Campaña de donativos 2012 - ¡URGE ACTUAR!

Apelamos a la generosidad de los lectores que aún no hayan podido responder con su aportación.

ZENIT es una agencia que realmente sostienen sus lectores. Carece de otra fuente sustancial de recursos para cubrir los gastos anuales: sólo contamos con la generosidad de los lectores que puedan apoyarnos.
Sólo si se alcanza la meta de 230,000 dólares EE.UU., podremos volver a garantizar la continuidad del servicio otro año.

Si puede, ¡no deje de apuntarse a esta campaña de donativos!
Si está dispuesto a sostener ZENIT, éste es el momento: ¡envíe su donativo ahora!

Puede hacerlo con tarjeta de crédito, cheque o transferencia bancaria.
Los lectores de España también pueden ordenar el cargo directo en su cuenta bancaria.
Toda la información para enviar donativos se encuentra en: http://zenit.org/spanish/donativos.html
¡ Agradecemos mucho la ayuda que cada uno pueda darnos !

ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 30 de marzo de 2012

Publicidad

Novela juvenil de corte vocacional

El fondo del cañón, una novela sobre la búsqueda de una jóven adolescente que se cuestiona sobre el sentido de su vida y a través un viaje a la ciudad de Roma va encontrándose con la fe cristiana, con Dios y con el tema de la vocación. Puede adquirirlo en:http://www.amazon.com/Fondo-Cañón-Spanish-Edition-ebook/dp/B007BDLX82/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1332723323&sr=8-1 de la tienda de virtualde Amazon

http://areopagocultural.com/2012/01/el-fondo-del-canon-de-sandra-sato/

Para ver las tarifas y poner su anuncio en los servicios via email de ZENIT visite: http://ads.zenit.org/spanish


El papa en América Latina

Cuba libre y cristiana
El coraje de Benedicto XVI

Santa Sede

Mayor sensibilidad y cercanía a las personas con autismo
Mensaje del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios ante la Jornada Mundial

Instituido un premio de periodismo en memoria del cardenal Foley
Por la Organización Católica Internacional de Medios

Mundo

Conferencia Río + 20, dar pleno sentido al término "economía verde"
Entrevista con el profesor Vincenzo Buonomo, de la Universidad Lateranense

Cardenales Rylko y Rouco Varela resaltaron frutos de las JMJ en la pastoral juvenil
Organizadores de Río 2013 se reunieron en Roma con el input de Madrid 2011

México: Nombrado nuevo obispo de Tepic
Monseñor Luis Artemio Flores

Chile: "Por una convivencia más humana y sin violencia
Pide el arzobispo de Santiago ante el asesinato de un joven homosexual

Semana Santa

El corazón traspasado de Cristo
Ante la Semana Santa

Cuaresma

La vía al conocimiento pasa a través del no conocimiento
El padre Cantalamessa explica cómo afrontar el camino del conocimiento de Dio

En la escuela de san Pablo...

Agradecer y seguir el ejemplo de Cristo obediente hasta la muerte de cruz (Domingo de Ramos, ciclo B)
Comentarios a la segunda lectura dominical

Flash

El Centro San Camilo obtiene el Certificado de Excelencia Europea
Gestionado por los Religiosos Camilos

Documentación

San Gregorio de Nisa y el camino para el conocimiento de Dios
Cuarta prédica de Cuaresma del padre Cantalamessa

Los frutos de la Jornada Mundial de la Juventud y su impacto en España
Conferencia del cardenal Rouco en el Consejo Pontificio para los Laicos


El papa en América Latina


Cuba libre y cristiana
El coraje de Benedicto XVI
MADRID, viernes 30 marzo 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos un artículo de Pablo Blanco Sarto, profesor de la Universidad de Navarra y autor del libro "Benedicto XVI, el papa alemán". El autor hace balance de la visita del papa a Cuba.

Por Pablo Blanco Sarto

*****

Fidel entró en La Habana crucifijo en mano. Tras el triunfo de la revolución cubana en enero de 1959, la Iglesia quedó sin embargo al margen de la vida social. Era la isla de Fidel. Se nacionalizaron entonces las escuelas religiosas, fueron expulsados los religiosos de los hospitales y resultó elimada su presencia en los medios de comunicación. Entonces había setecientos sacerdotes para seis millones de habitantes en Cuba. Actualmente hay trescientos para 11,2 millones.

Pero desde el comienzo de los noventa, una apertura religiosa volvió a llenar las iglesias, entre ellas las católicas. En 1998, la isla recibió la primera visita de un papa desde el triunfo de la Revolución. La llegada de Juan Pablo II permitió, por ejemplo, que la Navidad fuese declarada fiesta de nuevo. Ya entonces se eliminaron las referencias al ateísmo en la Constitución y los cristianos fueron aceptados en el seno del gobierno. Éste permitió la construcción de un seminario, a cuya inauguración asistió el mismo Raúl Castro. Fueron restauradas algunas parroquias. Juan Pablo II plantó en La Habana la semilla de la libertad.

Al llegar a Cuba, Benedicto XVI quiso mantener el difícil equilibrio de la Iglesia en la isla, donde ejerce de mediadora entre el Gobierno y los disidentes políticos. Prefirió criticar el capitalismo salvaje. El tema no era nuevo, aunque el hecho de presentarlo en una Cuba postrada ante el embargo era muy significativo. Afirmó que las dificultades económicas que se viven en buena parte del mundo están relacionadas con una «profunda crisis de tipo espiritual y moral, que ha dejado al hombre vacío de valores y desprotegido frente al ambición y el egoísmo de ciertos poderes».

Ante esta situación, es urgente un cambio en la «dirección cultural y moral que ha causado la dolorosa situación que tantos experimentan», sugería. La crisis económica tiene una base ética. Ya lo había dicho en la encíclica social Caritas in veritate (2009). Pero a la vez el papa alemán hizo referencia a los presos, sin explicitar que fueran «políticos», perseguidos por el régimen castrista. A buen entendedor, pocas... El discurso de Benedicto XVI fue un ejemplo magistral de equilibrismo dialéctico. Hizo acrobacias para abordar los asuntos más candentes sin irritar a las autoridades.

Por la tarde, había propuesto emprender otra revolución: la de «las armas de la paz y el perdón». Era un mensaje de reconciliación. No había faltado antes sin embargo la denuncia del comunismo. «Hoy es evidente –había dicho en el vuelo de ida– que la ideología marxista, como había sido concebida, ya no responde a la realidad». Es más, añadió: «ya no se puede responder ni construir una sociedad de ese modo». Por lo que consideraba necesario encontrar «nuevos modelos, con paciencia, en modo constructivo». Este proceso exige «también decisión». Es aquí donde la Iglesia juega su papel.

«Es obvio que la Iglesia está siempre del lado de la libertad –añadió–, la libertad de conciencia, la libertad de religión». Fueron también declaraciones decididas. Si Juan Pablo II plantó la semilla de la libertad, Benedicto XVI podría recoger su fruto. Benedicto XVI es consciente de su papel y de las diferencias con su predecesor. Al decir de un simpático habanero en una peña deportiva, «este papa se parece a los futbolistas alemanes… porque no juega con tanta gracia y belleza como los brasileños, pero meterá un gol». Si esto fuera así, Cuba podría ser libre y cristiana.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Santa Sede


Mayor sensibilidad y cercanía a las personas con autismo
Mensaje del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios ante la Jornada Mundial
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 30 marzo 2012 (ZENIT.org).- Es necesario expresar mayor "sensibilidad y una cercanía auténticamente solidaria a las personas con autismo y a su familias". Es el hilo conductor del llamamiento lanzado por el arzobispo Zygmunt Zimowski, presidente del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios, con motivo de la V Jornada Mundial sobre el Autismo que tiene lugar el próximo 2 de abril.

Una fecha que se hace tanto más importante si se consideran, por un lado la gravedad de los trastornos del espectro autista, tanto para la persona que lo sufre como para su familia y para quien le cuida, y por otro la urgente necesidad de profundizar los conocimientos al respecto y, al mismo tiempo, extender las posibilidades de diagnóstico y de tratamiento a las franjas de población y a los países económicamente más necesitados.

Las mismas estadísticas, a pesar del gran empeño de los expertos del sector tienen todavía lagunas a nivel internacional, aún considerando que el autismo esté presente tanto en los países industrializados como los que están en vías de desarrollo. En Europa, se estima de todos modos que en torno a sesenta niños sobre diez mil resultan afectados.

La Iglesia, en la comprensión de los sufrimientos y las dificultades que padecen los enfermos de autismo y sus familias, advierte urgente la necesidad de ofrecer cada vez mayor acogida y ponerse junto a estas personas y a sus familias, si no para romper estas barreras del silencio, al menos para compartir en la solidaridad y en la oración su camino de sufrimiento que, a veces, presenta también los rasgos de la frustración y la resignación, no siendo el último motivo el de los todavía escasos resultados terapéuticos.

