6.01.12
Listos los nuevos cardenales, ¿y Latinoamérica?
Benedicto XVI anunció hoy que el próximo 18 de febrero creará nuevos cardenales de la Iglesia católica durante el cuarto Consistorio de su pontificado. En total serán 22, de los cuales 18 tendrán menos de 80 años y por esa razón estarán en posibilidad de elegir Papa en caso de un hipotético Cónclave. La mayoría de los futuros purpurados son italianos y cubren puestos en la Curia Romana. ¿Y Latinoamérica? Presencia prácticamente nula.
Joseph Ratzinger decidió comunicar la noticia durante la bendición con el Angelus con motivo de la Solemnidad de la Epifanía. La idea original era que este Consistorio tuviera lugar en noviembre pasado. Al menos eso quería el secretario de Estado de la Santa Sede, Tarcisio Bertone. Por ello en este espacio escribimos al respecto (aquí).La posibilidad de nombrar nuevos “príncipes de la Iglesia” unos dos meses atrás era un tanto inverosímil, especialmente por los pocos espacios vacantes que existían –a esas fechas- entre los electores del Colegio Cardenalicio. Según el decreto papal en forma de Constitución Apostólica “Romano Pontifici Eligendo” (Pablo VI – 01.10.1975) los purpurados menores de 80 años no deberían superar el número de 120. Una regla que, en general, Benedicto XVI ha respetado.
Y aunque cualquier Papa puede superar dicha normativa (Juan Pablo II lo hizo en varias ocasiones), Joseph Ratzinger no se ha mostrado propenso a ello, salvo en una ocasión. Por eso resultaba extraño pensar en un Consistorio en noviembre con apenas nueve espacios libres entre los electores, que eran entonces 111. Aún así el cardenal Bertone estaba realmente convencido que la ceremonia se iba a llevar a cabo, tanto así que alguno de los futuros cardenales hasta se había mandado a confeccionar las vestiduras coloradas.
Pero la idea finalmente no pasó. Primó la cordura y el pontífice decidió esperar hasta febrero, cuando los lugares disponibles (siempre entre electores) se ampliarán hasta 13. Empero para el 20 de febrero habrá superado la barrera establecida en 120 y lo hará en cinco unidades. Una situación que se acomodará en los próximos meses, cuando varios cardenales electores dejarán de serlo.
A partir de marzo y hasta diciembre próximo perderán sus “derechos electorales” un total de 11 cardenales. Así, al final de este 2012, el Colegio Cardenalicio contará con 114 miembros menores de 80 años, salvo decesos imprevistos.
Volviendo al próximo Consistorio es claro que destacará por ser italiano, curial y “bertoniano”. Entre quienes serán elevados en dignidad se cuentan siete originarios del país de Dante. Todos ellos altos cargos de la Santa Sede salvo uno, el arzobispo de Florencia Giuseppe Betori. La mayoría de ellos muy cercanos al propio secretario de Estado Bertone. Como el ex nuncio apostólico en México y actual gobernador del Estado de la Ciudad del Vaticano, Giuseppe Bertello, o el responsable de la Prefectura de los Asuntos Económicos de la Santa Sede, Giuseppe Versaldi. A este último se le recuerda como uno de los cinco visitadores que revisó a los Legionarios de Cristo.
De probada filiación bertoniana es también Domenico Calcagno, presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.
Además de italianizado, el Consistorio será también eminentemente europeo. Apenas seis de los 22 nuevos purpurados provienen de países fuera del “viejo continente”: dos de Estados Unidos, uno de Canadá, uno de China y uno de la India. El restante es un latinoamericano: Joao Braz de Aviz, brasileño que es prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica del Vaticano.
Esta desproporción geográfica es producto de dos factores principales: en primer término la “obligación” del Papa de otorgar birretes colorados a altos cargos de la Curia Romana que ocupan puestos tradicionalmente cardenalicios, “agravado” por el hecho que estos han sido ocupados en los últimos años por italianos y europeos.
En segundo lugar por la aplicación de la regla no escrita de los “eméritos-electores”. Este criterio, usado ya en otros consistorios, recomienda no distinguir a aquellos arzobispos cuyo predecesor ya esté jubilado pero aún no haya cumplido los 80 años. Baste recordar que los pastores pueden ser sustituidos ya a la edad de 75, límite de jubilación obligatoria. A dichos pensionados se les conoce como “eméritos”. Existen muchos casos de cardenales retirados con plenos “derechos electorales”, por no haber superado los 80. Una condición similar ocurre con los sucesores de purpurados que han accedido a puestos de responsabilidad en Roma.
Esta vez dichas políticas se han aplicado para recortar la lista de aspirantes y hacer más sencillo el trabajo de selección. Pero existieron excepciones como la de Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, cuyo antecesor (Edward Michael Egan) cumplirá 80 el 2 de abril próximo. Más clamorosa fue la que involucró a Betori ya que su predecesor en Florencia es Ennio Antonelli, presidente del Pontificio Consejo para la Familia y quien superará el límite apenas en 2016.
La regla de los “eméritos-electores” penalizó a América Latina, que tenía candidatos a la púrpura en las figuras de los arzobispos de Santiago de Chile, Río de Janeiro y Bogotá. Ellos deberán esperar mejores tiempos. Algo similar ocurrió con África, ausente total.
Entre las arquidiócesis que sí verán a sus pastores como “príncipes de la Iglesia” –además de los ya mencionados- se cuentan Berlín (Alemania), Utrech (Holanda), Hong Kong (China), Praga (República Checa), Toronto (Canadá) y Ferneziu (Rumania).
Así las cosas a partir del 19 de febrero el Colegio Cardenalicio contará con un total de 214 miembros, de los cuales 125 serán electores y 89 quedarían afuera de un posible Cónclave. Por primera vez en el actual pontificado los purpurados electores designados por Benedicto XVI, 63 en total, superarán a los creados por su antecesor, Juan Pablo II, que sumarán 62.