Duda que se pueda negociar con la secta

El Arzobispo de Jos pide al gobierno nigeriano que identifique a los patrocinadores de Boko Haram

 

«No sé lo que el gobierno está haciendo, pero sé que Boko Haram es un grupo despiadado que manda a la gente a matarse a sí mismos para matar a otros. No sé como será posible tratar con ellos». Así se ha manifestado ante la Agencia Fides Su Exc. Mons. Ignatius Ayau Kaigama, Arzobispo de Jos, en el norte de Nigeria, al comentar los rumores de las posibles negociaciones indirectas entre el gobierno nigeriano y la secta Boko Haram. El atentado suicida del 11 de marzo contra la iglesia de San Finbarr, en Jos ha sido atribuido a la secta.

17/03/12 9:07 AM


 

(Fides) “Lo que el gobierno debe hacer es identificar a los patrocinadores de Boko Haram”, dice Mons. Kaigama. “Hay elementos poderosos que proporcionan a los miembros de la secta, bombas, coches, dinero y apoyo logístico. Hace falta saber quiénes son estas personas que tienen un programa tan malo para Nigeria”.

Sobre la posibilidad de que haya patrocinadores extranjeros detrás de Boko Haram, el prelado dice: “Si nos fijamos en la sofisticación de las bombas utilizadas por Boko Haram, a mí me parece que esto significa que estas personas han recibido un excelente adiestramiento fuera de Nigeria. Pero, repito, es responsabilidad de nuestras agencias de seguridad averiguar quiénes son los terroristas, quiénes les sostienen, dónde y quién los entrena, y así sucesivamente. Hasta hace poco no había atentados ni terroristas suicidas en Nigeria, con bombas sofisticadas. Todo viene de alguna parte. Espero que nuestro gobierno, con la ayuda de la comunidad internacional, pueda descubrir las raíces de todo esto”.

Mons. Kaigama no ha perdido la esperanza: “en este momento estamos en la casa del Gobernador. Tenemos la intención de expresarle nuestra preocupación y nuestra solidaridad con las víctimas, así como reafirmar el compromiso de la Iglesia Católica por la paz. Puede confiar en la labor de nuestros sacerdotes, religiosos y laicos que trabajan para pacificar los ánimos.

A pesar de la última ola de violencia, en Jos la situación está en calma. Nadie quiere verse involucrado en actos de violencia innecesaria. Aunque hay mucha ira por las muertes causadas por los atentados y por los enfrentamientos de los últimos días, la población ha regresado a sus actividades normales” explica el arzobispo.