Igualmente, la Iglesia sensibiliza e incentiva al mundo científico y a las políticas sanitarias a emprender e incrementar itinerarios diagnósticos, terapéuticos y de rehabilitación, que puedan hacer frente a una patología que afecta numéricamente a más personas de las que podrían imaginar hace pocos años. Animar y sostener estos esfuerzos --señala el Consejo Pontificio--, también en el gesto solidario del mundo escolar, del voluntariado y del asociacionismo, es un deber para descubrir y hacer emerger aquella dignidad que la minusvalía --incluso la más grave y devastadora- no cancela.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Instituido un premio de periodismo en memoria del cardenal Foley
Por la Organización Católica Internacional de Medios
ROMA, viernes 30 marzo 2012 (ZENIT.org).- La Organización Católica Internacional de Medios (ICOM) convoca un premio a la memoria del cardenal John Patrick Foley que siempre impulsó la autonomía e independencia de los periodistas.

Un premio internacional a la memoria del cardenal John Patrick Foley, expresidente del Consejo Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, fallecido el 11 de diciembre de 2011.

Instituye el Cardinal Foley Award, la Organización Católica Internacional de Medios (ICOM) para honrar, explica una nota, "a todos aquellos que, directa o indirectamente han promovido sanas relaciones entre la Iglesia y el mundo".

En un momento crucial, cuando ZENIT empezaba, el cardenal Foley fue de los primeros en animar la creación de nuestra agencia, y escribió un mensaje a los lectores para animarles a apoyar nuestro servicio informativo dando su personal respaldo a nuestro proyecto. Un aval que abrió puertas a nuestra agencia.

Al subrayar la importancia actual de "construir puentes" y "realizar encuentros" para promover el crecimiento "de la libertad, de la dignidad y del respeto", el ICOM afirma: "El cardenal Foley, junto a nuestros miembros, siempre consideró que nuestra organización fuera un puente entre la Iglesia y el mundo a través de su actividad de reflexión y de investigación, de encuentros y seminarios".

Desde el primer congreso mundial de la UCIP, antecesora del ICOM, Viena 1977, hasta su muerte, el purpurado estadounidense participó en las iniciativas del organismo animando "la independencia y la autonomía de los periodistas".

Pueden concurrir al premio trabajos periodísticos publicados después de 2009 o todavía por publicar: artículos, entrevistas (no más de 1.200 palabras), servicios fotográficos, audio o video.

La ceremonia de entrega del premio se tendrá en el curso del próximo congreso mundial del ICOM, en programa del 29 de septiembre al 6 de octubre de 2013 en Panamá sobre new media, social network, libertad, desafíos y responsabilidad de los periodistas. 

Para saber más: http://www.icomworld.info/.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Mundo


Conferencia Río + 20, dar pleno sentido al término "economía verde"
Entrevista con el profesor Vincenzo Buonomo, de la Universidad Lateranense
Por H. Sergio Mora

ROMA, viernes 30 marzo 2012 (ZENIT.org). - Un día de reflexión teniendo en vista la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, que se realizará en Río de Janeiro el próximo mes de junio, fue organizada este jueves en Roma por la Universidad Pontificia Lateranense.

Una media jornada dedicada a la llamada "economía verde" durante la cual veinte conferencistas pusieron de manifiesto la problemática desde las distintas perspectivas: filosófica, teológica, sociológica, económica, institucional y jurídica.

El problema central es dar un significado completo al término green economy, de manera que se hable de un desarrollo que sea verdaderamente integral de toda la persona. Así como poner en el centro de cada discusión, no el tema de la sostenibilidad del medio ambiente sino el tema de la persona humana que está en el centro de la sostenibilidad del medio ambiente. Contrariamente existe el riesgo de una desviación o de un posible desenganche de lo que son los valores que deben ser puestos en la base de la economía, de los derechos humanos fundamentales y de lo que debería ser la vida de la sociedad humana.

ZENIT le pidió al profesor Vincenzo Buonomo, de la Lateranense y uno de los coordinadores del evento, algunos detalles del debate, los que indicamos a continuación.

Profesor Buonomo ¿qué se entiende por economía verde?

--Prof. Buonomo: No son un conjunto de normas, sino una perspectiva que se refiere a la vida de las personas, de la economía y aún más se refiere a los modos a través de los cuales proteger el ambiente.

¿Cómo nació este término?

--Prof. Buonomo: Es un término colorido, que significa garantizar que los recursos del planeta no sean explotados, y garantizar también la posibilidad de evitar los desplazamientos forzados de poblaciones por razones ambientales. Verde, significa también pensar en las exigencias de las generaciones futuras que tienen derecho a una tierra como la hemos recibido.

La Santa Sede va a la Conferencia de Río y hoy se ha hablado del borrador del documento

--Prof. Buonomo: La Santa Sede va con dos objetivos fundamentales, en primer lugar para dar un sentido pleno al término green economy, el de un desarrollo que sea verdaderamente integral de la persona. De otro el de poner en el centro de la discusión, no el tema de la sostenibilidad ambiental, sino el de la persona humana que está en el centro de la sostenibilidad ambiental.

¿Quién redactó este borrador de documento de la Conferencia de Río?

--Prof. Buonomo: El proyecto fue realizado por el Secretariado y por una primera ronda de negociaciones que en las Naciones Unidas se están moviendo desde hace casi un año y que deberá llegar a definir el llamado segmento alto, entre el 20 y 22 de junio. Una declaración completa sobre todos los compromiso que ya existen desde el punto de vista de las reglas o reinterpretarlo de acuerdo a las nuevas necesidades.

Pero Monseñor Balestrero ha planteado algunas dudas

--Prof. Buonomo: El gran problema es la posible desviación o desenganche de los valores fundamentales que deben ser colocados en la base de la economía, los derechos fundamentales de la persona y de lo que debe ser la vida humana en la sociedad.

Cuando se va a discutir sobre estos grandes temas hay que tener en cuenta que en el centro se encuentran instituciones como la familia, que viven una subsidiariedad concreta y de una solidaridad operante. Creo que este es el gran problema: salirse de este tema significa introducir aspectos que con el tema ambiental son poco relevantes.

Tres oradores hablaron de la perspectiva filosófica

--Prof. Buonomo: La perspectiva filosófica encuentra el fundamento ético que está en la base de la visión que tiene el hombre sobre el medio ambiente.

¿Y la teológica?

--Prof. Buonomo: La teología ha dado un paso ulterior, es decir, no sólo estamos llamados a ser custodios de la creación, sino quienes concurren y siguen en la obra de la creación.

¿Y la sociológica?

--Prof. Buonomo: Esta ha identificado algunas problemáticas: de un lado el fenómeno de la urbanización y del otro el crecimiento demográfico que son aspectos sin duda importantes para cualquier tipo de discusión y análisis. Pero que no pueden evaluarse sólo en sí mismos, sino en una perspectiva global.

¿Y la económica?

--Prof. Buonomo: Mostró la necesidad de una economía solidaria, es decir la participación directa desde abajo de quienes son los operadores y los beneficiarios. De tal manera que sea una economía verde efectivamente puesta al servicio del hombre.

Han hablado de personas que se interesan del verde pero solamente para hacer negocios

--Prof. Buonomo: Sí, pero sobretodo de personas que quieren a través de sus actividades garantizar un verdadero desarrollo integral y sostenible.

¿Y desde el punto de vista institucional y legal?

–Prof. Buonomo: Se puso en evidencia la cuestión de los derechos fundamentales y las dificultades de conjugar sostenibilidad y derechos humanos. Los derechos humanos se refieren a un sujeto y por lo tanto cuando hablamos de sostenibilidad hablamos de situaciones futuras que aún no conocemos. De otra parte se puso en evidencia como es necesaria una governance a nivel internacional que pase necesariamente a través de aquel concepto indicado por la Doctrina Social de la Iglesia, de una autoridad mundial entendida como capacidad de gobernar las situaciones que existen a través del principio de subsidariedad.

¿Vino a flote que aquí hay personas que podrían dar una contribución importante, verdad?

-- Prof. Buonomo: Esta iniciativa puso en envidencia que las universidades pontificias romanas pueden dar en su interdisciplinalidad un aporte concreto y podemos decir que podrían contribuir con la actividad que la Iglesia realiza, la Santa Sede de modo específico, a nivel internacional.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Cardenales Rylko y Rouco Varela resaltaron frutos de las JMJ en la pastoral juvenil
Organizadores de Río 2013 se reunieron en Roma con el input de Madrid 2011
ROMA, viernes 30 marzo 2012 (ZENIT.org).- Este jueves empezó en la localidad de Rocca di Papa, ubicada a 50 kilómetros al sur de Roma, el encuentro preparatorio a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río 2013, organizado por el Pontificio Consejo para los Laicos, que culminará el domingo. Al evento asisten cardenales y obispos, así como los organizadores de la JMJ Madrid 2011. A ellos se unen 300 delegados de la pastoral juvenil de 99 países y de 45 movimientos, comunidades y organizaciones juveniles.

El trabajo comenzó con una concelebración eucarística presidida por el cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos. "El papa Benedicto XVI dice que las JMJ son una señal, una cascada de luz que dan visibilidad a la fe, visibilidad a la presencia de Dios en el mundo y crean así el valor de ser creyente". También recordó los estrechos vínculos que deben existir entre la JMJ y la pastoral juvenil ordinaria: en particular, las JMJ siguen el camino de una nueva evangelización para una nueva generación de jóvenes cristianos.

