10.03.12

HABÍA ESTADO XIV (escrito por Norberto)

A las 9:49 PM, por Guillermo Juan Morado
Categorías : General

 

La quinta, modesta en su decoración, pero de refinado gusto mostraba ornamentos, vasijas y tapices de muchas procedencias sitas en el Mediterráneo Oriental, tantas como había recorrido Loukás desde que siendo un muchacho había emprendido la carrera médica, en su caso ad litteram pedis. Ocupaba una finca de forma trapezoide irregular de un jugerum (unos 2.520 m2), la construcción ocupaba casi un actus quadratus (unos 1.260 m2).

Extrañaba no ver ningún objeto de su etapa romana, siquiera una cerámica de recuerdo, es que no guardaba buen recuerdo, pese a que no fuera por sentencia escrita, ni proceso judicial, había sido condenado al ostracismo. El suelo carecía de las escenas mitológicas o domésticas o del tipo que quisiera el propietario pintadas en teselas, este suelo era un lithostrotum, propio de una calzada no de una vivienda, las vecinas canteras del monte Silpius habían proporcionado los materiales necesarios para su edificación.

- Saúl Paulus Tarsiensis, dijo Ambrósyos presentándolo a Loukás que había comprobado el vuelo correcto de la paloma mensajera.

- Ave¿qué os trae por mi casa?, aunque ya veo que tu amigo no parece pasar un buen momento, ¿verdad?.

Ambrósyos contó lo sucedido y dejó a Saúl en manos de Loukás, mientras iba a su casa para descargar el mineral y preparar alojamiento para su huésped, luego volvería a recogerlo, sabía que el médico se tomaba su tiempo antes de diagnosticar y recetar.

Recostado en una cama clínica, el médico indagaba y palpaba al enfermo según le contestaba, le reconoció y emitió un diagnóstico provisional.

-Saúl creo que tiene un problema de vísceras, el hígado, ahora inflamado, no funciona bien dentro de su cuerpo, como ha tenido preocupaciones continuas lo psíquico ha alterado lo somático. Debe cambiar su alimentación, solo hortalizas y algún pescado con unas gotas de aceite de oliva, nada de picante, muy poca sal; además debe tomarse una infusión todas las mañana, en ayunas, según lo indica este escrito, los ingredientes son de fácil obtención. Ahora guarde reposo, puede seguir recostado o pasear por el palmeral según prefiera, mientras vuelve el metalúrgico. Si va al retrete, avíseme.

-Muchas gracias, pediré a YHWH por su buen destino, respondió Saúl, observando una mueca, levísima, en su comisura izquierda, no obstante respondió con una cortés inclinación de cabeza.

- He visto que tiene un cuadro con un versículo del Mishlei (Proverbios), por eso le mencioné… discúlpeme si le he molestado con mi comentario.

-No, no me ha molestado, el objeto me lo regaló uno de mis maestros en Alejandría, me enseñó todo su saber, yo apenas pude corresponderle cuando enfermó gravemente, le atendí día y noche, apliqué todos mis conocimientos pero nada pude hacer por evitar su muerte. Poco antes de morir, abrió los ojos y viéndome apesadumbrado me regaló el cuadro procurando tranquilizarme, le prometí que lo conservaría, Yehoshúa (Yahvéh salva) ben Samuel(Aquel que escucha a Yahvéh) era un gran hombre, y, sí, ciertamente creía en YHWH, yo no, he tenido en mi vida suficientes divinidades, y, ninguna hizo nada por mí. Le dejo descansar, tengo trabajo, un colega de Tarso, compatriota suyo espera los resultados de unas pruebas.

-Yo voy para Tarso, si quiere puedo llevarle a su colega lo que sea, siempre que no sea voluminoso o pesado.

Loukás rió de buena gana, el ofrecimiento le había alejado del doloroso recuerdo revivido, contestó:

-Saúl, no será más que una pequeña hoja de pergamino con unas notas, ¿será mucho peso?

- No, desde luego, y rió, igualmente, de buena gana, es que yo había imaginado otra cosa.

Una sintonía y una simpatía inesperadas se había producido entre aquellos desconocidos, el principio de lo que vendría a continuación. El texto citado decía así:

El temor de YHWH es el principio de la ciencia; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. (Prov 1,7)

Norberto.