¡Toma parte activa en la familia de ZENIT! Campaña de recogida de fondos 2012

En 2011 ZENIT creció gracias a los medios de comunicación que pagaron la suscripción para publicar nuestras noticias, anuncios publicitarios en nuestros servicios, y sobre todo gracias a los donativos de nuestros lectores que lograron cubrir el 90% del presupuesto anual.
Para poder seguir creciendo y continuar con nuestra política de ofrecer gratuitamente nuestros servicios a los 500,000 lectores que en todo el mundo hacen un uso personal de ZENIT, este año necesitamos reunir entre los lectores en español 230,000 dólares estadounidenses (180,000 euros).

Igual que en años anteriores, hacemos un llamamiento a la generosidad de cada uno de ustedes para seguir adelante y mejorar.
Enviar una ayuda es muy sencillo. Les invitamos a entrar en nuestras páginas de donativos: http://www.zenit.org/spanish/donativos.html
¡Muchas gracias y buena lectura con ZENIT!

 


ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 10 de febrero de 2012

Publicidad

¡ZENIT TIENE UN SISTEMA DE PUBLICIDAD ONLINE!

¿Desea anunciar un nuevo libro, un congreso, una peregrinación, un encuentro o retiro, una página web, un DVD, un CD, una campaña, en el amplísimo y selecto mundo de los lectores de ZENIT...?

¡Publique su anuncio en los espacios publicitarios en nuestro sitio Web y/o en los servicios de ZENIT vía correo electrónico!

Podrá llegar a los centenares de millares de visitantes de nuestro sitio Web y a más de 500.000 lectores en todo el mundo, 250.000 de ellos suscritos a los servicios vía correo electrómico en español.

¡Tarifas promocionales!

Para proponer su anuncio son suficientes pocos minutos, basta seguir los pasos que se indican en el enlace:

http://ads.zenit.org/spanish

Para ver las tarifas y poner su anuncio en los servicios via email de ZENIT visite: http://ads.zenit.org/spanish


Santa Sede

La Iglesia pone fin a la cultura del silencio sobre los abusos a menores

El cardenal Monsengwo dará los ejercicios espirituales en el Vaticano

Nuevos consultores del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales

Mundo

Lourdes demuestra que Dios es promesa de vida

Iglesia y sociedad: una alianza por los derechos del niño

Ecuador: Nuevo obispo para Babahoyo

En la escuela de san Pablo...

"Sed mis imitadores, como lo soy de Cristo" (Tiempo ordinario 6º, ciclo B)

Foro

La fe sanadora

Acercarnos para aliviar al enfermo de hoy


ANUNCIOS


Santa Sede


La Iglesia pone fin a la cultura del silencio sobre los abusos a menores
Clausurado el simposio Hacia la curación y la renovación
ROMA, viernes 10 febrero 2012 (ZENIT.org).- Concluyó este jueves, en la Universidad Pontificia Gregoriana el simposio “Hacia la curación y la renovación”. Tres días para profundizar el problema de los abusos sexuales contra menores por parte de eclesiásticos y cómo enfrentar el futuro, además de prevenir que nunca más pueda suceder un pecado de este tipo.

En el simposio participaron unos 120 obispos de las diversas conferencias episcopales y 30 superiores de congregaciones religiosas, quienes ya estaban trabajando en las “líneas guía”, en sus países, para adaptar la pastoral de prevención y cura a la realidad local, de manera que se pueda dar una respuesta global coherente.

Sí, porque en mayo del año pasado, la Congregación de la Doctrina de la Fe pidió a todas las diócesis preparar en 2012 “procedimientos adecuados para dar asistencia a las víctimas de tales abusos, así como para educar a la comunidad eclesiástica sobre el tema de la protección de los menores”.

El rector de la Universidad Gregoriana, padre François Dumortier en la conferencia de prensa de cierre, indicó su esperanza de que el simposio haya sido un paso hacia la curación y prevención de la terrible herida de los abusos contra los menores.

Y precisó que no se trató meramente de un congreso universitario, sino también de una ocasión de espiritualidad “a través de los diversos momentos, de las conferencias a las celebraciones, como aquella conmovedora en la iglesia de San Ignacio, y la eucaristía. Momentos de silencio y de palabra, para escuchar y reflexionar, de interioridad y de oración”.

Días antes se explicó que la ceremonia penitencial fue ideada propiamente para la ocasión. Que el texto es muy profundo, claro y explícito. Siete representantes de grupos que fueron relacionados con los culpables o negligentes pidieron perdón, y después la voz de una víctima pronunció que estaba al lado de la cruz de Jesús y pidió la fuerza de perdonar a causa de Su fuerza.

El rector de la Gregoriana prosiguió sus palabras e indicó que en el caso “de los abusos sexuales hay una situación que no solamente tenemos que reconocer y enfrentar, sino que además nos lleva a actuar. Esperamos que esto pueda ayudarnos”.

