13.01.12

Eppur si muove - Sobre el IBI y otras necedades

A las 12:03 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Eppur si muove
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¿Se imaginan qué se diría de una persona que trata de perjudicar a su propia madre para parecer ajeno a la verdad de las cosas y quedar bien con sus correligionarios? Seguramente que nada bueno se diría de la misma y, como poco, que era un/a (con perdón) malnacido/a porque las cosas son como son.

Pues eso pasa, exactamente, en un tema tan mundano como el pago de un impuesto: el IBI. En esta particular cuestión hay personas que se comportan con su madre la Iglesia católica como personas poco presentables y ajenas, totalmente, no ya sólo al interés de la misma sino a la realidad y verdad de las cosas.

Alguno titula artículos diciendo que “La Iglesia seguirá sin pagar el IBI” (Jesús Bastante dixit) que es una forma poco sutil y poco disimulada de hacer notar un malestar acerca del no pago del Impuesto de Bienes Inmuebles de aquellos que la Iglesia católica sostiene. Mucho esfuerzo de los fieles que colaboran a tal fin o del presupuesto que se les asigna desde cualquier departamento público en el entendido de que los mismos tienen un valor muy importante no siendo, sólo, el religioso el que se le da porque también el turístico cuenta mucho en determinado tipo de decisiones, hay que tener en cuenta. Si, por ejemplo, a una Diputación se le ocurre invertir en la Catedral de Burgos para hacer determinado arreglo es de pensar que no sólo cuenta lo religioso en tal manifestación de querer público.

Y es que hay muchas personas, católicas a más señas (al menos por haber recibido el bautismo y algún que otro Sacramento más) que parecen ignorar que los bienes inmuebles que la Iglesia católica tiene no lo son para disfrute de unos cuantos privilegiados sino para llevar a cabo una misión bien concreta. La tal misión consiste en transmitir los valores el Evangelio con todo lo que eso supone de cara a la atención al prójimo y lo que en inversión, también económica, ha de afrontar la Iglesia católica. Y, al parecer, eso cuenta bien poco para según qué personas que se preocupan mucho de que no se abone un impuesto porque las mismas personas entienden que la Iglesia ha de ser como cualquiera otra entidad que, por ley, norma o reglamento, tenga obligación de hacer frente. Y esto, aunque pueda sonar muy políticamente correcto supone desconocer la realidad de las cosas y como son las mismas.

Por otra parte, el acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos de 1979 dice lo que sigue en su artículo IV

1. La Santa Sede, la Conferencia Episcopal, las diócesis, las parroquias y otras circunscripciones territoriales, las Órdenes y Congregaciones religiosas y los Institutos de vida consagrada y sus provincias y sus casas tendrán derecho a las siguientes exenciones:

A) Exención total y permanente de la Contribución Territorial Urbana de los siguientes inmuebles:

1) Los templos y capillas destinados al culto y, asimismo, sus dependencias o edificios y locales anejos destinados a la actividad pastoral.

2) La residencia de los Obispos, de los canónigos y de los sacerdotes con cura de almas.

3) Los locales destinados a oficinas de la Curia diocesana y a oficinas parroquiales.

4) Los seminarios destinados a la formación del clero diocesano y religioso y las Universidades eclesiásticas en tanto en cuanto impartan enseñanzas propias de disciplinas eclesiásticas.

5) Los edificios destinados primordialmente a casas o conventos de las Órdenes, Congregaciones religiosas e Institutos de vida consagrada.

Por eso, a lo mejor, hay muchas personas zaheridoras de la Iglesia católica, que pretenden que sean derogados los acuerdos de 1979 pues así verían satisfechas sus malsanas intenciones de perjudicar en lo que puedan a la Esposa de Cristo.

Por otra parte, hace unos meses, el P. Jorge González Guadalix escribía en este mismo blog lo siguiente:

En estos días se han levantado voces que solicitan que la iglesia deje de estar exenta del pago del IBI, el impuesto de bienes inmuebles, porque es un privilegio y porque en estos tiempos de crisis los ayuntamientos no se pueden permitir el renunciar a lo recaudado por ese concepto.

