ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 28 de octubre de 2011

Especial

Centenares de miles de millones, empeñados en promover la justicia y la paz

Implicados en nuestro común viaje humano

Los líderes religiosos del mundo rezan por la paz en Asís

Cuatro no creyentes con el Papa en Asís

Julia Kristeva: la apuesta de una humanista

Muchas creencias a la búsqueda de una única verdad

Santa Sede

¡Bravo! para 'L'Osservatore Romano'

Mundo

Entre anuncio evangélico y sociologismo

España: ¡Bravo! especial a la JMJ 2011

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Argentina: Campaña a favor de la vida

Espiritualidad

La comunión de los santos

Iglesia en proceso de conversión

Mensaje a nuestros lectores

Descanso de ZENIT en Todos los Santos


Especial


Centenares de miles de millones, empeñados en promover la justicia y la paz
Audiencia en el Vaticano a las delegaciones participantes en el encuentro de Asís
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 28 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- A continuación les ofrecemos el discurso que Benedicto XVI dirigió a las delegaciones que participaron en la Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo, celebrada ayer 27 de octubre, en Asís, Italia.

* * * * *

Distinguidos huéspedes, queridos amigos,

Os doy la bienvenida al Palacio Apostólico y os agradezco una vez más vuestra voluntad de tomar parte en el día de reflexión, diálogo y oración por la justicia y la paz en el mundo mantenida ayer en Asís, veinticinco años después de la reunión histórica.

En cierto sentido, esta reunión representa a centenares de miles de millones de hombres y de mujeres a través de nuestro mundo que están comprometidos activamente con la promoción de la justicia y de la paz. Es, también, un signo de amistad y de fraternidad que ha florecido como fruto de los esfuerzos de muchos pioneros en este tipo de diálogo. Que esta amistad continúe creciendo entre los seguidores de las religiones del mundo y con los hombres y mujeres de buena voluntad de todas las partes del mundo.

Quiero agradecer a mis hermanos y hermanas cristianas por su presencia fraternal, quiero agradecer también a los representantes del pueblo judío, que están especialmente cercanos a nosotros, y a todos vosotros, distinguidos representantes de las religiones del mundo. Soy consciente de que muchos habéis venido de lejos y habéis realizado un largo y arduo viaje. Expreso mi gratitud también a aquellos que representan a las personas de buena voluntad que no siguen ninguna tradición religiosa pero que están comprometidas con la búsqueda de la verdad. Están dispuestas a compartir esta peregrinación con nosotros como signo de su deseo de trabajar juntos y de construir un mundo mejor.

Mirando hacia atrás, podemos apreciar la visión del último papa Juan Pablo II en la convocatoria de la primera reunión de Asís, y en la necesidad continua de hombres y mujeres de distintas religiones de testificar juntos que el viaje del espíritu es siempre un viaje de paz.

Reuniones de este tipo son necesariamente excepcionales y poco frecuentes, sin embargo son una vívida expresión del hecho de que cada día, a través de nuestro mundo, personas de diferentes tradiciones religiosas viven y trabajan juntas en armonía. Es ciertamente importante para la causa de la paz que muchos hombres y mujeres, inspirados por sus profundas convicciones, estén comprometidas con el trabajo por el bien de la familia humana.

En este sentido, estoy seguro de que la reunión de ayer nos dió el sentido de cuán genuino es nuestro deseo de contribuir al bien de nuestros semejantes y de cuánto tenemos para compartir con el otro.

A medida que vamos por caminos separados, extraigamos de esta experiencia las fuerzas y, donde quiera que estemos, continuemos renovando este viaje que nos conduce a la verdad, la peregrinación que conduce a la paz. ¡Os doy las gracias de todo corazón!


[Traducción del original inglés por Carmen Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]

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Implicados en nuestro común viaje humano
Despedida del papa en la plaza de san Francisco
ASÍS, viernes 28 octubre 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos el breve discurso de despedida de Benedicto XVI a todos los asistentes a la jornada de reflexión y oración por la paz y la justicia en el mundo, celebrada este 27 de octubre en Asís, Italia, en el que promete seguir reuniéndose porque, dijo, “continuaremos estando unidos en este viaje”.

*****

Ilustres huéspedes,

queridos amigos,

Al final de esta intensa jornada, deseo daros las gracias. Una gran gratitud para los que han hecho posible el encuentro de hoy. Agradezcamos particularmente a quien, una vez más, nos han acogido: la ciudad de Asís, la comunidad de esta diócesis con su obispo, los hijos de San Francisco, que guardan la preciosa herencia espiritual del Pobrecillo de Asís. Un gracias también para los numerosos jóvenes que han realizado a pie la peregrinación desde Santa María de los Ángeles para testificar como, entre las nuevas generaciones, haya tantos tantos que se comprometan a superar las violencias y divisiones, y ser promotores de justicia y de paz.

El evento de hoy es una imagen de cómo la dimensión espiritual es un elemento clave en la edificación de la paz. A través de esta peregrinación hemos podido comprometernos en el diálogo fraterno, profundizar en nuestra amistad y unirnos en silencio y oración.

Después de haber renovado nuestro compromiso por la paz e intercambiado otro signo de paz, nos sentimos implicados cada vez más profundamente, junto a todos los hombres y a todas las mujeres de las comunidades que representan, en nuestro común viaje humano.

No nos están separando. Continuaremos reuniéndonos, continuaremos estando unidos en este viaje, en el diálogo, en la edificación cotidiana de la paz, en nuestro compromiso por un mundo mejor, un mundo en el que todo hombre y toda mujer, todos puedan vivir según sus propias y legítimas aspiraciones.

De todo corazón agradezco a todos los que de vosotros estáis presentes hoy aquí, por haber aceptado mi invitación a venir a Asís como peregrinos de verdad y de paz y os saludo a todos vosotros con las palabras de san Francisco: que el Señor os conceda la paz - “El señor os dé la paz”.

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Los líderes religiosos del mundo rezan por la paz en Asís
Apreciación unánime de la iniciativa propuesta por el Papa
ASÍS, viernes 28 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Todos los líderes religiosos que participaron este jueves 27 de octubre en la Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo promovida en Asís, Italia, por el papa Benedicto XVI, aplaudieron la iniciativa y expresaron, en sus intervenciones, la importancia de rezar por la paz y el diálogo.

El patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, afirmó que el diálogo debe llevar a “considerar al otro como sujeto de relación y no como objeto de indiferencia”, “porque es en la indiferencia donde nace el odio, es en la indiferencia donde nace el conflicto, es en la indiferencia donde nace la violencia”.

“Contra estos males, sólo el diálogo es una solución posible y a largo plazo”, observó, recordando que “no vivimos únicamente los unos contra los otros, o los unos al lado de los otros, sino, sobre todo, los unos junto a los otros, en un espíritu de paz, de solidaridad y de fraternidad”.

En el encuentro de Asís, explicó, “no se trata, como algunos insinúan, de realizar el diálogo interreligioso o ecuménico, desde una perspectiva sincrética”. Al contrario, la visión que nosotros alabamos, en el diálogo interreligioso, tiene un sentido especial que deriva de la capacidad misma de las religiones de invertir en el campo social para promover la paz”.
“Debemos oponernos a la deformación del mensaje de las religiones y de sus símbolos por parte de los autores de violencia”, indicó. “Los responsables de las religiones deben hacerse cargo del proceso de restablecimiento de la paz”.

Esta responsabilidad, señaló, “no es simplemente verbal”, sino que exige “que seamos fieles a nuestra fe, fieles al diseño de Dios para el mundo, respondiendo a lo que Él quiere”.
El doctor Rowan Douglas Willams, arzobispo de Canterbury, cabeza de la Iglesia Anglicana, definió como “un gran honor” el poder celebrar el aniversario de la primera Jornada de Oración por la Paz, promovida por el beato Juan Pablo II.

Una paz duradera, declaró, “inicia donde nosotros vemos al prójimo como a nosotros mismos y por tanto comenzamos a comprender por qué y cómo debemos amar al prójimo como a nosotros mismos”.

Los cristianos, especificó, reconocen en el prójimo “no sólo a alguien que tiene en sí 'la imagen de Dios' en virtud de la creación, sino a alguien que tiene en sí también la posibilidad de llevar la semejanza de Jesucristo en virtud de la nueva creación”.

Si es así, “no somo extraños los unos de los otros. Y si no somos extraños, debemos, antes y después, encontrar el modo de concretar este reconocimiento recíproco en relaciones de amistad verdaderas y duraderas”.

“Estamos aquí hoy para declarar nuestra voluntad –de o más bien nuestra apasionada determinación- de persuadir a nuestro mundo que los seres humanos no deben ser extraños, y que el reconocimiento es tan posible como necesario por nuestra universal relación con Dios”.

El doctor Olav Fykse Tveit, secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias, alabó el encuentro de Asís destacando que “el mundo necesita reuniones entre los jefes de las comunidades religiosas”, así como de “constructores de paz a partir de la fe”.

Las comunidades de fe, a su vez, “necesitan jóvenes que lleven el cambio”. “Un gran obstáculo a una paz justa representa hoy el alto nivel de paro entre jóvenes en todo el mundo”, indicó. “Se tiene la sensación de que estamos poniendo en juego el bienestar y la felicidad de una generación. Necesitamos la visión y la valentía de los jóvenes para los cambios necesarios”.

Tveit recordando Jerusalén, anunció que, para el Consejo Ecuménico de las Iglesias, “un compromiso preciso para los próximos años será el de trabajar por una paz justa en Jerusalén” y para todos los pueblos que viven en la ciudad, y en torno a ella.
“Somos responsables ante Dios, y los unos ante los otros, de la paz de nuestro tiempo y también de lo que decimos o no decimos para alcanzarla”, declaró.

Por su parte, el conocido rabino David Rosen, director del departamento de Asuntos Interreligiosos de la American Jewish Committee (AJC), comenzó hablando del concepto de peregrinación. “Una peregrinación es, por definición, mucho más que un viaje. Las palabras hebreas para peregrinación son 'aliyah la’regel', expresión que significa 'subida a pie'”, un concepto que tenía un significado tanto literal como espiritual: literal porque se subía desde los montes de Judea hasta el Templo de Jerusalén, espiritual o simbólica en el sentido de subir hacia Dios.

“Este concepto de peregrinación, de ascenso, es central en la visión profética del establecimiento del Reino de los Cielos en la Tierra, la visión mesiánica de paz universal”, añadió Rosen, citando después al profeta Isaías: “'Vendrán muchos pueblos y dirán: vayamos y subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que Él nos enseñe sus caminos y podamos caminar por sus senderos; ya que de Sión saldrá la ley y de Jerusalén la Palabra del Señor'. Él será juez entre las naciones y árbitro de los pueblos; destruirán sus espadas y harán arados de ellas y de sus lanzas podaderas. Una nación no se levantará contra otra y no aprenderán más el arte de la guerra” (Is 2,3-4).

Rosen retomó también un comentario del gran rabino Meir Simcha de Dwinsk, que vivió hace un siglo, quien distinguía la paz del arca de Noé de la visión profética de Isaías. Mientras que, en el primer caso, la paz era la única posibilidad, en la visión de Isaías nace del “conocimiento del Señor”, surge de la más íntima comprensión espiritual y de la libre voluntad.

“Para muchos en el mundo, la paz es una necesidad pragmática y esto es, en efecto, verdadero”, observó Rosen, pero la paz que anhelan los hombres y las mujeres es distinta: es “subir a la montaña del Señor”, es decir, “una idea de paz como expresión sublime de la voluntad divina y de la imagen divina en la que todo ser humano es creado”.
Haciendo un homenaje al beato Juan Pablo II, y expresando gratitud hacia su sucesor Benedicto XVI, el rabino recordó a los sabios del Talmud. “Nos enseñan --así explicó- que la paz no sólo es en nombre de Dios (…) sino que también es el requisito indispensable para la redención”.

Diverso fue el enfoque del secretario general de la Conferencia Internacional de los Estudiosos Islámicos (ICIS) y expresidente de Nabdlatul Ulama (NU), el indonesio Kyai Haji Hasyim Muzadi. Su reflexión comenzó con la constatación de que “muchos problemas entre los hombres sobre esta tierra, vienen de los que siguen una religión”, pero que esto no significa “que los problemas que surgen entre los hombres que pertenecen a una religión sean originados por la religión misma”.

