4.03.12

Cuidado con el nacionalcatolicismo democrático

A las 8:03 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General
 

Los años del nacionalcatolicismo pasaron a la historia para estudio de los dedicados a comprender y explicar la Historia de la Iglesia en España en la segunda mitad del pasado siglo.

Fue una etapa que tuvo sus luces y sombras propias ejecutadas por los protagonistas de una Iglesia Católica que se rehacía entre las cenizas producidas por la dureza de una guerra fratricida.

La llegada del período democrático trajo la sepultura del llamado nacionalcatolicismo. Así ha sido hasta hace unas fechas. Ahora ha rebrotado una nueva versión de aquella unión entre la Iglesia y el poder civil en la sociedad plural de la España de hoy.

Los perfiles del renovado nacionalcatolicismo están por estudiar y definir con la mejor tranquilidad y el ánimo de no ofender a ninguna sensibilidad.

Al nuevo nacionalcatolicismo han aportado sus papeles los miembros de la izquierda política y los dirigentes de la derecha política españolas de los últimos años.

Cada vez que un alcalde socialista salía en una procesión llevando una vara cofradiera; los momentos en que un regidor municipal de la derecha ha asistido, en primera fila, a una romería mariana por la tierras andaluzas, se estaba reeditando el nacionalcatolicismo democrático.

Ahora, con la llegada al poder de la derecha y ante la cercanía de la Semana Santa, estamos viendo cómo la vicepresidenta del gobierno está ultimando su pregón que dará en la catedral de Valladolid delante del arzobispo local, tras aclararse algunos malentendidos provocados por una prensa preguntona y capaz de pillar a alguien en una total ignorancia o renuncio.

La presidenta de Castilla y la Mancha, que ya presidió con mantilla española la procesión del Corpus toledano, aparece ahora en un acto de presentación del cartel de la Semana Santa de Ciudad Real, donde ha tenido un discurso mezclando la cultura con la religiosidad y haciendo una comparación entre cofradías y la crisis económica, difícil de sostener y tragar de forma intelectualmente aseada.

El acto, siguiendo la vieja usanza del mejor nacionalcatólicismo, estaba la Iglesia representada por el Vicario General de la diócesis de Ciudad Real, el señor Esparza, cura inteligente donde los haya, pero que por razón de cargo carga con un papel difícil de digerir por muchos cristianos que no ven estos actos demasiado claros.

¿Estamos, pues, asistiendo al renacimiento de un nacionalcatolicismo democrático, donde el poder político y el eclesiástico están unidos otra vez?.

Desde la izquierda eclesial las críticas están llegando como venablos envenenados. La derecha cree en su tradicional bondad que estos acontecimientos carecen de importancia. Es necesario separar bien los papeles, las funciones y los resultados. No estamos en los años cuarenta.

Se impone actuar de otra forma, aunque la esfera política y la religiosa colaboren en puntos convergentes, no deben dar pies a un renacido nacionalcatolicismo democrático. No es bueno para la libertad de cada esfera.

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Tomás de la Torre Lendínez

PD. El programa televisivo de don Javier Alonso Sandoica continúa con algunos cambios. Toda la información está aquí.