23.10.11

Marcha de la LCWR en 2009

 

Sigo con interés la Visita Apostólica a las Religiosas en Estados Unidos. El informe final está en el Vaticano. Hubo acusaciones de Inquisición, llamadas a la rebelión, a no colaborar. Como si no hubiese motivo.

Se iba a evaluar la «calidad de la vida religiosa». Parece que se está intentando no darle mucha publicidad al asunto. La sustitución del Card. Rodé como prefecto de la Congregación para los Religiosos por Braz de Aviz ha cambiado, cuanto menos, las expectativas.

Lo que no puede detener es el desplome. En cinco años, las religiosas en USA han perdido un cuarto de efectivos, de 60.642 en 2007 a 46.451 hoy, según informaron las propias religiosas en la asamblea de la «Leadership Conference of Women Religious» celebrada en Garden Grove (California) el mes pasado.

El lenguaje feministoide, victimista, negacionista, anticatólico va dejando paso a la dura realidad. En la reunión se vaticinó que las pérdidas para el 2012 serían del mismo orden –2.787 – y sólo por edad, pérdidas netas que no contemplan defecciones ni tampoco ingresos, porque no los hay. El estudio del CARA del 2009 mostraba que el 91% de las religiosas adscritas al LCWR tenían más de 60 años.

El LCWR reúne al 90% de las religiosas de USA (algo así como la FERE en España para mujeres). Con la particularidad de que el 10% restante se separó para formar su propia «federación de religiosas», el «Council of Major Superiors of Women Religious» que en la actualidad no sólo no tienen problemas de vocaciones, es más, es el destino elegido por las jóvenes que responden a la llamada de Dios en la vida religiosa. Durante décadas han sido blanco de burlas y ostracismo: visten hábitos, son fieles a sus fundadores, son fieles a la Iglesia, vida eucarística y sacramental…

Hay algunas congregaciones que pertenecen a las dos federaciones por lo que no es fácil hacer cálculos, pero lo que está fuera de toda duda es que las recomendaciones que surjan de la Visita Apostólica llegarán tarde. Espero que haya un plan B tipo «cuidados paliativos», con propuestas de supresión, fusión de congregaciones y llamadas al orden. Pero un nuevo «aggiornamento» para monjas de 70 años lo veo complicado. De seguir con esta tendencia en 10 años quedarán sólo unas 15.000, siendo muy optimistas.

Pensarán que ellas son la «modernidad», que el mundo al que trataron de adaptarse sigue siendo aquel que cuando se acercó vio que no hablaban de Dios. Para eso había otras instituciones más genuinas. Aunque los datos son de USA podemos extrapolarlos a casi todos los países del primer mundo.

Como siempre, confiar en la Divina Providencia: «non est adbreviata manus Domini»