17.01.12

¿Periodista-bloguero?

A las 5:36 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Sin categorías
 

El 2 de mayo de 2011 tuvo lugar en Roma un histórico encuentro de blogueros convocado por El Vaticano. Signo de un cambio de actitud en el gobierno central de la Iglesia católica para con el mundo de internet y, sobre todo, las nuevas tecnologías incluida la web 2.0. En un primer panel del congreso cinco autores de blogs en diversos idiomas compartimos nuestras experiencias con el auditorio.

Puse “compartimos”, en primera persona, porque Sacro&Profano fue elegido para representar al mundo en español. Un honor y un desafío. De aquella reunión surgieron múltiples iniciativas y experiencias. La última edición de la revista del Pontificio Consejo de la Cultura estuvo dedicada al encuentro e incluyó artículos de los cinco blogueros seleccionados. A continuación compartimos nuestro texto, en un intento por ofrecer claves de lectura para este “oficio digital” de escribir un diario en la red.

¿QUÉ HACE UN PERIODISTA EN EL MUNDO DE LOS BLOGUEROS?
Revista Cultura y Fe / Pontificio Consejo de la Cultura

“Periodista-bloguero”. ¿Pueden coexistir estas dos categorías en una misma persona? Si los profesionales de la información cuentan ya con medios a través de los cuales comunicar con un gran público, ¿por qué deciden lanzarse al mundo de los blogs? ¿Qué los atrae? Ante todo porque, con el internet, el informador puede recuperar su identidad individual y su capacidad creativa.

En los últimos años las redacciones de los periódicos se han convertido en enormes líneas de producción donde los obreros son casi anónimos, donde el ensamblaje de la noticia no depende tanto de la creatividad del periodista-individuo sino del pensamiento colectivo establecido por esa cadena.

Radio, televisión y prensa escrita han sucumbido por igual ante ese modelo. Y aunque muchos comunicadores gozan de un amplio margen de libertad a la hora de producir sus despachos, su contribución suele perderse en un “mar informativo” en el cual pescan diariamente lectores y radioescuchas.

Por otra parte con el desembarco de los medios de comunicación tradicionales en internet, el proceso de gestión y distribución de la noticia se ha acelerado, dejando al descubierto debilidades y magnificando errores. Una sociedad global e interconectada, paradójicamente, ha mermado la libertad de acción de los periodistas y reforzado el poder de las mesas de redacción, que muchas veces imponen agendas confeccionadas previamente.

En estos términos resulta evidente que el desarrollo de la web ha significado un cambio drástico en el trabajo periodístico, suponiendo enormes potencialidades pero también innegables retos. La popularización de los blogs constituye el más importante de estos. En primera instancia porque esos “diarios digitales” están a disposición de todos, son plataformas democráticas en las cuales cada usuario puede convertirse en un potencial informador.

Por su propia naturaleza los blogs pueden considerarse como una alternativa al monopolio informativo de los grandes medios. Sería demasiado ambicioso catalogarlos de “competencia” para la prensa convencional, aunque en ocasiones han logrado influirla definitivamente. Porque permiten un flujo de noticias libre y sin filtros. He ahí su fuerza de atracción para los periodistas en busca de nuevas experiencias profesionales. Porque, más allá del instrumento, estos diarios en internet se alimentan de lo mismo que los medios tradicionales: la información.

Para quien vive del periodismo el mundo de los blogueros es fascinante, cuasi magnético. Algunas de sus reglas son distintas a las que rigen las redacciones de las agencias de noticias, las radios y las cadenas de televisión. En la red no existen problemas de tiempo y espacio, las principales dificultades en la comunicación tradicional.

Asimismo las nuevas tecnologías ofrecen instantaneidad en la transmisión informativa, flexibilidad y la posibilidad de llegar a auditorios hasta ahora considerados como “inalcanzables”. Con estas características los blogs constituyen una alternativa más que apetecible. Abren a los profesionales de la información una ventana nueva, más rápida y más ligera pero, sobre todo, son un espacio fuera del estrecho sistema noticioso comercial.