Además habrá una continuación: “Para ir hacia adelante, hemos creado el centro multilinguístico de e-learning. Permitirá desarrollar una cultura para escuchar y además acceder a las informaciones disponibles”.

Además permitirá “tomar otra ruta diferente a la de la cultura del silencio y del secreto”.

Y “encontrar una respuesta internacional a un fenómeno que no se limita con las fronteras o a una cultura”.

Y que el centro –concluyó- “no tenga solamente una finalidad didáctica, sino la necesidad de encontrar respuestas globales a las problemáticas complejas de la protección de los menores”.

En la conferencia de prensa, la presidenta de la asociación Juana de Arco, María Pía Capozache, que integraba la comisión de evaluación y resultados del simposio indicó que “el acto penitencial solemne del simposio nos ha impactado y seguramente indica la conciencia que nace de la verguenza y de la enormidad del escándalo delante del drama de los abusos”.

También recordó que en la relación de una víctima, Marie Collins, “quedó claro que aquellos que deberían llevar la salvación a los pequeños se volvieron instrumentos del mal hacia los pequeños”.

Además, indicó la dirigente de la asociación, hay voluntad de “poner fin a la cultura del silencio, de la complicidad, y hacer emerger la verdad que es la única que puede traer justicia, así como la prioridad de dar voz a las víctimas, como un primer paso hacia la cura”.

Así mismo señaló la voluntad de dar voz a las directivas de Juan Pablo II contra la pederastia, y de educar a la comunidad eclesiástica sobre los menores, así como la intención de colaborar con la autoridad judicial en la búsqueda de la verdad.

Poco antes, en la sesión matutina del simposio, el cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Munich y Freising, entró sin concesiones en el centro del problema, recordando que muchas veces fueron negadas cosas en los más altos niveles eclesiásticos, aunque fuera con la intención de proteger a la institución.

Sin olvidar las omisiones que después desencadenaron ataques mediáticos sin precedentes. Es necesario por lo tanto, indicó, mirar de frente la realidad del pecado para proceder en la vía del arrepentimiento. Pero también proteger y dar apoyo a las víctimas.

El cardenal Marx señaló que no se admite más el juego en defensa, ni de banalizar lo que sucedió. Por el contrario tiene que haber apertura, transparencia y sinceridad para obtener credibilidad.

Solamente si se emplea un tratamiento coherente en los casos de violencia sexual contra los menores, el daño podrá volverse una oportunidad para la Iglesia y para su misión evangelizadora.

Don Fortunato Di Noto, fundador de la asociación Meter, empeñada en la lucha a los abusos contra menores, desde hace veinte años y participante en el simposio de la Gregoriana indicó a ZENIT: "De ahora en adelante la línea es que los trapos sucios no se lavan más en familia, pero se lavan. Se purifican, verdad y justicia dice un salmo”. Y añadió que "no se debe olvidar nunca otro aspecto, que se debe si en los Estados es posible, denunciar los hechos. Y en los sistemas judiciales diversos emplear otro sistema: ayudar a las víctimas a denunciar y sostenerlas después durante el proceso judicial".

En la conferencia de prensa fue también presentado el Centro de estudio a distancia con sede en Munich, conocido como Centro para la protección de los niños del Instituto de psicología de la Universidad Pontificia Gregoriana.

Será dirigido por Hubert Lieghardt, profesor invitado en la Universidad Gregoriana y docente en la Universidad de Ulm.

El centro dispone de financiación que garantiza el funcionamiento por tres años, durante los cuales promoverá la difusión y buenas prácticas para la creación de estructuras locales, con la tarea de introducir sólidos procedimientos que permitan la intervención rápida y eficaz en casos de problemas relacionados con los abusos.

Por H. Sergio Mora

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


El cardenal Monsengwo dará los ejercicios espirituales en el Vaticano
El tema de este año será La comunión del cristiano con Dios
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 10 febrero 2012 (ZENIT.org).- Será africano, el cardenal Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa, quien predique los próximos ejercicios espirituales para los miembros de la Curia Vaticana, en preparación a la Pascua.

El tema será “La comunión del cristiano con Dios”, extraído de la primera Carta de San Juan: “Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo, Jesucristo” (I Jn 1,3).

Los ejercicios espirituales comenzarán el domingo 26 de febrero, a las 18 horas, con la Exposición Eucarística, la celebración de Vísperas, la meditación, la adoración y la bendición eucarística.

Es la tercera vez que un purpurado africano predica en el Vaticano. En 1984, los ejercicios espirituales cuaresmales fueron predicados por el cardenal Alexandre do Nascimento, arzobispo de Lubango, Angola, y en 2009, por el cardenal nigeriano Francis Arinze, prefecto emérito de la Congregación romana para el culto divino y la disciplina de los sacramentos.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Nuevos consultores del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales
Giuseppe Costa y Leticia Soberón
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 10 febrero 2012 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha nombrado dos nuevos consultores del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales.