"Los frutos de la JMJ", este fue el tema de la intervención del cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, quien dijo: "La creciente adhesión de los jóvenes a Cristo" y la "disposición a manifestarse como cristianos en la vida pública", son algunos de estos frutos.

La JMJ ha sido capaz de tejer una "nueva relación entre la Iglesia y la sociedad"; la JMJ es, pues, portadora de valores como "la bondad, la alegría, la disponibilidad por el otro y la fraternidad; y lo hace en un período histórico de gran crisis, cultural y económica, que plantea interrogantes sobre el significado de la vida y de la civilización humana, y porta consigo profundas incertidumbres acerca del futuro".

Se puede leer el guión de la conferencia del cardenal Rouco en: http://www.zenit.org/article-41883?l=spanish

A las palabras del cardenal Rouco Varela siguió el eco de los testimonios de peregrinos de los cinco continentes.

Por la tarde, con la guía de Yago de la Cierva, director ejecutivo de la JMJ de Madrid, y la presencia de todo el comité organizador de Madrid 2011, se hizo un verdadero "chequeo" al aparato organizativo resaltando las fortalezas, sin ocultar las debilidades.

Hoy viernes se inició el camino hacia Río 2013. El comité organizador expondrá sus estrategias para la preparación de lo que será la XXVIII JMJ, y escuchará a los líderes de la pastoral juvenil de todo el mundo, para construir sobre las sugerencias y experiencias adquiridas en el largo camino de las Jornadas Mundiales de la Juventud, inauguradas por el beato Juan Pablo II en 1986.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


México: Nombrado nuevo obispo de Tepic
Monseñor Luis Artemio Flores
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 30 marzo 2012 (ZENIT.org).- El santo padre Benedicto XVI ha nombrado obispo de Tepic, México, a monseñor Luis Artemio Flores Calzada, hasta ahora obispo de Valle de Chalco.

Monseñor Luis Artemio Flores Calzada nació en San Antonio Tultitlán, diócesis de Cuautitlán, en 1949. Realizó estudios filosóficos y teológicos en el seminario mayor de Durango y luego en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, donde obtuvo la licenciatura en Teología dogmática. Hizo un curso de Sagrada Escritura en Jerusalén y, a la vuelta a su patria, estudió Derecho canónico en la Universidad Pontificia de México, logrando el diploma.

Fue ordenado sacerdote en 1974 para la diócesis de Texcoco.

Tras la ordenación sacerdotal, desempeñó varios cargos: vicario parroquial, párroco, prefecto y profesor en el seminario menor y mayor, juez y promotor de Justicia en el Tribunal diocesano y vicario episcopal de la II Vicaría de Texcoco.
En 2003 fue nombrado primer obispo de Valle de Chalco y recibió la ordenación episcopal el 8 de septiembre.

En la Conferencia Episcopal Mexicana, es responsable de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Chile: "Por una convivencia más humana y sin violencia
Pide el arzobispo de Santiago ante el asesinato de un joven homosexual
SANTIAGO DE CHILE, viernes 30 marzo 2012 (ZENIT.org).- El arzobispo de Santiago de Chile y presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Ricardo Ezzati, publicó una declaración, este miércoles 28 de marzo, titulada "Por una convivencia más humana y sin violencia", en la que subraya que la sociedad chilena se conmueve por el fallecimiento del joven Daniel Zamudio, “cuyo estado de salud seguíamos con especial cercanía y preocupación, orando a Dios por él y su familia”.

Hace 25 días, una pandilla de jóvenes violentos atacó a Daniel Zamudio, de 24 años, sólo por ser homosexual. A pesar de los cuidados médicos recibidos, no pudo recuperarse y murió. 
El texto de la declaración, señala que la muerte de Daniel se produce “en circunstancias tan dolorosas y repudiables, como es la denigración de la persona humana que se traduce en intolerancia, agresión y violencia, base sobre las cuales no se puede construir el futuro de la comunidad humana”. 

Monseñor Ricardo Ezzati subraya una vez más que, la Iglesia que peregrina en Chile, se adhiere a la clara postura de la Santa Sede, y cita el documento del 1986 de la Congregación para la Doctrina de la Fe: “Es de deplorar con firmeza que las personas homosexuales hayan sido y sean todavía objeto de expresiones malévolas y de acciones violentas. Tales comportamientos merecen la condena de los pastores de la Iglesia, dondequiera que se verifiquen. Revelan una falta de respeto por los demás, que lesiona unos principios elementales sobre los que se basa una sana convivencia civil”. 

“La dignidad propia de toda persona siempre debe ser respetada en las palabras, en las acciones y en las legislaciones. Nadie puede ser agredido, denostado o excluido por su raza, sexo, edad, condición o creencias” reiteró monseñor Ezzati, añadiendo que “el ataque que causó la muerte a este joven, como tantas otras expresiones de violencia contra personas, no puede dejar indiferente a nuestra sociedad”.

La declaración termina con la petición de profundizar la investigación de este crimen para establecer claramente la verdad y hacer justicia. El arzobispo de Santiago reitera su cercanía a la familia de Daniel Zamudio.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Semana Santa


El corazón traspasado de Cristo
Ante la Semana Santa
CÓRDOBA, viernes 30 marzo 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos la carta pastoral del obispo de Córdoba, España, monseñor Demetrio Fernández, en la que hace una preparación a la Semana Santa.

*****

+ Demetrio Fernández

Hemos entrado de lleno en la Semana Santa, y se acercan los días santos de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. El centro de todos estos días es Jesucristo, muerto y resucitado. Fijemos nuestra atención en Cristo, y meditemos los misterios de su pasión y de su resurrección. Ese es el misterio pascual, núcleo del cristianismo y de la vida cristiana.

El Hijo de Dios hecho hombre se ha entregado libremente a la muerte, aceptando el plan redentor de su Padre-Dios de salvar a todos los hombres. Todos errábamos como ovejas sin pastor, y Él ha venido para reunirnos en un solo rebaño. Él es el pastor bueno que nos busca y cuando nos encuentra nos toma cariñosamente sobre sus hombros para llevarnos a la casa del Padre. Él es el hermano bueno que ha salido de la casa del Padre sin darle la espalda para buscar al hijo pródigo, a cada uno de nosotros, y reunirnos en su santa Iglesia. El retorno a casa será una alegría para el corazón de Dios-Padre, que espera cada día nuestra vuelta hacia Él.

La muerte de Cristo no es un accidente en la vida del Redentor. Él ha venido para eso, para dar su vida en un acto de culto al Padre, entregándose por cada uno de nosotros los hombres. Él ha pensado en este momento a lo largo de toda su vida. La muerte de Cristo es un acto supremo de amor. La muerte ya no es una desgracia sin sentido. El creyente en Jesucristo vive la muerte como la “hora” suprema de su vida, la hora de la verdad, la hora para la que ha de prepararse durante toda su vida.

Es preciso que en estos días santos miremos al Corazón traspasado de Cristo en la cruz. Es un corazón lleno de amor. La lanza que traspasó este costado nos ha abierto de par en par las puertas de la misericordia de Dios, nos ha declarado hasta dónde llega el amor de Dios por nosotros. “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15,13). El Corazón de Cristo es el lugar donde se han reciclado nuestras miserias en la turbina de un amor más grande, que se llama misericordia. La misericordia de Dios es más fuerte que nuestro pecado y es capaz de hacer de nosotros hombres nuevos.

Que nadie se sienta excluido. Es un amor muy profundo al tiempo que es un amor para todos y cada uno de nosotros. Dios no nos ama de palabra, sino con obras y de verdad. En la escuela de Jesucristo, la mirada constante al Corazón traspasado de Cristo nos ayuda a entender el sentido de nuestra vida, que está hecha para aprender a amar.

Los días que se acercan de la Semana Santa quieren transmitirnos esa serenidad del Crucificado, que ante el pecado de los hombres reacciona amando, y amando de manera más elocuente. El amor verdadero está hecho de sacrificio. En Cristo crucificado entendemos un amor que no se ha guardado nada, un amor sin medida, un amor hasta el extremo.

Ese amor ha vencido a la muerte. Jesucristo ha resucitado al tercer día. Si creemos en Él, es porque ha resucitado. Mirar a Cristo crucificado sabiendo que la muerte ha sido vencida es un motivo de esperanza para los que estamos abocados a la muerte. El Corazón de Cristo, destrozado de amor en la cruz, continúa latiendo glorioso en el cielo después de la resurrección. Es un corazón que continúa amando. No se trata sólo de recordar un amor, que llegó hasta el extremo. Se trata de mirar a quien nos ama ahora desde el cielo con un corazón humano, traspasado de amor por nosotros.

Que estos días santos nos hagan vivir de ese mismo amor con el que Jesucristo se entregó a la muerte, de ese mismo amor con el que palpita el corazón resucitado del Señor. “Mirarán al que traspasaron” (Jn 19,37 = Za 12,10). Mirar el corazón traspasado de Cristo, muerto y resucitado, será especialmente en estos días motivo de esperanza para todos, porque es en Él y sólo en Él donde el hombre encuentra la salvación. Con mi afecto y bendición.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Cuaresma


La vía al conocimiento pasa a través del no conocimiento
El padre Cantalamessa explica cómo afrontar el camino del conocimiento de Dio
Por Salvatore Cernuzio

ROMA, viernes 30 marzo 2012 (ZENIT.org).- La "vía al conocimiento de Dios" es el tema afrontado por el padre Raniero Cantalamessa en su cuarta prédica de Cuaresma.

