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Servicio diario - 16 de octubre de 2011

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Santa Sede

El Papa declarará un Año de la fe en el 50 aniversario del Vaticano II

Es momento de incidir en la dimensión misionera de la fe, según el Papa

El Papa nombra nuncio en Perú a monseñor Green

Mundo

Croacia: enfrentamiento sobre la homofobia

"Este es camino de educación ante la emergencia educativa de hoy"

Análisis

Baja fertilidad y bajo crecimiento económico

Angelus

Benedicto XVI: "Recordar la centralidad de la fe en perspectiva misionera"

Documentación

Homilía del Papa en la misa del encuentro de nuevos evangelizadores


Santa Sede


El Papa declarará un Año de la fe en el 50 aniversario del Vaticano II
Lo anuncia en la misa conclusiva del encuentro de nuevos evangelizadores
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 16 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- La Iglesia celebrará un “Año de la fe” entre el 11 de octubre de 2012 -50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II- y el 24 de noviembre de 2013, anunció el Papa este domingo durante la misa conclusiva del primer encuentro internacional de nuevos evangelizadores.

“He decidido declarar un “Año de la fe” que ilustraré con una especial Carta apostólica, dijo Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro, ante los participantes del encuentro promovido por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización.

La iniciativa de celebrar el “Año de la fe” tendrá lugar “precisamente para dar renovado impulso a la misión de toda la Iglesia de conducir a los hombres fuera del desierto en el que a menudo se encuentran hacia el lugar de la vida, la amistad con Cristo que nos da su vida en plenitud”, explicó el Papa.

Ese “Año de la fe”, continuó, “será un momento de gracia y de compromiso por una conversión a Dios cada vez más plena, para reforzar nuestra fe en Él y para anunciarLo con alegría al hombre de nuestro tiempo”. 

El Pontífice recordó que “la misión de la Iglesia, como la de Cristo, es esencialmente hablar de Dios, recordar su soberanía, recordar a todos, especialmente a los cristianos que han perdido su identidad, el derecho de Dios sobre lo que le pertenece, es decir, nuestra vida”.

También indicó que “la teología de la historia es un aspecto importante, esencial, de la nueva evangelización, porque los hombres de nuestro tiempo, tras el nefasto periodo de los imperios totalitarios del siglo XX, necesitan reencontrar una visión global del mundo y del tiempo”.

Sobre esa necesaria visión, “verdaderamente libre, pacífica”, destacó que es la “visión que el Concilio Vaticano II ha transmitido en sus Documentos, y que mis Predecesores, el siervo de Dios Pablo VI y el beato Juan Pablo II, han ilustrado con su Magisterio”.

Benedicto XVI añadió que la nueva evangelización está “en armonía con la de la misión ad gentes”.

A los nuevos evangelizadores presentes en la celebración, les dijo: “Vosotros estáis entre los protagonistas de la evangelización nueva que la Iglesia ha emprendido y lleva adelante, no sin dificultad, pero con el mismo entusiasmo de los primeros cristianos”. 

“Os llevo en mis oraciones, consciente de vuestro compromiso en la fe, vuestra laboriosidad en la caridad y vuestra constante esperanza en Jesucristo nuestro Señor”, añadió.

Y les invitó a tomar a la Virgen María como modelo y guía: “Aprended de la Madre del Señor y Madre nuestra a ser humildes y al mismo tiempo valerosos; sencillos y prudentes; equilibrados y fuertes, no con la fuerza del mundo, sino con la de la verdad”.

Lecciones de san Pablo

Recogiendo algunas enseñanzas del gran evangelizador san Pablo, el Pontífice indicó que “él nos dice ante todo que no se evangeliza de manera aislada”.

El apóstol de los gentiles también muestra que “el anuncio debe estar siempre precedido, acompañado y seguido de la oración”, subrayó Benedicto XVI.

“El Apóstol se dice bien consciente del hecho de que los miembros de la comunidad no los ha elegido él, sino Dios”, continuó.

En este sentido, añadió el Papa, cada misionero del Evangelio debe siempre tener presente esta verdad: es el Señor quien toca los corazones con su Palabra y su Espíritu, llamando a las personas a la fe y a la comunión en la Iglesia”.

“La evangelización para ser eficaz, necesita la fuerza del Espíritu, que anime el anuncio e infunda en quien lo lleva esa “plena persuasión” –añadió-. Anuncio que, para ser completo y fiel, necesita estar acompañado de signos, de gestos, como la predicación de Jesús”.

“Palabra, Espíritu y persuasión” entendida como plenitud y fidelidad, “son entonces inseparables y concurren a hacer así que el mensaje evangélico se difunda con eficacia”, resumió el Pontífice.

“Los nuevos evangelizadores están llamados a caminar los primeros en este Camino que es Cristo, para hacer conocer a los demás la belleza del Evangelio que da la vida”, explicó.

E insistió: “En este Camino, no se camina nunca solos, sino en compañía: una experiencia de comunión y de fraternidad que se ofrece a cuantos encontramos, para hacer partícipes a los demás de nuestra experiencia de Cristo y de su Iglesia”.

