Cerca de medio centenar de Estados e instituciones internacionales se han reunido en Londres el 23 de febrero para intentar encontrar una solución conjunta a la situación en la que se encuentra Somalia.
El primer ministro británico, David Cameron, adelantó en su intervención que los somalíes deben ser dueños de su futuro. El próximo mes de agosto dejarán de existir las actuales instituciones transitorias y el país quedará partido en media docena de gobiernos regionales. “Al final, los problemas de Somalia solo los puede resolver el pueblo somalí”, dijo Cameron, anfitrión de la reunión. “Por lo tanto, no estamos aquí para imponer soluciones a un país desde lejos. Tampoco tenemos que deciros a vosotros, el pueblo somalí, qué tenéis que hacer. Más bien estamos aquí para apoyaros en vuestros esfuerzos y ayudaros a cambiar las cosas”, añadió.
En referencia a la seguridad, una de las cuestiones críticas que afectan al país, Cameron señaló la necesidad de que la misión de la Unión Africana “tenga los recursos necesarios para mantener en retirada permanente a Al Shabab (las milicias de Al Qaeda en Somalia) y que se tome también en serio la protección de los civiles”.
Además, el primer ministro británico se refirió a otro de los asuntos candentes del país africano, la piratería. “Conseguir seguridad significa también mantener la presión sobre los piratas”, dijo.
La lucha contra la grave crisis humanitaria y sus desastrosas consecuencias sobre la población somalí, fue otro punto destacado de la agenda de la reunión.
Así lo recogió en sus declaraciones el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo: “(En Somalia) Primero hay que ayudar a restablecer la seguridad a través de una reforzada operación de mantenimiento de la paz de la Unión Africana. Segundo, hacer llegar la ayuda humanitaria y el apoyo al desarrollo allí donde es necesario. Y, tercero, asegurarse de que los esfuerzos somalíes para crear un Gobierno representativo se apoyen en un verdadero compromiso internacional”.