Los nuevos consultores son el reverendo Giuseppe Costa SDB, director de la Librería Editorial Vaticana y Leticia Soberón Mainero, hasta ahora oficial del mismo Consejo Pontificio.

El padre Giuseppe Costa había declarado recientemente a ZENIT, con motivo de la presentación de un libro suyo: “Desde siempre me ocupé de periodismo religioso y he enseñado esta materia en la universidad. Estudié cuando era recién sacerdote, teología pastoral juvenil y como había hecho periodismo como hobby me mandaron a hacer periodismo a la editora LDC, en el boletín salesiano y a la universidad en Estados Unidos y así me quedé en el sector de la información”.

Por su parte Leticia Soberón Mainero es mexicana, psicóloga, y doctora en ciencias religiosas y ciencias sociales por la Universidad Gregoriana de Roma.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Mundo


Lourdes demuestra que Dios es promesa de vida
Entrevista al Obispo de Tarbes-Lourdes por el Día Mundial del Enfermo 2012
ROMA, viernes, 10 de febrero 2012 (ZENIT.org).- La fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, que se celebra este sábado 11 febrero, coincide con la Jornada Mundial del Enfermo. Con este motivo, ZENIT entrevistó a monseñor Jacques Perrier, obispo de Tarbes-Lourdes.

Juan Pablo II quiso que la Jornada Mundial del Enfermo coincidiera con la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. ¿Por qué esta jornada y por qué Lourdes?

--Monseñor Perrier: Obviamente, la creación del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud y de la Jornada Mundial del Enfermo brotan de la experiencia personal de Juan Pablo II. Pasó mucho tiempo antes de que el santo padre pudiera reanudar sus actividades normales después del atentado del 13 de mayo de 1981, cuyas secuelas le acompañaron para siempre. Pero no es la única razón. Juan Pablo II estaba convencido de que la oración y el ofrecimiento de los enfermos desempeñaban un papel importante en la santificación de la Iglesia y en la evangelización. El título de su carta apostólica Salvifici Doloris es igualmente reveladora de su pensamiento, como provocadora para la opinión pública.

En cuanto a la elección de Lourdes, que es conocida por sus curaciones, demuestra que Dios espromesa de vida, que el deseo de curarse es perfectamente legítimo y que la actividad del personal sanitario debe ser apreciada y apoyada por la Iglesia. Bernadette, convertida luego en religiosa, era una enfermera excelente a pesar de su poca formación.

En Lourdes, ¿cuáles son los distintos aspectos con que se vive este día?

--Monseñor Perrier: Lo extraño es que el 11 de febrero los pacientes son muy pocos en Lourdes. En invierno los centros de acogida no están abiertos. Son entonces los enfermos y los discapacitados de Lourdes misma, quienes representan a todos los que vendrán en los meses posteriores.

Este año, el mensaje de Benedicto XVI insiste en los sacramentos de la curación. ¿Puede decirnos algo más al respecto?

--Monseñor Perrier: Desde el Concilio Vaticano II y con la reforma litúrgica que ha introducido, la Iglesia ya no habla de la "extremaunción", con toda la carga "fúnebre" que tales palabras significaban en la mentalidad común. Pero es un error definir la unción de los enfermos como el "sacramento de los enfermos", como si fuera el único sacramento adecuado a la situación de los enfermos: también lo son la Reconciliación y la Eucaristía. ¿La eucaristía no es prenda de vida eterna? "Quien come de este pan vivirá para siempre".

Existe un tipo de enfermedad particularmente difícil para acompañar, como es la enfermedad mental. ¿Usted recomienda los sacramentos también para estas enfermedades?

--Monseñor Perrier: Sí ¿Por qué deberían ser excluidos? La enfermedad psíquica y la gracia del sacramento no se encuentran al mismo nivel. Pero el ser humano es uno.Las interacciones son posibles. Sin embargo, los sacramentos de sanación espiritual no eximen de los cuidados médicos, tanto físicos como psíquicos.

Lourdes no es sólo la gruta, sino que hay hospitales y capellanes... ¿Cuáles son los desafíos que afrontan hoy los capellanes de los hospitales?

--Monseñor Perrier: El principal desafío en nuestra cultura actual es darle un sentido al sufrimiento, que los avances médicos han reducido pero no eliminado. Este sufrimiento es diverso, no solo físico. El proceso que conduce al propio ofrecimiento de sí es un camino arduo. El papa Juan Pablo II lo había dicho con humildad en Lourdes el 15 de agosto 1983. Es un verdadero camino de conversión: hay que buscar la oración de la comunidad cristiana y de la comunión de los santos.