“Así, el testimonio, junto al anuncio –aseguró-, puede abrir el corazón de están en busca de la verdad, para que puedan alcanzar el sentido de su propia vida”.

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Es momento de incidir en la dimensión misionera de la fe, según el Papa
A los 50 años de la apertura del Concilio Vaticano II
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 16 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Cincuenta años después de la apertura del Concilio Vaticano II, es momento de incidir en la dimensión misionera de la fe, afirmó Benedicto XVI este domingo durante el rezo del Ángelus, ante miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro.

“Considero que, transcurrido medio siglo de la apertura del Concilio, ligada a la feliz memoria del Beato Juan XXIII, sea oportuno recordar la belleza y la centralidad de la fe, la exigencia de reforzarla y profundizarla a nivel personal y comunitario, y hacerlo en perspectiva no tanto celebrativa, sino más bien misionera, en la perspectiva, justamente, de la misión ad gentes y de la nueva evangelización”, dijo.

Como había anunciado en la eucaristía que presidió esta mañana en la Basílica vaticana para clausurar el primer encuentro internacional de nuevos evangelizadores, el Papa destacó que ha decidido convocar un especial “Año de la fe”.

La iniciativa se llevará a cabo del 11 de octubre de 2012 –día de la apertura del Vaticano II- al 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Cristo Rey del universo.

El Pontífice explicó que “Pablo VI convocó un análogo “Año de la fe” en 1967, con ocasión del décimo noveno centenario del martirio de los Apóstoles Pedro y Pablo, durante un periodo de grandes cambios culturales”.

Y añadió que “las motivaciones, las finalidades y las líneas directivas de este “Año”, las he expuesto en una Carta Apostólica que será publicada en los próximos días”.

El Papa mostró la importancia de considerar juntas la nueva evangelización y la misión ad gentes en este mes de octubre, caracterizado por la celebración de la Jornada Misionera Mundial.

Según Benedicto XVI, el “renovado anuncio del Evangelio en los países de antigua tradición cristiana” y “a los pueblos y a los territorios donde el Evangelio aún no ha echado raíces” son  “aspectos de la única misión de la Iglesia”.

Tras el rezo de la oración mariana, el Obispo de Roma invitó a todos “a identificarse cada día más con Jesucristo, para que, fieles a los compromisos bautismales y con la fuerza del Espíritu Santo, lleven por doquier la Buena Noticia del Evangelio, con una fe activa, una esperanza firme y una caridad ardiente”.

En esta tarea, citó unas palabras de la Primera Carta a los Tesalonicenses de san Pablo como “programa para los misioneros de hoy –sacerdotes, religiosos y laicos- comprometidos en anunciar a Cristo a quien no lo conoce, o a quien lo ha reducido a simple personaje histórico”.

Benedicto XVI extrajo ese “programa” del Apóstol de las gentes de la liturgia de este domingo: “Os fue predicado nuestro Evangelio no sólo con palabras, sino también con poder y con el Espíritu Santo, con plena persuasión”.

Finalmente saludó especialmente a todos los que se dedican a la nueva evangelización, con una referencia concreta a los participantes del congreso celebrado en el Vaticano este fin de semana.

Y exhortó: “Pidamos al Espíritu Santo que la fuerza del Evangelio penetre las familias, los ambientes de trabajo, el mundo de la cultura, la política, la vida social,… Que gracias a nuestro testimonio “la palabra de Dios crezca y se multiplique”.

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El Papa nombra nuncio en Perú a monseñor Green
Hasta ahora nuncio apostólico en varios países africanos
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 16 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- El Papa nombró a monseñor James Patrick Green nuevo nuncio apostólico en Perú, comunicó este sábado la Oficina de Información de la Santa Sede.

Monseñor Green, arzobispo titular de Altino, era hasta ahora nuncio apostólico en Sudáfrica, Namibia, Lesoto, Suazilandia y Botsuana.

El prelado nació el 30 de mayo de 1950 en Filadelfia (Estados Unidos) y fue ordenado sacerdote el 15 de mayo de 1976.

El 17 de agosto de 2006 fue nombrado nuncio apostólico en Sudáfrica y en Namibia y delegado apostólico en Botsuana.

El 6 de septiembre de 2006 recibió la ordenación episcopal y fue nombrado nuncio apostólico en Lesoto.

El 23 de septiembre de ese año recibió el nombramiento de nuncio apostólico en Suazilandia y el 7 de febrero de 2009 fue nombrado nuncio en Botsuana.

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Mundo


Croacia: enfrentamiento sobre la homofobia
Una asociación defiende al Gobierno de las presiones de dos ONG
ZAGREB, domingo 16 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- El Consejo de la Asociación para la Libertad Religiosa (ARF, por su acrónimo en inglés) de Croacia ha denunciado, en una declaración publicada el pasado domingo 9 de octubre, la última iniciativa contra la libertad de expresión lanzada por dos organizaciones pro derechos de los homosexuales.

