2.04.12

Pagola demuestra que Fortea tiene razón

A las 3:12 PM, por Luis Fernando
Categorías : Anti-magisterio, Actualidad, Secularización interna de la Iglesia
 

En su último artículo, el P. Fortea dice una de esas verdades que no deberíamos cansarnos de repetir:

Hay teólogos que cuando hablan de los obispos, lo más bonito que les dicen es que han traicionado el mensaje de Cristo. De ahí para abajo ya os podéis imaginar lo que dicen estos nuevos luteros.

Es decir, los mismos que se rasgan las vestiduras y se presentan como víctimas de hogueras inquisitoriales cada vez que el magisterio les pone en su sitio, previamente han puesto a caldo a los obispos y, en ocasiones, al mismísimo Papa. Los que tachan de traidores del evangelio a quienes juzgan sus doctrinas son los mismos que no dudan en juzgar, con una dureza inusitada, a los pastores. Con la particularidad de que además se llaman profetas los unos a los otros.

Como ustedes bien saben, para el progresismo eclesial profeta es todo aquel que ataca a la jerarquía y además escribe libros contrarios al dogma católico, mientras que los que osan denunciar su heterodoxia son una panda de talibanes reaccionarios que solo quieren hacer regresar a la Iglesia a una era de tinieblas y de falta de libertad.

El P. Pagola, que desde que fue objeto de una notificación por parte de la CEE había sido relativamente moderado en sus declaraciones públicas, ha decidido manifestarse a tumba abierta en una entrevista concedida a Religión Digital. El titular es altamente significativo: “El Vaticano no escucha las llamadas constantes que se le hacen en nombre del Evangelio“. Como acusación gratuita queda muy rimbombante, la verdad.

Tras asegurar que “el abandono del Concilio es uno de los hechos más deplorables en la Iglesia actual“, Pagola advierte que “no hay que pensar en un nuevo Concilio ni esperar el liderazgo de un Papa renovador“. Permítanme decir que tiene su gracia que cuando Roma está reivindicando la vigencia del Concilio ante los lefebvrianos y haciendo de la renovada difusión del Vaticano II el eje del próximo Año de la Fe, los progre-eclesiales acusen a la Iglesia de abandonarlo.

Pagola va más allá y reconoce que los que son de su cuerda eclesial “…se sienten perdedores. Saben que les toca sufrir, sin que apenas nadie escuche su sufrimiento“. No sé si busca causarnos pena, pero lo parece. Ahora bien, mi pena por ellos no viene de su sufrimiento, sino de su condición de errados, de apartados de la verdad que nos hace libres. Ojalá ese sufrimiento sea redentor y sirva para que se den cuenta de que el camino eclesial que llevan años recorriendo, en base a una hermenéutica rupturista del CVII con la Tradición, está en plena vía muerta y no llegará a otro destino que no sea el de su desaparición.

Si los progre-eclesiales se dedicaran a hacer un mínimo ejercicio de auto-crítica en vez de pasarse la vida acusando a los que no queremos recorrer su camino de perdición, quizás podrían poner las bases para su reintegración en la comunión eclesial. Pero no, llevan ya varios años instalados en el “no pasarán", en el “nosotros representamos el alma del evangelio mientras que obispos, nuevos movimientos y cavernarios de la pluma son los escribas y fariseos de nuestro tiempo".

Quiera Dios concederles la gracia de la humildad y el arrepentimiento que lleva a profesar en su integridad la fe católica.

Luis Fernando Pérez Bustamante