2.04.12

 

La prensa diaria refleja en ocasiones la permanencia de ritos esotéricos o brujeriles en diversos lugares. En esta ocasión, traemos dos casos recientes, uno de ellos sucedido en Galicia (España), y otro en Sonora (México).

Restos en Galicia

Un nuevo rito de brujería, invocación al ángel caído o práctica esotérica se puso de relieve el pasado mes de marzo en Muros (comarca del Barbanza, provincia de La Coruña). Según explica J.M. Sandre en La Voz de Galicia, en la encrucijada de caminos de Costa Grande, en el punto conocido como Fonte do Bico, aparecieron signos evidentes de la realización de una práctica de invocación a los espíritus. Así, a ambos lados de una pista forestal, pero en su intersección con la carretera comarcal a Santa Comba, se podían apreciar en la mañana del 19 de marzo dos acopios de elementos utilizados habitualmente en sesiones de brujería.

A un lado de la calzada se habían depositado tres rosas rojas, una botella de cava mediada, una caja grande de cerillas, todas quemadas, y dos cigarrillos, también consumidos. Al otro lado de la entrada en la pista, había una botella de tónica que contenía aguardiente, un puro, una vela roja y una caja grande de cerillas sin usar (en la foto).

En este caso no se apreciaba ave alguna muerta, elemento también habitual en este tipo de ritos, quizás porque no la habían utilizado en esta ceremonia, o por que ya algún animal salvaje se apropió de ella. Tampoco se veían, a simple vista, restos de cabellos humanos, útiles también frecuentes en este tipo de aquelarres.

Este hallazgo, por llamativo que parezca, no es un hecho anecdótico en la comarca muradana. En varias ocasiones, tanto en cementerios como en cruces de caminos, han podido verse elementos similares en varias ocasiones. En las necrópolis de Louro y de San Mamede, así como en varios parajes forestales, han aparecido, en los últimos años, vestigios de actos satánicos de esta naturaleza. Algunos vecinos opinan que se trata de acciones de brujería de procedencia hispanoamericana, dados los elementos usados.

En cuanto a la finalidad de recurrir a estos ritos hay diversidad de opiniones, desde los que piensan que es una invocación al ángel caído, para conseguir lo que no se ha logrado al recurrir a Dios, a los que creen que son acciones para perjudicar a alguien.

También en México

Un posible acto de brujería fue descubierto al encontrarse una vela negra encendida en la tumba del “Tiradito”, conocido personaje de la localidad de Agua Prieta (Estado de Sonora, México) al cual se le adjudican algunos milagros. Según relata Iván Galaz en El Diario de Sonora, la vela negra que fue encontrada encendida tenía la imagen de una pareja abrazada, y en esta estaban inscritos los nombres de Idelfonso Ponce y Amalia Vilches, maestros de la escuela primaria “Profesor Manuel Sandomingo”.

Este posible acto de brujería se le atribuye a una mujer joven de aproximadamente 25 años, que fue vista al salir del sepulcro del “Tiradito” por Fidel Antonio Somoza Angulo, “El Charras”, y sus empleados. Francisco Rodríguez García, conocido como “Panchito”, esotérico de esta localidad, explicó que esta clase de trabajos de magia negra se están realizando cada vez con mayor frecuencia en Agua Prieta, para separar a las parejas, y que estas no puedan convivir en el amor.

La vela negra presentaba el diseño de dos siluetas abrazadas; la de un hombre y una mujer, pero en la parte abdominal baja, ahí donde se encuentra la identidad masculina y femenina, la hoja de acero de un cuchillo casero los separaba. La vela negra tenía inscritos dos nombres, el de un hombre y una mujer, sobre su base y en el brazo izquierdo de cada figura, hacia el lado donde está el corazón.

Los nombres corresponden a Idelfonso Ponce y Amalia Vilches, un matrimonio, respetado en esta comunidad fronteriza y al mismo tiempo reconocidos maestros en la primaria “Profesor Manuel Sandomingo”, ubicada en Calle nueve, Avenida 20. Fidel Antonio Somoza Angulo, llamado cariñosamente “El Charras”, platicó que vio, tanto él como sus trabajadores. Detalló que la persona que realiza este tipo de trabajos, en este caso la joven mujer que salió apresurada del interior de la capilla del “Tiradito” en el camposanto, busca quedarse con el hombre.

“Uno de los muchacho que trabaja conmigo siguió a una persona del sexo femenino la cual salió muy misteriosa de la tumba del “Tiradito” y se va encontrando con la veladora la cual tiene un cuchillo atravesado y que además aparecen unos recados los cuales dicen los nombres de Amalia Vilches por un lado y por el otro dice, Idelfonso Ponce, está un cuchillo atravesando dos cuerpos de será. Quien sabe qué clase de brujería será esta”. La vela negra, comenzó a consumir rápidamente la figura masculina, en tanto que el cuchillo separador seguía sostenido, apartando a ambos.