En un mensaje dirigido a “todos los medios de comunicación” y publicado el pasado 29 de septiembre, las ONG Kontra e Iskorak atacaban las presuntas posiciones homofóbicas contenidas en los libros de texto usados en el curso de religión católica en las escuelas de Croacia.

Definían como “discriminatorias e ilegales” las opiniones negativas sobre la homosexualidad expresadas en los libros de texto en cuestión. Kontra e Iskorak pidieron al Gobierno de Zagreb que los prohibiese.

En el mensaje, firmado por los coordinadores de las dos ONG, Sanja Juras y Edo Bulic, se calificaba como “escandalosa” la respuesta del Ministerio de Ciencia, Educación y Deporte al defensor cívico, que había interpelado a las autoridades competentes con respecto a los libros de texto considerados homofóbicos, entre ellos Con Cristo por la calle.

Para Kontra e Iskorak, la enseñanza de la Iglesia, que considera que “los actos de homosexualidad son intrínsecamente desordenados” porque “cierran el acto sexual al don de la vida” (CCC, n° 2357), sugiere que la homosexualidad es una anomalía o incluso una enfermedad, lo que es contrario a toda una serie de normativas nacionales e internacionales contra la discriminación.

Según la declaración del ARF, firmada por once representantes de varias confesiones y religiones, Kontra e Iskorak pretenden, con sus acciones legales e iniciativas contra escuelas y maestros que usan los libros de texto, la abolición de la libertad de expresión en Croacia, no sólo para los creyentes y las comunidades religiosas sino para todos los ciudadanos.

“La libertad de palabra incluye la libre expresión de opiniones y de posiciones, sean estas exactas o no”, se lee en la declaración.

“Discriminación significa negar ciertos derechos a una persona o grupo de personas sin motivaciones apropiadas”, continua el texto.

Como recuerdan los firmantes, los libros de texto para la educación religiosa -no sólo los de la Iglesia católica, sino también de otras denominaciones y comunidades religiosas- no sólo rechazan los comportamientos homosexuales.

Se declaran como inaceptables también “muchos otros tipos de comportamientos, como el divorcio, la promiscuidad, la anticoncepción (…), la infidelidad conyugal, la mentira, la falta de asistencia a los ancianos y a los enfermos”.

En su llamamiento, la ARF pide a las asociaciones pro derechos de los homosexuales, a las personas homosexuales, a los grupos pro derechos humanos, al Estado, a los organismo gubernamentales y a todos los ciudadanos de Croacia “se distancien” de la iniciativa de Kontra e Iskorak y que “protejan el derecho a la libertad de palabra de todos los creyentes, comunidades religiosas y los demás ciudadanos croatas”. A las dos ONG, los firmantes les piden que “revisen sus posiciones”.

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"Este es camino de educación ante la emergencia educativa de hoy"
Cita internacional en Chile en el centenario de la Institución Teresiana
SANTIAGO DE CHILE, domingo 16 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Más de 500 personas participaron en el congreso internacional Educar en tiempos difíciles: Vida digna-Interculturalidad-Democracia, celebrado en Santiago de Chile del 5 al 8 de octubre.

Convocada por la Institución Teresiana en su centenario, esta cita ha congregado a destacados educadores del continente americano y de otros países, subrayó la directora de la asociación católica, Loreto Ballester.

En un mensaje de saludo a los participantes enviado desde África, Ballester destacó el camino de humanización con el que la Institución Teresiana quiere responder a la emergencia educativa de este tiempo.

“La Institución Teresiana en América permanece viva y continúa proponiendo y soñando en el compromiso de innumerables personas -destacó la directora general-, un compromiso fundamentado siempre en la formación y que se desarrolla de diferentes modos y en ámbitos diversos”.

“Formar personas y organizar las fuerzas son palabras de san Pedro Poveda en 1923 con las que expresaba qué era necesario para el fin que pretendía -continuó-. Lo decía en España, analizando aquel momento y aquella realidad”.

En América, de modo concreto en Chile, recordó Loreto Ballester, unas personas en torno a la pionera Adela Edwards, “se sintieron comprometidas en la educación y atisbaron, como Poveda y sus primeras colaboradoras, el papel de la mujer en el desarrollo de las sociedades”.

El congreso, auspiciado por varias organizaciones y universidades, contó con más de sesenta comunicaciones.

Participaron educadores de centros educativos de la región, educadores sociales de diversos proyectos y ONG, investigadores, profesores y estudiantes universitarios, organizaciones de derechos humanos y movimientos socioeducativos.

María Emilia Olguín, promotora del congreso, que falleció el pasado 23 de septiembre, había expresado que “la educación y los educadores tienen el gran desafío de colaborar en la construcción de alternativas de vida y humanidad recreando estrategias, alternativas de reflexión-pensamiento-acción en las que el desarrollo humano y social, vida-esperanza se articulen desde los diferentes espacios y actores de la sociedad civil”.