Para el exponente musulmán, lo que genera conflictos y tensiones es el simple hecho de que “las religiones auténticas” “pueden tener seguidores que no son capaces de comprender su carácter saludable de manera plena y completa”, una carencia que puede llevar “a la distorsión de la religión misma”. “Toda religión posee identidad propia”, prosiguió Hasyim Muzadi, pero “un carácter común de toda religión es la esperanza para la creación de armonía entre los hombres, paz, justicia y prosperidad y un mejor nivel de vida”.

Su receta para llegar “a una armonía y coexistencia duraderas entre las religiones” es sencilla: “no se debería y no se debe cambiar lo que es distinto, y no se deben imponer los puntos de vista que no se comparten”, sostuvo el delegado musulmán, que advirtió también del peligro de instrumentalizar la religión. “Nuestro deber, como comunidades religiosas, es el de llevar a todos los creyentes la libertad de comprender verdaderamente el propio destino, y de corregir las comprensiones equivocadas de las religiones que llevan a conflictos sociales entre la humanidad”.

La representante de los “no creyentes” o agnósticos Julia Kristeva, prefirió, sin embargo, comenzar su reflexión con las conocidas palabras de Juan Pablo II: “¡No tengáis miedo!”. Según la filósofa y psicoanalista, estas palabras no están dirigidas únicamente a los creyentes, porque estas alentaban a resistir el totalitarismo”. “El llamamiento de ese Papa, apóstol de los derechos humanos, nos empuja también a no temer a la cultura europea, sino, al contrario, a osar el humanismo”.

“Frente a las crisis y a las amenazas que se agravan, ha llegado la edad de la apuesta”, continuó la francesa de origen búlgaro. “Osamos apostar por la renovación continua de las capacidades de hombres y mujeres de creer y conocer juntos. Para que en el 'multiverso' de vacío, la humanidad pueda perseguir todavía su propio destino creativo a largo plazo”, concluyó.

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Cuatro no creyentes con el Papa en Asís
Dos filósofos, una lingüista, y un comunista y economista
MADRID, viernes 28 octubre 2011 (ZENIT.org).- ¿Quiénes son los cuatro intelectuales, elegidos por Benedicto XVI para invitarles al encuentro de diálogo y oración por la paz y la justicia en Asís, que respondieron a su llamamiento? Guillermo Hurtado, mexicano; Julia Kristeva, una francesa de ascendencia búlgara; Remo Bodei, italiano y el austríaco Walter Baier. Todos ellos tienen una larga carrera de investigación y publicaciones: dos filósofos, una lingüista, y un economista y periodista.

Guillermo Hurtado

El filósofo mexicano Guillermo Hurtado, de 49 años, es miembro del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad de México UNAM. Estudió la licenciatura en filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y los grados de Bachelor of Philosophy in Philosophy y Doctor of Philosophy in Philosophy, en la Universidad de Oxford.

Es investigador del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM desde 1991.

Director del mismo Instituto de 2004 a 2012. Fue director de la revista Diánoia y forma parte de los comités editoriales de varias revistas.

Como autor único, ha escrito: Proposiciones russellianas, UNAM, México 1998; El búho y la serpiente. Ensayos sobre la filosofía en México en el siglo XX, UNAM, México 2007; Por qué no soy falibilista y otros ensayos filosóficos, México, Los libros de Homero, 2009; México sin sentido, México, UNAM/ Siglo XXI, 2011.

Como compilador: Filosofía analítica y filosofía tomista: diálogos con Mauricio Beuchot, Editorial Surge, México 2000; Subjetividad, representación y realidad, Facultad de Filosofía y Letras, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México 2001; Hermenéutica analógica: aproximaciones y elaboraciones, Editorial Ducere, México, 2003; con Alberto Moretti, La paradoja de Orayen, EUDEBA, Buenos Aires, 2003; con Elisabetta di Castro, Pensar la filosofía, UNAM, 2004; El Hiperión, Biblioteca del Estudiante Universitario, número 141, UNAM, México 2006; con Oscar Nudler, El mobiliario del mundo: ensayos de ontología y metafísica, UNAM, México 2007; con Gabriel Vargas, Mauricio Beuchot y José Alfredo Torres, La filosofía mexicana ¿incide en la sociedad actual?, México, Editorial Torres Asociados, 2008.

Julia Kristeva

Julia Kristeva, de 70 años, es humanista, lingüista, psicoanalista, filósofa y escritora.

Francesa de ascendencia búlgara, dedica sus investigaciones al estudio de la semiótica y la teoría literaria, orientando hacia estas materias las aportaciones del psicoanálisis y del marxismo. Inspiradora de la reorganización de la semiótica actual, contribución con la que expone sus nociones del texto como productividad, significancia y práctica significante. Sus investigaciones han contribuido a las ciencias de la comunicación.

Sus principales obras son: La revolución del lenguaje poético,1974; La travesía de los signos,1975; El texto de la novela,1976; Los poderes del horror, 1977; Polílogos,1977; El lenguaje, ese desconocido,1981; Historias de amor, 1984; Al principio fue el amor, 1985; The Kristeva reader,1986; Sol negro, 1987; Extranjeros como nosotros,1988; Georgia O’Keeffe,1988; Carta abierta a Harlem Désir,1990; Los samurais,1990; Las nuevas enfermedades del alma, 1993; El tiempo sensible, 1994; Posesiones, 1996; Sentido y sinsentido de la revolución, 1996; The Portable Kristeva, 1997; La revolución íntima, 1997; Contra la depresión nacional, 1998; Lo femenino y lo sagrado, 1998; Proust: cuestiones de identidad, 1998; Visiones capitales,1998; y El genio femenino, 1999.

Remo Bodei

El filósofo italiano Remo Bodei, de 73 años, nació en Cagliari, el 3 de agosto de 1938. Tras licenciarse en la universidad de Pisa, y una diplomatura de perfeccionamiento, obtuvo becas para las universidades de Tubinga y Friburgo, donde siguió las lecciones de Ernst Bloch y Eugen Fink, y la universidad de Heidelberg, donde siguió las lecciones de Karl Löwith y de Dieter Henrich. Desde 1969, enseña Historia de la Filosofía en la Escuela Normal Superior y, desde 1971, en la universidad de Pisa. Tras obtener una beca Humboldt para la Ruhr-Universität de Bochum (1977-1979), se convirtió en profesor visitante del King's College de Cambridge, Reino Unido (1980) y de la universidad de Ottawa (1983). Enseñó, varias veces, en la universidad de Nueva York y, recientemente, en la universidad de California, en Los Ángeles (desde 1992). Tiene la cátedra de Historia de la Filosofía en la universidad de Pisa.

