24.02.12

Deserciones en el Regnum Christi: cifras oficiales

A las 12:50 PM, por Andrés Beltramo
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El movimiento católico del Regnum Christi vive tiempos de turbulencia interna. Es natural, todo proceso de crisis y renovación resulta difícil. Aún más si se trata de dejar atrás la historia de un fundador inmoral como Marcial Maciel Degollado, iniciador además de la Legión de Cristo. En este contexto las deserciones (más o menos numerosas) han sido prácticamente inevitables y el debate sobre la cantidad de miembros que abandonaron la obra también.

Apenas ayer, quien estas líneas escribe, publicó un artículo (leer completo aquí) en el cual reportó que unas 300 consagradas dejaron las filas del “Reino” –como se conoce coloquialmente a esa asociación- en los últimos años, al menos desde 2009 a la fecha.

Ese dato se obtuvo de dos fuentes principales: por un lado la oficina de prensa de la Legión en Roma que, en 2010, estableció extraoficialmente en mil 50 el número de consagradas de ese entonces y en 100 la cifra de consagrados. Una información bastante aproximativa pero confiable, prácticamente la única disponible sobre este particular y que se comentó en este blog en su momento (aquí).

Era la única hasta el 29 de enero pasado cuando el ex delegado del director general para los consagrados, Diego de Robina, dictó una conferencia en el Centro de Estudios Superiores de los Legionarios en la capital italiana. En esa oportunidad aseguró que la rama femenina cuenta en la actualidad con 750 miembros y la rama masculina con 100. La cuenta era fácil de sacar.

De allí las 300 deserciones, referencia que causó una reacción inmediata en la sede central de la Legión de Cristo en Roma, desde la cual por fin se hicieron públicas las primeras cifras oficiales. Según una breve nota enviada a Sacro&Profano por el vocero, Andreas Schoggl, existió un error de interpretación en la cantidad de mil 50 manejada genéricamente en un inicio. A su decir esa era la suma completa de consagrados y consagradas en 2008/2009, divididos en 956 damas y 108 caballeros (1064, para ser más precisos).

Y agregó finalmente los números definitivos, de vigencia corriente: a finales de 2011 ascienden a 800 las mujeres en el tercer grado del “Reino” y a 96 los hombres. Así las cosas y realizada la nueva cuenta se puede afirmar que, en los últimos dos años, abandonaron el movimiento 156 consagradas. Prácticamente el 16 por ciento del total, una cifra para nada despreciable.

Pero ese número podría ser aún mayor, porque se desconoce la cantidad de nuevos ingresos en ese mismo lapso de tiempo, una cantidad que podría afectar toda la sumatoria. Para ser más ilustrativos y sólo a manera de ejemplo: si entre 2010 y 2011 ingresaron 20 nuevas integrantes, la cifra de deserciones no sería de 156 sino de 176. Por otro lado, los datos oficiales ahora reportados datan del año pasado y no consideran el abandono de la ex delegada del director general para las consagradas Malen Oriol, anunciado el 12 de febrero en una carta. Tampoco incluyen al grupo de señoritas (se habla de unas 30) que dejarán el movimiento en bloque, según lo notificó la misiva de Oriol.

Más allá del debate sobre las deserciones (necesario, más no fundamental), lo importante es el itinerario de reforma interna que ha emprendido el Regnum Christi y el cual afronta no pocas dificultades. Por eso el delegado pontificio Velasio De Paolis decidió, el 15 de febrero último, intervenir directamente las estructuras de control del movimiento. Designó como sus interventores a dos de sus consejeros de confianza: los sacerdotes Agostino Montán y Gianfranco Ghirlanda.

Con su ayuda espera avanzar realmente en un proceso que tiene un solo objetivo: dar al Reino su “justa autonomía” y su gobierno propio. ¿Lo logrará?

Serafines susurran.- Que llama la atención cómo, en los últimos días, el nuevo vicario general de los Legionarios de Cristo, Sylvester Heereman, ha multiplicado su buena prensa. Su nombramiento, comunicado el 18 de febrero, ha sido presentado como una “jugada maestra” del delegado pontificio para la reforma de la congregación, Velasio De Paolis.

De repente su curriculum se ha completado con una “virtud” fundamental: ser un personaje alejado de la cúpula forjada personalmente por el fundador Maciel y ajeno a su negativa herencia. Casi se le ha presentado como un disidente, ajeno al viejo sistema legionario.

Pero quienes han seguido de cerca, en los últimos años, el desarrollo de los acontecimientos en la Legión son mucho menos optimistas. Saben que Heereman no se ha dado a conocer, internamente, por ser un gran opositor ni de Maciel ni de sus herederos: el actual director general, Álvaro Corcuera, y su antecesor en la vicaría, Luis Garza Medina.

Por ello existe ya un discreto círculo de detractores suyos. Para ellos la historia del sacerdote alemán tiene demasiados signos que recuerdan el actuar del inmoral fundador. Ante todo critican su extremada juventud, no por inexperiencia sino porque argumentan que gran parte de su vida en la Legión la ha pasado en diversos puestos de responsabilidad. “Como los elegidos del pasado”, se quejan.

Señalan que él realizó su profesión perpetua como legionario ya ocupando el puesto de asistente del territorio de Alemania de la congregación y que fue designado como secretario territorial sin tener la edad canónica.

Indican, no sin razón, que fue asistente de teólogos en la casa de Roma cuando su rector era Álvaro Corcuera y Maciel todavía mantenía su cargo de superior. Además consideran “extraño” que poquísimo tiempo después de ordenarse como diácono, en 2006, lo trasladaron de asistente para la vida religiosa en Alemania, región de la cual le hicieron director territorial en enero de 2007, menos de 2 meses después de recibir la ordenación sacerdotal y sin tener la edad canónica. ¿Un reformador? En los papeles no lo parece, aunque siempre es mejor dar el beneficio de la duda.