Vera María Candau, en la ponencia de clausura del congreso dijo que “las búsquedas por un mundo más humano, más justo, más democrático, están presentes en la realidad que vivimos, en medio de las tensiones, conflictos y perplejidades de nuestras sociedades”.

“En esta perspectiva del mundo que ‘puede ser’, se sitúa la propuesta socioeducativa Educar en tiempos difíciles”, añadió.

Candau, reconocida pedagoga brasileña, afirmó que “vivimos tiempos difíciles, repletos de desafíos que hay que asumir desde una perspectiva humanizadora, y en este contexto somos desafiados a reinventar la educación, a reinventar la escuela”.

Refiriéndose al pensamiento pedagógico actual, la profesora Candau dijo que, “existe un pensamiento pedagógico débil, mucho más centrado en lo instrumental, la gestión, la evaluación en el sentido curricular y disciplinar, atentos a un ranking del sistema”.

En su opinión, “falta una reflexión que presente cuestionamientos de fondo a la educación, su sentido y articulación con la sociedad”.

Candau subrayó la necesidad de promover en los diversos ámbitos educativos la noción de interculturalidad para vivir una democracia inclusiva, participativa y diferenciada.

Para saber más sobre el Congreso: www.cie2011.cl.

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Análisis


Baja fertilidad y bajo crecimiento económico
La importancia del matrimonio y de la familia
ROMA, domingo 16 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- La reducción del número de niños y de parejas casadas producirá un impacto significativo en el crecimiento económico y en la sostenibilidad de las políticas asistenciales y de seguridad social.

Esta es la advertencia contenida en un informe reciente titulado The Sustainable Demographic Dividend: What Do Marriage & Fertility Have To Do With the Economy? [El dividendo demográfico sostenible. ¿Qué tienen que ver el matrimonio y la fertilidad con la economía?, n.d.t.]. El documento ha sido publicado por el Social Trends Institute y financiado por una serie de organizaciones de familias y de universidades.

El Social Trends Institute es un organismo de investigación sin ánimo de lucro, con sede en Barcelona (España), y en Nueva York, que se dedica a cuatro temáticas: familia, bioética, cultura y estilos de vida y gobierno corporativo.

La prosperidad de las economías aumentará o se reducirá según lo que suceda con las familias, dice el informe. Existen, de hecho, dos grandes tendencias que preocupan.

La primera: la población anciana y dependiente está sufriendo un aumento brusco, mientras que a la vez, la población productiva en edad laboral está estancada o disminuye en muchos países desarrollados.

La segunda: que el número de niños que crecen en el ámbito de las familias de progenitores casados e íntegros se está reduciendo fuertemente.

El término demographic dividend, del título del informe, fue utilizado por algunos economistas para explicar la aceleración del crecimiento económico en los países asiáticos en los que el aumento demográfico se había reducido bruscamente. El freno demográfico habría liberado recursos para estimular el crecimiento económico.

Este dividendo es, en realidad, un préstamo, que debe ser devuelto. El estancamiento económico que Japón ha vivido en los últimos años se debe en parte a la baja fertilidad registrada a partir de los años '70, según el informe.
La experiencia japonesa constituye una advertencia para China -observan los autores-, que ha visto caer su tasa de natalidad bajo el umbral de sustitución en los '90. En China se verificará muy probablemente una reducción del crecimiento económico en las próximas décadas, debida a la reducción de su fuerza laboral.

Tasa de sustitución

En más de 75 países, la tasa de fertilidad está ahora por debajo del nivel de sustitución -2'1 niños por mujer- que es necesario para mantener estable el nivel demográfico.

La mujer de un país desarrollado tiene sólo 1'66 hijos en toda su vida de media, observa el informe. Ya hoy, en el mundo desarrollado, el número de niños en edades comprendidas entre los 0 y los 14 años es de 60'6 millones menos con respecto al año 1965.

La baja fertilidad es también una realidad en muchos países subdesarrollados, destaca el informe. El número de nacimientos por mujer ha disminuido en una única generación, de 6 o más a 2, en países como Irán, Líbano, Chile, Cuba, Tailandia, China, Taiwan y Corea del Sur.
En conjunto, la población mundial está aumentando todavía y las perspectivas de las Naciones Unidas estiman que la cifra podría alcanzar los 10 billones, con respecto a los actuales 7 billones.

Pero se tratará de un tipo de crecimiento demográfico muy distinto respecto al que hemos tenido en el pasado, aclara el informe. Hasta hace poco, la población crecía gracias al aumento de los jóvenes.

En las próximas décadas, sin embargo, las estimaciones de la ONU calculan que el 53% del crecimiento demográfico se deberá al crecimiento de la población de más de 60 años. Sólo el 7% se deberá al crecimiento de los jóvenes de menos de treinta años.

