14.09.11

Un encuentro con el nuevo ateísmo (3)

A las 1:48 PM, por Daniel Iglesias
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(Continúa mi comentario de un discurso de Richard Dawkins, darwinista ortodoxo y propagandista del ateísmo. Reproduzco las palabras de Dawkins en letra itálica).

3. Religión y ciencia en la educación

“Ahora, como dijera, cuando se me dice que la ciencia, o una parte particular de ella, como la teoría de la evolución, es sólo una religión como cualquier otra, usualmente niego esta aseveración con indignación. Pero empiezo a barruntar si no será esto una táctica equivocada. Quizás la táctica correcta es aceptar la aseveración con gratitud y exigir entonces un tiempo para la ciencia en las clases de religión. Cuanto más pienso en ello, más me convenzo de que se puede hacer de esta posición un excelente caso, por lo que deseo hablar un poco más sobre la educación religiosa y el lugar que la ciencia podría jugar en ella.

Siento profundamente las maneras en que los niños son educados. No estoy muy familiarizado con la forma en que ocurren las cosas acá en los Estados Unidos, y lo que diga tiene mayor relevancia para el Reino Unido, donde el Estado legalmente obliga a la instrucción religiosa de todo niño. Esto es inconstitucional en los Estados Unidos, pero presumo que los niños en todo caso no reciben sino la instrucción religiosa que sus padres creen adecuada.

Ello me lleva al punto relativo al abuso mental de los niños. En un número de 1995 del Independent, uno de los periódicos líderes de Londres, había una fotografía bastante tierna y emotiva. Era tiempo de Navidad. El cuadro mostraba a tres niños disfrazados de Reyes Magos representando la Natividad. La historia que acompañaba al artículo describía a un niño como hindú, otro era musulmán y el otro cristiano. Supuestamente, el punto enternecedor de la historia era que todos ellos participaban de la Navidad.

Lo que no es dulce ni enternecedor es saber que dichos niños tenían cuatro años. ¿Puede usted describir a un niño de esta edad como musulmán, cristiano, hindú o judío? ¿Hablaría usted de un niño de cuatro años como economista-monetarista? ¿Calificaría a un niño de cuatro años de neo-aislacionista o de republicano liberal? Hay opiniones acerca del cosmos y el mundo que los niños, una vez crecidos, presumiblemente podrán evaluar por sí mismos.”

El error básico de todo el discurso de Dawkins es el desprecio de la religión, dimensión principal del ser humano. Este desprecio conduce a Dawkins a sostener una posición radicalmente inhumana: que la educación religiosa de los niños es una forma de abuso mental.

La transmisión de la fe de los padres a los hijos es no sólo lícita sino incluso obligatoria desde el punto de vista moral, porque los padres tienen la responsabilidad de educar a sus hijos formándolos como personas íntegras, orientadas hacia la verdad, el bien y la belleza. Al ser el hombre un ser esencialmente religioso, una educación que prescinda de la religión o la desestimule tenderá a formar personas espiritualmente amputadas. Una educación irreligiosa es una grave desventaja, que costará mucho contrarrestar posteriormente.

¿Por qué los padres habrían de abstenerse de transmitir su fe religiosa a sus hijos, siendo que la fe es para ellos la verdad suprema, la orientación al sumo bien y la adhesión a la máxima belleza? ¿Por qué los padres creyentes habrían de privar a sus hijos del contacto con lo más valioso que tienen para darles, mientras que a la vez se les exige transmitirles conocimientos, inculcarles valores y despertarles afectos que son de mucha menor importancia (por ejemplo: conocimientos relativos al lenguaje, reglas de urbanidad, espíritu deportivo)?

Dawkins manifiesta también su ignorancia de la esencia de la religión al afirmar que un niño de cuatro años no puede ser cristiano como no puede ser liberal o monetarista. La fe religiosa no es comparable con una ideología política o económica. Un niño tiene conciencia del significado de su fe en la medida correspondiente a su edad y grado de madurez. La fe religiosa de un niño debe madurar, como todas sus restantes capacidades, al mismo ritmo de su crecimiento personal. Al crecer, el niño va captando cada vez mejor el significado de su fe religiosa. Sin embargo, dado que ésta no es sólo una doctrina, sino también una forma de vida, también un niño pequeño puede participar de ella a su manera.