Por Anita Bourdin

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Iglesia y sociedad: una alianza por los derechos del niño
Entrevista al padre Fortunato di Noto, fundador de la asociación Meter
ROMA, viernes, 10 de febrero 2012 (ZENIT.org).- Entre los participantes en el simposio internacional “Hacia la curación y la renovación”, que culminó ayer en la Universidad Pontificia Gregoriana, estuvo el padre Fortunato Di Noto, fundador de la asociación Meter Onlus, quien es una de las figuras más conocidas en Italia en la lucha contra la pedofilia.

En esta entrevista concedida a ZENIT, explica su experiencia y conocimientos por los que ha sido llamado a participar en este simposio.

¿Cuál es la contribución de su organización en la lucha contra la pedofilia en la sociedad?

--Di Noto: Cada año ofrecemos a la sociedad y a la Iglesia el Informe Meter (Report Meter) que da cuenta del compromiso consistente y real en la lucha contra la pedofilia, la pornografía infantil on line y el abuso contra menores. Los números hablan de la ayuda a las víctimas (alrededor de mil) durante 21 años de esfuerzo, así como más de cien mil sitios pedófilos denunciados, cientos de miles de encuentros con jóvenes en las escuelas y con las familias.

Las diócesis italianas y extranjeras participan cada vez más no sólo en reuniones periódicas de formación, sino también en un diseño según el modelo y el carisma de Meter. Por lo demás, Meter no nace de la emergencia de la pedofilia en la Iglesia, sino que nació hace veinte años, en la comunidad de la que soy párroco, para dar respuestas concretas en una visión pastoral de cercanía para quien es violado, sea por sacerdotes o no. Hemos promovido nuevas leyes legislativas, ofrecemos nuestras capacidades al Parlamento italiano y europeo, y hemos cooperado con el Japón y otros países para mejorar el contrasto ante la pedofilia. Hacemos mucho, pero debemos hacer más.

Ahora ha traido su experiencia y conocimientos para el simposio de la Gregoriana. ¿Acaso renovación y curación son posibles?

--Di Noto: Encontrarse, escuchar, confrontarse es bueno. Una comunidad eclesial que se moviliza para responder al escándalo de la pedofilia es siempre significativa y pedagógicamente renovadora. Empezamos a entender que el "evangelio nos interpelaba" y la inocencia de los niños humillados y violados no podía continuar por más tiempo. La percepción que tengo es que fue un verdadero escándalo, un terremoto, un tsunami. Dios Padre no podía soportar el llanto de los inocentes. A pesar que desde hacía tiempo se veían signos de un verdadero "cambio". Si después se pasa del simposio a la obra pastoral --que ya sucede en diferentes partes del mundo-- , se requiere hoy no solo acciones globales, sino acciones proféticas que sepan "denunciar" y defender los derechos de los niños. Una Iglesia --la Iglesia--, se renovará cada vez más a partir del niño crucificado. Ha llegado el momento de dar un giro en el campo educativo, formativo, en los seminarios, comunidades religiosas; necesitamos hombres y mujeres auténticos, generosos y fuertes que puedan dar --muchos ya lo hacen--, su vida por los más pequeños y débiles y no permitir que alguien robe la vida de los inocentes.

¿La sociedad ha tomado debida cuenta de este fenómeno?

--Di Noto: El fenómeno es transversal, complejo y dinámico, pero devastador para la víctima. Se trata de un problema cultural. Una sociedad que lucha contra la pedofilia es a menudo una sociedad hipócrita que es pedofóbica (¡miedo a los niños y que niega el derecho a serlo!) y también erotizada. Basta pensar cómo se reacciona cuando hay una operación policial: con indignación, pero se habla poco. Si todos los presentes en el simposio, vieran al menos una vez en la vida las fotos pedófilas que circulan en la red, con cientos de miles de niños y niñas, el mundo verdaderamente se sublevaría.

En la Iglesia, este fenómeno provoca un escándalo: ¿cómo prevenirlo? --Di Noto: La pastoral ordinaria debe incluir también la “protección de los niños”, no sólo una pastoral sacramental, sino que en la de la evangelización debe estar siempre la osadía y el ardor de la auténtica doctrina social de la Iglesia que habla y actúa en defensa de los pequeños y de los débiles.Reuniones, conferencias, cursos de formación. No nos quedemos atrás, tenemos que ir por delante. Que cada comunidad cristiana sea un centinela, pero también maestra que enseñe cosas buenas.

La Santa Sede pide a las conferencias episcopales que se movilicen con estrategias. ¿Cuáles son las medidas más importantes que se deben tomar?

--Di Noto: Espero que el simposio dé las indicaciones. Habrá recaídas, estoy seguro, no sólo en las comunidades eclesiales representadas por los obispos aquí presentes, sino también en la sociedad. Iglesia y sociedad en este campo deben ir de la mano, no oponerse, no enrocarse en sus posiciones, sino actuar conjuntamente, en el respeto de las competencias.

¿Este trabajo de la Iglesia puede ayudar a la sociedad?