Además de más de 200 artículos, sobre Pirandello, Gramsci, Weber, Foucault, etc, traducciones de Hegel, Rosenkranz, Bloch, Rosenzweig, Adorno, Kracauer, Todorov y Blumemberg, Remo Bodei publicó los siguientes libros: Sistema ed epoca in Hegel, Bolonia, 1975; con F. Cassano, Hegel e Weber. Egemonia e legittimazione, Bari, 1977 ; Multiversum. Tempo e storia in Ernst Bloch, Nápoles, 1983; Scomposizioni. Forme dell'individuo moderno, Turín, 1987; Holderlin: la filosofía y lo trágico, Madrid, 1990; Ordo amoris. Conflitti terreni e felicità celeste, Bolonia, 1991; Geometria delle passioni. Paura, speranza e felicità: filosofia e uso politico, Milán, 1991; Le forme del bello, Bolonia, l995; Le prix de la liberté, París, l995; Se la storia ha un senso, Bérgamo, l997; La filosofia nel Novecento, Roma, l997.

Los intereses filosóficos de Remo Bodei se centraron en sus inicios en la filosofía clásica alemana, el idealismo, la cultura y la estética del Goethezeit y finales del siglo XIX; luego se desplazaron hacia el pensamiento utópico de los siglos XIX y XX, y hacia la filosofía política contemporánea. En la última década, sus investigaciones se extendieron al mundo griego y romano, a san Agustín, y a la historia del concepto de individualidad y de pasión. Más recientemente orientó su búsqueda al tema del deseo, la función de las pasiones dirigidas a conseguir mejores condiciones de vida.

Walter Baier

El economista austriaco, Walter Baier, tiene 57 años. Es coordinador de la red Transform, un foro de investigación de la izquierda europea. Expresidente del Partido Comunista de Austria (KPÖ), representante del Austrian Social Forum, y editor del diario Volkstimme.

La página web de su partido da cuenta del encuentro de Asís y de su participación en el mismo. El KPÖ afirma que es la primera vez que se invita no sólo a los representantes de las religiones del mundo, sino también a personas del campo del “ateísmo”, entre ellos Walter Baier, expresidente del Partido Comunista y coordinador de los think tanks de la Izquierda Europea, “¡Transformar! Europa”.

La invitación vaticana a Walter Baier, está en la tradición del diálogo con movimientos católicos de hace más de diez años --dice la página web del partido comunista austríaco--, con entre otros, el fallecido presidente del Partido Comunista, Franz Muhri. Se ha mantenido un diálogo entre el Movimiento de los Focolares ecuménico y los comunistas de Austria, y se produjo una participación común en el Foro Social Mundial de Porto Alegre, Nairobi y Dakar.

“Dada la crisis económica mundial, los riesgos ambientales y los conflictos internacionales”, decía la invitación a Walter Baier –según la página web del partido--, Asís es una “señal de realismo y esperanza”.

No se trata, dice la página de ir “para lograr la nivelación de las diferencias ideológicas, sino la unificación de todas las fuerzas de buena voluntad para construir una convivencia humana pacífica, democrática y socialmente justa”.

Por Nieves San Martín

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Julia Kristeva: la apuesta de una humanista
La hipótesis de la destrucción no es la única posible
ROMA, viernes 28 octubre 2011 (ZENIT.org).- “El encuentro de nuestras diversidades aquí, en Asís, atestigua que la hipótesis de la destrucción no es la única posible”, observó la señora Julia Kristeva que propuso una “apuesta” por la capacidad de la humanidad para renovarse de modo creativo.

La filósofa y psicoanalista francesa, de origen búlgaro, Julia Kristeva (ver: http://www.zenit.org/article-40783?l=spanish), intervino ayer por la mañana en Asís, en la basílica de Santa María de los Ángeles. Era una de los invitados de Benedicto XVI que no están adscritos a ningún credo religioso. Habló en nombre del “humanismo”.

Señaló el poder de destrucción del hombre de hoy: “Por primera vez, el homo sapiens es capaz de destruir la tierra y a sí mismo en nombre de sus creencias, religiones o ideologías”.

Pero subrayó al mismo tiempo la capacidad actual de purificación de las creencias: “Por primera vez, también los hombres y las mujeres son capaces de volver a evaluar con toda transparencia la religiosidad constitutiva del ser humano”.

“El encuentro de nuestras diversidades aquí, en Asís, atestigua que la hipótesis de la destrucción no es la única posible”, señaló la filósofa antes de proponer esta “apuesta”: “La era de la sospecha no es ya suficiente” y “frente a la crisis y a las amenazas que se agravan, ha llegado la era de la apuesta: osemos apostar por la renovación perpetua de las capacidades de los hombres y de las mujeres para creer, a fin de que la humanidad pueda proseguir todavía durante largo tiempo sus destino creativo”.

Recordó el poder de la libertad humana: “Tras la Shoah y el Goulag, el humanismo tiene el deber de recordar a los hombres y a las mujeres que, si nos consideramos los únicos legisladores es sólo por la puesta en cuestión continua de nuestra situación personal, histórica y social, por lo que podemos decidir sobre la sociedad y la historia”.

La señora Kristeva afirmó la necesidad de hacer algo nuevo con la herencia de las diferentes tradiciones: “La memoria no es algo pasado: la Biblia, los Evangelios, el Corán, el Rigveda, el Tao nos habitan hoy. Para que el humanismo pueda desarrollarse y refundarse, ha llegado el momento de retomar los códigos morales, construidos en el curso de la historia, sin debilitarlos, para problematizarlos, renovándolos de acuerdo a las nuevas singularidades”.

Hizo un llamamiento a dar un lugar a la maternidad en la sociedad: “Las luchas por una equiparación económica, jurídica y política, necesitan una nueva reflexión sobre la opción y la responsabilidad de la maternidad. La secularización es todavía la única civilización que adolece del discurso sobre lo materno. Este lazo pasional entre la madre y el niño, por el cual la biología se convierte en sentido, alteridad y palabra, es una 'religación' que, diferente de la función paterna y de la religiosidad, las completa y participa totalmente en la ética humanista”.