Citando a san Agustín, el predicador de la Casa Pontificia habla de "dos dimensiones de la fe": es decir, las cosas creídas y el acto de creerlas, la fe objetiva y la fe subjetiva; dos polos entre los cuales "se desenvuelve toda la reflexión cristiana sobre la fe".

En este sentido, los Padres, según el predicador, "son un anillo indispensable para reencontrar la fe como la entiende la Escritura": es decir una fe que es objetiva y subjetiva al mismo tiempo; "preocupada del contenido de la fe pero al mismo tiempo vivida con todo el ardor del corazón". Los Padres, por tanto, pueden dar "brillo y fuerza de choque a nuestro esfuerzo para devolver a la fe de la Iglesia".

Objeto de esta última prédica es, por tanto, la renovación de nuestra fe a partir de sus cimientos, o "lo que se entiende comunmente con la palabra 'creer' y en base a la cual distinguimos a las personas entre creyentes y no creyentes: la fe en la existencia de Dios".

La fe en el Dios trino "es el estadio final de la fe", explica Cantalamessa. "Para llegar a esta plenitud hay que primero haber creido en Dios, en el sentido de que antes que la fe en el Dios trino, está la fe en el Dios uno", añade.

En este sentido, hay que recordar la enseñanza de san Gregorio Nacianceno según el cual existe una verdadera y propia "pedagogía" con la que Dios decide revelarse a nosotros. Jesús mismo "dice abstenerse de decir a los apóstoles aquellas cosas de las que ellos no están todavía en grado de llevar el peso'", y también nosotros debemos "seguir la misma pedagogía hacia aquellos a los que queremos anunciar la fe".

El fin principal "no es apologético, sino espiritual, orientado a consolidar nuestra fe y a comunicarla". En esta dirección, el padre Cantalamessa subraya el ejemplo de los Padres como fuente de inspiración: "Ellos se encontraron, como nosotros, teniendo que demostrar la existencia de Dios, pero la unicidad de Dios; no tuvieron que combatir el ateísmo sino el politeísmo --explicó- el camino, sin embargo, por ellos trazada para llegar al conocimiento del Dios único, es la misma que puede llevar al hombre de hoy al descubrimiento de Dios en suma".

Guía ideal para este camino es, según Cantalamessa, san Gregorio Niceno, padre y doctor de la Iglesia que, el primero en el cristianismo, "trazó una vía al conocimiento de Dios que responde especialmente a la situación religiosa del hombre hoy: la vía al conocimiento que pasa a través del no conocimiento".

El Niceno demostró que "precisamente el reconocimiento de la incognoscibilidad de Dios es la vía a su verdadero conocimiento". Para explicarlo, retoma el tema de Moisés que encuentra a Dios en la nuba.

Escribió en efecto: "La manifestación de Dios sucede antes para Moisés en la luz, luego el habla con El en la nube; por fin hecho más perfecto, lo contempla en la tiniebla. El paso de la oscuridad a la luz es la primera separación de las ideas falsas y erróneas sobre Dios. La inteligencia más atenta a las cosas escondidas es como una nube que oscurece todo lo sensible y habitúa al alma a la contemplación de aquello que está escondido".

"En el ver que Dios es invisible", estadio final del conocimiento, prosigue el padre Cantalamessa, de Dios "no se tiene un concepto" sino lo que el Niceno define, con una famosa expresión: "un cierto sentimiento de presencia", un sentir no con los sentidos del cuerpo, sino con aquellos interiores del corazón. Estas ideas del Niceno han ejercido un influjo inmenso en el pensamiento cristianos posterior, hasta el punto de ser considerado el fundador mismo de la mística cristiana, pero al mismo tiempo pueden ayudar a los no creyentes a profundizar nuestra fe e indicar al hombre moderno un sendero que lo porte a Dios.

La novedad introducida por el Niceno en el pensamiento cristiano es que: "la parte más alta de la persona, la razón, no es excluída de la búsqueda de Dios --escribe- no se está obligado a elegir entre el seguir a la fe y el seguir a la inteligencia.

"Entrando en la nube, es decir creyendo --añade el predicador pontificio- la persona humana permite a la propia razón ejercer su acto más noble: reconocer que hay una infinidad de cosas que la sobrepasan".

La doctrina de Gregorio de Nissa, en conclusión, "nos asegura que, lejos de humillarnos y privarnos de algo, tal incognoscibilidad está hecha para llenar al hombre de entusiasmo y de alegría". "Dios es infinitamente más grande, más bello, más bueno, de cuanto lograríamos nunca pensar --concluye Cantalamessa- para que no nos roce mínimamente el pensamiento de que podríamos aburrirnos en pasar la eternidad cerca de El".

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


En la escuela de san Pablo...


Agradecer y seguir el ejemplo de Cristo obediente hasta la muerte de cruz (Domingo de Ramos, ciclo B)
Comentarios a la segunda lectura dominical
ROMA, viernes 30 marzo 2012 (ZENIT.org).- Nuestra columna "En la escuela de san Pablo..." ofrece el comentario y la aplicación correspondiente para el Domingo de Ramos.

*****

Pedro Mendoza LC

"El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es Señor para gloria de Dios Padre". Fil 2,6-11

Comentario

La liturgia de la palabra del Domingo de Ramos toma un pasaje de la carta a los Filipenses en el que san Pablo recoge un himno que se cantaba en las asambleas litúrgicas de la comunidad. Poco antes, a los miembros de esa comunidad, entre los que habían surgido algunos conflictos de entendimiento y de concordia, les ha hablado de lo necesaria que es la humildad: que se asistan mutuamente y encuentren en el amor. Continúa su exhortación invitándoles a que todos tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús. Y pasa a explicitar en qué consiste esta última invitación suya. No se trata sólo de adquirir los "sentimientos" de Cristo desde el exterior. Se trata de compartir con Él su mismo estilo de vida. En efecto, desde el momento en que abrazaron la fe y fueron bautizados, entraron en un nuevo círculo de relaciones con Cristo y, por tanto, con Dios. A este núcleo de lo cristiano se refiere el Apóstol, recurriendo al himno.

El himno tiene dos estrofas que describen con grandioso trazado el camino de Cristo. En la primera (vv.6-8), presenta este camino que llevaba desde el ser en Dios, anterior al mundo, hasta el mundo humano. Y, en la segunda (vv.9-11), ese camino que va desde la condición humana al dominio en Dios.

El himno intenta, al principio, expresar lo inefable. Había uno en el mundo de Dios que era, además, de condición divina. Y lo vemos ahora iniciando su marcha desde Dios. Se trata de una actuación plenamente libre. No lo hace por obligación. Por libre decisión, se despojó a sí mismo. En lugar de la condición divina aparece en la condición de esclavo. El himno busca reconocer, con solemne alabanza, aquel acontecer único de que Dios se hizo hombre. Las frases repetidas tienden a esta meta única. Afirma que se hizo verdadero hombre, y no mera apariencia humana, al modo docetista. Se insertó dentro del grupo de los hombres, tomó su forma, su forma esencial, ofreciendo pruebas irrefutables de su condición humana.

Del despojarse a sí mismo sigue para Cristo Jesús la humillación de sí mismo, una humillación que la lleva hasta el extremo en la sumisión obediente hasta la muerte. La muerte es el punto de destino de ese camino emprendido en libertad. Para Él, y sólo para Él, es también la muerte un acto libre. Pero, por otra parte, es esta muerte la que demuestra que Él se ha hecho realmente uno de los nuestros, pues ella es el destino común de todo ser humano, cualquiera que sea su procedencia o condición. No habría, de sí, necesidad de añadir más palabras para recalcar más a fondo este camino de desprendimiento. Pero insiste: menciona que se trata de una muerte de cruz, la cual se trasformará en fuente de salvación, como se indica a continuación.

En la segunda parte del himno (vv.9-11) entra Dios en el plan. A la singularidad del camino que Cristo había elegido al humillarse, responde una singular reacción de Dios. Exaltó a aquel que se había despojado en la muerte y esto se explica con la concesión de un nombre. El nombre no es algo accidental, sin importancia, sino que descubre la esencia. Según la mentalidad bíblica, cada uno es lo que su nombre indica. Otorgándole ese nombre se indica que Dios le exaltó tan alto que está más allá de toda medida.

Conviene notar que en el himno se ha insertado una frase del profeta Isaías: "Ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua jurará" (Is 45,23b). En el profeta son los pueblos que habían hostilizado y amenazado duramente al pueblo de Dios, Israel, los que, al final, y para salvación suya, reconocerán y se someterán al Dios único. En vez de los pueblos, en nuestro himno entran el cielo, la tierra y los abismos. De este modo se abre una ancha perspectiva cósmica. Pero no se habla de hombres, sino de potestades. Se trata de aquellas potestades que hasta ahora esclavizaban el destino de los hombres y reducían la humanidad a esclavitud. Si doblan la rodilla ante Cristo, esto significa no sólo que le reconocen como más poderoso, sino también que el antiguo poder de ellos ha sido quebrantado. Se ha producido en el cosmos un cambio de dominio. El Jesús obediente y ahora exaltado sobre toda medida ha ocupado el puesto de Señor del universo. Esto es expresamente reconocido por aquellas potestades al confesar que Jesucristo es Señor. El acento de esta fórmula de confesión está en Señor, con lo que sabemos ya también cuál es el nombre que Dios le concedió. El reconocimiento de que Jesús es el Señor, el Kyrios, es la más antigua confesión de fe cristiana. "Si confiesas con tus labios que Jesús es Señor, y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo" (Rm 10,9).

