El Concilio Vaticano II, en el nº 18 de su Decreto Inter Mirifica,
dejaba ya claramente señalados los objetivos de la Jornada Mundial
de las Comunicaciones Sociales al establecerlos para toda la
Iglesia.
Entre los objetivos se señala la formación de las
conciencias ante las responsabilidades que incumben a cada
individuo, grupo o sociedad, en la formación de la opinión pública y
en el uso y desarrollo de los medios de comunicación.
Se indica, además, la invitación a la oración para ofrecer el
testimonio de que el hombre depende en todo de su Creador y para dar
a los “medios” el carácter religioso que, como dones maravillosos de
Dios, les es debido. También para que a todos se nos conceda el
tomar conciencia de nuestro deber ante la variada problemática de
estos medios y sus grandes responsabilidades.
Tampoco se olvida entre sus objetivos cómo se precisa de la
generosa colaboración económica –signo de solidaridad– para
“promover, sostener y fomentar las instituciones y las iniciativas
promovidas por la Iglesia en esta materia”.
Secundando los propósitos de esta Jornada Mundial, entre las
actividades que promueve la Iglesia en España cabe destacar los
cursos de formación en la comunicación social para sacerdotes,
educadores, religiosos y religiosas, padres, seminaristas y agentes
de pastoral. Igualmente se considera la creación de publicaciones
religiosas católicas y se promueve el sostenimiento de las
iniciativas de la Iglesia en la pastoral de las comunicaciones
sociales.
La Comisión Episcopal de Comunicación
En la Iglesia Española, la Comisión Episcopal de Medios de
Comunicación Social fue erigida en 1966 a la par que se constituía
la Conferencia Episcopal . Nació siguiendo las indicaciones del
decreto Inter Mirifica del Concilio Vaticano II, que establece como
misión de las oficinas responsables velar para que la conciencia de
los fieles se forme rectamente sobre el uso de estos instrumentos y
para estimular y organizar todo lo que los católicos realizan en
este campo.
Para ello, además de la organización sectorial en los
departamentos de prensa, de cine, y de radio y de televisión, tiene
articulada su tarea coordinando el trabajo de las distintas
delegaciones diocesanas y de la presencia de la Iglesia en los
medios de titularidad pública, fomentando el uso de las
comunicaciones sociales en la tarea pastoral, animando nuevos
proyectos educativos, formando tanto a los agentes pastorales en el
uso de los medios de comunicación social como a los fieles en cuanto
destinatarios responsables de dichos medios, y realizando una
reflexión ética y moral sobre las comunicaciones sociales, a la par
que difundiendo la doctrina de la Iglesia en este campo.