La psicoanalista evocó la importancia del “cuidado” del otro en la sociedad: “La solicitud amorosa hacia el otro, el cuidado de la tierra, de los jóvenes, de los enfermos, de los minusválidos, de los envejecidos dependientes son experiencias interiores que crean proximidades nuevas y solidaridades inauditas”.

Por Anita S. Bourdin

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Muchas creencias a la búsqueda de una única verdad
El encuentro de Asís en la opinión de peregrinos de varias religiones
ASÍS, viernes 28 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Para los peregrinos de todas las confesiones reunidas en Asís, Italia, este jueves 27 de octubre, para la jornada de reflexión, diálogo y oración para la paz y la justicia en el mundo, sobre el tema “Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz”, el juicio es unánime: es “un evento histórico” y de “enorme importancia”.

Una multitud compuesta y pacífica comenzó a reunirse desde las primeras horas de una mañana húmeda y fría delante de Santa María de los Ángeles. Las fuerzas del orden y los voluntarios fueron muy rigurosos en la gestión del flujo para que nadie se quejase de las esperas o del cansancio.

El santo padre llegó en torno a las 10.30 y las aclamaciones fueron unánimes. Se alzaron gritos de alegría y alguno comenzó a gritar “Esta es la juventud del Papa”, tan popular durante la última Jornada Mundial de la Juventud en Madrid.

A primeras horas de la tarde en Asís brillaba el sol, justo cuando el papa Benedicto XVI y todos los líderes religiosos fueron de la Porciúncula a la plaza de la basílica de San Francisco.

Al encuentro, acudieron personas de toda nacionalidad y edad. ZENIT optó por recoger las impresiones del evento comenzando por los más jóvenes.

Había una escuela de Latina, segunda clase del liceo científico Ettore Majorana. “Según vosotros, llegaremos alguna vez a la paz en el mundo?”, preguntamos a tres estudiantes de quince años. “Quizás dentro de un centenar de años...”, responde aparentemente desconsolada una chica. Poco después una compañera suya de clase observa que “sin Dios todo sería más difícil porque todo dependería de los hombres”.

Nos encontramos después con un grupo de franceses, provenientes de Normandía. “Es un evento histórico que repite la misma alegría de hace 25 años --comentó uno de ellos-. Me pareció muy emocionante el discurso del santo padre, sobre todo cuando habló de trabajar por la paz, de crear una comunidad. Esta es la esperanza que da la religión”.

Entre los peregrinos, destacaban muchos voluntarios que tomaron este evento como una ocasión para el apostolado. Era el caso de una señora de Asís que comentaba: “Me siento implicada, en cuanto a creyente, porque, además de hacerme útil para la comunidad vivo de forma cercana este encuentro con el papa”.

¿Es posible hacer apostolado con quien no cree en Dios o tiene un credo distinto? “Podemos hacerlo poniendo en práctica los valores de la acogida y de la caridad --prosigue la voluntaria-. Debemos comportarnos como verdaderos cristianos todos los días de nuestra vida, transmitir la importancia de fe en la cotidianidad. La fe que se nos enseña no debe quedar como pura teoría”.

Ya había llegado el santo padre cuando nos encontramos con una joven turca cubierta con su chador: es una estudiante de la Universidad Pontificia Gregoriana. “Hemos sido creados todos por Dios --observó-. Somos todos importantes, prescindiendo de la religión y de la nacionalidad. Hay valores como la dignidad de la persona y los derechos humanos que son fundamentales para vivir en paz”.

Sobre la condición de la mujer en los países con mayoría musulmana, nuestra interlocutora islámica afirma que la cuestión “es uno de los prejuicios más comunes con respecto del Islam. A nivel teológico no veo ninguna controversia en este tema”.

En Japón, el porcentaje de los creyentes es muy bajo, sobre todo entre los jóvenes. Sin embargo, “sobre todo después del trágico suceso del tsunami del pasado 11 de marzo, mucha gente descubrió la fe y la espiritualidad”. Nos lo recuerda un joven japonés, representando a una delegación sintoísta cuyo líder estaba en la tribuna con el santo padre.

Destacaba entre la multitud el sari naranja de una monja hindú que nos dice: “Me siento muy cercana a Benedicto XVI: la jornada de hoy ha sido un gesto bellísimo, un mensaje de esperanza y de paz. Entre las palabras maravillosas que he escuchado, me ha llamado la atención particularmente la idea de un Dios que es amor. La palabra 'amor' nos une a todos”.

Nuestra monja hindú concuerda con el discurso de Acharya Shri Shrivatsa Goswami, representante de su religión. “He apreciado sus palabras --añade-. Es necesaria una ética sana en la gestión de la economía y en la justa distribución del trabajo, del dinero y de los recursos. Las religiones deben hacerse portavoz de este compromiso y la jornada de hoy ha sido otro paso adelante en esta dirección. También la sacralidad de la vida es un valor que cualquier fe religiosa comparte”.

Por Salvatore Cernuzio, Britta Dörre, Luca Marcolivio

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Santa Sede


¡Bravo! para 'L'Osservatore Romano'
En su 150 aniversario
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 28 octubre 2011 (ZENIT.org).- L'Osservatore Romano ha sido galardonado con el premio Bravo de Prensa 2011, conferido por la comisión de los medios de comunicación social de la Conferencia Episcopal Española.

El diario vaticano, cuya labor ha sido reconocida con motivo de su 150 aniversario, dedica una noticia al tema.

Con este galardón, “la comisión ha querido reconocer el ejemplar recorrido de comunicación, al servicio de la Santa Sede y de la Iglesia Universal”, que L'Osservatore Romano, “el periódico del papa, está realizando desde hace 150 años, así como su esfuerzo editorial para llegar al mayor número de lectores de todo el mundo, con sus ediciones semanales en distintas lenguas, entre las que destaca la que, desde hace casi dos años, es distribuida en España a través del periódico La Razón”, afirma el diario vaticano.

La información religiosa, política y social ofrecida por L'Osservatore Romano y “sus lúcidos comentarios sobre lo que sucede cotidianamente en la Iglesia y en el mundo, constituyen una contribución importante para la nueva evangelización”, añade el cotidiano de la Santa Sede.