Entre el 1990 y el 2010, el número de los pertenecientes a la franja de edad comprendida entre los 15 y los 64 años ha crecido 1'3 billones. A causa de la reducción de la fertilidad, entre el 2010 y el 2030, esta población en edad laboral aumentará, según las previsiones, sólo casi 900 millones. Pero en muchos países europeos y de Asia Oriental, la población en edad laboral efectivamente se reducirá.

En Europa occidental, por ejemplo, en las dos próximas décadas habrá una disminución del 4% en la franja de edad de 15-64 años, y esto teniendo en cuenta el aumento previsto de 20 millones de la población inmigrante. En todo caso, la población de más de 65 años está destinada a aumentar un 40%.

Ya hoy, a causa de las dificultades para financiar el bienestar, muchos Gobiernos de Europa occidental se han visto obligados a recortar en programas de la seguridad social y asistenciales y aumentar la edad mínima en la que poder jubilarse. Mientras tanto, en Estados Unidos, a partir de 2010, el sistema sanitario nacional ha comenzado a gastar más de lo que recoge de los trabajadores.

Calidad

Las economías estarán bajo presión no sólo por la reducción de los trabajadores, sino también por una calidad reducida. El matrimonio está en declive en muchos países del mundo. El conjunto de divorcios, convivencias y familias monoparentales comporta que un gran número de niños no crezcan en familias casadas e íntegras.

Esto sucede en muchos países europeos y en América. En estos países, el 40% o más de los niños nacen de padres no casados.

Muchos de estos nacimientos se dan en parejas de hecho, que son mucho más inestables que las casadas. El informe toma el caso de Suecia, donde el 55% de los niños nace fuera del matrimonio. No obstante la amplia aceptación social de la convivencia y el poyo jurídico y económico que reciben estas parejas, estas familias resultan mucho menos estables que las casadas.

Según un reciente estudio, los hijos nacidos de parejas de hecho tienen una probabilidad 75% mayor de que sus padres se separen antes de haber cumplido los 15 años de edad, con respecto a los hijos nacidos de parejas casadas.

Además, estos niños que viven en familias monoparentales tienen probabilidades, al menos el 50%, superiores de desarrollar problemas psicológicos, de drogodependencia, de alcoholismo, de intentos de suicidio o de suicidio, con respecto a los hijos de familias con dos padres.

La investigación demuestra que los hijos que crecen en familias inestables tienen menos probabilidades de tener éxito en sus estudios o trabajos. Está demostrado, además, que los hombres casados y que permanecen casados, trabajan más y ganan más. Esto se da en diferentes culturas y naciones: desde Israel, Italia, a México y Estados Unidos.

Según el informe, “los países que tienen una cultura matrimonial relativamente más fuerte -como China, India y Malasia- probablemente podrán recoger los dividendos a largo plazo”. Por desgracia, muchos países no se encuentran en esta posición afortunada.

Propuestas

El informe no es del todo pesimista. Propone una serie de recomendaciones sobre los modos con los que se puede apoyar a las familias.

- Mayor apoyo a las empresas familiares agrícolas y no, que aseguren una mayor estabilidad económica a las familias.

- Ayudar a los jóvenes a obtener un empleo seguro y duradero, evitando el trabajo ocasional o a contrato. Un trabajo seguro permite, de hecho, comenzar una familia y tener hijos.

- Poner a disposición viviendas a costes razonables. Los elevados precios de los inmuebles, de hecho, se asocian a tasas de fertilidad bajas en todo el mundo.

- Flexibilidad laboral para las mujeres que prefieren conjugar las responsabilidades familiares con las laborales para que puedan hacerlo sin dejar el trabajo o la jornada completa.

- Los Gobiernos deberían apoyar el matrimonio y educar a la gente sobre las ventajas del matrimonio y las desventajas de las familias monoparentales.

- Animar el ahorro en los jóvenes y dar mayor apoyo financiero a las parejas con hijos.

- Es necesario hacer un esfuerzo para “pulir” de nuevo la cultura contemporánea que es contraria a la familia y que promueve la promiscuidad y la corrupción moral.

- Los Gobiernos deberían respetar la contribución positiva que la religión puede dar a la familia.

El Papa Benedicto XVI habló recientemente de la importancia del matrimonio. Dirigiéndose a un grupo de jóvenes prometidos, durante una visita a la ciudad de Ancona, los animó a afrontar los desafíos que la cultura plantea a la fidelidad matrimonial.

“La estabilidad de vuestra unión en el sacramento del matrimonio permitirá a los hijos que Dios os quiera dar, crecer confiados en la bondad de la vida”, afirmó el Papa.

“Fidelidad, indisolubilidad y transmisión de la vida son los pilares de toda familia, verdadero bien común, patrimonio precioso para toda la sociedad”, añadió. Un consejo precioso no sólo desde el punto de vista religioso, sino también desde el económico.

 

Por el padre John Flynn, LC

[Traducción del italiano por Carmen Álvarez]

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Angelus


Benedicto XVI: "Recordar la centralidad de la fe en perspectiva misionera"
Aclara su propósito para el "Año de la fe", hoy durante el rezo del Ángelus
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 16 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación las palabras que Benedicto XVI pronunció este domingo desde la ventana de su estudio del Palacio Apostólico Vaticano ante miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro con motivo del rezo del Ángelus, después de la misa conclusiva del primer encuentro internacional de nuevos evangelizadores en la Basílica vaticana.