En particular la religión cristiana implica una relación personal con Dios. Los padres cristianos que no educan a sus hijos en la fe les impiden conocer y amar a su Padre celestial, escuchar y seguir a su Redentor Jesucristo, descubrir y alabar la presencia del Espíritu Santo en sus propias almas. ¿Acaso aprobaríamos la actitud de una madre que no permite a sus hijos conocer a su padre o tener contacto con su mejor amigo? En un hogar cristiano, el niño podrá aprender poco a poco, en forma intelectual y experimental, que Dios es amor y que quien permanece en el amor permanece en Dios. Los padres cristianos no tienen derecho a privar al niño de esta educación.

“La Religión es un campo en nuestra cultura en el que se acepta de manera absoluta y sin cuestionamientos –incluso sin advertir lo bizarro del asunto– que los padres tienen total y absoluta autoridad para decidir lo que sus hijos serán, qué opiniones deberán tener sus hijos sobre el cosmos, sobre la vida, sobre la existencia. ¿Pueden ver lo que intento decir al hablar de abuso mental de los niños?”

Dawkins afirma que la religión se acepta de manera absoluta y sin cuestionamientos. En el sentido pretendido por Dawkins (el de una fe ciega e irracional), esto es totalmente falso. Como hemos dicho antes, el acto de fe es profundamente razonable. Sí es verdad que la fe es una forma de certeza y por lo tanto excluye la duda. No se puede creer y dudar al mismo tiempo respecto de lo mismo. Pero no es verdad que la fe excluya todos los cuestionamientos en el sentido de que el creyente no se plantee las dificultades intelectuales de la fe. Es preciso distinguir cuidadosamente entre duda y dificultad. Como escribió John Henry Newman: “Diez mil dificultades no constituyen ni una sola duda… La dificultad y la duda son inconmensurables.”

Dawkins comete otro serio error al afirmar que los padres tienen absoluta autoridad para decidir cuáles serán las opiniones de sus hijos sobre la existencia. Influir en las ideas de una persona no equivale a determinarlas absolutamente. La educación es una influencia poderosa, pero la experiencia indica que no anula la libertad del ser humano para optar por posturas distintas a las que le fueron transmitidas. En particular la educación religiosa no es algo impuesto sino algo propuesto por medio del testimonio de los educadores creyentes (padres, docentes, etc.). El acto de fe, por su misma esencia, es un acto libre.

Más aún, no está en las manos de los padres la posibilidad de no influir en sus hijos. La educación neutral es un círculo cuadrado, una contradicción. Los padres influyen necesariamente en la vida de sus hijos. Sólo pueden elegir en qué sentido quieren influir: en este caso, a favor o en contra de la fe religiosa.

Incluso admitiendo (por el absurdo) que los padres pudieran llevar a cabo una educación realmente neutral en el plano religioso, los hijos estarían necesariamente expuestos a las múltiples influencias del resto del mundo, que muchas veces actuarían en un sentido contrario al deseado por los padres. Si los padres creyentes no cumplen su deber de dar a sus hijos una educación religiosa, el mundo se encargará de aprovechar rápida y concienzudamente esa omisión, llenando su vacío espiritual, probablemente con algún falso sucedáneo de la religión, como el cientificismo u otros mil.

“Yendo ahora hacia los varios aspectos que la educación religiosa debiera lograr, una de sus metas podría ser la de alentar a que los niños reflexionen sobre las profundas preguntas de la existencia, el invitarlos a elevarse por sobre las monótonas preocupaciones de la vida cotidiana y pensar sub specie aeternitatis.

La ciencia puede ofrecer una visión de la vida y el universo que, como ya remarcara, a más de humillada inspiración poética, supera con mucho a las muchas y mutuamente contradictorias fes y decepciona las tradiciones recientes de las religiones del mundo.

Por ejemplo, ¿cómo podrían los niños de las clases de religión no ser inspirados si les proporcionamos un atisbo acerca de la edad del universo? Supongamos que, en el momento de la muerte de Cristo, esta noticia fuera radiada al Universo, a la máxima velocidad posible. ¿A qué distancia habrá viajado esta terrible nueva hasta este momento? Siguiendo la teoría de la relatividad especial, la respuesta es que esta noticia no puede, bajo ninguna circunstancia, haber alcanzado mas allá de una cincuenta-ava parte de su viaje a través de nuestra galaxia; ni una milésima parte de su viaje a la galaxia más cercana de una de las 100 millones de galaxias conocidas. Este universo inmenso no es posiblemente otra cosa que indiferente a la muerte de Cristo, su nacimiento, su pasión, y su muerte. Incluso la noticia de la aparición de vida en este planeta habría viajado sólo a través del pequeño grupo local de galaxias. Sin embargo este evento es tan antiguo, en nuestra escala terrena de tiempo, que si representamos su longitud por nuestros brazos abiertos, toda la historia humana, toda su cultura, serían un grano de polvo en la punta de nuestros dedos.”