La finalidad del premio, que es otorgado por la comisión del episcopado español junto a otros relacionados con los diversos sectores de la comunicación social, es el reconocimiento de la obra meritoria de todos esos profesionales que, en los diversos medios de comunicación, se distinguen “por el servicio a la dignidad del hombre, a los derechos humanos y a los valores evangélicos”. Los premios fueron sido instituidos por la Conferencia Episcopal Española hace cuarenta años, a la luz de las enseñanzas del concilio Vaticano II, para manifestar el aprecio de la Iglesia por las comunicaciones sociales. 

En la larga lista de premiados de estas últimas cuatro décadas hay prestigiosas personalidades del mundo de la comunicación y de la cultura: comenzando con el periodista Manuel Lozano Garrido ("Lolo"), muerto en noviembre de 1971 y beatificado el 12 de junio de 2010, seguido, entre otros, por Pedro Laín Entralgo, Miguel Delibes, el jesuita Miguel Batllori, Joaquín Navarro Valls, Julián Marías, Olegario González de Cardenal, José Jiménez Lozano, monseñor Antonio Montero, Paloma Gómez Borrero y Juan Manuel de Prada.

ZENIT recibió el premio ¡Bravo! 2004 de Nuevas Tecnologías, "por haber logrado aprovechar de manera excelente la aportación de la tecnología informática, especialmente Internet, para ponerla al servicio de la comunicación social, sobre todo de la información religiosa, logrando así hacer llegar la vida y pensamiento de la Iglesia a numerosos medios de comunicación y a cientos de miles de personas de todo el mundo".

Ver los restantes premiados de este año en: http://www.zenit.org/article-40788?l=spanish.

Por Nieves San Martín
 

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Mundo


Entre anuncio evangélico y sociologismo
Los obispos franceses hablan de las elecciones presidenciales de 2012
Por Stefano Fontana*

VERONA, viernes 28 octubre 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos el artículo de Stefano Fontana, director del Observatorio Internacional Cardenal Van Thuân sobre Doctrina Social de la Iglesia, en el que reflexiona sobre la reciente nota pastoral de los obispos franceses.

Con una articulada nota pastoral del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal, con fecha 3 de octubre de 2011, los obispos de Francia hablan sobre las cuestiones morales implícitas en la próxima campaña electoral para la elección del presidente de la República y la renovación del Parlamento, prevista para 2012.

La nota comienza poniendo en evidencia las principales transformaciones en acto de la escena internacional y nacional: el aumento de los conocimientos científicos y tecnológicos que pone en las manos de los hombres un poder enorme sobre la misma vida humana, la pérdida de homogeneidad cultural de las sociedades europeas, seguido de los fenómenos de migración, la proliferación de los derechos subjetivos a detrimento de la cultura de los deberes.

Estas transformaciones cambian las costumbres, influencian las leyes y ponen un problema moral fundamental, dado que las leyes no pueden reducirse a seguir las costumbres.

Los cristianos deben tener en todas las circunstancias fe y empeñarse en la defensa de la dignidad de la persona humana y de los más débiles.

Con esto no se necesita esperar de la política –afirman los obispos- más de lo que ella nos puede dar. Las elecciones políticas no serán suficientes para afrontar los desafíos que esperan a los franceses. El modelo de economía y los estilos de vida muestran también límites y fragilidad que requieren un empeño más amplio de la misma política.

La nota afronta una serie de temas de principal importancia moral y política para las elecciones. Aquí el elenco: vida naciente, familia, educación, ciudad, ambiente, economía y justicia, cooperación internacional e inmigración, incapacitados, fin de la vida, patrimonio cultural, Europa, laicidad y convivencia social. Para cada argumento vienen brevemente expuestas las indicaciones éticas de los obispos.

La Nota se concluye con una invitación a tomar en mano la enseñanza social de la Iglesia y, con la ayuda de algunas citaciones del magisterio, se reitera el rol de la Iglesia en confrontación con las problemáticas políticas.

Esta es en resumen la exposición de la nota. Si ahora podemos permitirnos cualquier observación evaluadora, notamos que las indicaciones son prevalentemente ético-sociológicas. En gran parte, contienen consideraciones de moral común. No se encuentra una especificidad religiosa católica. No se menciona, por ejemplo, el “lugar de Dios en el mundo” y no se hace presente que continúa siendo fundamental la solución vertical de los problemas. De este modo las indicaciones ofrecidas por la nota son sobre todo horizontales, similares a otras indicaciones de otras agencias sociales o éticas.

Una segunda observación hace referencia a los principios no negociables. Todos los temas son presentados como si tuvieran la misma importancia para guiar al elector en su decisión electoral. Es verdad que algunos son puestos primero en el elenco – vida, familia, educación – pero no se dice que también deben ser los primeros en guiar el juicio político. Sin esta precisión, el elector católico pondrá sobre el mismo plano la defensa de la vida y las problemáticas de la inmigración, la protección de la familia y la consolidación del proceso de integración europea.

Se puede entender que en esta ocasión los obispos franceses tratan de hablar a todos y no sólo a los católicos. Seguramente por esto utilizan un lenguaje poco religioso y prevalentemente moral y social. Cuando se atenúa sin embargo la especificidad del lenguaje se termina por no satisfacer ni a los católicos ni a los otros ciudadanos. De la Iglesia todos esperan un mensaje primero que todo religioso y no genéricamente moralizante ya que la Iglesia considera todas las cuestiones morales, sociales y políticas, a la luz del Evangelio de Jesucristo. Esto no les impide poner en evidencia también la dimensión moral, social y política, con mayor razón.

* Stefano Fontana es director del Observatorio Internacional Cardenal Van Thuân

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España: ¡Bravo! especial a la JMJ 2011
'L'Osservatore Romano', Radio Exterior, y rezando.voy, premiados entre otros
MADRID, viernes 28 octubre 2011 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal Española (CEE) concedió un premio ¡Bravo! Especial a la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011. Así mismo reconoció la labor, entre otros, del diario vaticano L'Osservatore Romano, Radio Exterior de España, la periodista televisiva Inmaculada Galván, o el portal de oración rezando.voy, de iniciativa jesuita.

El jurado designado por la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (CEMCS), constituido en Madrid el 26 de octubre de 2011, otorgó los "Premios ¡Bravo!" que concede anualmente la CEMCS, con el fin de “reconocer, por parte de la Iglesia, la labor meritoria de todos aquellos profesionales de la comunicación en los diversos medios, que se hayan distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos”.

