15.11.11

México: una “reconciliación” institucional

A las 3:36 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América, Iglesia en México
 

En este caso no se cumplió el refrán: “lo que mal empieza, mal acaba”. Porque la relación institucional entre la Iglesia y el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, pinta para concluir en mejores términos de cómo comenzó. Tantos fueron los desencuentros en el pasado, entre el mandatario y los obispos, que se llegó a especular si el político había dejado de ser católico para convertirse en cristiano evangélico. Ahora las cosas parecen cambiar.

Así lo demostró una inédita cena que tuvo lugar en la residencia oficial de Los Pinos de la Ciudad de México el pasado lunes 7 de noviembre, al inicio de la asamblea general del episcopado. Encabezados por el nuncio apostólico Christophe Pierre y por el presidente de la Conferencia Episcopal, Carlos Aguiar Retes, cardenales, arzobispos y obispos compartieron “el pan y la sal” con las autoridades políticas del país.

Más allá del gesto de cortesía, el encuentro se convirtió en una verdadera y propia “reconciliación”, no sólo por el ambiente ameno sino también porque tan a gusto se sintieron los comensales que prolongaron su tertulia casi dos horas más de lo establecido, cuando originalmente se había pactado una conclusión por ahí de las 21:00 horas.

La cita fue significativa porque esta vez el presidente escuchó a los obispos, entrando en un intercambio de opiniones franco y sereno. Todo parece indicar que, por fin, Calderón cayó en cuenta que resulta imposible sostener un diálogo con una institución como la Iglesia dando discursos unilaterales y desoyendo las inquietudes de los pastores.

Con la elección presidencial de julio de 2012 a la vuelta de la esquina, no pocos vieron en la invitación del mandatario un gesto interesado, electorero. Puede ser. Una cosa es cierta: en una coyuntura difícil para México es mejor mantener abiertos y aceitados los vínculos entre las instituciones del país. Especialmente ahora, que el sucesor de Pedro visitará tierra azteca.

Serafines susurran.- Que el Papa Benedicto XVI decidió premiar con una importante promoción al nuncio apostólico en Argentina, Adriano Bernardini. El clérigo fue designado hoy como embajador del Vaticano ante Italia, puesto clave para la diplomacia de la Santa Sede.

Nada menos que ocho años y siete meses estuvo en Buenos Aires, todo un récord. Esa “longevidad” no fue casual, a él le tocó lidiar con numerosas y graves crisis bilaterales, siendo víctima de una difícil relación institucional. Los malhumores del gobierno argentino impidieron su cambio en diversas ocasiones, por temor a que la Casa Rosada no aceptase las propuestas de sustitutos.

En contraparte eso le dio la posibilidad de conocer profundamente la Iglesia argentina. Alcanzó a visitar todas las diócesis 70 del país, le tocó gestionar el nombramiento de 35 obispos, promovió la creación de la prelatura de Esquel (en la sureña provincia de Neuquén) y de la diócesis de Oberá, en la provincia de Misiones. Dejará un legado difícil de igualar.

Querubines replican.- Que también Perú se apresta a realizar cambios en su relación diplomática con El Vaticano. El embajador de ese país ante la Santa Sede, Alfonso Rivero, se despidió apenas ayer del Papa Benedicto XVI durante una breve audiencia privada en el Palacio Apostólico de Roma. Por ahora no se tienen noticias sobre quién lo sustituirá, nombramiento que deberá decidir pronto el nuevo presidente peruano Ollanta Humala.

Nota bene.- Apenas este último octubre Sacro&Profano cumplió un año de ser hospedado en el sitio español Infocatólica. Han sido 12 meses de intenso trabajo y de compartir el crecimiento sostenido en un proyecto digital de largo alcance. Desde el desembarco en 2010 en esa plataforma, las visitas de este blog se han multiplicado. Esas se deben sumar a las registradas por la versión mexicana (y original) de este diario en internet. Así, desde su nacimiento, Sacro&Profano ha recibido unas 424 mil 162 visitas, de las cuales 305 mil 615 visitas únicas. Una alegría y un compromiso. Gracias a todos, a quienes leen y a quienes apuestan –todos los días- a este proyecto.