--Di Noto: Me pregunto si la sociedad puede ayudar a la Iglesia. Creo que sí. Si bien se reconoce el papel milenario de la Iglesia en la educación y formación de las conciencias, no hay que olvidar que la sociedad ha ofrecido respuestas --al menos en este campo--, más a tiempo y estratégicamente fuertes. Pienso en la red en internet que, con la colaboración de todos, puede hacer más.Nuestra organización Meter está a total disposición para cualquiera que pregunte por procedimientos y experiencias. La web es: www.associazionemeter.org.

Por Anita Bourdin

Traducción del italiano por José Antonio Varela V.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Ecuador: Nuevo obispo para Babahoyo
Monseñor Marcos Pérez Caicedo
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 10 febrero 2012 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha nombrado obispo de Babahoyo, Ecuador, a monseñor Marcos Pérez Caicedo, hasta ahora obispo titular de Maastrich y auxiliar de Guayaquil.

Monseñor Marcos Pérez Caicedo nació en Daule, provincia de Guayas, Ecuador, y archidiócesis de Guayaquil, el 14 de julio de 1967.

Realizó los estudios de filosofía y teología en el Seminario Mayor Francisco Javier de Garaycoa, en Guayaquil.

Ordenado sacerdote en 1992, fue incardinado en la archidiócesis de Guayaquil. Obtuvo la licenciatura en Teología Espiritual en la Universidad de la Santa Cruz de Roma.

El 10 de junio de 2006, fue nombrado obispo titular de Maastrich y auxiliar de la archidiócesis de Guayaquil y recibió la ordenación episcopal el 22 de julio del mismo año.

Actualmente es miembro del Consejo Gubernativo de los Bienes y de la Comisión para los Laicos de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
 

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


En la escuela de san Pablo...


"Sed mis imitadores, como lo soy de Cristo" (Tiempo ordinario 6º, ciclo B)
Comentarios a la segunda lectura dominical
ROMA, viernes 10 febrero 2012 (ZENIT.org).- Nuestra columna "En la escuela de san Pablo..." ofrece el comentario y la aplicación correspondiente para el 6º domingo del Tiempo ordinario.

*****
Pedro Mendoza LC

"Por tanto, ya comáis, ya bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. No deis escándalo ni a judíos ni a griegos ni a la Iglesia de Dios; lo mismo que yo, que me esfuerzo por agradar a todos en todo, sin procurar mi propio interés, sino el de la mayoría, para que se salven. Sed mis imitadores, como lo soy de Cristo". 1Cor 10,31–11-1

Comentario

Hacia el final del cap. 10 (vv. 23-30) san Pablo, una vez alejado el peligro de que se interprete mal y se falsee en Corinto su doctrina sobre la libertad, pasa a la exposición de las instrucciones prácticas que se derivan de sus principios. Enumera tres casos concretos, no sin volver a recordar de nuevo el principio básico de la libertad ya formulado en un contexto anterior: "‘Todo me es lícito’; mas no todo me conviene. ‘Todo me es lícito’; mas ¡no me dejaré dominar por nada!" (6,12). Les hará ver que también en estos casos sigue en vigor ese principio.

¿Cuáles son estos tres casos y qué respuesta ofrece el Apóstol? En el primero reporta el caso con relación a lo que se vende y compra en el mercado. A la pregunta si se puede comprar y comer sin más preocupación, san Pablo responde afirmativamente, precisando que se excluya toda apariencia de culto a los dioses. El segundo caso recoge otra situación: la invitación a comer con un infiel. El Apóstol responde refiriéndose al principio vigente de la libertad. Pero surge el último caso: ¿existe alguna limitación en la aplicación de las respuestas dadas a las situaciones precedentes? San Pablo asiente: en consideración a los débiles, y para evitar el posible escándalo, es preciso mostrarse circunspecto y respetuoso con ellos en esas situaciones.

En el pasaje de este domingo (10, 31–11-1), vemos cómo el Apóstol da un paso más allá de los consejos de casuística práctica ofrecidos anteriormente. Como buen maestro, replantea toda la cuestión en su total anchura y profundidad. Con relación al tema de la comida de ciertas carnes, aplica y generaliza lo que él considera esencial para un cristiano en toda clase de comidas, y bebidas, y aun en todo género de actividad. Con este replanteamiento y la respuesta al mismo, evitará otros equívocos y resolverá otros eventuales interrogantes.

San Pablo precisa, en primer lugar, que el actuar del creyente no abraza solamente los actos religiosos. Para un cristiano todo está referido a Dios; para un cristiano todo sirve a la gloria de Dios: tanto el comer, como el beber o el hacer cualquier otra cosa. Esto quiere decir que todo cuanto el creyente hace dentro de su existencia humana, y en el uso de las cosas del mundo que el Creador ha destinado al hombre, en todo esto debe dirigirse hacia Dios. Más todavía, por todo esto debe dar gracias a la divinidad. Y, consecuentemente, experimentará una alegría mucho más profunda buscando alcanzar en todo ello el destino de su vida, dar gloria a Dios: "hacedlo todo para gloria de Dios".