El acontecer salvífico finaliza en la gloria de Dios Padre, a quien la comunidad cristiana reverencia a través de este mismo himno. Ella lo confesaba como Padre de su Señor Jesucristo y reconocía que, a través de este mismo Señor, les ha sido dado el Dios Padre: "Vosotros no recibisteis un espíritu que os haga esclavos y que os lleve de nuevo al temor, sino que recibisteis un Espíritu que os hace hijos adoptivos, en virtud del cual clamamos: "‘Abbá!, ¡Padre!’" (Rom 8,15).

Aplicación

Agradecer y seguir el ejemplo de Cristo obediente hasta la muerte de cruz.

Este Domingo de Ramos da inicio a la Semana santa en la que viviremos el misterio pascual: pasión, muerte y resurrección de Cristo. La liturgia de la palabra apunta hacia el drama de la cruz. Así el tercer "cántico del siervo del Señor" preludia cuanto acontecerá en la Pasión de Cristo. San Pablo, en el himno recogido en su carta a los Filipenses, ofrece un resumen del proceso de humillación y exaltación de Cristo que se cumple en el triduo pascual. Pero, de modo particular, el Evangelio, con el relato de la pasión, nos reclama a revivir ese evento central de nuestra fe en el que se realiza nuestra redención.

Las palabras del "cántico del siervo del Señor" (Is 50,4-7) son una descripción anticipada de cuanto acontece en el drama de la Pasión a la que Cristo se somete voluntariamente: "Y yo no me resistí, ni me hice atrás. Ofrecí mis espaldas a los que me golpeaban, mis mejillas a los que mesaban mi barba. Mi rostro no hurté a los insultos y salivazos" (vv.5b-6). En todo el cántico resplandece la actitud humilde del Mesías ante los sufrimientos a los que se ve sometido en la realización de su misión. Todo ello se realiza de manera plena en Cristo.

El relato de la pasión presentado por san Marcos (14,1–15,47) tiene algo especial. De este Evangelio se ha dicho que todo él es "un relato de la Pasión precedido de una larga introducción". Las diversas escenas recrean con mucho realismo y viveza cuanto Cristo vive en estos últimos momentos de su vida terrena: desde el momento de su unción en Betania, pasando por la sublime intimidad con sus discípulos durante la última cena, y siguiendo con las duras pruebas y sufrimientos que abraza por amor (Getsemaní, traición, prendimiento, flagelación, coronación de espinas, viacrucis, etc.), hasta culminar en el acto supremo de su inmolación en la cruz.

El himno de la carta a los Filipenses (2,6-11) nos ayuda a tomar conciencia de todo lo que presupone y entraña el misterio pascual: el Verbo de Dios que desde su condición divina se rebaja a la humana y llega al anonadamiento total abrazando la humillación de la muerte. Todo esto representa un movimiento descendente, desde donde, en un movimiento ascendente, la fuerza de Dios lo eleva como Señor de toda la creación. De este modo descubrimos todo lo trágico y doloroso que fue la Pasión de Cristo, pero también que ésta abrazada por amor se convirtió en fuente de bendición y salvación eterna para todos los que creen en Él. De la contemplación de estos misterios debe brotar en nuestro corazón una inmensa gratitud a Cristo y el propósito de seguir su ejemplo de obediencia hasta la muerte de cruz, en las expresiones concretas de nuestra vida diaria.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Flash


El Centro San Camilo obtiene el Certificado de Excelencia Europea
Gestionado por los Religiosos Camilos
MADRID, viernes 30 marzo 2012 (ZENIT.org).- El Centro San Camilo, gestionado por los Religiosos Camilos, para cuidados asistenciales, alcanzó el Certificado de Excelencia Europea EFQM +400. La coherencia entre sus valores y la gestión, el cuidado a las personas y el compromiso con la sociedad avalan el Certificado en el Centro.

El Centro San Camilo ha renovado su compromiso con la excelencia a través de la certificación EFQM. El miércoles 29 de marzo tuvo lugar el acto de entrega oficial del Certificado EFQM +400, que acredita al Centro como entidad enmarcada en el modelo de la Excelencia Europea, especialmente por la coherencia entre sus valores y la gestión, el cuidado a las personas, su compromiso con la sociedad y el empeño por mejorar cada día, al servicio de una sociedad mejor.

Miembros de la entidad certificadora SGS han participado en el evento junto con la Dirección del Centro, así como un buen número de sus residentes, profesionales y estudiantes.

En el acto, José Carlos Bermejo, director del Centro, echó la vista atrás y recordó la relevancia del trabajo en equipo y el esfuerzo continuo, tangible e intangible, en aras de la atención humanizadora centrada en la persona, y agradeció el apoyo de todos los que se han sumado a este reto permanente de humanizar la gestión en el día a día.

El Centro San Camilo ofrece un conjunto de servicios en el campo de los cuidados asistenciales y de la intervención social en el mundo de la salud. En él se integran el Centro Asistencial y el Centro de Humanización de la Salud. El Centro recibe el nombre de Camilo de Lelis, fundador de los Religiosos Camilos. Siguiendo sus huellas, la misión del centro es doble: Cuidar y enseñar a cuidar.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Documentación


San Gregorio de Nisa y el camino para el conocimiento de Dios
Cuarta prédica de Cuaresma del padre Cantalamessa
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 30 marzo 2012 (ZENIT.org).- A las 9 horas de la mañana de este viernes, en la Capilla Redemptoris Mater, en presencia del santo padre Benedicto XVI, el predicador de la Casa Pontificia, padre Raniero Cantalamessa OFM Cap, realizó la cuarta y última prédica de Cuaresma. El tema de las meditaciones cuaresmales de este años ha sido: "Recordad a vuestros jefes e imitad su fe" (Hebreos 13,7). Ofrecemos el texto completo de la prédica.

*****

1. Las dos dimensiones de la fe

San Agustín hizo, a propósito de la fe, una distinción que se ha mantenido clásica hasta hoy: la distinción entre las cosas que se creen y el acto de creer: “Aliud sunt ea quae creduntur, aliud fides qua creduntur1, la fides quae y la fides qua, como se dice en la teología. La primera se llama también fe objetiva, y la segunda fe subjetiva. Toda la reflexión cristiana sobre la fe se desarrolla entre estos dos polos.

Se plantean dos enfoques. Por un lado tenemos a aquellos que hacen hincapié en la importancia del intelecto en el creer, por lo tanto la fe objetiva, como asentimiento a las verdades reveladas; del otro lado, aquellos que hacen hincapié en la importancia de la voluntad y el afecto, es decir, la fe subjetiva, el creer en alguien ("creer en"), más que creer en algo ("creer que"); por un lado los que destacan las razones de la mente y del otro, los que, como Pascal, hacen hincapié en "las razones del corazón".

En diversas formas, esta oscilación reaparece en cada recodo de la historia de la teología: en la Edad Media, en las diferentes acentuaciones entre la teología de santo Tomás y la de san Buenaventura; en el tiempo de la reforma entre la fe confianza de Lutero, y la fe católica informada por la caridad; más tarde entre la fe dentro de los límites de la razón en Kant y la fe basada en el sentimiento de Schleiermacher y del romanticismo en general; más cerca a nosotros entre la fe de la teología liberal y aquella existencial de Bultmann, prácticamente vacía de todo contenido objetivo.

La teología católica contemporánea se esfuerza, como otras veces en el pasado, en encontrar el equilibrio adecuado entre las dos dimensiones de la fe. Se ha pasado la etapa en que, por razones polémicas contingentes, toda la atención en los manuales de teología había venido a centrarse en la fe objetiva (fides quae), es decir, en el conjunto de verdades en que se tiene que creer. "El acto de fe --se lee en un acreditado diccionario de teología--, en la corriente dominante de todas las denominaciones cristianas, aparece hoy como el descubrimiento de un Tú divino. La apologética de la prueba tiende a colocarse detrás de una pedagogía de la experiencia espiritual que tiende a iniciar una experiencia cristiana, de la cual se reconoce la posibilidad inscrita a priori en cada ser humano".2

En otras palabras, en lugar de aprovechar la fuerza de los argumentos externos a la persona, se busca de ayudarla a encontrar en sí misma la confirmación de la fe, tratando de despertar esa chispa que está en el "corazón inquieto" de cada hombre con el hecho de ser creado "a imagen de Dios".

Hice esta preámbulo, porque una vez más, esto nos permite ver la contribución que los padres pueden dar a nuestro esfuerzo por restaurar a la fe de la Iglesia, su brillo y su fuerza de impacto. Los más grandes entre ellos, son modelos insuperables de una fe que es tanto objetiva como subjetiva a la vez, preocupada del contenido de la fe, es decir de la ortodoxia, pero al mismo tiempo, creída y vivida con todo el ardor del corazón. El apóstol había proclamado: "corde creditur" (Rm 10,10), con el corazón se cree, y sabemos que con la palabra corazón, la Biblia incluye tanto las dimensiones espirituales del hombre, su inteligencia y su voluntad, el lugar simbólico del conocimiento y del amor. En este sentido, los padres son un enlace vital para encontrar la fe tal como se entiende en la Escritura.

