27.01.12

Los ateos 2.0 quieren construir templos

A las 7:17 PM, por Juanjo Romero
Categorías : Ateísmo

Templo a la perspectiva. Alain de Botton. Fotografía de Thomas Greenall & Jordan Hodgson. The Guardian

 

Buena la ha armado Alain de Botton. Escritor, presentador de TV, empresario. Suizo pero afincado en Inglaterra. Ateo, pero con buen gusto.

Se ha atrevido –¡oh!, cáspita– a reconocer que las religiones tienen cosas buenas. Quiere instaurar una nueva manera de ser ateo, el ateísmo 2.0, en la que partiendo de la creencia de que no hay dios ni deidades supremas, el ateo no tendría que renunciar a reconocer la belleza del arte, la arquitectura o la música religiosa. Dice que el mundo ateo está lleno de vacíos.

Dando un paso más destaca que las «instituciones religiosas» son muy eficaces en eso que se llama «hacer la vida más fácil» y que no pasa nada por copiar sus ideas.

Así, para ponerle patas al asunto, propone que «ya es hora de que los ateos tengan su propia versión de las grandes iglesias y catedrales», tras preguntarse por qué los creyentes tienen los edificios más bellos de la tierra.

Le gustaría construir una torre de 150 pies (45,72 m, unos 15 pisos de altura) en el centro financiero de Londres para celebrar el ateísmo: el «Templo a la Perspectiva». Sería hueca, con una altura que correspondería a la edad de la Tierra –un centímetro por cada millón de años–, y bla, bla, bla. Rollo simbólico justificativo.

Ha faltado tiempo –un día, para ser exactos–para que el autoproclamado «apóstol del ateísmo» Clinton Riiiichaaaaaard Dawkins (pronunciado como Paul Bettany en «Destino de Caballero») saque el látigo castigador de herejes ateos. La secta puritana e iconoclasta no soporta disidencias. Después del intento del sector duro de reclutar a los caballeros Jedi, los ateos pata-negra no van a permitir que por cuestiones estéticas se haga la mínima concesión.

La ‘argumentación’ de Dawkins es previsible: mejor dedicarlo a construir escuelas, a libros, a…., a pobres no, que manchan.

Al margen de la lucha sectaria entre ateos, en la propuesta de Botton hay elementos muy interesantes, tanto en la detección de vacíos en el ateísmo como en ver en las grandes construcciones una proyección, si no de amor al menos de anhelos. Como si entendiese, al contrario que muchos católicos, que lo de las catedrales, la magnificencia en las cosas del Señor es una cuestión de Amor.

Como el novio que trabaja, e incluso se empeña, por comprarle una sortija a su novia. Y la novia lo acepta encantada. La novia (y el novio) no se conforman con decir que lo importante va por dentro –se supone–, quieren hacerlo visible.

Ante esa situación, un Dawkins, un «católico de lo social» pensaría como Judas, incapaces de percibir, o de recordar, que en esos actos hay mucho más que signo material.

Bienvenido ese ateismo 2.0, y me atrevo a advertir que os «atengáis a las consecuencias». Una vez dado el primer paso, si se es coherente se presenta un mundo maravilloso. La belleza también es un camino para encontrar a Dios.