Pone punto final a este tema, con dos observaciones convergentes en un único motivo: la imitación. En primer lugar, remarca la advertencia ya hecha. Es preciso evitar, en todos los aspectos, el escándalo. De ello el mismo Apóstol es ejemplo a imitar. A esto añade, de modo sorprendente, la alusión al ejemplo de Cristo, quien obró siempre buscando la gloria del Padre y el bien de los hombres. Nuevamente san Pablo afirma su condición de imitador de Cristo en este modo de actuar.

Estas últimas palabras de san Pablo contienen el principio de la imitación en el sentido de seguimiento, y el seguimiento en el sentido de imitación. A la comunidad de Corinto, y en ella a todas las demás comunidades creyentes que escucharán sus palabras, el Apóstol les invita, con gran osadía, a considerar su vida, como un espejo en el cual deben mirarse. A lo largo de esta carta, san Pablo ha contrapuesto con suficiente energía su conducta a la de los corintios. Les hace ver cómo detrás de la imagen de su vida y bajo sus palabras resplandece el mismo Jesús, cuya síntesis de vida señalará en otra de sus cartas: no se complació sólo a sí mismo (Rom 15,3), sino que se entregó por todos nosotros. Esta imagen de Cristo es la que san Pablo tiene siempre ante sus ojos como norma de vida. Por eso puede afirmar con todo derecho, y sin pecar de orgullo, su condición de fiel imitador de Cristo y su exhortación a que todos hagan lo mismo: "sed mis imitadores, como lo soy de Cristo" (1Cor 11-1).

Aplicación

"Sed mis imitadores, como lo soy de Cristo".

En el Evangelio de esta semana del tiempo ordinario, Cristo, a quien estamos acompañando en su vida pública, nos revela otra nota distintiva de su personalidad: su capacidad de solidaridad con los más indigentes, entre los que se encuentran los enfermos y los pecadores. A uno de ellos, un leproso, Cristo restituye la salud y, consecuentemente, el estado de pureza legal. El pasaje de la primera lectura nos presenta la normativa tan estricta de la antigua ley con relación a quienes padecían la enfermedad de la lepra, símbolo de impureza y de pecado, que eran expulsados del propio pueblo. San Pablo se nos presenta como modelo a imitar, en cuanto que él mismo busca asemejarse en todo a Cristo, en particular, en su búsqueda de la gloria de Dios y de la donación al prójimo por amor a Él.

La normativa recogida en el libro del Levítico (13,1-2.45.46) sobre el trato que debía darse a las personas que padecían la lepra suena dura a nuestros oídos. Tan severa normativa resulta más comprensible colocada en su marco adecuado, que es la ley de la santidad: "Sed santos, porque yo, Yahveh, vuestro Dios, soy santo" (Lv 19,2). Y la lepra en aquel tiempo era señal de estado de impureza, y de pecado, tan contrarios a la santidad de vida. A nosotros nos ayuda a comprender que, para poder entrar en comunión con el Dios santo, debemos vivir en la santidad de vida, ajena a todo pecado. Cultivemos, pues, esa limpieza de alma y de cuerpo que tanto embellece a las personas haciéndolas dignas de la amistad de Dios. Si, por desgracia, tenemos debilidades y manchas, acudamos a Él, en el sacramento de la reconciliación, donde podrá purificarnos y sanarnos.

Llena de consuelo profundo contemplar ese corazón de Cristo que se compadece y es solidario con todos, en particular con los más indigentes. Así lo vemos en el relato del Evangelio de san Marcos (1,40-45), acogiendo y sanando a un leproso, quien sufría tanto en lo físico y en lo espiritual. El poder de Cristo es tan grande que, al tocar al leproso, no sólo evita el contagio de su impureza, sino que Él mismo transfiere a aquel miserable toda la pureza de su perdón y de su amistad. Con cuánta confianza debemos acudir a Cristo, que se muestra tan compasivo y misericordioso para con cada uno de nosotros. Abracémonos a Él, que ha venido a salvarnos y que quiere restituirnos toda la pureza del estado primigenio anterior al pecado, fuente de comunión con Dios y con los demás.

En la segunda lectura tomada de la primera carta a los Corintios (10,31–11-1), san Pablo nos invita a imitar a Cristo. Nos lo dice de una forma indirecta, en cuanto que se nos presenta él mismo como modelo a imitar: "Sed mis imitadores, como lo soy de Cristo". Sentimos, por tanto, la llamada a imitar a Cristo. A la luz del Evangelio de este domingo, podemos descubrir uno de esos rasgos característicos de la persona de Cristo que debemos cultivar en nuestras vidas: estar siempre llenos de compasión para con todos los que sufren, y también para con los pecadores. Muchas veces ellos, quienes se encuentran en estado de pecado, pueden verse o sentirse separados de la comunidad cristiana por culpas personales y, por lo mismo, carentes de una relación positiva con Dios y con la comunidad.