Quiero con esta entrada aclarar algunas cosas sobre ese supuesto privilegio de la iglesia católica, haciendo dos consideraciones.
PRIMERA CONSIDERACIÓN. La exención del IBI (impuesto sobre bienes inmuebles) no es en absoluto un privilegio especial de la iglesia católica. Atentos a todos los exentos de IBI:

 Servicios públicos (Defensa, Seguridad, Educación y Servicios penitenciarios).
 Los inmuebles destinados a usos religiosos por aplicación de Convenios con la Santa Sede, con Federación de Entidades Religiosas Evangélicas, con Federación de Comunidades Israelitas y con la Comisión Islámica.
 Pertenecientes a gobiernos extranjeros o que les sea de aplicación la exención por convenios internacionales.
 Los pertenecientes a Cruz Roja.
 Los terrenos ocupados por las líneas de ferrocarriles y los edificios enclavados en los mismos terrenos.
 Colegios concertados.
 Pertenecientes al patrimonio histórico-artístico.
 Entidades sin fines lucrativos

Y no digamos las ventajas fiscales de que gozan partidos políticos y sindicatos: no tienen que declarar lo ingresado por cuotas, las subvenciones, las donaciones, los rendimientos de sus actividades económicas, los rendimientos procedentes de las rentas de su patrimonio.

Pues ya ven. Nadie pide que partidos políticos y sindicatos renuncien a sus enormes ventajas fiscales. Nadie que paguen el IBI las mezquitas o templos budistas. Nadie clama por el pago del IBI de embajadas o colegios, o grandes palacios. Ni exigen que lo pague el ejército o las comisarías, las estaciones de RENFE o las cárceles. No. Nada de nada, pero que lo pague la Iglesia.

SEGUNDA CONSIDERACIÓN. Leo que se pide el pago del IBI por parte de la Iglesia porque en un momento de crisis los ayuntamientos necesitan ese dinero. Pues se me ocurren varias cosas. Pero sólo me voy a detener en una de ellas.

Esta crisis está generando evidentemente una gran pobreza. ¿Qué están haciendo por los pobres las embajadas, los propietarios de los grandes palacios, las mezquitas…? ¿Qué están haciendo por ellos los ayuntamientos? Porque a Caritas nos llegan cada día personas enviadas por sus ayuntamientos para que les echemos una mano, ya que ellos andan justos de presupuesto. No los envían a los sindicatos ni a los partidos, a las mezquitas o sinagogas, embajadas o legaciones diplomáticas. No. A las parroquias.

En esta parroquia de un servidor llevamos atendidas más de 250 personas sin trabajo, de las que ya han conseguido empleo más de ochenta. Ayudamos con alimentos a treinta familias a las que se llena el carro de la compra dos veces al mes. Y no es nada. Compañeros tengo que atienden a ciento cincuenta familias.

Pues ya ven la solución. Que el IBI lo pague la Iglesia para ayudar a salir de la crisis. Justo a la institución que más está haciendo por sacar adelante a esa gente, justo a esa, que le suban los impuestos.
Y los partidos y sindicatos, tan solidarios ellos, ¿no van a renunciar a alguno de sus privilegios? ¿Nadie va a pedir que paguen el IBI las embajadas de USA, Rusia, Cuba o China? ¿Nadie exigirá impuestos a las mezquitas? ¿Y a Renfe? ¿Y a la duquesa de Alba?

Pues no, que pague la Iglesia. Y mientras, los ayuntamientos enviándonos pobres porque ellos no tienen presupuesto. Ayer nos llegaron otras dos familias derivadas desde la junta municipal.
Resulta divertido: Iglesia, que paguen ustedes el IBI, que hay que salir de la crisis, y de paso que me atiendan a estas familias, que me he quedado sin presupuesto.

Y es que, en verdad, hay personas que en su ceguera y necedad no saben qué hacer para malmeter contra su propia madre, la Iglesia católica.

Eleuterio Fernández Guzmán