3.02.12

Estocada a la audiencia de TVE a causa de los recortes monetarios

A las 6:22 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General
 

Ayer en clase con el curso donde estoy analizando la serie de televisión “Águila Roja”, los alumnos se molestaron y protestaron contra la drástica decisión corporativa de enviar a la nevera a esta producción televisiva, así como la titulada “Cuéntame cómo pasó”, que acabó anoche, y la probable de “Amar en tiempos revueltos”.

Los recortes económicos se imponen en todas las esferas del Estado. Los tiempos de crisis exigen la desaparición temporal de estos productos televisivos. La televisión pública debe ser la primera en dar ejemplo.

Por mi parte, me alegro de semejante decisión de quitar de la parrilla televisiva estas series. Una televisión pública no está para “adoctrinar” a los televidentes sobre la historia de España en el siglo XVII, ni en el XX.

Si, además, este “adoctrinamiento” se hace de forma tan falaz y embustera con la propia historia real de España y de la Iglesia, el producto está de sobra con todas las de la ley.

En este sesgado modo de presentar la historia, siempre ha salido un concepto de la Iglesia Católica hecho a imagen y semejanza del sentido marxista de la historia, método que tuvo sus grandes seguidores, pero que hoy es algo residual existente solamente en las cabezas de los guionistas que disfrutan con poner el trazo gordo sobre una visión de la Iglesia completamente alejada de los hechos históricos que pretende contar.

Así ocurre en “Águila Roja” que ya expliqué en este Blog. Y sigue sucediendo en torno a la historia del siglo XX narrada en “Cuéntame cómo pasó” y “Amar en tiempos revueltos.” En estos dos últimos casos la manipulación es tan burda que lo ven hasta los invidentes.

Un matrimonio amigo, donde la señora está locamente atada a “Amar en tiempos revueltos”, me invitaron a comer. Sobre las cuatro comenzó el capítulo de esa tarde. La dueña de la casa me iba preguntando qué encontraba que demostrara la manipulación histórica. Se lo fui explicando con todo lujo de detalles. Cuando acabó la emisión el marido y la esposa tuvieron que reconocer que se tragan mosquitos, cuando les endilgan elefantes como camiones de grandes.

Además, esta serie tiene como seguidores a mucho público femenino entre los 35 a los 50 años, con una cultura media, con un trabajo fijo en la administración pública, las cuales creen a pie juntillas que las historias contadas son tan reales como la vida misma.

Cuando se les demuestran los anacronismos existentes en la serie, como el vocabulario, el vestuario, los enredos sentimentales, la concepción de la Iglesia de aquellos años, el comercio, las relaciones vecinales…..se quedan pensando que llevan años perdiendo el tiempo viendo un producto averiado, cuando debieron coger un buen libro de la historia presente de la España que arranca en la posguerra y llega casi a nuestros días y sabrían más que tras tragarse semejantes infundíos.

La televisión pública no debe ser un canal de mentir a los espectadores, que somos los que pagamos este medio. El adoctrinamiento es propio de países mediocres, donde un grupo privilegiado tras unas cámaras de televisión se toman un papel que no es el suyo, anulando la libertad individual de buscar la persona su propia formación en historia, sociología, costumbres y en lo que le plazca.

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Tomás de la Torre Lendínez