El jurado decidió otorgar los siguientes “Premios ¡Bravo!”: Especial, para la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011; de Prensa para L’Osservatore Romano, en su 150 aniversario; de Radio para Radio Exterior de España; de Televisión para Inmaculada Galván; de Cine para De dioses y hombres; de Música para el Orfeón Donostiarra; de Nuevas Tecnologías para www.rezandovoy.org al Trabajo Diocesano en Medios de Comunicación para Jordi Piquer Quintana; y de Publicidad parala cuña de Spot de Casa Tarradellas 2011, Como en casa en ningún sitio, Agencia Villar-Rosàs.

El Jurado para la concesión de estos Premios ¡Bravo! estaba compuesto por el arzobispo de Urgell y miembro de la CEMCS Joan Enric Vives, que actuó como presidente; y los vocales: Carlos Granados, director de la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC); Javier Nó, decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca; Rafael Ortega, periodista y presidente de la Unión de Informadores y Periodistas de España (UCIP-E); Jesús de las Heras, periodista y director de la revista Ecclesia; José Luis Restán, director general de contenidos de la Cadena COPE; Isidro Catela, periodista y director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española; Juan Orellana, crítico de Cine y director del Departamento de Cine de la CEMCS; y José Gabriel Vera, periodista y director del Secretariado de la CEMCS, que actuó como secretario del Jurado.

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Flash


Argentina: Campaña a favor de la vida
Invitan a firmar cartas dirgidas a la presidenta Cristina Fernández
BUENOS AIRES, viernes (ZENIT.org).- La página web yocreo.com ha iniciado una campaña en favor de la vida con una campaña de cartas dirigidas a la recién reelegida presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner.

“Comenzamos una campaña/petitorio con el objeto de reunir firmas de Argentina y del mundo para hacer llegar a la presidenta Cristina Kirchner, a favor de la vida desde el momento de su concepción”, afirman los organizadores.

La carta dirigida a la presidenta Fernández afirma: “Somos un grupo de ciudadanos preocupados por todos los proyectos de ley que fueron presentados en el Congreso de la Nación contrarios a la vida y a favor del aborto”.

“Consideramos –añade- que la vida es el primero y fundamental entre los derechos humanos. Así lo consagran nuestra legislación y los pactos internacionales suscriptos por nuestro país”.

Por eso, subraya, “si la vida debe ser respetada durante toda la existencia de una persona, merece mayor protección durante los primeros momentos de la misma. En el seno materno, un niño inocente debe ser defendido por un país como el nuestro, y nadie debe considerarse con derecho a matarlo”.

Apela “a su conocida opción personal y política en defensa de la vida y los derechos humanos para que el bloque oficialista que acompaña su gestión no respalde propuestas contrarias a la dignidad de los seres humanos”.

Y en última instancia, --concluye el mensaje- “confiamos en su determinación de no promulgar leyes que violenten el mayor derecho inalienable del hombre y de la mujer”, “convencidos de que su condición de mujer y de madre priorizará la vida sobre la muerte”.

Más detalles de la campaña se pueden ver en: www.yocreo.com, y se puede firmar la carta en el enlace: http://www.yocreo.com/petitorio_por_la_vida.html.

La página web yocreo.com tiene entre sus objetivos: tender puentes que unan los discursos con las realidades, la catequesis con la vida; defender la vida desde el momento mismo de su concepción; orientar a padres, docentes y líderes; ofrecer material de apoyo; difundir los comportamientos heroicos de aquellos que además de cumplir con su trabajo, aportan un valor agregado a la sociedad; exponer las acciones de Responsabilidad Social Empresarial de aquellas organizaciones manifiestamente comprometidas con el medio ambiente, el desarrollo sostenible y la promoción humana; impulsar la idea de que vivir en Dios y en una sociedad más justa supone la renuncia a prácticas inmorales; promover la buena lectura como herramienta para el crecimiento personal.

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Espiritualidad


La comunión de los santos
Por Lluís Martínez Sistach, cardenal arzobispo de Barcelona
Publicamos la carta dominical para el próximo 30 de octubre del cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona, con el título “La comunión de los santos”.

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En nuestra cultura y en nuestras tradiciones están muy presentes dos fiestas cristianas que celebramos muy unidas. Se trata de Todos los Santos y los Difuntos. Son dos solemnidades riquísimas de contenido teológico y espiritual. Se trata de la Iglesia de los santos y de la Iglesia que se purifica, respectivamente.

La solemnidad de Todos los Santos da el tono de entrada a todas las demás fiestas. Es la solemnidad de la asamblea celestial. Martimort, experto en liturgia, decía que la Iglesia no tiene una edad de oro histórica, como por ejemplo en las literaturas, a la cual sea normal referirse como clásica. La edad de oro de la Iglesia es celestial. En cualquier época de la historia, la Iglesia terrenal lleva en ella la presencia del Reino de Dios.

Desde el siglo V se hace memoria de los santos en las plegarias eucarísticas y su culto se desarrolla de forma progresiva. Comenzó haciendo memoria de los mártires de cada iglesia diocesana y de los mártires más famosos de las otras diócesis. Una fiesta de Todos los Santos ya es conocida en el siglo V en unas cuantas Iglesias de Oriente, desde donde pasó a Roma. El 13 de marzo de 610, el Papa Bonifacio IV transformó en iglesia el Panteón romano y lo dedicó a María y a los mártires, e hizo de este día la fiesta de Todos los Santos, que el año 835 el papa Gregorio IV pasó al día 1 de noviembre.

La fiesta de Todos los Santos pone de relieve la vocación universal de los cristianos a la santidad. Esta es la primera y fundamental vocación de los bautizados y es expresión de su gran dignidad.

La plegaria por los difuntos es una de las prácticas cristianas que nos viene desde los mismos orígenes, y de alguna manera podemos decir que es una práctica con unas raíces religiosas profundas, aunque en la fe cristiana adquiera una nueva dimensión totalmente propia. El sentido cristiano de esta plegaria por los difuntos se fundamenta en la comunión con los que han muerto y en la experiencia de la condición pecadora que nos corresponde. Con esta plegaria encomendamos a los difuntos a la misericordia de Dios. El fundamento de esta plegaria de intercesión es la fe y la comunión cristianas en la fuerza de la muerte y de la resurrección de Cristo.

