomentan o promueven valores objetivos, el resultado moral es el relativismo, en lugar de conducir a una sociedad libre, justa y comprensiva, tiende, sin embargo, a producir frustración, desesperación, egoísmo y la indiferencia por la vida y la libertad de los demás.

Los responsables políticos tiene que considerar urgentemente los medios para mantener la excelencia en la educación, promover la cohesión social y la estabilidad económica, analizando los medios para favorecer el empleo a largo plazo y repartiendo la riqueza de forma más justa en toda la sociedad.

Por otra parte, la promoción activa de los valores esenciales en una sociedad sana, a través de la defensa de la vida y de la familia, la educación moral de los jóvenes y una relación fraternal con los pobres y los débiles, sin duda ayudará a reconstruir de forma positiva el sentido del deber, en la caridad hacia los amigos y extranjeros en la comunidad local. Esté seguro de que la Iglesia Católica en su país está dispuesta a seguir ofreciendo su importante contribución al bien común a través de sus organizaciones y agencias, de acuerdo con sus propios principios y a la luz de la visión cristiana de los derechos y la dignidad de la persona humana.

Mirando más lejos, Su Excelencia ha mencionado diversas áreas en las que la Santa Sede y el Reino Unido ya han acordado trabajar juntas, incluyendo iniciativas para aliviar la deuda y financiar el desarrollo. El desarrollo sostenible de los países más pobres del mundo, a través de una asistencia bien dirigida, sigue siendo un objetivo valioso, ya que los pueblos de los países en vías de desarrollo son nuestros hermanos y hermanas, de igual valor y dignidad, y que merecen nuestro respeto en todos los sentidos, y este tipo de asistencia debería tener como objetivo mejorar sus vidas y sus perspectivas económicas. Como sabe, el desarrollo también es un beneficio para los países donantes, no sólo por la creación de nuevos mercados económicos, también por la promoción del respeto mutuo, la solidaridad y por encima de todo la paz a través de la prosperidad de todos los pueblos del mundo.

La promoción de modelos de desarrollo que emplean conocimientos modernos junto a los recursos naturales beneficiará la protección del medio ambiente de los países en vías de desarrollo y de los desarrollados por igual.

Esta es la razón por la que señalé, en Westminster Hall el año pasado, que el desarrollo integral humano, y todo lo que implica, es una empresa que merece la atención del mundo y que no puede permitirse el fracaso. La Santa Sede acogió con satisfacción, por tanto, el reciente anuncio del primer ministro Cameron de garantizar un presupuesto de ayuda. Quisiera invitarle, durante su mandato, a explorar medios para una mayor cooperación entre su Gobierno y las agencias de desarrollo y caridad de la Iglesia, especialmente las que tienen sede en Roma y en su país.

Finalmente, Señor Embajador, ofreciéndole mis mejores deseos y mis oraciones por el éxito de su misión, permítame asegurarle que todos los departamentos de la Curia Romana están preparados para ayudarle en sus ocupaciones. Sobre usted, su familia y el pueblo británico cordialmente invocó todas las bendiciones abundantes de Dios.

Traducción del original inglés por Carmen Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]

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