17.05.12

Los caminos errados de UPyD

A las 6:17 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

 

Bastantes amigos lectores han inundado el correo electrónico con un mismo mensaje: “Voté a UPyD huyendo del cieno socialista y de la mentira comunista. El partido popular no me convencía. Deseaba algo nuevo. Me han engañado”.

Tienen razón los comunicantes. Las amistades peligrosas de UPyD les han convertido en un partido con una trayectoria ineficaz e impensable para sus votantes pasados.

El suceso de laminar de la vida civil al obispo de Alcalá de Henares ha estado dirigido por un concejal del partido de UPyD. La respuesta contundente del Obispado ha sido tan clara como una botella de agua mineral.

La concesión, en Asturias, del único voto de UPyD a la coalición de socialistas y comunistas ha pulverizado todas las marcas.

El refranero castellano ahora tiene razón: La burra siempre vuelve al trigo.

Los lectores católicos, votantes del partido UPyD, apuntan que su opción a concederles su voto la apoyaron en tres motivaciones:

1.- No les convencían las propuestas del partido popular, porque les parecían más de lo mismo. Ellos eran viejos votantes del socialismo y buscaban un aire renovador.

2.- Las ofertas de los comunistas eran tan utópicas e irrealizables que no entraba en sus conciencias de cristianos y ciudadanos.

3.- Eligieron a UPyD creyendo que podrían regenerar algo la vida pública.

Tras el suceso contra el obispo don Juan Antonio Reig Plá, promoviendo su linchamiento civil y exigiendo su expulsión de esa diócesis, ha colmado el vaso de estos numerosos católicos votantes de UPyD.

Dicen que se sienten estafados, engañados, llenos de rabia, hastiados del juego político, descreídos del sistema de las urnas democráticas, e impotentes ante la situación operada contra el obispo de la diócesis complutense.

Según su respetable manera de ver el asunto, estos exvotantes, como así se llaman, de UPyD, tienen razones suficientes para expresar su desazón y engaño.

La decisión totalitaria de unir las fuerzas de socialistas, comunistas y magentas de UPyD, en el Ayuntamiento alcalaíno para meter en una alacena al obispo Reig Plá y tapiarla con ladrillo, es impropia de una sociedad adulta y civilizada, anulando la libertad religiosa y de expresión pastoral de un ministro de la Iglesia Católica.

Un amigo lector apunta con ironía: “Yo que el obispo de Alcalá de Henares le pediré a la corporación municipal que me redacten las homilías. Así evitaré que me laminen socialmente”.

Sugiero a todos los lectores que recemos por el obispo de Alcalá de Henares. Que Dios le siga ayudando y dando la paciencia que tanto necesita.

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Tomás de la Torre Lendínez