La comunión de los santos consiste en que entre todos los cristianos que integran la Iglesia en cualquiera de sus tres etapas -peregrina, purgante y triunfante- existe una verdadera comunicación espiritual de bienes, como consecuencia de la unión de todos los creyentes con Jesús y en la Iglesia, que es su Cuerpo. Los cristianos gozamos de un patrimonio común formado por los méritos de Cristo y las buenas obras y la plegaria de la Virgen Santísima y de los santos.

Nuestra fe cristiana es culto a la Vida y proclamación de que la muerte no tiene la última palabra en la historia humana, porque nuestro Dios es un Dios de vivos y, por el Espíritu Santo, nos da la Vida en Jesucristo resucitado. Estas fiestas dan su sentido auténtico a la muerte, una realidad profundamente humana. Resulta evidente lo que afirma el Concilio Vaticano II cuando dice que la muerte "es el mayor enigma de la vida humana". Sin embargo, Jesús ilumina este enigma con sus palabras: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá." La muerte, para un creyente en Cristo, es ciertamente el punto final de la vida terrenal, pero es también la aurora de una vida nueva y feliz en la posesión de Dios por toda la eternidad.

+ Lluís Martínez Sistach

Cardenal arzobispo de Barcelona       

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Iglesia en proceso de conversión
Por monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, viernes 28 octubre 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos el artículo escrito por el obispo de San Cristóbal de Las Casas, México, Felipe Arizmendi Esquivel, en el que habla de una Iglesia en proceso de conversión.

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VER

En el encuentro que tuvimos sacerdotes, religiosas y laicos de nuestra diócesis para analizar los cambios que viven los pueblos y los retos que plantean a la pastoral, subrayamos lo siguiente, que compartimos porque puede servir en otras latitudes:

Chiapas ha disminuido un poco su pobreza extrema, pero seguimos en los últimos lugares en desarrollo, educación, vivienda, salud y seguridad social. Los jóvenes han cambiado mucho y no los atendemos adecuadamente. Hay otros modelos de familia, distintos al tradicional. Sigue decreciendo el número de católicos, fenómeno que se repite en toda la nación y el continente. Muchas personas se sienten atraídas por ofertas religiosas, también católicas, distintas a las nuestras, lo que genera divisiones y desgastes internos dolorosos. Nos sentimos rebasados, interpelados, dispersos, cuestionados, pequeños, ante cambios que amenazan con arrollarnos. Hemos idealizado algunas cosas y necesitamos ser autocríticos.

Sin embargo, vivimos un momento de gracia, porque Dios permite que reconozcamos tanto nuestras limitaciones como nuestras riquezas que nos animan. Experimentamos paz, porque hay mucha vida y muchos laicos comprometidos. Percibimos que surgirá una nueva semilla y nos sentimos muy motivados a trabajar en esperanza, pues hay directrices diocesanas claras.

JUZGAR

Alguien podrá pensar que, al analizar la realidad actual y esforzarnos, desde el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, por responder a los retos que plantea, nos estamos saliendo de nuestra identidad y misión. Como una persona de Saltillo que envió una carta anónima a todos los Obispos del país y a la Congregación para los Obispos en Roma, en que, desinformado y malinterpretando lo que hacemos o decimos, acusa a varios de nosotros de diversas cosas. ¡Lo que tenemos que soportar! Todo sea por el Reino de Dios y su justicia.

Ante estas situaciones, decimos en Aparecida: “Nos encontramos ante el desafío de revitalizar nuestro modo de ser católico y nuestras opciones personales por el Señor, para que la fe cristiana arraigue más profundamente en el corazón de las personas y los pueblos. Esto requiere una evangelización mucho más misionera” (DA 13).

“Las condiciones de vida de muchos abandonados, excluidos e ignorados en su miseria y su dolor, contradicen el proyecto del Padre e interpelan a los creyentes a un mayor compromiso a favor de la cultura de la vida. El Reino de vida que Cristo vino a traer es incompatible con esas situaciones inhumanas. Si pretendemos cerrar los ojos ante estas realidades no somos defensores de la vida del Reino y nos situamos en el camino de la muerte: ‘Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte’ (1 Jn 3,14)”. (DA 358).

ACTUAR

¿Qué hacer? Nos propusimos: Salir al encuentro de las personas, acompañarlas. Conocer la realidad. No sólo ver la paja en el otro sino la viga que llevamos. Abrirnos con creatividad y lenguaje nuevo a la gente que no llega a la Iglesia. Confiar en que somos luz y levadura; algo pequeño, pero eficaz. Desinstalarnos para llevar la buena nueva de Jesús; romper la inercia y la monotonía pastoral. Necesitamos conversión personal y pastoral. Es tiempo de despojarnos, para dejarnos conducir por el Espíritu. Renovar nuestra espiritualidad. Volver a las fuentes. Ser testimonio vivo y creíble. Tener espíritu misionero y un trato amable con todos, dentro y fuera; tolerancia. Ser hombres y mujeres de fe; animarnos unos a otros y ser agentes de esperanza.

Fortalecer el trabajo con los niños. Atención a los jóvenes, desde la adolescencia. Elaborar un plan de pastoral familiar. Incrementar la pastoral penitenciaria. Consolidar la pastoral de migrantes. Apoyar de manera más decidida la participación de las mujeres. Pastoral de la comunicación. Prepararnos para manejar la violencia y hacer procesos de reconciliación. Que nos dejemos ayudar por los laicos y darles más responsabilidad. Formar servidores que impulsen la labor evangelizadora. Permanecer fieles como María.

+ Felipe Arizmendi Esquivel

Obispo de San Cristóbal de Las Casas

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Mensaje a nuestros lectores


Descanso de ZENIT en Todos los Santos
 
Queridos lectores/as:

El lunes 31 de octubre y el lunes 1 de noviembre, no saldrá la edición diaria de ZENIT.
Reanudaremos la publicación el martes 2 de noviembre en edición reducida, y el miércoles 3 de noviembre en formato completo.

Aprovechamos la ocasión para desearles una buena fiesta de Todos los Santos y unirnos a sus oraciones en la jornada dedicada a los difuntos.

Gracias por la atención que nos dedican.
Con afecto,

Todos los que trabajan en ZENIT para servir a la Buena Noticia.

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