28.09.11

Río 2013: en Brasil una JMJ misionera y social

A las 12:19 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América
 

La Jornada Mundial de la Juventud 2013 ya comenzó. En menos de 22 meses decenas de miles de católicos se darán cita en Río de Janeiro para un encuentro que promete llevar un sello particular: será misionero y social. No sólo fiesta, cultura y oración, Brasil ofrecerá a los jóvenes católicos experiencias de vida entre los pobres, los drogadictos, los niños y los enfermos.

Este 18 de septiembre el país sudamericano acogió la cruz de las JMJ procedente de Ancona (Italia), donde participó de las celebraciones del Congreso Eucarístico Nacional. Fue recibida por más de 50 mil jóvenes en el Campo Marte de Sao Paulo. Una multitud con el recuerdo vivo de la Jornada de Madrid, realizada apenas un mes atrás.

Muchachos de todas las edades eligieron los famosos cánticos del encuentro español para acoger el madero y el ícono de la Virgen, que comenzaron así una peregrinación por todas las diócesis brasileñas. “¡Esta es, la juventud del Papa!” y “¡Benedicto, Benedicto!” enmarcaron el evento titulado “Bote Fe” durante el cual el cardenal Odilio Pedro Scherer, arzobispo paulista, celebró la misa. Además se inauguraron tanto la página de internet oficial de Río 2013 como los perfiles de la jornada en las redes sociales.

Eduardo Pinhero ha sido uno de los artífices de la cita en Río de Janeiro. Además de ser obispo auxiliar de Campo Grande es presidente de la Comisión Episcopal para la Juventud, organismo de la conferencia de obispos del Brasil. En entrevista ofreció algunos detalles de la próxima JMJ.

 

En Brasil la Jornada Mundial de la Juventud será “misionera” ¿qué significa?

En la pre-jornada queremos hacer que los jóvenes tengan, más allá de la comunión con gente de otros países, la experiencia práctica con las personas del pueblo. Estamos pensando en llevar a cabo un servicio de ayuda, para que los muchachos no sólo tengan encuentros fraternos de fiesta, sino que hagan un poco más, se sientan útiles en este viaje.

Por ejemplo podríamos hacer reuniones con las comunidades terapéuticas, para que estos jóvenes puedan tener contacto con quienes hacen un esfuerzo por salir de la dependencia de las drogas. Creo que esto sería algo muy interesante.

Después tenemos una pastoral infantil, podemos hacer un trabajo juntos con ellos que tienen una experiencia práctica con los más pobres, poderlos ayudar con personas de otras culturas que no hablan la lengua portuguesa pero que pueden compartir con ellos los juegos. Actividades simples, sencillas pero impactantes.

Además una JMJ misionera, también social ¿Este sería el espíritu que ustedes imprimirán a la Jornada?

Para nosotros misionero está muy relacionado con una ayuda a la sociedad. Sí, (queremos imprimir) un espíritu misionero, porque forma parte de una línea común con la conferencia (general del Episcopado Latinoamericano) de Aparecida, la cual habló del católico como discípulo y misionero, entonces tendría un seguimiento.

En 2013 para la Iglesia de Brasil sería el “año de la juventud”.

Hemos propuesto que la Iglesia eche una mirada específica y fuerte a los jóvenes en ese año, porque si el Papa escogió a Brasil para la JMJ entonces todos nuestros trabajos deberían ser para los jóvenes, uno de estos es la Campaña de la Fraternidad que es fuerte en nuestro país. No tiene sentido hacer una campaña con otra cosa, que puede ser bueno pero es desaprovechar una oportunidad.

La comisión quiere convencer más a los obispos y sacerdotes para que tengan esta mirada para los jóvenes en 2013; así después se puede desarrollar un trabajo con la juventud, porque no todas nuestras parroquias tienen esa labor con los jóvenes.

La juventud de América Latina, ¿qué recibiría y qué daría a Río 2013?

Recibiría muchas cosas, los jóvenes brasileños no tienen oportunidades de encontrar personas de fuera del país, que es muy grande y los muchachos son pobres, no pueden viajar. Cuando vean a gente de todo el mundo será como llevar una parte del mundo a Río de Janeiro y esto puede darles fuerza porque ellos se sentirán dentro del planeta, incluso los menos favorecidos. Podrán disfrutar de la experiencia comunitaria, la convivencia entre los pueblos, la cultura, tantas cosas.

Los demás se llevarán para casa la experiencia de la acogida, es muy fácil estar con los jóvenes brasileños porque en Brasil tenemos muchos pueblos, de todas las naciones y es más común la convivencia, la unidad en la diversidad. Esto será fuerte en el tiempo de la Jornada.