***

¡Queridos hermanos y hermanas!

Ayer y hoy ha tenido lugar en el Vaticano un importante encuentro sobre el tema de la nueva evangelización, encuentro que concluyó esta mañana con la Celebración eucarística por mí presidida en la Basílica de San Pedro. La iniciativa, organizada por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, tenía el objetivo principal de profundizar en los ámbitos de un renovado anuncio del Evangelio en los Países de antigua tradición cristiana, y al mismo tiempo ha propuesto algunos testimonios y experiencias significativas. A esta invitación han respondido numerosas personas de todas partes del mundo, comprometidas en esta misión, que ya el Beato Juan Pablo II había claramente indicado a la Iglesia como un urgente y apasionante desafío. Él, en la huella del Concilio Vaticano II y de aquel que puso en marcha su actuación -el Papa Pablo VI- ha sido de hecho tanto un incansable defensor de la misión ad gentes, o sea a los pueblos y a los territorios donde el Evangelio aún no ha echado raíces, como un heraldo de la nueva evangelización. Son, estos, aspectos de la única misión de la Iglesia, y es por lo tanto significativo considerarlos juntos en este mes de octubre, caracterizado por la celebración de la Jornada Misionera Mundial, precisamente el próximo domingo.

Como he hecho hace poco durante la homilía de la Misa, con gusto aprovecho de esta ocasión para anunciar que he decidido convocar un especial “Año de la Fe”, que comenzará el 11 de octubre de 2012 –50° aniversario de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II– y concluirá el 24 de noviembre de 2013, Solemnidad de Cristo Rey del universo. Las motivaciones, las finalidades y las líneas directivas de este “Año”, las he expuesto en una Carta Apostólica que será publicada en los próximos días. El Siervo de Dios Pablo VI convocó un análogo “Año de la fe” en 1967, con ocasión del décimo noveno centenario del martirio de los Apóstoles Pedro y Pablo, durante un periodo de grandes cambios culturales. Considero que, transcurrido medio siglo de la apertura del Concilio, ligada a la feliz memoria del Beato Juan XXIII, sea oportuno recordar la belleza y la centralidad de la fe, la exigencia de reforzarla y profundizarla a nivel personal y comunitario, y hacerlo en perspectiva no tanto celebrativa, sino más bien misionera, en la perspectiva, justamente, de la misión ad gentes y de la nueva evangelización.

Queridos amigos, en la Liturgia de este domingo se lee lo que san Pablo escribió a los Tesalonicenses: “Os fue predicado nuestro Evangelio no sólo con palabras, sino también con poder y con el Espíritu Santo, con plena persuasión”. Que esta palabra del Apóstol de las gentes sea auspicio y programa para los misioneros de hoy –sacerdotes, religiosos y laicos– comprometidos en anunciar a Cristo a quien no lo conoce, o a quien lo ha reducido a simple personaje histórico. Que la Virgen María ayude a cada cristiano a ser un válido testimonio del Evangelio.

[Después del Ángelus, saludó a los peregrinos en distintas lenguas. En español, dijo:]

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana y a los que se unen a la misma a través de los medios de comunicación social. Invito a todos a identificarse cada día más con Jesucristo, para que, fieles a los compromisos bautismales y con la fuerza del Espíritu Santo, lleven por doquier la Buena Noticia del Evangelio, con una fe activa, una esperanza firme y una caridad ardiente. Encomendemos esta misión, siempre nueva, a la ayuda y protección de la Madre de Dios, María Santísima. Feliz Domingo.

[En polaco, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas polacos. Os saludo cordialmente a todos y especialmente a los participantes del encuentro sobre nueva evangelización. Saludo a todos los que se dedican a ella. Pidamos al Espíritu Santo que la fuerza del Evangelio penetre las familias, los ambientes de trabajo, el mundo de la cultura, la política, la vida social,… Que gracias a nuestro testimonio “la palabra de Dios crezca y se multiplique” (Hch 12,24). Os bendigo de todo corazón.

[Traducción del original italiano por Patricia Navas
©Libreria Editrice Vaticana]

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Documentación


Homilía del Papa en la misa del encuentro de nuevos evangelizadores
Benedicto XVI: El testimonio, junto al anuncio, puede abrir el corazón
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 16 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación la homilía que Benedicto XVI pronunció este domingo durante la celebración eucarística de clausura del primer encuentro internacional de nuevos evangelizadores, que presidió en la Basílica vaticana.

***

Venerados Hermanos,
¡queridos hermanos y hermanas!