¿Quiénes son los blogueros? ¿Existe verdaderamente esa “categoría”? La definición de ese grupo parece sencilla: forma parte de él toda aquella persona que escribe un weblog, sin importar sus estudios, su profesión, el tema del cual escribe o la periodicidad de sus publicaciones. Se trata de una catalogación genérica, que no engloba a sus miembros en base a sus intereses comunes sino a su situación general.

En este universo de autores de blog de todo tipo, los periodistas son uno más. Ni siquiera son sus protagonistas principales. Se deben adecuar a nuevos parámetros y encontrar una identidad digital propia. Algunos usan esa herramienta para contar breves anécdotas y referir cuestiones superficiales. Son los menos. La mayoría ha decidido abrir un blog para apuntalar su carrera profesional.

Las pantallas de los ordenadores permiten relatar lo que, por falta de espacio o poco interés, no se puede contar ante las cámaras y los micrófonos. Se pueden tomar algunas licencias, como la de ofrecer datos sin necesidad de citar fuentes precisas, informaciones casi siempre producto del “olfato”. Y, dependiendo del propio estilo, es posible compartir con los lectores juicios y opiniones sobre los acontecimientos.

Es más, los seguidores de los blogs muchas veces los frecuentan en busca de ese criterio adicional. Pretenden obtener un conocimiento que supere el simple hecho y en esto el periodista cuenta con una motivación más para reforzar su labor. Porque en la era de Google, la información pura no es difícil de encontrar pero los criterios de interpretación -serios y confiables- son menos comunes. Ofreciendo puntos de vista concretos y claves de análisis de la realidad, el escritor puede salir del anonimato de las “cadenas de producción informativa” para convertirse en un intérprete con sello propio. En esto los lectores juegan un papel fundamental.

Para un periodista un blog puede resultar una poderosa herramienta, que debe ser manejada con extremo cuidado. Porque, a diferencia de los blogueros “ciudadanos” (que no proceden del mundo periodístico), el profesional pone en riesgo su credibilidad en cada línea que escribe. Un dato falso o no cotejado puede acabar de un plumazo con muchos años de duro empeño laboral.

Con los “diarios digitales” el autor expone su información y su opinión al escrutinio público, muchas veces inmisericorde. Porque así como el autor puede escribir con libertad, también el lector puede responder a sus artículos con la misma flexibilidad. Ello plantea no pocos desafíos, porque se trata de un retorno automático. Es posible conocer de manera instantánea la reacción de quienes leen gracias a los comentarios, que llegan incluso a abrir encendidos debates. Todo a una velocidad sorprendente.

Esa es la “magia” del web 2.0, donde los contenidos se comparten cotidianamente. Muchos de los grandes medios, prácticamente la mayoría, han captado esta nueva era; por ello han integrado secciones específicas de blogs y redes sociales a sus sitios de internet. Porque en un escenario informativo fragmentado como el actual, la clave es construir “comunidades virtuales” donde los cibernautas se mantengan “fieles” no sólo por la calidad de los contenidos sino también por la credibilidad de quienes los exponen. En esto la credibilidad es prioritaria.

En ese sentido los medios tradicionales cumplen un papel insustituible. Los diarios, las revistas y los semanarios siguen siendo consultados, pero ahora en la red de redes. La credibilidad sembrada durante años ahora es cosechada en forma de ciberlectores, que buscan la seguridad de un nombre conocido pero en un formato diverso, el digital. Así las cosas la figura del “periodista-bloguero” adquiere un sentido especial, puede combinar su profesión original con un nuevo medio: el blog. Un nuevo espacio de expresión para el mismo oficio de siempre: contar historias, transmitir la verdad.

Nota Bene.- En los próximos días este blog Sacro&Profano se tomará vacaciones. Por ello será actualizado esporádicamente y tendrá poquísimo movimiento, al menos hasta mediados del mes de febrero. Y aunque se recuperarán algunos temas de interés, será sólo en casos estríctamente necesarios. El descanso siempre es saludable, incluso en este frenético mundo de internet.