Dawkins afirma que nuestro inmenso universo es indiferente al nacimiento, la pasión y la muerte de Cristo, porque en dos mil años esta noticia no puede haber viajado muy lejos en términos cósmicos. Asignar un sentimiento de indiferencia al universo es un antropomorfismo. Sólo pueden ser indiferentes las personas, seres dotados de razón, libre albedrío y capacidad de amar. No hay ninguna evidencia ni ningún argumento sólido que demuestre la existencia de personas en el universo material fuera de nuestro planeta. Por lo tanto no hay razones convincentes para pensar que hay allí nadie que pueda ser indiferente a la Pascua de Cristo, ni a cualquier otra cosa.

Además, el misterio pascual, centro de la fe cristiana, no incluye sólo la muerte de Cristo, sino también su resurrección y ascensión al cielo. La naturaleza humana de Cristo resucitado –por no hablar de su naturaleza divina– ya no está limitada por el espacio y el tiempo, sino que participa de la misma trascendencia e inmanencia de Dios. La resurrección de Cristo es a la vez un hecho histórico y un acontecimiento trascendente, cuya influencia llega a todos los lugares y tiempos.

“El argumento del diseño, una parte importante de la historia de la religión, no puede ser ignorado en mis clases de educación religiosa. De más está decirlo, se pedirá a los niños que vean las fascinantes maravillas de los reinos vivientes y que consideren el darwinismo al lado del creacionismo, como alternativas, y elaboren sus propios criterios. Pienso que los niños no tendrían mayor dificultad en seguir la senda correcta, provisto que se les suministren las evidencias del caso. Lo que me preocupa no es la cuestión del tiempo equivalente al estudio de la ciencia y de la religión, sino que, y hasta donde puedo ver, los niños del Reino Unido y de los Estados Unidos no disponen esencialmente de tiempo alguno para conocer los aspectos de la evolución, pero ya se les instruye en el creacionismo (sea en el colegio, en la iglesia o en casa).”

Dawkins opone el evolucionismo al creacionismo. Se trata de otra falsa oposición. Lo opuesto al evolucionismo no es el creacionismo, sino el fijismo: la doctrina que afirma que cada especie surgió por separado y se mantuvo fija, sin evolucionar. Lo opuesto al creacionismo no es el evolucionismo sino cualquier doctrina que niegue la creación (por ejemplo, el materialismo). Dios es tan capaz de crear un universo fijo como uno evolutivo. Incluso podría decirse que un universo evolutivo sugiere con mucha más fuerza la idea de creación que un universo fijo.

“Sería también interesante enseñar más de una teoría sobre la creación. La dominante en nuestra cultura se basa en el mito judío, el cual tiene sus orígenes en el mito creacionista babilónico. Existen, por supuesto, montones de otros mitos, a los que quizás habría que dedicar igual tiempo (salvo que ello posiblemente ya no nos daría tiempo para estudiar ninguna otra cosa). Entiendo que hay hindúes que creen que el mundo fue creado a partir de una mantequillera cósmica y poblaciones nigerianas que creen que el mundo fue creado por Dios con excremento de hormigas. Seguro que estas historias tienen tanto derecho de tener un tiempo de estudio similar al del mito judeocristiano de Adán y Eva.”

Dawkins pretende confundir a los niños mediante el relativismo cultural, atiborrándolos de doctrinas de diferentes religiones sobre el origen del universo, con la esperanza de que esas doctrinas contradictorias se anulen las unas a las otras. La falsa idea que pretende transmitir es que todas las religiones tienen igual valor y que ese valor, en última instancia, es nulo. (Continuará).

(Daniel Iglesias Grèzes, En el principio era el Logos. Apologética católica en diálogo con los no creyentes, Centro Cultural Católico “Fe y Razón”, Montevideo 2011, Capítulo 14; este libro está disponible en: http://stores.lulu.com/feyrazon).