13.03.12

Un amigo de Lolo - La hermosa caminata que es el vivir

A las 1:14 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Un amigo de Lolo
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Manuel Lozano Garrido

Presentación

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

La hermosa caminata que es el vivir

Se camina con los pies como forma ordinaria de ir de un lado para otro viendo lo que a nuestro alrededor sucede. Pero también se camina con el corazón cuando por impedimento físico no nos es permitido el ordinario caminar. Entonces, nuestra imaginación vuela y ya no es, como diría Santa Teresa, la “loca de la casa” sino el instrumento más valioso del que pueden valerse aquellas personas que, por alguna causa, no pueden hacer uso ordinario de sus piernas. Sin embargo, sea como sea la misma, la vida nos ofrece un panorama digno de ser vivido por un hijo de Dios.

Es bien cierto que, a pesar de los malestares que nos aquejan y todo aquello que pretende hacernos cada paso más difícil que el anterior, es hermoso saber que Dios creó para nosotros un mundo que entregó a nuestros Primeros Padres para que se enseñorearan de él y lo entregasen, en depósito, a sus hijos y estos a los suyos…

Caminar, de la forma que sea, es, pues, hermoso porque es el método más cercano del que nos podemos valer los hijos de Dios para tener el mundo a nuestro alcance. Así, es obligado no perder nunca la esperanza porque desesperar es olvidar a Dios en quien debemos refugiarnos cuando, en nuestro camino, nos veamos cercados de tinieblas y las mismas no nos permitan ver la luz que ilumina nuestros pasos.

Por eso, cuando el salmista se pregunta (118, 32) “¿quién es Dios fuera de Yahveh?” y “¿quién Roca?” sólo le cabe la respuesta esperada acerca de que “El Dios que me ciñe de fuerza, y hace mi camino irreprochable” (Salmo 18, 32) pues en tal irreprochabilidad de lo que hacemos, de por dónde caminamos, de por dónde andamos y todo acogido a la voluntad de Dios y cumpliéndola, se deben centrar nuestros pasos, uno tras otro, corazón o físico, hacia el definitivo Reino de Dios.

Y caminamos orando; y caminamos adorando a Dios; y caminamos hablando a otros de nuestro Creador; y caminamos compartiendo el Evangelio con nuestro prójimo; y caminamos de la forma que el Padre nos concede con nuestros talentos, haciéndolos rendir unos treinta, otros sesenta y otros el cien por cien. Y caminamos, por lo tanto, dándonos cuenta de lo hermoso que es el vivir y que esta caminata que nos ha concedido Dios poder dar es tan hermosa como queramos verla y que no podemos rechazarla abandonándonos a las concupiscencias del mundo.

Dios, con toda seguridad, tendrá en cuenta que hemos cumplido nuestra parte de la Alianza que, a través de Jesucristo, hizo con todos nosotros.

 

Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, ruega por nosotros.

Eleuterio Fernández Guzmán