Con alegría celebro hoy la Misa para vosotros, que estáis comprometidos en muchas partes del mundo en las fronteras de la nueva evangelización. Esta Liturgia es la conclusión del encuentro que ayer os llamó a confrontaros en los ámbitos de esa misión y a escuchar algunos testimonios significativos. Yo mismo he querido presentaros algunos pensamientos, mientras hoy parto para vosotros el pan de la Palabra y de la Eucaristía, en la certeza –compartida por todos nosotros- de que sin Cristo, Palabra y Pan de vida, no podemos hacer nada (cf. Jn 15,5). Estoy contento porque este congreso se sitúa en el contexto del mes de octubre, precisamente una semana antes de la Jornada Mundial de las Misiones: esto pone a la nueva evangelización en su justa dimensión, en armonía con la de la misión ad gentes.

Os dirijo un saludo cordial a todos vosotros, que habéis acogido la invitación del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. En particular saludo y doy las gracias al Presidente de este Dicasterio de reciente institución, Mons. Salvatore Fisichella, y a sus colaboradores.

Vamos ahora a las lecturas bíblicas en las cuales hoy el Señor nos habla. La primera, extraída del Libro de Isaías, nos dice que Dios es uno, es único; no hay otros dioses fuera del Señor, e incluso el poderoso Ciro, emperador de los persas, forma parte de un plan más grande, que sólo Dios conoce y lleva adelante. Esta lectura nos da el sentido teológico de la historia: los cambios de época, el sucederse de las grandes potencias, están bajo el supremo dominio de Dios; ningún poder terreno puede colocarse en su lugar. La teología de la historia es un aspecto importante, esencial, de la nueva evangelización, porque los hombres de nuestro tiempo, tras el nefasto periodo de los imperios totalitarios del siglo XX, necesitan reencontrar una visión global del mundo y del tiempo, una visión verdaderamente libre, pacífica, esa visión que el Concilio Vaticano II ha transmitido en sus Documentos, y que mis Predecesores, el siervo de Dios Pablo VI y el beato Juan Pablo II, han ilustrado con su Magisterio.

La segunda lectura es el inicio de la Primera Carta a los Tesalonicenses, y esto ya es muy sugerente, porque se trata de la carta más antigua que nos ha llegado del mayor evangelizador de todos los tiempos, el apóstol Pablo. Él nos dice ante todo que no se evangeliza de manera aislada: también él tenía de hecho como colaboradores a Silvano y Timoteo (cfr 1 Ts 1,1), y a muchos otros. E inmediatamente agrega otra cosa muy importante: que el anuncio debe estar siempre precedido, acompañado y seguido de la oración. Escribe de hecho: “En todo momento damos gracias a Dios por todos vosotros, recordándoos sin cesar en nuestras oraciones” (v. 2). El Apóstol se dice bien consciente del hecho de que los miembros de la comunidad no los ha elegido él, sino Dios: “fueron elegidos por él”, afirma (v. 4). Cada misionero del Evangelio debe siempre tener presente esta verdad: es el Señor quien toca los corazones con su Palabra y su Espíritu, llamando a las personas a la fe y a la comunión en la Iglesia. Finalmente, Pablo nos deja una enseñanza muy preciosa, extraída de su experiencia. Escribe: “Os fue predicado nuestro Evangelio no sólo con palabras sino también con poder y con el Espíritu Santo con plena persuasión” (v. 5). La evangelización para ser eficaz, necesita la fuerza del Espíritu, que anime el anuncio e infunda en quien lo lleva esa “plena persuasión” de la cual nos habla el Apóstol. Este término “persuasión”, “plena persuasión” en el original griego, es pleroforìa: un vocablo que no expresa tanto el aspecto subjetivo, psicológico, sino más bien la plenitud, la fidelidad, lo completo, en este caso del anuncio de Cristo. Anuncio que, para ser completo y fiel, necesita estar acompañado de signos, de gestos, como la predicación de Jesús. Palabra, Espíritu y persuasión -así entendida- son entonces inseparables y concurren a hacer así que el mensaje evangélico se difunda con eficacia.

Nos detenemos ahora en el pasaje del Evangelio. Se trata del texto sobre la legitimidad del tributo que hay que pagar al César, que contiene la célebre respuesta de Jesús: “Lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios” (Mt 22,21). Pero antes de llegar a este punto, éste es un pasaje que se puede referir a cuanto tienen la misión de evangelizar. De hecho, los interlocutores de Jesús –discípulos de los fariseos y herodianos- se dirigen a Él con una apreciación, diciendo: “Sabemos que eres veraz y enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie porque no miras la condición de las personas” (v. 16). Y es precisamente esta afirmación, aun surgida de la hipocresía, la que debe llamar nuestra atención. Los discípulos de los fariseos y los herodianos no creen en lo que dicen. Lo afirman con una captatio benevolentiae para que los escuchen, pero su corazón está bien lejos de esa verdad; más bien quieren ponerle una trampa a Jesús para poderlo acusar. Para nosotros en cambio, esa expresión es preciosa y verdadera: Jesús, en efecto, es verdadero y enseña el camino de Dios según la verdad y no está sujeto por nadie. Él mismo es este “camino de Dios”, que nosotros estamos llamados a recorrer. Podemos recordar las palabras de Jesús, en el Evangelio de Juan: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (14,6). Es iluminador al respecto el comentario de San Agustín: “era necesario que Jesús dijese: Yo soy el camino, la verdad y la vida” porque una vez conocido el camino faltaba conocer la meta. El camino conducía a la verdad, conducía a la vida… y ¿nosotros dónde vamos sino a Él? ¿y por qué camino vamos sino a través de Él? (In Ioh 69, 2). Los nuevos evangelizadores están llamados a caminar los primeros en este Camino que es Cristo, para hacer conocer a los demás la belleza del Evangelio que da la vida. Y en este Camino, no se camina nunca solos, sino en compañía: una experiencia de comunión y de fraternidad que se ofrece a cuantos encontramos, para hacer partícipes a los demás de nuestra experiencia de Cristo y de su Iglesia. Así, el testimonio, junto al anuncio, puede abrir el corazón de los están en busca de la verdad, para que puedan alcanzar el sentido de su propia vida.

