7.05.12

Conflicto de obediencia en la vida pastoral de Oruro

A las 4:15 PM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad, Obipos

 

Por desgracia, de vez en cuando aparecen en la prensa conflictos eclesiales de gravedad motivados por la oposición de un grupo de fieles a traslados de sacerdotes. La diócesis boliviana de Oruro está siendo testigo de una de esas batallas absurdas, en las que la autoridad episcopal es puesta en entredicho por grupos más o menos dirigidos.

Mons. Cristóbal Bialasik, S.V.D (Misioneros del Verbo Divino), decidió cesar al Rector del Santuario del Socavón, el P. Bernardino Zanella, de los Siervos de María. Y entonces se montó la de Dios es Cristo. Varias mujeres se declararon en huelga de hambre pidiendo la vuelta del ex-rector, que ha sido trasladado a Chile, y la dimisión de monseñor Bialasik.

El obispo respondió la semana pasada con una declaración en la que explica como ha ocurrido todo. La Conferencia Episcopal de Bolivia ha salido a defender a su obispo mediante el siguiente comunicado:

 

Comunicado Obispos Bolivia

“Cristo se hizo obediente hasta la muerte”.
Filipenses 2, 8

La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana expresa su viva adhesión y solidaridad con la Iglesia que peregrina en Oruro, por los momentos de desencuentro que le ha tocado vivir en los últimos días, a raíz de la incomprensión de algunos hermanos respecto al cambio de lugar de misión del P. Bernardino Zanella, religioso de la Orden de los Siervos de María.

Como se ha expuesto claramente en el comunicado de la Diócesis de Oruro del pasado 1º de mayo, la resistencia de algunos fieles al nuevo servicio pastoral pedido al P. Bernardino por parte de su Congregación, sólo da cuenta del desconocimiento de los principios, valores y normas que rigen el funcionamiento de las congregaciones religiosas y de toda la Iglesia católica en el mundo, en coherencia con el fiel cumplimiento de su misión evangelizadora. Todos los agentes pastorales somos instrumentos al servicio de la construcción del Reino del Padre, enviados al mundo entero por medio de la obediencia a nuestros superiores, asumida con espíritu filial. “Pónganse el vestido que conviene a los elegidos de Dios, sus santos muy queridos: la compasión tierna, la bondad, la humildad, la mansedumbre, la paciencia”. (Colosenses 3, 12)

A los fieles católicos orureños que persisten en su actitud de rechazo a las normas y procedimientos eclesiales les invitamos a reflexionar sobre la naturaleza de la Iglesia y su misión. A Mons. Cristóbal Bialasik, Obispo de esta Iglesia local, le expresamos el respaldo fraterno y le animamos a continuar su servicio pastoral como referente de unidad y comunión para todos los fieles en esa diócesis.

Con estos sentimientos elevamos nuestras oraciones a Dios Padre para que nos reconozcamos como sus hijos, hermanos entre nosotros y servidores obedientes a la llamada de su Reino.

Secretaría General
Conferencia Episcopal Boliviana

Y a Dios gracias diversos movimientos, como por ejemplo los grupos de Esclavitud Mariana de Amor de Oración y Estudio “Reina de Corazones", los Pioneros de Abstinencia Total del Sagrado Corazón, los consejos de laicos de la diócesis de Oruro y la archidiócesis de Sucre, se han puesto al lado del prelado de origen polaco.

El P. Olimar Omar Leiva, nuevo rector, miembro de la misma congregación religiosa que su antecesor, está a la espera de que el obispo llegue al Santuario para tomar posesión y empezar a ejercer la labor que le ha sido encomendada. Y de hecho, ha explicado que el P. Bernardino estaba bien triste por todo lo ocurrido:

“Acompañé al Padre Bernardino el jueves por la mañana hasta el aeropuerto de El Alto de La Paz. Iba muy sereno, pero con mucha pena, sin embargo, mostraba tranquilidad, seguramente hubiese querido que su despedida se hiciera en otro contexto. Pienso que todo el revuelo que se ha armado, que si bien mostró el cariño de la gente, también significó para él mucha tensión y estrés, no era lo que él quería, él siempre ha estado muy dispuesto a obedecer lo que los superiores le encomiendan, y más allá de este contexto del traslado, él asumió con mucha esperanza las labores pastorales que le encomendaron en Chile”

La clave de todo este asunto la puso el Consejo Boliviano de Laicos, que también publicó una nota en la que se afirmaba lo siguiente:

Seguros de que si los hermanos que están en huelga de hambre son realmente católicos aceptarán con confianza la decisión tomada por Mons. Bialasik, cambiaran de actitud y entraran en la dinámica de unidad de amor con su Obispo y la Iglesia.

Va siendo hora de que los fieles en todo el mundo seamos conscientes de que la Iglesia no es la casa de tócame Roque. En las sociedades democráticas es relativamente frecuente que los ciudadanos resistan los mandatos de sus gobernantes, organicen huelgas, y consideren su rebeldía como una manera de colaborar al bien común. Este planteamiento viene a formar una cultura ambiental. Y cuando se transfieren de la sociedad civil a la Iglesia tales planteamientos, se produce una perversión de la obediencia que los fieles deben a sus pastores; deber que el Concilio Vaticano II afirma con gran claridad (Lumen gentium 37, los laicos; Presbyterorum ordinis, 15, sacerdotes; Optatam totius 9, seminaristas)

Volviendo a nuestro caso, sin duda se puede opinar sobre traslados, nombramientos, etc. En no pocas ocasiones la crítica es necesaria e incluso obligada. Por ejemplo, si se cree que el rector del seminario de la diócesis propia es un desastre, se puede decir. Pero una cosa es opinar y criticar y otra plantear un pulso al obispo de turno para que haga, sí o sí, lo que un grupo de fieles o de sacerdotes cree que debe de hacer. Los encierros, huelgas de hambre, guerras mediáticas abiertas, etc, no prestan un servicio a la Iglesia. Como he dicho, es un puro traspaso del campo civil al de la Iglesia: una mundanización de la Autoridad apostólica. En el caso de los sacerdotes, no deben olvidar jamás que en su ordenación dijeron “prometemos obediencia a ti y a tus sucesores“. No dijeron “prometemos obediencia a ti y a tus sucesores en caso de que estos hagan las cosas como nosotros creemos que deben hacerlas“. Y no olvidemos que siempre nos quedará Roma como lugar al que apelar si creemos que nuestra Iglesia local va camino del desastre.

La Iglesia en Oruro superará esta crisis. Si algo lamento es que, por lo que sabemos, no ocurra algo parecido en Sucumbíos. Allá también hubo una especie de revolución contra la autoridad establecida por la Iglesia. Y la solución que se ha buscado no es la misma.

Luis Fernando Pérez Bustamante