A ellos abramos el corazón como Cristo para salirles al encuentro con nuestra oración, con nuestro apoyo y con el testimonio de vida santa, para que logren liberarse de todo aquello que les aparta de Dios y gozar de la plena comunión de vida con Él y con los demás.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Foro


La fe sanadora
Ante la Jornada Mundial del Enfermo
MADRID, viernes 10 febrero 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos a nuestros lectores un artículo de Monseñor Juan del Río Martín, arzobispo castrense de España, en el que se centra en la Jornada Mundial del Enfermo, que la Iglesia celebra este 11 de febrero, día de Nuestra Señora de Lourdes.

*****

+ Juan del Río Martín

El Mensaje de Benedicto XVI para la celebración de la XX Jornada Mundial del Enfermo tiene como lema: “¡Levántate, vete; tu fe te ha salvado” (Lc 17,19). Su objetivo es animar a los enfermos y menesterosos a encontrar en la fe en Dios el soporte seguro que da sentido a toda dolencia humana.

La lucha contra la enfermedad y la prevención de ésta, es algo característico de las sociedades modernas desarrolladas. En cambio, los países pobres no gozan de los medios científicos y técnicos para hacer frente a la mínima asistencia sanitaria. Para uno y otro mundo la enfermedad sigue suponiendo una incógnita inabarcable. Es un perpetuo recordatorio de que la vida es lucha, que tiene fecha de caducidad y que el paraíso de la salud permanente no existe. Esto, para el hombre posmoderno y secularizado es el gran fracaso humano, que elude, disfraza u oculta ante la imposibilidad de su vencimiento.

Actualmente, en los sistemas sanitarios priman los criterios economicistas, cientificistas, competitivos y de prestigio. Se margina o ignora la perspectiva trascendente de la persona que, en definitiva, es la que da significado a lo incomprensible del dolor. Esto hace que el enfermo sea un objeto experimental, un número, una cama, un coste. Por eso mismo, es inevitable plantear un sistema sanitario más ético, más humano, más justo, donde el enfermo tenga un rostro sufriente y humano.

El cristianismo no ha negado nunca la enfermedad, el dolor, la muerte, sino que ha preparado a los hombres para pasar por esos trances, enseñando siempre a ser solidarios y caritativos con los aquejados por cualquier padecimiento. El Papa nos recuerda que: “Dios, en su Hijo, no nos abandona en nuestras angustias y sufrimientos, está junto a nosotros, nos ayuda a llevarlos y desea curar nuestro corazón en lo más profundo”.

La fe en Cristo no suprime el sufrimiento, pero lo ilumina, lo eleva, lo purifica, lo sublima, lo vuelve válido para la eternidad. Esa vivencia, sitúa al enfermo en un modo de vivir y de relacionarse muy distinto de aquellos que experimentan esa misma realidad, pero sin referencia a un Dios que desea siempre nuestro bien, aunque a veces no lo veamos. La confianza y el seguimiento a ese Médico que es Jesús de Nazaret (Mt 9,12; Mc 2,17; Lc 5,31), hace que alcancemos la salud integral, ya que como diría san Agustín: “Cristo es en realidad el médico sabio y omnipotente que quiso sanar las enfermedades del cuerpo para manifestarse como salvador de las almas”. (Sermón 84,4).

El Mensaje pontificio nos recuerda que “el binomio entre salud física y renovación del alma lacerada nos ayuda a comprender mejor los sacramentos de curación”. La terapia de la fe sanadora comienza con la humilde y constante plegaria del afligido y de la comunidad que rodea al enfermo. La Iglesia, como continuadora de la obra y misión de su Señor, ofrece las “medicinas espirituales” de los sacramentos de la Penitencia y de la Unción. Son momentos privilegiados donde los enfermos se enfrentan a su propia vida, reconocen los errores y fracasos y siente el bálsamo de la reconciliación con Dios, con los hermanos y consigo mismos. No son “analgésicos mentales”, ni impiden que las ciencias médicas y sanitarias hagan su labor, sino que son realidades de la gracia sobrenatural que cura el corazón destrozado de la persona que pasa por la prueba del sufrimiento y de la proximidad de su final. Ello tiene como fruto la paz de espíritu que posibilita vivir con dignidad y humanidad en el “lecho del dolor”.

Esto no lo puede dar ni las más avanzadas ciencias médicas, ni la simple asistencia social hospitalaria, porque el que enferma es una persona, un espíritu encarnado y como tal tiende a su fin. Como dice Agustín de Hipona: “nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti» (Conf. 1,1).