Una breve reflexión también sobre la cuestión central del tributo al César. Jesús responde con un sorprendente realismo político, ligado al teocentrismo de la tradición profética. El tributo al César se paga, porque la imagen de la moneda es la suya; pero el hombre, todo hombre, lleva consigo otra imagen, la de Dios, y por tanto es de Él, y sólo de Él de quien cada uno es deudor de su existencia. Los Padres de la Iglesia, inspirándose en el hecho de que Jesús se refiere a la imagen del Emperador acuñada en la moneda del tributo, han interpretado este paso a la luz del concepto fundamental de hombre imagen de Dios, contenido en el primer capítulo del Libro del Génesis. 

Un Autor anónimo escribe: “La imagen de Dios no está impresa en el oro sino en el género humano. La moneda del César es oro, la de Dios es la humanidad… por tanto, da tu riqueza al César, pero reserva a Dios la inocencia única de tu conciencia donde Dios es contemplado… El César, en efecto, ha impreso su imagen en cada moneda, pero Dios ha escogido al hombre, que él ha creado, para reflejar su gloria” (Anónimo, Obra incompleta sobre Mateo, Homilía 42). Y San Agustín ha utilizado muchas veces esta referencia en sus homilías: “Si el César reclama su propia imagen impresa en la moneda –afirma-, ¿no exigirá Dios del hombre la imagen divina esculpida en él? (En. in Ps., Salmo 94, 2). Y aún: “Como se devuelve al César la moneda, así se devuelve a Dios el alma iluminada e impresa por la luz de su rostro… Cristo en efecto habita en el interior del hombre” (Ivi, Salmo 4, 8).

Esta palabra de Jesús es rica en contenido antropológico, y no se la puede reducir solamente al ámbito político. La Iglesia, por tanto, no se limita a recordar a los hombres la justa distinción entre la esfera de autoridad del César y la de Dios, entre el ámbito político y el religioso. La misión de la Iglesia, como la de Cristo, es esencialmente hablar de Dios, recordar su soberanía, recordar a todos, especialmente a los cristianos que han perdido su identidad, el derecho de Dios sobre lo que le pertenece, es decir, nuestra vida.

Precisamente para dar renovado impulso a la misión de toda la Iglesia de conducir a los hombres fuera del desierto en el que a menudo se encuentran hacia el lugar de la vida, la amistad con Cristo que nos da su vida en plenitud, quisiera anunciar en esta Celebración eucarística que he decidido declarar un “Año de la fe” que ilustraré con una especial Carta apostólica. Este “Año de la fe” empezará el 11 de octubre del 2012, en el 50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará el 24 de noviembre del 2013, Solemnidad de Cristo Rey del Universo. Será un momento de gracia y de compromiso por una conversión a Dios cada vez más plena, para reforzar nuestra fe en Él y para anunciarLo con alegría al hombre de nuestro tiempo. 

Queridos hermanos y hermanas, vosotros estáis entre los protagonistas de la evangelización nueva que la Iglesia ha emprendido y lleva adelante, no sin dificultad, pero con el mismo entusiasmo de los primeros cristianos. 

En conclusión, hago mías las expresiones del apóstol Pablo que hemos escuchado: agradezco a Dios por todos vosotros. Y os aseguro que os llevo en mis oraciones, consciente de vuestro compromiso en la fe, vuestra laboriosidad en la caridad y vuestra constante esperanza en Jesucristo nuestro Señor.

Que la Virgen María, que no tuvo miedo a responder “sí” a la Palabra del Señor y, después de haberla concebido en su seno, se puso en camino llena de alegría y esperanza, sea siempre vuestro modelo y vuestra guía. Aprended de la Madre del Señor y Madre nuestra a ser humildes y al mismo tiempo valerosos; sencillos y prudentes; equilibrados y fuertes, no con la fuerza del mundo, sino con la de la verdad. Amén.

[Traducción del original italiano por Patricia Navas
©Libreria Editrice Vaticana]

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