23.05.12

Nuevo libro: Beato Juan Pablo II - Reflexiones de un seglar sobre sus enseñanzas.

A las 1:22 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Libros y otros textos

Por la libertad de Asia Bibi y Youcef Nadarkhani.

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Beato Juan Pablo II

Título: Beato Juan Pablo II – Reflexiones de un seglar sobre sus enseñanzas
Autor: Eleuterio Fernández Guzmán
Editorial: Lulu.com
Páginas: 110
Precio aprox.: 5 € en formato libro; 1 € formato pdf
ISBN: 5 800082 924899
Año edición: 2012
Lo puedes adquirir en Lulu.com

Beato Juan Pablo II – Reflexiones de un seglar sobre sus enseñanzas (Eleuterio Fernández Guzmán)

Lo que lo movía era el amor hacia Cristo, al que había consagrado su vida, un amor sobreabundante e incondicionado. Y precisamente porque se acercó cada vez más a Dios en el amor, pudo hacerse compañero de viaje para el hombre de hoy, dispersando en el mundo el perfume del Amor de Dios.

Esto lo dijo Benedicto XVI en la Homilía en la Misa del V aniversario de la muerte del Beato Juan Pablo II. Estaba, por supuesto, en lo cierto y nos pone sobre la pista de aquello que el Papa polaco hizo a lo largo de su papado.

Si hay algo que caracterizó a Karol Wojtyla es que no se arredró, no tuvo miedo (como él mismo dijera tras haber sido elegido sucesor de Pedro) ante el panorama que se le presentaba en su labor de Santo Padre. Y así, todos los campos en los que intervino su Magisterio, se vieron sembrados con la doctrina sabia del Siervo de Dios.

Escribió George Weigel una biografía del Papa polaco que tiene un título bastante ajustado a la realidad y que muestra hasta dónde puede llegar el ser humano que ha comprendido y ha hecho, en su vida, la voluntad de Dios. “Testigo de Esperanza” se titula el mismo.

Y fue testigo porque dio testimonio de la realidad según la cual esperó, y vio como Dios daba, da, al hombre, los bienes que le prometió en la alianza con su creatura.

Por tanto, a lo largo de su vida como Santo Padre, así como en su etapa anterior (más larga como es lógico) mostró que “se puede vencer el mal. Ésta es la fuerza de la esperanza” (Jasna Gora, Polonia 1987)

Sabemos de dónde viene, exactamente, la esperanza. No se trata de la manifestación de un optimismo sin sentido que haría del cristiano una persona fuera del mundo en el que vive y que sólo soñara con algo mejor. Muy al contrario, a tenor de lo dicho por el Beato Juan Pablo II, “la esperanza viene de Dios, de nuestra fe en Dios. Sin fe en Dios no puede haber una esperanza duradera, auténtica” (Los Ángeles, Estados Unidos, 1987)

Sin embargo, el mundo, el siglo, nos propone una esperanza distinta, una verdad muy alejada de lo que, en sentido cristiano, se entiende por tal virtud. Todo ello porque “los diversos mesianismos secularizados, que han intentado sustituir la esperanza cristiana, se han revelado después como verdaderos y propios infiernos” (Jornada Mundial de la Juventud, Roma 2000)

Entonces, ¿Qué podemos hacer si estamos en el mundo pero no podemos, ni debemos, perder nuestra relación vertical con Dios?

Pues el Beato Juan Pablo II nos propone, a lo largo de su extenso Magisterio un acercamiento a la doctrina católica que nos llega hasta el corazón. En ella nos hemos basado para escribir, desde el punto de vista de un seglar y reconociendo la falta de estudios formales en lo referente a la teología que tiene el que esto escribe, lo que para una persona sencilla en la fe ha significado y significa la obra escrita de antecesor de Benedicto XVI.

Muchos son los temas que hemos traído a este libro porque mucho es lo que el Beato Juan Pablo II trató en sus años en los que ocupó la silla de Pedro. Así, desde El hombre hasta Europa pasando por Jesucristo, el Espíritu Santo, María, la Iglesia, el Concilio Vaticano II, la Eucaristía, el sacerdocio, la vida consagrada, el referido a los laicos, el de la Fe, Esperanza y Caridad, el relativo a la Felicidad o a la Misericordia, a la Verdad y a la libertad.

Tampoco podemos olvidar un tema muy propio de un cristiano como es el de la penitencia y perdón o el de la justicia, el de la paz y la oración y el propiamente referido al cristianismo.

Como un Papa preocupado por la vida también hemos tratado el mismo y, muy relacionado con la misma el del sufrimiento y muerte.

No se quedó atrás el Beato Juan Pablo II en el tema de la mujer o en el de la familia así como en el de la educación o el de la juventud que tan bien supo tratar. Tampoco olvidó el de la sexualidad o un tema tan peliagudo como el de la política y el de la cultura sin olvidar el de los medios de comunicación y el que trata, en concreto de las relaciones con otros “cristianismos” como el relacionado con el ecumenismo y, por fin el referido, en concreto, a España.

Vemos, pues, que el Papa que vino del otro lado del telón de acero mucho dijo y mucho supuso para nosotros, aquellos que nos consideramos católicos y, haciendo un símil con la filiación divina a la que aludió San Juan (cf 1 Jn 3, 1) lo somos.

Este libro es, pues o, mejor, supone un acercamiento sencillo, propio de quien se considera un pequeño en la fe, al Magisterio de todo un gigante del catolicismo. Por eso, es de esperar que la caridad de quien pueda llegar a leerlo, sepa comprender muchas cosas y, en otras, ponga su inteligencia de su parte para completar lo que, seguramente, falte en este texto.

Por cierto, no quisiera olvidarme de que este libro se lo he dedicado a Bruno Moreno Ramos, por su paciencia y comprensión hacia mí y por el trabajo que, con relación a este libro, ha hecho no siendo, por supuesto, culpable de las carencias que pueda presentar el mismo. Y eso, por ser agradecido, no lo puedo dejar de lado.

Eleuterio Fernández Guzmán