2. "Creo en un solo Dios"

En esta última meditación nos aproximamos a los padres para renovar nuestra fe, en el objeto principal de la misma, en lo que comúnmente se entiende con la palabra "creer" y según lo cual distinguimos a las personas entre creyentes y no creyentes: la fe en la existencia de Dios. Hemos reflexionado, en las meditaciones anteriores, sobre la divinidad de Cristo, sobre el Espíritu Santo y sobre la Trinidad. Pero la fe en el Dios uno y trino es la etapa final de la fe, el "más" sobre Dios revelado por Cristo. Para alcanzar esta plenitud, primero se necesita haber creído en Dios. Antes de la fe en el Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, está la fe en “un solo” Dio.

San Gregorio Nacianceno nos recuerda la pedagogía de Dios al revelarse a nosotros. En el Antiguo Testamento viene revelado abiertamente el Padre y veladamente el Hijo; en el Nuevo, abiertamente el Hijo y veladamente el Espíritu Santo; ahora, en la Iglesia, gozamos de la plena luz de la Trinidad entera. Jesús también se abstiene de decir a los apóstoles aquellas cosas de las cuales aún no son capaces de "poder con ello" (Jn. 16, 12). Debemos seguir la misma pedagogía también nosotros frente a aquellos a los que queremos anunciar hoy la fe.

La Carta a los Hebreos dice cuál es el primer paso para aproximarnos a Dios: "El que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los que le buscan" (Hb. 11,6). Y esto es el fundamento de todo lo demás, que sigue siendo así incluso después de haber creído en la Trinidad. Vamos a ver cómo los padres pueden sernos de inspiración desde este punto de vista, teniendo en cuenta que nuestro propósito principal no es apologético, sino espiritual, más orientado a fortalecer nuestra fe, que a comunicarla a los demás. La guía que elegimos para este camino es san Gregorio de Nisa.

Gregorio de Nisa (331-394), hermano carnal de san Basilio, amigo y contemporáneo de Gregorio Nacianceno, es un padre y doctor de la iglesia, del cual se va descubriendo cada día más la estatura intelectual y la importancia decisiva en el desarrollo del pensamiento cristiano. "Uno de los pensadores más importantes y originales que conozca la historia de la iglesia" (L. Bouyer), "El fundador de una nueva religiosidad mística y extática" (H. von Campenhausen).

Los padres no tuvieron, como nosotros, que probar la existencia de Dios, sino la unicidad de Dios; no tuvieron que luchar contra el ateísmo, sino contra el politeísmo. Veremos, sin embargo, cómo el camino trazado por ellos para llegar al conocimiento del Dios único, es el mismo que puede conducir al hombre de hoy al descubrimiento del Dios en plenitud.

Para valorizar la contribución de los padres, en particular del Niceno, es necesario saber cómo se presentaba el problema de la unicidad de Dios en su tiempo. A medida que se venía desarrollando la doctrina de la Trinidad, los cristianos se vieron expuestos a la misma acusación con la que siempre se habían dirigido a los gentiles: el de creer en varios dioses. He aquí por qué el credo de los cristianos que, en sus distintas ediciones, desde hacía tres siglos, comenzaba con las palabras "Creo en Dios" (Credo in Deum), desde el siglo IV, muestra una pequeña pero significativa adición que no será nunca más omitida en adelante: "Creo en un solo Dios (Credo in unum Deum).

No es necesario repetir aquí los pasos que condujeron a este resultado; sin duda podemos empezar por el final de la misma. Hacia el final del siglo IV, se puso fin a la transformación del monoteísmo del Antiguo Testamento en el monoteísmo trinitario cristiano. Los latinos expresaban los dos aspectos del misterio con la fórmula "una sustancia y tres personas", los griegos con la fórmula "tres hipóstasis, una sola ousia". Después de una confrontación, el proceso aparentemente concluyó con un acuerdo total entre las dos teologías. "¿Podemos concebir - exclamó el Nacianceno - un acuerdo más pleno y decir absolutamente lo mismo, aunque con diferentes palabras?"3.

Había en realidad una diferencia entre las dos formas de expresar el misterio; hoy en día es habitual expresarla de esta manera: los griegos y los latinos, en lo referente a la Trinidad, se mueven en lados opuestos; los griegos parten de las personas divinas, es decir, de la pluralidad, para llegar a la unidad de la naturaleza; los latinos, a la inversa, parten de la unidad de la naturaleza divina, para llegar a las tres personas. "El latino considera la personalidad como una forma de la naturaleza: el griego considera la naturaleza como el contenido de la persona"4.

Creo que la diferencia puede ser expresada de otra manera. Tanto el latín como el griego, parten desde la unidad de Dios; tanto el símbolo griego como el latino comienza diciendo: "Creo en un solo Dios" (Credo in unum Deum!). Sólo que esta unidad para los latinos está concebida como impersonal o pre-personal; es la esencia de Dios que se especifica después en Padre, Hijo y Espíritu Santo, sin, por supuesto, ser considerada como pre-existente a las personas. Para los griegos, sin embargo, se trata de una unidad ya personalizada, debido a que para ellos, "la unidad es el Padre, de quien y hacia quien existen las otras personas" 5. El primer artículo del credo de los griegos también dice "Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso" (Credo in unum Deum Patrem omnipotentem), sólo que "el Padre todopoderoso" aquí no se separa del 'unum Deum', como en el credo latino, sino que hace un todo con él: "Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso".

Esta es la manera en que concibieron la unidad de Dios los tres Capadocios, pero sobre todo san Gregorio de Nisa. La unidad de las tres personas divinas es dada, por él, en el hecho de que el Hijo es perfectamente (sustancialmente) "unido" al Padre, como lo es también el Espíritu Santo por medio del Hijo 6. Es este preciso argumento el que es difícil para los latinos, que ven en él el peligro de subordinar el Hijo al Padre y el Espíritu al uno y al otro: "El nombre "Dios"--dice Agustín--, indica toda la Trinidad, no solo el Padre" 7.

Dios es el nombre que damos a la divinidad cuando la consideramos no en sí misma, sino en relación a los hombres y al mundo, por que todo lo que ella hace fuera de sí, lo hace de manera conjunta, como única causa eficiente. La conclusión importante que podemos sacar de esto, a pesar de la diferente perspectiva de los latinos y de los griegos, es que la fe cristiana es también monoteísta; los cristianos no han renunciado a la fe judía en un solo Dios, que más bien la han enriquecido, dando un contenido y un significado nuevo y maravilloso a esta unidad. ¡Dios es uno, pero no solitario!

3. "Moisés entró en la nube"

¿Por qué elegir a san Gregorio de Nisa como una guía para el conocimiento de este Dios, ante quien somos como criaturas frente al Creador? La razón es que este padre, primero en el cristianismo, ha trazado un camino hacia el conocimiento de Dios que es particularmente útil en la situación religiosa del hombre moderno: el camino del conocimiento que pasa a través del no-conocimiento.

La ocasión la tuvieron por la polémica con el hereje Eunomio, el representante de un arrianismo radical contra el que escriben todos los grandes padres que vivieron a finales del siglo IV: Basilio, Gregorio Nacianceno, Juan Crisóstomo, y, con más agudeza que todos, el Niceno. Eunomio identificaba la esencia divina en el ser "ingenerado" (agennetos). En este sentido, para él esto es perfectamente conocible y no muestra ningún misterio; podemos conocer a Dios nada menos de lo que él se conoce a sí mismo.

Los padres respondieron al unísono apoyando la tesis de la "incognoscibilidad de Dios" en su realidad más íntima. Sin embargo, mientras los otros se detuvieron en una refutación de Eunomio basada sobre todo en las palabras de la biblia, el Niceno fue más allá al demostrar que el reconocimiento mismo de esta incognoscibilidad es el camino hacia el verdadero conocimiento (theognosia) de Dios. Lo hace retomando un tema ya esbozado por Filón 8: sobre Moisés que se encuentra con Dios entrando en la nube. El texto bíblico es Éxodo 24, 15-18 y he aquí su comentario:

"La manifestación de Dios a Moisés viene primero en la luz; más tarde habló con él en la nube; en la medida que se vuelve más perfecto, Moisés contempla a Dios en la oscuridad. La transición de la oscuridad a la luz es la primera separación de las ideas falsas y erróneas acerca de Dios; la inteligencia más cerca de las cosas ocultas, conduciendo al alma a través de las cosas visibles a la realidad invisible, es como una nube que oscurece toda la sensibilidad y acostumbra al alma a la contemplación de lo que está oculto; finalmente, el alma que ha recorrido estos caminos hacia las cosas celestiales, después de haber dejado todas las cosas terrenales lo más posible a la naturaleza humana, entra en el santuario del conocimiento divino (theognosia) rodeada por todas partes de la oscuridad divina" 9.