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Acercarnos para aliviar al enfermo de hoy
El 11 de febrero es la Jornada Mundial del Enfermo
ROMA, viernes 10 febrero 2012 (ZENIT.org).- La Iglesia siempre ha dado alivio a los enfermos. Lo hizo Jesús sobre la tierra y lo continuaron los apóstoles. ¡Cuánto conmueven aquellos relatos del Nuevo Testamento en que ciegos y leprosos les pedían a gritos una curación! Y ellos, primero el Maestro y después los discípulos --deteniendo el paso apresurado, aún con riesgo de sus vidas--, se acercaban para hacerlos ver, escuchar o caminar. Luego estos seres olvidados volvían a gritar, pero ya con el fin de testimoniar lo que Dios había hecho cuando pasó cerca a ellos...

Otros ejemplos son las órdenes y congregaciones religiosas nacidas para esta obra de misericordia; testigos mudos son las pinturas de muchos hospitales en el mundo, donde se ve a los fundadores --siglos atrás--, cargando consigo a enfermos y menesterosos de las principales calles de la ciudad para curarlos sin cobrarles nada.

También lo hacen hoy muchos movimientos apostólicos que a través del voluntariado o por la oración de intercesión, ayudan a curar aquellas “heridas del cuerpo y del espíritu”, de las que habla el Papa Benedicto XVI en su mensaje por la Jornada Mundial del Enfermo 2012, a celebrarse mañana 11 de febrero.

Son muchos los aspectos dentro del mundo de la salud, pero conviene poner más atención a las denominadas ‘enfermedades emergentes’, que son hijas de su tiempo. Por ejemplo emergen con fuerza la depresión infantil, el tabaquismo o el alcoholismo, con nefastas consecuencias y mucho dolor familiar. Por otro lado, asociados a los nuevos hábitos de vida --muchas veces causados por la ansiedad--, nos encontramos con la anorexia, la obesidad mórbida o la ludopatía, entre otros males degenerativos.

Una pregunta que surge del mensaje papal es: ¿debemos atender solo al que sufre en el cuerpo o también al que padece las enfermedades espirituales de hoy? El Papa nos recuerda en su mensaje que en el momento del sufrimiento, “surge en la persona la tentación de abandonarse al desaliento y a la desesperación”, lo que son claros síntomas de ciertos males descritos anteriormente pero que, acompañados a tiempo por la Iglesia, pueden “transformarse en tiempo de gracia para recapacitar”.

Volviendo a la reflexión inicial, la Iglesia tendrá siempre la misión de aliviar el sufrimiento del enfermo, porque como recuerda el Santo Padre en referencia al pasaje del leproso agradecido, éste, “al verse sanado, vuelve enseguida a Jesús lleno de asombro y de alegría para manifestarle su reconocimiento”. Para conseguir este cometido, los creyentes han recibido de Jesús los llamados «sacramentos de curación», que según la enseñanza del Papa para este año, son mejor comprendidos desde el “binomio entre salud física y renovación del alma lacerada”.

Estos sacramentos: la penitencia, la eucaristía y la unción de los enfermos, deben ser ofrecidos y proporcionados continuamente “por toda la comunidad eclesial y la comunidad parroquial en particular, (y) han de asegurar la posibilidad de acercarse con frecuencia a la comunión sacramental a quienes, por motivos de salud o de edad, no pueden ir a los lugares de culto”, reflexiona el Mensaje.

En la meditación del Ángelus del 5 de febrero último, el Papa dijo claramente que“la enfermedad puede ser un momento que restaura, en el cual experimentar la atención de los demás y ¡prestar atención a los demás!”

Por lo tanto, sería oportuno que la nueva evangelización incorporase una estrategia válida de visitas permanentes a los enfermos y ancianos, a fin de hacerles sentir la cercanía y la sanación de Cristo, así como a sus familiares y a quienes los cuidan en medio de la soledad. A este respecto, ha sido un escándalo ver una reciente denuncia periodística sobre una casa de ancianos en Italia, en la que estos eran golpeados e insultados por quienes los asistían.

Conviene poner más atención a las ‘enfermedades emergentes’, en las que el hombre mismo, como producto de sus excesos o desencantado ante un paraíso consumístico no satisfecho, se autoinflige heridas que laceran su cuerpo, su alma y las de los demás. Es una singularísimaoportunidad de decirles: «¡Levántate y anda!».

Por José Antonio Varela Vidal

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


ANUNCIOS


Para ver las tarifas y poner su anuncio en los servicios via email de ZENIT visite: http://ads.zenit.org/spanish

* * * * * * * * * * * * * * * *

Conferencia sobre la Economia del bien Común
La Economía del bien común es un nuevo modelo económico que trata de poner la dignidad de la persona como valor principal de la economía. Christian Felber, ofreció en Acción Social Católica (Zaragoza) una conferencia explicando sus principios.
Véala en el siguiente enlace;
http://www.accionsocialcatolica.com/actualidad/cristhian-felber-balance-del-bien-comun.html

http://www.accionsocialcatolica.com

arriba

* * * * * * * * * * * * * * * *

Para ver las tarifas y poner su anuncio en los servicios via email de ZENIT visite: http://ads.zenit.org/spanish