21.04.12

La ideología de género, también, vence en Argentina

A las 7:53 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

 

Por tierras argentinas no solamente ocurre lo que todos conocemos de la nacionalización de empresas españolas, sino que se va imponiendo lentamente la teoría de la ideología de género.

Hasta ahora los nombres elegidos para los hijos nacidos se regían por estas normas:

“El derecho de elegir el nombre de pila se ejercerá libremente, con la salvedad de que no podrán inscribirse: Los nombres extravagantes, ridículos, contrarios a nuestras costumbres, que expresen tendencias políticas o ideológicas, o que susciten equívocos respecto al sexo de la persona a quien se impone".

Según el anteproyecto del nuevo Código Civil, ahora, se pretende algo así:

En el artículo 63, deliberadamente omite el requisito mencionado y más bien indica otras reglas: “no pueden inscribirse más de 3 prenombres, apellidos como prenombres, primeros prenombres idénticos a primeros prenombres de hermanos vivos; tampoco prenombres extravagantes".

Como se puede observar un galimatías jurídico más propio de una película de Cantinflas que de un código realmente concreto y práctico.

Debajo está la ideología de género que entra de lleno en el código. El centro de Bioética argentino ha afirmado lo siguiente:

“La reforma no es inocente y se enmarca en la tendencia a incorporar la perspectiva de género como criterio último de valoración de la persona, que pierde la riqueza de varón y mujer y se diluye en una forma de vida donde la sexualidad es pura construcción cultural. Es grave autorizar acciones sobre los niños, que ven manipulada su identidad en función de los deseos de los adultos".

A partir de ahora, cuando el texto legislativo entre en vigor, a un niño se le puede poner un nombre femenino; y al contrario lo mismo.

Con esto el feminismo exacerbado toma carta de naturaleza jurídica y los ideólogos de la masonería estarán frotándose las manos viendo cómo sus puntas de lanza rompen con la tradicional manera de llamar a las personas varones con nombre masculinos; y a las chicas con nombre femenino.

El santoral cristiano, de un país mayoritariamente católico, se irá al desván, porque serán pocos los que sigan las normas del código anterior.

La victoria de la ideología de género está asegurada. Lo mismo que se ha hecho con la nacionalización de la empresa española.

Argentina, un gran pueblo y una gran nación, camina hacia el precipicio de su disolución moral, jurídica y católica.

Una verdadera lástima para los habitantes de allí y el resto del mundo.

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Tomás de la Torre Lendínez