El verdadero conocimiento y la visión de Dios consiste "en ver que él es invisible, porque lo que el alma busca trasciende todo conocimiento, separado en cada parte de su incomprensibilidad como por una oscuridad" 10. En esta última etapa del conocimiento de Dios no se tiene un concepto, pero es aquello que el Niceno, con una expresión que se hizo famosa, llama "una cierta sensación de presencia" (aisthesin tina tes parusias) 11. Un sentir no con los sentidos corporales, por supuesto, sino con aquellos del interior del corazón. Este sentimiento no es la superación de la fe, sino su actuación más alta: "Con la fe --dice la novia del Cantar (Ct. 3, 6)--, he encontrado al amado." No lo "entiende"; hace algo mejor, ¡lo "abraza"! 12.

Estas ideas del Niceno han ejercido una inmensa influencia en el pensamiento cristiano posterior, al punto de ser considerado el fundador de la mística cristiana. A través de Dionisio Areopagita y Máximo el Confesor, que retomaron el tema, su influencia se extiende desde el mundo griego al latino. El tema del conocimiento de Dios en la oscuridad vuelve en Ángela de Foligno, en el autor de La nube del no-conocimiento, en el tema de la "docta ignorancia" de Nicolás de Cusa, en aquella de la "noche oscura" de Juan de la Cruz y en muchos otros.

4. ¿Qué humilla realmente a la razón?

Ahora me gustaría mostrar cómo la intuición de san Gregorio de Nisa puede ayudarnos a los creyentes a profundizar nuestra fe y a indicar al hombre moderno, convertido en escéptico de las "cinco vías" de la teología tradicional, alguna ruta que lo conduzca a Dios.

La novedad introducida por el Niceno en el pensamiento cristiano es que para encontrar a Dios, debemos ir más allá de los límites de la razón. Estamos en las antípodas del proyecto de Kant de mantener la religión "dentro de los límites de la simple razón ". En la cultura secularizada de hoy, se ha ido más allá de Kant: este en nombre de la razón (al menos de la razón práctica) « postulaba » la existencia de Dios; los racionalistas posteriores niegan también esto.

Se entiende cuán actual es el pensamiento del Niceno. El autor demuestra que la parte más alta de la persona, la razón, no se excluye de la búsqueda de Dios; que no se está obligado a elegir entre la fe y el seguir a la inteligencia. Entrando en la nube, es decir, creyendo, la persona humana no renuncia a su racionalidad, sino que la trasciende, que es algo muy diferente. El creyente toca fondo, por así decir, en los recursos de la propia razón, le permite hacer su acto más noble, pues, como dice Pascal, "el acto supremo de la razón está en el reconocer que hay una infinidad de cosas que la sobrepasan" 13.

Santo Tomás de Aquino, considerado justamente como uno de los más firmes defensores de las exigencias de la razón, escribió: "Se dice que al final de nuestro conocimiento, Dios es conocido como lo Desconocido, porque nuestro espíritu ha llegado al extremo de su conocimiento de Dios, cuando por fin se da cuenta de que su esencia está por encima de todo lo que se puede conocer en esto mundo " 14.

En el mismo instante que la razón reconoce su límite, lo fractura y lo supera. Entiende que no puede entender, "ve que no puede ver", decía el Niceno, pero también entiende que un Dios que se entiende no sería más Dios. Es por obra de la razón que se produce este reconocimiento, que es, por lo tanto, un acto del todo racional. Esta es, literalmente, una "docta ignorancia" 15.

Por lo tanto, hay que decir todo lo contrario, es decir que pone un límite a la razón y la humilla aquél que no le reconoce esta capacidad de trascenderse. "Hasta ahora --ha escrito Kierkegaard--, se habló siempre así: ‘El decir que no se puede comprender esto o aquello, no satisface la ciencia que se quiere entender’. Este es el error. Se debe decir todo lo contrario: cuando la ciencia humana no quiera reconocer que hay algo que ella no puede entender, o --de modo más preciso--, alguna cosa de la cual ella con claridad puede ‘entender que no puede entender’, entonces todo se trastorna. Por tanto, es una tarea del conocimiento humano entender que hay cosas y cuales son las cosas que ella no puede entender" 16.

Pero, ¿de qué clase de oscuridad se trata? De la nube que, en algún momento, se puso entre los egipcios y los judíos y se dice que era "oscuridad para unos y luminosa para los otros" (cf. Ex. 14, 20). El mundo de la fe es oscuro para los que miran desde el exterior, pero es brillante para los que entran en ella. De un brillo especial, del corazón más que de la mente. En la Noche oscura de san Juan de la Cruz (una variante del tema de la nube del Niceno), el alma declara proceder por su nuevo camino "sin otra luz y guía sino la que en corazón ardía." Una luz, sin embargo, que guía "más cierto que la luz del mediodía" 17.

La beata Ángela de Foligno, una de las máximas representantes de la visión de Dios en la oscuridad, dice que la Madre de Dios "estaba tan inefablemente unida a la suma y absolutamente inefable Trinidad, que en vida disfrutaba del gozo del cual gozan los santos en el cielo, la alegría de lo incomprensible (gaudium incomprehensibilitatis), porque entienden que no se puede entender" 18. Es un excelente complemento de la doctrina de Gregorio de Nisa sobre la incognoscibilidad de Dios. Nos asegura que, lejos del humillarse y privarse de algo, esta incognoscibilidad se hace para llenar al hombre de entusiasmo y de alegría; nos dice que Dios es infinitamente más grande, más hermoso, más bueno, de lo que seremos capaces de pensar, y que todo esto es para nosotros, para que nuestro gozo sea completo; ¡para que no aflore mínimamente el pensamiento de que podremos aburrirnos por pasar la eternidad junto a él!

Otra idea del Niceno, que es útil para una comparación con la cultura religiosa moderna, es aquella del "sentimiento de una presencia" que él pone al vértice del conocimiento de Dios. La fenomenología religiosa ha revelado, con Rudolph Otto, la existencia de un hecho primario, presente, en diferentes grados de pureza, en todas las culturas y en todas las edades que él llama "sentimiento de lo numinoso", en el sentido de una mezcla de terror y de atracción, que se apodera de repente del ser humano ante la manifestación de lo sobrenatural o de lo suprarracional 19. Si la defensa de la fe, de acuerdo con las últimas directrices de la apologética mencionadas al principio, "se coloca detrás de una pedagogía de la experiencia espiritual, de la cual se reconoce la posibilidad inscrita a priori en cada ser humano", no podemos descuidar el enganche que nos ofrece la moderna fenomenología religiosa.

Por supuesto, la "sensación de una cierta presencia" del Niceno es diferente del sentido confuso de lo numinoso y del estremecimiento de lo sobrenatural, pero las dos cosas tienen algo en común. Uno es el inicio de un camino hacia el descubrimiento del Dios viviente, el otro es el término. El conocimiento de Dios, decía el Niceno, comienza con un paso de las tinieblas a la luz y termina con una transición de la luz a la oscuridad. No se llega al segundo sin pasar por el primero; en otras palabras, es decir, sin haberse limpiado primero del pecado y de las pasiones. "Habría abandonado ya los placeres --dice el libertino--, si yo tuviera la fe. Pero yo respondo, dice Pascal: Tendrías ya la fe si hubieses renunciado a los placeres" 20.

La imagen que, gracias a Gregorio de Nisa, nos acompañó a lo largo de esta meditación, fue aquella de Moisés que asciende al monte Sinaí y entra en la nube. La proximidad de la Pascua nos impulsa a ir más allá de esta imagen, para pasar del símbolo a la realidad. Hay otra montaña donde otro Moisés encontró a Dios mientras se hacía " oscuridad sobre toda la tierra" (Mt. 27,45). En el monte Calvario, el hombre Dios, Jesús de Nazaret, ha unido por siempre el hombre a Dios. Al final de su Itinerario de la mente a Dios, san Buenaventura escribe: "Después de todas estas consideraciones, lo que queda de hacer es que nuestra mente se eleve especulando no solo por encima de este mundo sensible, sino también por encima de sí misma; y en ​​este ascenso Cristo es camino y puerta, Cristo es escala y vía... Aquel que mira atentamente este propiciatorio suspendido en la cruz, con fe, esperanza y caridad, con devoción, admiración, exultación, veneración, alabanza y júbilo, realiza con él la Pascua, es decir, el paso" 21.

¡Que el Señor Jesús nos permita realizar esta hermosa y santa Pascua con él!

Traducción del italiano por José Antonio Varela V.

1 Agostino, De Trinitate XIII,2,5)

2 J.-Y. Lacoste et N. Lossky, “Foi“, in Dictionnaire critique de Théologie, Presses Universitaires de France 1998, p.479).

3 Gregorio Nazianzeno, Oratio 42, 16 (PG 36, 477).

4 Th. De Régnon, Études de théologie positive sur la Sainte Trinité, I, Paris 1892, 433.

5 S. Gregorio Naz., Or. 42, 15 (PG 36, 476).

6 Cf. Gregorio Nisseno, Contra Eunomium 1,42 (PG 45, 464)

7 Agostino, De Trinitate, I, 6, l0; cf. anche IX, 1, 1 («credamus Patrern et Filium et Spiritum Sanctum esse unum Deum»).

