13.11.11

No a las iglesias paralelas hechas a “medida”

A las 8:00 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General
 

Durante estos últimos días diversos obispos españoles, Santiago de Compostela, Madrid, y Bilbao, han parado los pies a ciertos personajes titulados a sí mismos como “teólogos”, quienes iban a impartir alguna conferencia o dirigir un cursillo. Tales personas son charlatanes de feria de las vanidades, pero “teólogos” ni mucho menos.

Ellos y sus palmeros han puesto el grito en los techos, hablando de anulación de la libertad de expresión, pisando el derecho de los escuchantes a oír sus soflamas.

Desde el Vaticano acaban de cortar en raíz estos desmanes con un claro mensaje: Basta con las iglesias paralelas a “medida”. Desde Austria hasta toda Hispanoamérica estas salidas de patas de banco son habituales.

En este frenazo vaticano se incluyen a los religiosos que campean a su aire, sin importarle un pimiento la pastoral diocesana y las directrices de los planes pastorales. Desde que tengo uso de la razón dentro de la Iglesia esta problemática la he vivido de muchas maneras.

Andaba de monaguillo. Acudía un religioso agustino de campanillas a predicar la novena, en pleno verano andaluz, dedicada a la Virgen del Carmen. Los curas de la parroquia procuraban acompañarlo para que no estuviera solo como un perro. En las conversaciones se notaba cómo el fraile se jactaba de sus escapadas conventuales como una liberación del yugo del superior, siempre vigilante de la comunidad.

Andaba de estudiante. Convivía en clase con alumnos de varias congregaciones religiosas. Estábamos en la Facultad de Teología. Una conversación muy usual era sobre la exención que los religiosos tenían de la obediencia directa al obispo de turno. Ellos tenían una iglesia paralela a medida.

Andaba de cura de parroquia. Tenía como vecina a otra feligresía, regida por los Oblatos de María Inmaculada. En ellos encontré siempre el sentido de fe y vivencia pastoral en torno a la diócesis y su obispo. Además, gracias a ellos, conocí con hondura la congregación de los Oblatos tanto en España como fuera de ella.

Estos no tenían una iglesia paralela a medida. Eran eficaces compañeros en el servicio pastoral, eran amigos de corazón y, aunque, han muerto, todos los días rezo por el eterno descanso de sus almas. Uno de ellos vive en Roma donde lee a diario este Blog.

Estoy de acuerdo con la decisión vaticana. Los obispos deben colaborar a que los malos ejemplos que se han dado en los últimos años no se repitan. Tengo información confidencial, imposible de publicar, de la situación en un lugar de Hispanoamérica, donde estas situaciones irregulares están en la vida ordinaria de aquella Iglesia.

Los blogueros hacemos una tarea importante: somos altavoces de los sucesos, de las personas y de todos los que desean una iglesia paralela hecha a su medida. Por esto firmo lo que acabo de escribir.

Para saber más hagan clic aquí.

Tomás de la Torre Lendínez