2.12.11

 

Valeska Paris tenía 14 años cuando firmó un contrato con una grupo de élite de la Cienciología que la vinculaba con la secta por mil millones de años. A los 18 el principal líder de la organización religiosa la envió a un crucero en el que permaneció encerrada por más de una década. Ahora la historia de esta mujer ha salido a la luz pública.

Según explican los Informativos Telecinco, Valeska nació en el seno de una familia suiza que pertenecía a la Iglesia de la Cienciología. A los seis años fue trasladada a una sede de la Cienciología en Reino Unido, en donde se integró rápidamente al ala juvenil del movimiento religioso.

A los 14 años firmó un contrato que la vinculaba para siempre a la Cienciología y que pasaba por encima incluso de los lazos familiares, según publicó el portal de la cadena ABCNews. Sin embargo, cuando tenía 18 años comenzaron sus problemas. Su madre, fervorosa seguidora de la secta de L. Ron Hubbard durante años, denunció ante la televisión francesa a la organización, después del suicidio de su ex-marido.

Acusaba a la Cienciología de haberlo arruinado y de haberse quedado con su fortuna. La cosa empezó a tomar tal cariz que el líder religioso David Miscavige, al que Valeska define como “un psicópata”, decidió intervenir y alejar a la entonces adolescente de su familia.

Miscavige decidió enviarla al crucero ‘Freewinds’, al que en un vídeo promocional esta iglesia define como “a la vanguardia de un creciente movimiento mundial hacia el progreso espiritual”. De la decisión de enviar a la joven a su ’salvación’, se enteró Valeska dos horas antes de su traslado, aseguró ahora, 12 años después.

“Fui obligada y le decían a mi madre que había atacado a la iglesia y que necesitaba desconectar radicalmente de ella”, dijo. “David decidió que participara en el buque, me enteré dos horas antes de mi vuelo, me despertó por la mañana y me enviaron a la nave por, supuestamente, dos semanas”.

Fue llevada al barco contra su voluntad y le quitaron el pasaporte. Durante los primeros seis años de su encierro, cuando el ‘Freewind’ atracaba sólo podía salir acompañada y fue obligada a trabajar en la sala de máquinas del crucero. A veces sus “jornadas laborales” podían durar dos días completos. “Hacía calor y olía mal, la estancia no es agradable. Me enviaron allí en un principio durante 48 horas seguidas sin dormir”, añadió.

Era un barco que sólo navegaba por las aguas del Caribe y en pocas ocasiones atracaba en puertos de pequeñas islas, por lo que era difícil escapar. “En ese momento yo tenía 18 años, había estado todo mi vida en la Cienciología y yo no sabía cómo escapar”, contó Valeska.

¿Por qué no consiguió escapar Paris?, se pregunta Onda Cero. La realidad es que el Freewinds tiene una ruta de navegación relativamente pequeña, viajando por el Caribe y en ocasiones atracaba en las islas pequeñas. “Yo no quería estar allí, dejé claro que no quería y fui considerada como practicante de una mala ética, lo que significa que David no consideró correcto mi pensamiento”, dijo.

La Iglesia de la Cienciología rechazó comentar la historia de Valeska, aunque envió una carta a la publicación amenazando con iniciar acciones legales. Además, calificó como una falsedad que Valeska Paris estuviera en el ‘Freewind’ contra su voluntad y le recordó que podía ser acusada de violar el contrato de confidencialidad que tiene con la secta.

“Por supuesto que Valeska no fue obligada a estar ahí, menos a trabajar en la sala de máquinas. El Freewinds es un lugar maravilloso y ella misma lo dijo en varias ocasiones”, aseguró la Iglesia de la Cienciología, que siguen numerosos actores de Hollywood, en un comunicado.