30.04.12

 

Sí, a pesar de que el cielo está encapotado y llueve sobre gran parte del territorio aragonés, hoy es un día soleado para esta región española. El sol sale en forma de enfado de las clínicas abortistas porque la comunidad autónoma no les paga los asesinatos legales de seres humanos no nacidos. A los dos abortorios que hay en Zaragoza se les “deben” 800.000 euros. Y como estamos en crisis y las arcas públicas tienen más telarañas que euros, parece que el gobierno de doña Luisa Fernanda Rudí no ha presupuestado ninguna partida para pagar con el dinero de los aragoneses los abortos que se realicen este año en esos.

En consecuencia, quienes en Aragón quieran matar a su hijo no nacido van a tener que pagar por ese crimen legal. Es cierto que luego podrán reclamar a la administración para que se les devuelva ese dinero, pero a saber lo que tardan en cobrar, si es que cobran.

Las clínicas de la muerte aseguran que la situación está “asfixiando económicamente a los centros, abocándolos al cierre“. ¿Ven ustedes como la crisis económica puede tener efectos positivos? Porque claro, solo faltaba que haya dinero para pagar abortos y no para otras prestaciones sociales más necesarias. Como por ejemplo, el de las ayudas a las mujeres que se quedan embarazadas y tienen una situación económica muy precaria. Yo propongo a doña Luisa Fernanda que dedique esos 800.000 euros a apoyar a la Red Madre. Y que si legalmente se ve obligada finalmente a pagar a esas clínicas abortivas, que sea el último de los pagos que haga su gobierno.

En la lucha contra el aborto podemos ir logrando avances parciales. Si conseguimos que se dejen de financiar con dinero público, habremos dado un paso adelante. Si conseguimos que deje de ser un derecho, será otro paso. Si conseguimos que, aun en medio de la crisis, se fomente la maternidad y se ayude a las mujeres a que no aborten, otro más. El objetivo final es que no haya un solo aborto en este país. Sabemos que no es fácil, que habrá que superar muchos obstáculos. Pero como decía el poeta, “caminante no hay camino, se hace camino al andar".

Luis Fernando Pérez Bustamante