8 Cf. Filone Al., De posteritate, 5,15.

9 Gregorio Niss., Omilia XI sobre el Cantar (PG 44, 1000 C-D).

10 Vida de Moises, II,163 (SCh 1bis, p. 210 s.).

11 Omilia XI sobre el Cantar (PG 44, 1001B).

12 Omilia VI sobre el Cantar (PG 44, 893 B-C).

13 B.Pascal, Pensamiemtos 267 Br.

14 Tomas de Aquino, In Boet. Trin. Proem. q.1,a.2, ad 1.

15 Agostino, Epistola 130,28 (PL 33, 505).

16 S. Kierkegaard, Diario VIII A 11.

17 Juan de la Cruz, Noche oscura, str.3-4.

18 Il libro della beata Angela da Foligno, ed. Quaracchi 1985, p. 468.

19 R. Otto, Il Sacro, Feltrinelli, Milano 1966.

20 Pascal, Pensamientos, 240 Br.

21 Bonaventura, Itinerarium mentis in Deum, VII, 1-2 (Opere di S. Bonaventura, V,1, Roma, Città Nuova 1993, p. 564).

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Los frutos de la Jornada Mundial de la Juventud y su impacto en España
Conferencia del cardenal Rouco en el Consejo Pontificio para los Laicos
ROMA, viernes 30 marzo 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos el texto del Guión-conferencia pronunciada por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, en una Jornada en Rocca di Papa, auspiciada por el Pontificio Consejo para los Laicos, titulada "Los frutos de la JMJ 2011 en la Archidiócesis de Madrid y su impacto pastoral en España".

*****

Cardenal Antonio María Rouco Varela

I. Los frutos de la JMJ-2011 en la Archidiócesis de Madrid

1. En síntesis − finalizada la Jornada

a. Una renovada e interiorizada conciencia de la Catolicidad de la Iglesia. Se podría aplicar a la experiencia nuestra un efecto multiplicado “del dicho” de Romano Guardini: “Un acontecimiento de imprevisible trascendencia ha comenzado: ¡la Iglesia despierta en las almas!”.

-- de forma especialmente impactante en los jóvenes

-- aunque haya alcanzado a toda la comunidad diocesana que vivió la presencia del Santo Padre y de la juventud del mundo como “una nueva primavera de la Iglesia”.

b. Una espiritual y pastoralmente intensificada adhesión a Jesucristo, el Redentor y Salvador del hombre; manifestado:

--en una disponibilidad creciente para orientar toda la vida y misión de la Iglesia, pastoral y espiritualmente, sin rodeos y preludios “mundanos” hacia Él, “su Cabeza” y Pastor Supremo.

--en una disponibilidad creciente de las generaciones jóvenes a centrar su experiencia eclesial y humana en Él: “Su Hermano, Su Amigo, su Señor”.

--en una creciente adhesión a manifestarse libre y gozosamente como “cristiano” en la vida pública.

c. Una renovada toma de conciencia de la responsabilidad de la vocación para “la Misión” hacia dentro y hacia fuera de la Iglesia, manifestada:

--en el asumir positiva, creativa y apostólicamente la llamada a la Nueva Evangelización.

--en el propósito entusiasmado de poner en marcha “una Misión” diocesana, con el epicentro en la juventud.

--en una apertura creciente a los dones y carismas extraordinarios que el Señor dispensa a su Iglesia hoy.

d. Una renovación humana y espiritual de la relación Iglesia y sociedad, manifestada:

--en el crecimiento del aprecio de la Iglesia por parte de la opinión pública.

--en el crecimiento de la toma de conciencia dentro de la Iglesia del valor insustituible de su presencia y acción evangélicamente transformadora de las realidades temporales en sus más distintos aspectos: economía, sociedad, cultura, política.

--en el aspecto generalizado del valor del estilo cristiano de vivir y de “ser hombres” para lograr una sociedad y una civilización del amor.

--especialmente en una época o momento histórico de “Crisis”.

2. En análisis de aspectos parciales y detallado de la vida y de la misión de la Iglesia

1. En el proceso de “preparación”

--“La Cruz” y “el Icono” de la JMJ.2011: una contribución “misionera” a la vitalización de la Pastoral Juvenil. Las jóvenes testigos del Crucificado y de su Madre, en público

--Los momentos de oración y de adoración en todo el proceso de preparación espiritual, pastoral y técnico de la JMJ.

--Una “corriente de aire” espiritualmente fresca en las comunidades parroquiales.

--Una integración en “el empeño” diocesano de la preparación de la JMJ.2011 de la vida consagrada y de todas las realidades eclesiales.

--“Nacimiento” y “crecimiento” en la comunidad diocesana de una verdadera “tensión” evangelizadora.

--“La movilización” de “los católicos” en todos los ámbitos de la vida pública: desde la Economía a la Universidad, desde los círculos y sectores culturales a la Política; de los profesionales más insignes al pueblo de Madrid.

--La formación de una más intensa Pastoral Vocacional.

2. En la celebración de la JMJ misma

--Una puesta en acción y una experiencia personal y comunitaria del “principio de comunión eclesial” de una extraordinaria fidelidad y entrega. El reto de “la acogida” y de “las catequesis”.

--Una participación en todo “el curso” de los días de la JMJ, de calidad y acompañamiento espiritual, extraordinarios: el valor de la oración asumida por toda la Comunidad Diocesana. “La Vida Contemplativa” de comunidades y de Consagrados y de las comunidades parroquiales, de las familias y de muchas almas.

--Una actuación espiritual y actitud de servicio y solidaridad institucional y ciudadana, sin precedentes; sólo explicable por la tradición y las raíces cristianas de la sociedad madrileña.

--El impacto de la presencia del Santo Padre y de la acogida entusiasta y multitudinaria, como un factor de renovación del “sí histórico” de los católicos y los ciudadanos de Madrid al Sucesor de Pedro y a la Iglesia de Cristo.

--Una confirmación activa del entusiasmo y el fervor por “una Liturgia”, digna de los Misterios que se celebran y fiel al Vaticano II.

--Un apoyo decisivo a la Pastoral a la Pastoral de la Penitencia, ya iniciada y trabajada desde hacía décadas en la Archidiócesis de Madrid −”la Fiesta del Perdón”−.

--Una “lección” de pedagogía religiosa popular que confirmaba y renovaba lo mejor de la tradición española: “El vía Crucis”.

--Un apoyo “excepcional” para sembrar el amor a la vida consagrada entre los jóvenes. El encuentro con las Religiosas jóvenes

--Un apoyo valiosísimo a la Pastoral Universitaria.

--Un apoyo poderosísimo para la Pastoral social, especialmente con los más necesitados: discapacitados, enfermos,…; pueblos y países pobres; jóvenes en familias en crisis; en paro, etc.

3. Una actuación especial merece “la Pastoral Juvenil”

a. Confirmación y preparación de “un camino” de largo recorrido:

--Valentía para proponer a Cristo como el centro de la vida del joven.

--Valentía para proponer a la Iglesia como “su lugar”, para encontrar a Cristo y crecer y madurar en su vocación y en su realización como personas.

--Valentía para abrir cauces de búsqueda de conversión y de misión.

b. Desde “Santiago de 1989” a “Madrid 2011”: un camino de etapas consecuentes en “la misión” de los jóvenes y para los jóvenes de Madrid.

c. La respuesta de la pastoral general y la vivencia fiel de “la Comunión eclesial”.

--El éxito de la aplicación del principio “de comunión” en la Diócesis y con la Iglesia Universal.

--Sin miedo a “las nuevas realidades eclesiales”. Mejor aún: ¡agradecimiento!

--Sin cobardías y apocamientos ante las posibilidades de la pastoral juvenil en los ámbitos parroquiales.

--y en los escolares y universitarios.

--un nuevo campo para “la misión” joven.

--Nuestros proyectos: “el 12 de Mayo”; “Misión-Madrid”.

d. La vocación contemplativa y la vida de oración de los jóvenes:

--Penitencia y Eucaristía

--Propuesta humana y cristiana imprescindible por “la misión” “ad gentes” y entres los pobres.

--Las formas y tiempos de “la adoración” y su fuerza evangelizadora.

II. El impacto pastoral en España

1. La peregrinación de la Cruz y del Icono

--Un toque de atención misionera extraordinaria.

--Una fuerte renovación de la Pastoral Juvenil.

--Una creciente sensibilidad para la importancia de la Pastoral vocacional.

2. Afirmación y vivencia profunda del principio de “Comunión”

--con el Papa

--de los Obispos y Diócesis Españolas entre sí y con el Sucesor de Pedro.

--con toda la Iglesia Universal: la cuota de solidaridad.

3. Un impulso para una gran puesta en marcha de un programa de Nueva Evangelización

--El nuevo “Plan Pastoral” de la CEE.

--El Congreso de Pastoral Juvenil

--El Año de la Fe

4. Una aportación formidable para afrontar con la esperanza purificada y renovada el nuevo periodo de la historia de España

--con la Iglesia, más apreciada y entendida. “Es joven”, con un rostro humanamente fascinante, irradiadora de buena cultura, de valores familiares, de solidaridad.

--con la vocación espiritualmente acrecentada para cumplir con su misión apostólica de forma valiente y comprometida con una evangelización de la España tradicionalmente “Católica”, renovadora y transformadora de las conciencias personales y de la colectiva.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba