9.12.11

Eppur si muove - ¿Es malo ser radical?

A las 12:04 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Eppur si muove
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Algunas personas, teólogos o historiadores, se quejan de que, actualmente en España existe una jerarquía a la que llaman “radical y conservadora” (José María Laboa, historiador, dixit en Religión Digital).

En realidad resulta curioso que se acuse a alguien de cumplir con la misión que tiene que cumplir y que eso se le eche en cara como si se tratase de un mal o daño que sería conveniente atajar, evitar y hacer desaparecer.

Conviene, cuando se escribe de una cosa, atenerse a la verdad de las cosas porque es la mejor, única, manera de que lo que se diga tenga sentido y responda no a una tergiversación sino a la manifestación de lo cierto.

Si atendemos a las puras definiciones sabemos que “radical” significa (segunda acepción) “Fundamental, de raíz”. Y, como nos encontramos con otro término, “raíz” acudimos al mismo sistema para saber que quiere decir “Causa u origen de algo”.

Entonces, las personas que critican que se haga lo que se hace desde la jerarquía y, al fin y al cabo, desde la Iglesia católica, parece que se quejan de que se proceda según el origen de la misma porque, además, se debe, también, “conservar” o, lo que es lo mismo, “mantener algo o cuidar de su permanencia” de lo que se está hablando.

Vemos, pues, que la cosa está bastante clara y que se critica y se zahiere que se vaya al origen de la fe católica y que, por lo tanto, se trata de mantener que la misma sea la que se sin dar pábulo a comportamientos imaginativos o fuera de lugar.

Por lo tanto, si se está en contra de tales comportamientos tendremos que suponer que se busca otra cosa porque no es de creer que se ponga en solfa el hacer para no proponer nada o dejar las cosa vacías de contenido y de sentido.

Pero…

¿Qué problema existe en tutelar la fe si la misma sólo va destinada a los creyentes y, en todo caso, a los que puedan serlo sin obligar a nada de nada?

¿Qué problema existe en que la Iglesia católica quiera mantener una correcta relación con las autoridades civiles cuando es una parte importante de la misma sociedad?

¿Qué problema existe en que la Iglesia católica defienda la vida desde la concepción hasta la muerte natural de la misma?

¿Qué problema existe en que la Iglesia católica defienda a la familia como núcleo básico de la sociedad?

¿Qué problema existe en que la Iglesia católica defienda que el matrimonio sólo puede entenderse si existe unión entre un hombre y una mujer cuando otra cosa no es posible?

¿Qué problema existe en que la Iglesia católica entienda, diga y defienda que son los padres a los que les corresponde la educación de sus hijos en determinadas materias y que el Estado no puede inmiscuirse en ellas?

Así, toda doctrina viene a ser una verdad enseñada por la Iglesia católica que se tiene como necesaria y ha de ser creída. Y así es si o bien fue formalmente revelada (como la Presencia Real Eucarística), es una conclusión teológica (como la canonización de un santo) o, en último caso, porque es parte de la ley natural (como lo pecaminoso del uso de anticonceptivos

A eso, a lo mejor, se le llama ser radical y conservador…

Pero la Iglesia católica se juega, por decirlo pronto, todo su ser si se acepta lo que se dice por parte de quien quiere otra cosa manejable; se juega su esencia, se juega su mismo futuro porque de hacer tal cosa el final de la Esposa de Cristo estaba asegurado por inmersión en la Nueva Era pues pasaría a ser una corriente más de, digamos, pensamiento religioso.

Eso, a lo mejor, es lo que se busca… negar dogmas y verdades defendidas por la Iglesia católica.

En tales especiales casos quien niega algún dogma está negando, quiera o no quiera, la misma fe, su misma fe, porque si se trata de personas ajenas a la Iglesia católica su negación cae, por sí misma, en saco roto: importa poco que niegue un dogma quien sea ateo, agnóstico o pertenezca a otra religión o creencia porque se trata de una cuestión de fe y de fidelidad porque lo que quiere es una Iglesia light, una Iglesia mundana y una Iglesia politizada al servicio del poder establecido. Por eso, exactamente por eso la Iglesia católica ha de ser radical (de raíz) y conservadora.

Otra cosa, por cierto, no se entiende sin ver, en eso, mucha apostasía.

Eleuterio Fernández Guzmán