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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 27 de mayo de 2012

Santa Sede

Pentecostés: dones del Espíritu Santo para evitar una Babel en nuestro mundo
Durante el rezo del Regina Caeli el papa anunció que santa Hildegarda y san Juan de Ávila serán declarados doctores de la Iglesia

Benedicto XVI: 'La profundidad de la doctrina vuelve a los nuevos doctores de la Iglesia perennemente actuales'
Palabras del papa al terminar el rezo del Regina Caeli

'Juan Pablo II, en el corazón de Colombia': un libro escrito pensando en los jóvenes
El cardenal Castrillón: Perdonemos como Jesús en la cruz. Que la Virgen nos cobije y realice una sanación

Mundo

No a la trata de Personas
Mensaje Final del 27º Encuentro de Diócesis de Frontera al sur de Latinoamérica

Especial María

María corazón de América
Una presencia viva en todo el continente

María en la vida del comunicador cristiano
La madre de Dios como modelo

Encuentro Mundial de las Familias

Matrimonio y familia, el futuro de la sociedad
Clausurado el VI Congreso Mundial de las Familias en Madrid

Declaración de Madrid 2012
VI Congreso Mundial de Familias

Foro

Pasión por la Iglesia
La reforma debe venir desde dentro

Quiénes generan los cambios
Empiezan por uno mismo


Santa Sede


Pentecostés: dones del Espíritu Santo para evitar una Babel en nuestro mundo
Durante el rezo del Regina Caeli el papa anunció que santa Hildegarda y san Juan de Ávila serán declarados doctores de la Iglesia
CIUDAD DEL VATICANO, Domingo 27 mayo 2012 (ZENIT.org).- Benedicto XVI anunció este domingo de Pentecostés, tras la oración del Regina Coeli, que el místico español san Juan de Ávila y la santa benedictina alemana Hildegarda serán declarados doctores de la Iglesia.

Dos modelos, indicó el papa, que fueron iluminados por la gracia del Espíritu Santo con dones en la comprensión y diálogo hacia el mundo, lo que les vuelve particularmente importantes en la nueva evangelización. “El próximo 7 de octubre, en el inicio de la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, proclamaré a san Juan de Ávila y a santa Hildelgarda de Bingen, doctores de la Iglesia universal” indicó el papa.

El santo padre puede otorgar oficialmente el título de Doctor de la Iglesia a los santos que se destacaron por su erudición y como maestros de fe. Son más de treinta los santos a quienes la Iglesia concedió dicho reconocimiento. 

“Dos grandes testimonios de la fe vivieron en períodos históricos y en ambientes culturales muy diversos”: Hildegarda monja benedictina en la Edad Media y Juan, sacerdote diocesano en el siglo de oro español. “Si bien la santidad de la vida y la profundidad de la doctrina los vuelven perennemente actuales”.

Poco antes, en la homilía de la misa de Pentecostés, celebrada en la basílica de San Pedro, el santo padre recordó que Pentecostés es la fiesta de la unión, de la comprensión y de la comunión humana”.

Y si bien gracias al desarrollo tecnológico es posible estar más en comunicación y reducir las distancias “la comunión entre las personas frecuentemente es superficial y dificultosa”. Recordó también la dificultad del diálogo entre las generaciones, y que “asistimos a hechos cotidianos en los cuales parece que los hombres se estén volviendo más agresivos y peleadores”.

Y como la narración bíblica de la Torre de Babel “contiene una perenne verdad, que podemos ver a lo largo de la historia pero también en nuestro mundo”.

“Un reino en el cual los hombres han concentrado tanto poder que piensan (…) construir una vía que los lleve al cielo para poder abrir sus puertas y ponerse en el lugar de Dios”. Y que por ello “mientras intentaban ser como Dios corrían el riesgo de no ser ni siquiera hombres” porque “habían perdido la capacidad de ponerse de acuerdo, entenderse y trabajar juntos”.

Después de la misa y del Regina Caeli, Benedicto XVI recordó que “esta solemnidad nos hace recordar y revivir la efusión del Espíritu Santo sobre los apóstoles y los otros discípulos reunidos en oración con la Virgen María en el Cenáculo” de manera que “cada cristiano pueda participar a su misma vida divina y se vuelva válido testimonio en el mundo”.

Benedicto XVI también anunció que en Francia fue proclamada beata la madre Luisa Elisabeth Molé, fundadora de las religiosas de la Caridad de San Luis. El papa invitó a todos a rezar por el VII Encuentro Mundial de las Familias, que el viernes próximo se realizará en la ciudad de Milán y en el cual él mismo va a participar.

El mensaje puede leerse íntegro en: www.zenit.org/article-42293?l=spanish

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Benedicto XVI: 'La profundidad de la doctrina vuelve a los nuevos doctores de la Iglesia perennemente actuales'
Palabras del papa al terminar el rezo del Regina Caeli
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 27 mayo 2012 (ZENIT.org).- A las 12 del mediodía de hoy, el santo padre Benedicto XVI se asomó a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para rezar el Regina Cæli con los fieles y peregrinos congregados en la plaza de San Pedro, y les dirigió unas palabras. También saludó a los peregrinos en lengua española.

A continuación las palabras del papa antes de la oración mariana:

*************

¡Estimados hermanos y hermanas!

Celebramos hoy la importante fiesta de Pentecostés, con la que se completa el Tiempo Pascual, cincuenta días después del domingo de Resurrección. Esta solemnidad nos hace recordar y revivir la efusión del Espíritu Santo sobre los apóstoles y los otros discípulos reunidos en oración con la Virgen María en el Cenáculo (cfr At 2,1-11).

Jesús, resucitado y ascendido en el Cielo envía a la Iglesia su Espíritu para que cada cristiano pueda participar a su misma vida divina y se vuelva válido testimonio en el mundo. El Espíritu Santo, irrumpiendo en la historia derrota la aridez, abre los corazones a la esperanza y favorece en nosotros la maduración interior en la relación con Dios y con el prójimo.

El Espíritu que “ha hablado por medio de los profetas”, con los dones de la sabiduría y de la ciencia continúa a inspirar mujeres y hombres que se empeñan en la búsqueda de la verdad, proponiendo vías originales de conocimiento y de profundización del misterio de Dios, del hombre y del mundo. En este contexto tengo la alegría de anunciarles que el próximo 7 de octubre, en el inicio de la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, proclamaré a san Juan de Ávila y a santa Hidelgarda de Bingen, doctores de la Iglesia universal.

Estos dos grandes testimonios de la fe vivieron en períodos históricos y en ambientes culturales muy diversos. Hidelgarda fue monja benedictina en el corazón de la Edad Media alemana, auténtica maestra de teología y profunda estudiosa de las ciencias naturales y de la música. Juan, sacerdote diocesano en los años del siglo de oro español, participó a las dificultades de la renovación cultural y religioso de la Iglesia y de la organización social en los albores de la modernidad.

Pero la santidad de la vida y la profundidad de la doctrina lo vuelve perennemente actuales: la gracia del Espíritu Santo, de hecho los proyectó en esa experiencia de penetrante comprensión de la revelación divina y diálogo inteligente con el mundo, que constituyen el horizonte permanente de la vida y de la acción de la Iglesia.

Sobre todo a la luz del proyecto de una nueva evangelización a la cual será dedicada la mencionada Asamblea del Sínodo de los Obispos, y en la vigilia del Año de la Fe, estas dos figuras de santos y doctores serán de gran importancia y actualidad.

También en nuestros días a través de la enseñanza que ellos dieron, el Espíritu del Señor resucitado sigue haciendo resonar su voz y nos ilumina el camino que conduce a aquella verdad que solamente nos podrá hacer libres y dar pleno sentido a nuestra vida.

Rezando ahora juntos el Regina Caeli, invocamos la intercesión de la Virgen María para que obtenga a la Iglesia ser potentemente animada por el Espíritu Santo, de manera que de testimonio de Cristo con franqueza evangélica y se abra siempre más a la plenitud de la verdad.

(...)

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana. Hoy, día de Pentecostés, la liturgia alaba al Espíritu Santo por haber congregado a su Iglesia en la confesión de una misma fe, infundiéndole el conocimiento de Dios. Pidamos que el Espíritu de la Verdad, que procede del Padre, nos siga enseñando y dando la fuerza necesaria para ser testigos ante el mundo de Cristo Redentor, y en todo el orbe se ensalce e invoque al tres veces Santo. Feliz domingo.

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'Juan Pablo II, en el corazón de Colombia': un libro escrito pensando en los jóvenes
El cardenal Castrillón: Perdonemos como Jesús en la cruz. Que la Virgen nos cobije y realice una sanación
Por Sergio H. Mora

ROMA, Domingo 27 mayo 2012 (ZENIT.org).- “El libro 'Juan Pablo II, en el Corazón de Colombia' fue escrito pensando a los jóvenes, muchos de los cuales aún no habían nacido o eran niños cuando fue la visita apostólica en 1986”. Lo indicó el autor del libro, el embajador ante la Santa Sede, César Mauricio Ossa, en la presentación que realizó el miércoles 23 de mayo en la sede diplomática de su país en Roma, recordando que recientemente invitó al papa Benedicto XVI para que visite Colombia “no solamente como peregrino de la paz, sino principalmente del perdón”. Porque “el futuro de Colombia puede depender mucho de ésto. Podemos tener más riqueza natural, más petróleo, más gas, más energía, pero si nos seguimos odiando y matando eso sirve poco”.

El cardenal Darío Castrillón Hoyos, que estaba en la presentación del libro contó una serie de experiencias personales vividas en el difícil período en que estaba en boga la teología de la liberación y en la que tenía mucha fuerza la guerrilla y el narcotráfico.

Y a través de ZENIT, que allí estaba, envió un mensaje a sus compatriotas: “Una cosa muy sencilla: hay unos colombianos que han sufrido en corazón propio la violencia han perdido seres queridos, sea en la población civil que en las fuerzas armadas y también en la oposición armada. Todos ellos han sufrido mucho. Yo les diría que no olvidemos que somos un país creyente, que nuestra tradición católica para perdonar como perdonó Jesús en la Cruz. Que no olvidemos que tenemos una madre, Nuestra Señora de Chiquinquirá, que es la devoción a la Santísima Virgen, y que el mando protector de la Santísima Virgen tenga cobijados a todos los colombianos especialmente a los que más han sufrido de manera que Ella misma haga una sanación para perdonar con generosidad y con amplitud”.

Pocos días antes, el 8 de mayo después de la audiencia en plaza San Pedro, el embajador de Colombia le entregó a Benedicto XVI el libro nuevo libro y le pidió que en su próximo viaje a Brasil con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, pase por Colombia no solamente como peregrino de paz pero principalmente como peregrino del perdón. “Es un deseo que espero cumplir” respondió el papa y añadió: “acompaño con mis oraciones a los colombianos que más sufren”.

El libro presentado es una nueva iniciativa que se suma a las diversas realizadas por ambas embajadas en Italia (ante el gobierno italiano y ante el Vaticano) que en los últimos años se han visto empeñadas en cambiar el positivo la imagen de Colombia, con campañas como “Vida sin droga” y el concurso entre jóvenes colombianos para favorecer la participación a la Jornada Mundial de la Juventud que se realizó en Madrid.

Algunos de los capítulos que componen el libro de 140 páginas son: “Contra las ideologías del mal; No sólo dejar las armas; Desterrar rencores y resentimientos; Negocio maldito; ¿Libertad para drogarse?”: así como una cronología del viaje de Juan Pablo II, la visita de 11 ciudades en 7 días, todo ilustrado con diversas fotos a colores.

El embajador durante la presentación del libro lo relacionó con el año de la fe y la perspectiva de perdón y reconciliación que se plantea. “En concreto en el caso de países como Colombia o en otros en los que se ha sufrido tanto –-le dijo a los diversos embajadores latinoamericanos allí presentes-–, vale la pena adentrarse en un planteamiento de perdón desde la fe. Particularmente en ocasión del año de la Fe que iniciará en octubre próximo, podríamos decir en cualquiera de nuestros países, pedimos perdón y estamos dispuestos a perdonar”.

Y ejemplificó: “Se comprende que un padre de familia no pueda perdonar rápidamente a quien le quita la vida a uno de sus hijos. Hay que dar tiempo al perdón, pues no es propiamente un sentimiento o un impulso del momento, es un acto de la voluntad que no se produce por un estado de ánimo. Se puede perdonar llorando u odiar riendo”.

“La violencia engendra nueva violencia, recordó el beato Juan Pablo II en uno de sus viajes a Colombia, y esto es cierto. Quien cobra venganza puede ser feliz por un día pero quien perdona es feliz toda la vida. El perdón libera y dispone la razón y el alma humana a la comprensión. No es debilidad” dijo. Y puntualizó que recordar como en el pasado hubo violencia y muerte “puede ser necesario si se busca justicia, pero también para que esa mala acción no se repita. Recordar y revivir con odio es propio de espíritu mezquino, es desconocer que el perdón es la novedad de la vida y que la fuerza del perdón vence el mal sobre la ofensa y la agresión”.

“Es claro –prosiguió– que el perdón no significa desconocimiento de la ofensa. En el proceso de verdad y justicia el mal hecho debe ser reconocido y en la medida de lo posible reparado. Un proceso que ayuda a purificar la memoria”. El diplomático reconoció entretanto que no siempre es fácil, “se sufre pero se puede perdonar y es una arma poderosa que desarma a los espíritus agresivos, mentirosos, soberbios y arrogantes”.

Este planteamiento, prosiguió será “un gran aporte a las nuevas generaciones de América Latina y en países como el mio, Colombia” y propuso “que se enseñe esto a los niños en sus hogares, desde la escuela a los jóvenes, desde los medios de comunicación”.

Y concluyó indicando que buena parte del futuro de Colombia depende de estas virtudes. “Podemos tener progreso material, más petroleo, más gas, más energía, pero si nos seguimos odiando y matando, eso sirve a poco”.

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Mundo


No a la trata de Personas
Mensaje Final del 27º Encuentro de Diócesis de Frontera al sur de Latinoamérica
GUALEGUAYCHÚ, Domingo 27 mayo 2012 (ZENIT.org).- Con la presencia de 60 participantes de diez "diócesis de frontera" de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, se realizó en la ciudad de Gualeguaychú, del 21 al 23 de mayo, el XXVII Encuentro de Diócesis de Frontera, sobre el tema de la Trata de Personas. Con motivo de la publicación del mensaje final del encuentro, ofrecemos a nuestros lectores este importante texto.

*********

Mensaje Final

Iluminados por la Palabra de Dios: “Defiende el derecho, ama la justicia y camina humildemente con tu Dios” (Miqueas 6,8), y urgidos por una realidad que nos duele, 60 delegados de las Diócesis vecinas de Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina, nos hemos encontrado “para compartir y reflexionar sobre la dignidad de todo ser humano, y asumir una actitud profética frente a la violación grave de la misma en la trata de personas”.

Una realidad vergonzosa y ultrajante

La trata de personas tiene por fin la explotación comercial de la persona con fines sexuales, laborales o de robo y venta de órganos. Tiene modalidad de crimen organizado y estructura “empresarial”, maneja una alta movilidad de las personas y considera al ser humano como un bien transferible y vendible según la oferta y la demanda. Su alarmante crecimiento se refleja en un movimiento anual de dinero que supera el del tráfico de armas, convirtiéndola en la segunda actividad criminal más rentable en el mundo, después del narcotráfico.

La trata implica captar una persona, trasladarla, coaccionarla, venderla, amenazarla, violentarla, usarla y descartarla. Hablamos de violencia física, psicológica, de engaño o pseudo convencimiento, a veces con intervención de familiares o personas con las que la víctima está comprometida afectivamente.

Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay son países de origen, captación, destino y tránsito de personas. Alertamos sobre la existencia de mafias organizadas que recurren, a su vez, a subredes menores, presentes en casi todas nuestras ciudades y pueblos, capitales o del interior.

El turismo sexual infantil opera tanto en la zona de la triple frontera como en grandes ciudades, ofrece adolescentes, niñas y niños para servicio sexual de extranjeros y en numerosos casos, los trafica a otros países de América y a Europa Occidental, según denuncias reiteradas de la Organización Internacional de las Migraciones, Organización Internacional del Trabajo, así como organizaciones de la sociedad civil que valerosamente luchan contra estos delitos.

Nuestras preocupaciones frente a esta realidad:

- La desinformación, el desconocimiento y a veces la indiferencia, el silencio y aún la insensibilidad que existe en vastos sectores de la sociedad.
- La situación de vulnerabilidad en que se encuentran muchos niños, adolescentes y jóvenes, que los coloca en situación de posibles víctimas.
- La falta de acción de parte de algunas autoridades, aún frente a denuncias concretas.
- La corrupción que lleva a la complicidad de quienes tienen que luchar para detener este crimen, que debería ser declarado de lesa humanidad.
- La falta de herramientas y de coordinaciones adecuadas para una lucha más eficaz: en políticas públicas, en el plano jurídico, en recursos humanos y materiales de las autoridades, en quienes son víctimas directas o indirectas o en quienes desde su indignación y buena voluntad quisieran enfrentarse al problema.
- Las fallas del sistema educativo, de algunos medios de comunicación social y de nuestra cultura contemporánea en proponer valores que contribuyan al desarrollo auténtico de la persona y de la sociedad.
- La imposición, en algunos casos desde programas gubernamentales, de una visión de la sexualidad fundada en el hedonismo.
- Los resabios de la cultura machista que denigra y rebaja a la mujer. La demanda permanente de los “clientes” del comercio sexual y la impunidad de estos prostituyentes, que con su demanda sostienen este mercado criminal.
- En la Iglesia, la falta de propuestas adecuadas que atraigan a los jóvenes, y la falta de una respuesta más decidida y amplia a este problema.

Valoramos como signos de esperanza:

- Las diferentes manifestaciones en las que hoy se resalta el valor de la persona, la dignidad de la mujer, la vida familiar.
- Todas las iniciativas a favor de la dignidad de la persona humana y sus derechos por parte de las organizaciones de la sociedad civil.
- Las movilizaciones populares en reclamo de justicia y cumplimiento de la ley.
- Los esfuerzos de las autoridades que actúan con la rectitud moral y la dedicación que les corresponde para dotar a cada país de los instrumentos jurídicos eficaces para detener este comercio inicuo, capturar y castigar a quienes se benefician de él y contribuir a la rehabilitación de las víctimas.
- La creación en algunos países de Promotores de Justicia públicos, con nueva mentalidad.
- Los distintos canales de recepción de denuncias que van apareciendo.
- La difusión de fotografías y datos de personas desaparecidas.
- Las obras pastorales de diferentes miembros de la Iglesia Católica y de otras comunidades de fe en los campos de la prevención, del auxilio a quienes están necesitando ser liberados de esta esclavitud y de la rehabilitación de las víctimas, y en la capacitación de agentes pastorales para esos servicios.
- El servicio generoso y gratuito de todos los agentes pastorales que asumen el riesgo de trabajar en un campo minado.
- La Pastoral del Niño y de la Niña (Pastoral da Criança).
- El trabajo en redes que se va abriendo camino, aunando esfuerzos de todos los que están actuando o quieren hacerlo.

Nos anima una palabra clara de la Iglesia

El Beato Juan Pablo II en el año 2002 nos iluminó diciéndonos que “la trata de personas humanas constituye un ultraje vergonzoso a la dignidad humana y una grave violación de los derechos humanos fundamentales.” El Papa cita entonces el Concilio Vaticano II que, en Gaudium et spes se había referido a la esclavitud, la prostitución, la trata, así como las condiciones ignominiosas de trabajo en las que los obreros son tratados como meros instrumentos de lucro, no como personas libres y responsables, que son "oprobios que, al corromper la civilización humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al Creador" (Gaudium et spes, 27).

Sigue diciendo Juan Pablo II: “Estas situaciones son una afrenta a los valores fundamentales que comparten todas las culturas y todos los pueblos, valores arraigados en la misma naturaleza de la persona humana. El alarmante aumento de la trata de seres humanos es uno de los problemas políticos, sociales y económicos urgentes vinculados al proceso de globalización; representa una seria amenaza a la seguridad de cada nación y es una cuestión de justicia internacional impostergable.” (Juan Pablo II, Carta al Arzobispo Jean-Louis Tauran con motivo de la Conferencia Internacional sobre el tema Esclavitud en el siglo XXI: la dimensión de los Derechos Humanos en la trata de Seres Humanos, 15 de mayo de 2002).

Nos comprometemos a:

- Hacer conocer esta realidad a través de publicaciones, folletos, mesas redondas, debates, medios de comunicación, de forma que la sociedad pueda percibirla como un problema social que nos involucra a todos.
- Facilitar el primer auxilio y el acompañamiento a las víctimas en su denuncia.
- Denunciar por los canales adecuados casos y situaciones que lleguen a nuestro conocimiento.
- Promover el espíritu de familia, fomentando en nuestras parroquias actividades que la reúnan y la unan.
- Realizar un trabajo preventivo con adolescentes y jóvenes, ayudándolos a abrir los ojos para reconocer los riesgos y promoviendo para ellos espacios de participación y crecimiento integral. Replantear en la Iglesia los programas de Educación Sexual o Educación para el Amor.
- Plantear esta temática en la formación de sacerdotes, religiosos, religiosas y agentes pastorales laicos.
- Trabajar en las redes de organizaciones civiles y gubernamentales en todo aquello que esté a nuestro alcance.
- Demandar los cambios necesarios en leyes obsoletas y el cumplimiento de la ley.
- Adherir al abolicionismo de la prostitución.
- Animar, acompañar y fortalecer los esfuerzos pastorales de comunidades religiosas y movimientos eclesiales comprometidos en esta lucha.
- Destacar la fecha 23 de setiembre como Día Internacional contra la Trata de Personas.
- Confiar en el poder del Bien, es decir de lo bueno, noble y justo, por encima del mal.

Decimos claramente NO A LA TRATA. Eso implica no al comercio sexual, no a la prostitución, no a la explotación laboral de niños, niñas, adolescentes y personas traficadas con ese fin y puestas en servidumbre; no al tráfico de órganos, que también se da en nuestra zona.

Por la intercesión de Nuestra Madre, María Santísima, suplicamos al Dios de la Vida nos conceda luz y fortaleza para servir con generosidad en la causa de la dignidad ultrajada de tantas personas y ser sembradores de Esperanza.

En Gualeguaychú, 23 de mayo de 2012

Diócesis de Bagé, Chapecó, Foz do Iguaçú, Santo Ângelo, Uruguaiana (Brasil); Encarnación (Paraguay); Melo, Mercedes, Salto, Tacuarembó (Uruguay); Concordia, Goya, Posadas, Gualeguaychú (Argentina).

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Especial María


María corazón de América
Una presencia viva en todo el continente
Por José Antonio Benito*

LIMA, Domingo 27 mayo 2012 (ZENIT.org).- Con ironía y agudeza a un tiempo, el literato mexicano Octavio Paz, escribía: «El pueblo mexicano, después de dos siglos de experiencias y fracasos, no tiene más fe que en la Virgen de Guadalupe y en la Lotería Nacional». Quedémonos con lo primero. Hoy no tenemos otro factor más importante para buscar la identidad mexicana que la Morenita. Ella ha sido el corazón maternal que ha acogido a todos sin excepción, desde el humilde indiecito Juan Diego hasta Emiliano Zapata.

Lo sucedido en esta nación ha tenido lugar en la veintena de naciones engendradas a la fe por España y Portugal. Con razón pudo decir Juan Pablo II en Zaragoza el 10 de mayo de 1984: «Decir España es decir María... Y decir Iberoamericana, es decir también María, gracias a los misioneros españoles y portugueses”.

Una de las naves de Cristóbal Colón será la de Santa María. Su bandera de raso grana llevaba en una y otra cara, bordados en oro, las imágenes de Cristo y María. El 4 de agosto de 1492 salían del convento de Nuestra Señora de la Rábida; fijando sus ojos en la torre todos los marineros, pidieron de rodillas a Nuestra Señora la última bendición. Veamos cómo nos cuenta el mismo Colón en su "Diario" el momento del Descubrimiento, durante el canto de la Salve:

"Esta tierra vida primero un marino que se decía Rodrigo de Triana... Por lo cual, cuando dijeron la Salve, que la acostumbra¬ban decir e cantar a su manera los marineros, y se hallan todos... A las dos horas después de media noche pareció la tierra."

Dos siglos después del Descubrimiento, la genial poetisa Juana Inés de la Cruz, cumbre del barroco mexicano, dirá por toda Hispanoamérica «¡que no sé que se tiene el que en tratando de María Santísima se enciende el corazón más helado!”.

La Conferencia de Puebla se ratificó en este sentir: «María tiene que ser cada vez. Más la pedagoga del Evangelio en América Latina» Bastaría para comprobarlo el recorrer la «geografía mariana» o el mapa americano, compuesto a base de advocaciones y santuarios que como hitos de luz alumbran su tierra. La capital argentina, Buenos Aires, debe su nombre a su descubridor Pedro de Mendoza el día de la Purificación de María (2-11-1535) imponiéndole el de Santa María de los Buenos Aires en recuerdo de Nuestra Señora de Buenos Aires, cofradía de navegantes en Triana (Sevilla); Zacatecas, fue en un primer momento Nuestra Señora de Zacatecas; Valparaíso en Chile fue Nuestra Señora de Puerto Claro; la capital de Bolivia fue Nuestra Señora de la Paz por fundarla Alonso de Mendoza en 1543 tras la pacificación del Perú por La Gasca. Si ojeamos un mapa de Sudamérica nos encontraremos con nombres tan familiares como Rosario (Argentina), Santa María de la Antigua en Guatemala, Asunción (capital de Paraguay).

La toponimia es sólo una firme expresión del sentir mariano del continente en el que arraigan costumbres tan populares como la generalización del saludo «Ave María Purísima», la celebración del mes de mayo, la devoción del Rosario de la Aurora que llegó a contar con 15 Rosarios salidos de sus respectivas iglesias en la Lima de 1692. Florecen las cofradías y con-gregaciones de Nuestra Señora, los romeros y danzantes de la Virgen. Los serenos cantaban también a María al dar la hora en las calladas noches; fachadas adornadas con el anagrama de María o con los versos en zaguanes o esquinas con imágenes de María:

«Nadie traspase este umbral
que no diga por su vida
que es María concebida
sin pecado original».

El templo del Pilar, en Zaragoza (España), antesala de Hispanoamérica, recoge 19 banderas de las repúblicas americanas engendradas por España y que fueron bendecidas por el Papa San Pío X en 1908. Todas ellas tienen un santuario célebre o un patronazgo mariano: México, Guadalupe; Argentina, Uruguay y Paraguay, Nuestra Señora de Luján; Cuba, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre; Venezuela, Nuestra Señora de Coromoto; Colombia, Nuestra Señora de Chiquinquirá; Santo Domingo, Nuestra Señora de Altagracia; Ecuador, Nuestra Senora del Quinche; Bolivia, Nuestra Señora de Copacabana; Brasil, Nuestra Señora de la Aparecida; Chile, Nuestra Señora de Andacollo y Nuestra Señora del Carmen; Perú, Nuestra Señora de las Mercedes y Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora del Viejo; Honduras, Nuestra Señora de Suyapa: El Salvador, Nuestra Señora de la Paz; Guatemala, Nuestra Señora del Socorro; Costa Rica, Nuestra Señora de los Ángeles.

Juan Pablo 11 en su mensaje a los Congresos Internacionales Mariológico y Mariano celebrados en Zaragoza en 1979 afirmó que "esta distinguida piedad mariana y el fervor por cuanto significa el honor para la Madre de Dios, tienen pulsación propia desde época inmemorial, a ritmo con su historia y su creciente patrimonio espiritual".

Uno de los máximos especialistas en mariología, padre Enrique Llamas, concluirá en su estudio La Virgen En España y América:

Este patrimonio de fe y devoción mariana, hecho uno con la vida del pueblo y presente en las grandes gestas de carácter socio-religioso, España lo trasvasó a América, integro y enriquecido con el descubrimiento y la consiguiente evangelización, que le dieron origen histórico... Es éste un hecho básico y fundamental que constituye la clave para interpretar y entender, no sólo la historia de América Latina, sino su misma historia y el significado de su ser, de su realidad concreta.

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María en la vida del comunicador cristiano
La madre de Dios como modelo
Por el padre Jesús Alvarez García, ssp

SANTIAGO, Domingo 27 mayo 2012 (ZENIT.org).- El estadounidense Andrew Greeley, sacerote católico, periodista, sociólogo, investigador, afirmaba que “María representa el símbolo cultural más poderoso y popular de los últimos dos mil años del Occidente cristiano”, y lo mismo se puede afirmar respecto del Nuevo Mundo.

Esa presencia fecunda de María, la primera cristiana y primera apóstol, confirma que la piedad mariana, debidamente saneada de pietismo antimariano, es un poderoso vehículo de evangelización, sobre todo cuando y donde los textos bíblicos no estaban, o no están al alcance del pueblo. La persona de María era, y sigue siendo hoy, un evangelio viviente que todos pueden leer.

Podríamos llamar a María la máxima comunicadora social, pues ella comunicó el cielo con la tierra, al engendrar al Salvador, el máximo Comunicador del Padre. El beato Alberione, el gran apóstol de la comunicación social al servicio del Evangelio, fundador de la Familia paulina, dice que María “editó” al Salvador del mundo, dándole la posibilidad de hacerse visible en nuestra carne, para poder comunicarse de tú a tú con nosotros y salvarnos. Y en el Cenáculo Ella estuvo en medio de los apóstoles, animándolos, uniéndolos y suplicando la venida del Espíritu Santo, que allí hizo nacer la Iglesia. Con razón se la llama Madre, Maestra y Reina de los Apóstoles.

En el Concilio Vaticano II, el Decreto Inter mirifica sobre los medios de comunicación social, fue el que más resistencias enfrentó a la hora de ser aprobado. Fue rebajado de Constitución a Decreto, y de 114 párrafos a 24. Sin embargo, se quedó con el título de “Maravillosos inventos”, cuyo fin es ayudar eficazmente a la humanidad contribuyendo al progreso, a la humanización y a la evangelización, que eleva a los hombres al orden sobrenatural, y del reino terreno los lleva al Reino eterno, presidido por Cristo Rey y por María Reina.

El día de la aprobación del Inter mirifica, el padre Alberione, que participaba en el Concilio, mandó celebrar fiesta a toda su Familia Paulina, porque ese Decreto constituía la aprobación oficial de la Iglesia para el apostolado de la comunicación social, al poner la predicación mediática a la par de la predicación oral.

Trabajo con los laicos

La evangelización mediática pasa también a manos de los y las laicos, de las religiosas y de los religiosos no sacerdotes. Un gran avance en la misión evangelizadora y salvífica de la Iglesia, que con los “nuevos púlpitos” mediáticos puede realizar a la letra el mandato de Jesús: “Vayan y evangelicen a todo el mundo”.

Al respecto dice el Decreto Inter mirifica, en el número 13: “También los seglares (cristianos) que intervienen en el uso de estos medios, esfuércense por dar testimonio de Cristo, primero realizando su propia misión con excelencia y espíritu apostólico… y luego prestando apoyo directo a la acción pastoral de la Iglesia”.

Los comunicadores laicos cristianos, por ser profesionales de la comunicación, gozan de una gran ventaja para evangelizar con excelencia, eficacia y un alcance insospechado a las masas, en especial a quienes no van a las iglesias, ni a la catequesis parroquial, ni reciben los sacramentos.

El beato Alberione insistía en puntualizar que “evangelizar no es solo hablar de Dios, de la Iglesia y de Cristo, sino también hablar cristianamente de todo” y a todos, en especial a los que no van a las iglesias ni a la catequesis. Y ese “todo” son los valores y bienes del Reino de Cristo: La vida y el amor, la verdad y la fraternidad universal, la justicia y la paz, la dignidad humana y la dignidad de la creación. Valores que Cristo inculcó y por los cuales dio la vida.

La evangelización mediática es el campo abierto y propio de los laicos, y ya gran número de ellos están evangelizando a las masas y a los individuos a través los medios y multimedia de comunicación. La evangelización mediática es también continuidad de la misma misión de Cristo que Él encomendó a los Apóstoles. De aquí el nombre de apostolado, que designa la obra de la redención compartida con Cristo por sus discípulos de todos los tiempos: jerarquía, clero y laicos.

El comunicador imita a María

Apostolado o misión, no es lo que el discípulo y la discípula hacen, sino lo que Cristo hace a través de la vida y de las obras de la discípula y del discípulo. Nadie puede arrogarse el poder salvador de Cristo, pero Él decidió compartirlo con los suyos.

El apóstol mediático imita a María acogiendo al Salvador en su persona para comunicarlo a los hombres. “Vivir en Cristo y comunicar a Cristo”. La experiencia apostólica del Apóstol de las gentes, san Pablo, es modelo de todo comunicador social cristiano: “No soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí”. El mensaje escrito o hecho imagen, sobrevive al autor y no tiene límites de tiempo ni de espacio: “Sin que hablen, sin que pronuncien, a toda la tierra alcanza su mensaje”.

El comunicador cristiano, amante e imitador de María Reina de los Apóstoles, no se rebajará a una comunicación pietista o vacía, sino que se mantendrá a la altura de su misión: “Vivir en Cristo y comunicarlo a los hombres” de forma directa o subliminal. La verdadera devoción a María es conocerla, admirarla, imitarla, invocarla, escucharla.

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Encuentro Mundial de las Familias


Matrimonio y familia, el futuro de la sociedad
Clausurado el VI Congreso Mundial de las Familias en Madrid
Por Nieves San Martín

MADRID, domingo 27 mayo 2012 (ZENIT.org).- El VI Congreso Mundial de las Familias, que se celebró en Madrid del 25 al 27 de mayo, continuó sus trabajos este fin de semana, con una gran riqueza de iniciativas y propuestas de participación. El congreso se cerró con la aprobación de la Declaración “Madrid 2012”, que los lectores encontrarán en www.zenit.org/article-42299?l=spanish.

El VI Congreso Mundial de las Familias que ha congregado en Madrid a cerca de tres mil personas ha seguido sus trabajos este fin de semana ofreciendo una variedad de propuestas, además de las sesiones plenarias y seminarios.

En paralelo al Congreso se ha celebrado un Foro Internacional Parlamentario, un Seminario Académico, un Foro Internacional de Jóvenes y varios eventos culturales, entre ellos la presentación del himno oficial del Congreso, ganado en un concurso por la Saint Thomas School de Jerez de la Frontera, España, con el tema “La Aventura de la Vida”.

En la primera sesión plenaria del sábado se trató el tema “Amenazas a la vida y a la familia en el derecho internacional”. La conferencia principal estuvo a cargo de Austin Ruse, de Estados Unidos, presidente de la organización C-Fam. Explicó la lucha del movimiento pro-vida que ha tenido “éxito en evitar que el aborto se convierta en un derecho internacional”. Denunció a grupos radicales en el seno de la ONU que pretenden imponer a los estados reformas legales en este sentido. En su opinión, estos grupos rechazan todo el sistema internacional y, mientras antes decidían los estados, ahora son las organizaciones trasnacionales, lo que lleva a “un monumental déficit democrático”. “Lucharemos contra los radicales en todos los ámbitos, nunca nos vamos a rendir”, concluyó.

“Cultura de la Vida versus Cultura de la Muerte” fue el tema de la segunda sesión plenaria, con una conferencia de Alveda C. King, activista pro-vida, sobrina de Martin Luther King y cuyo padre también fue asesinado por defender los derechos civiles de los negros. La señora King comparó el movimiento por los derechos civiles con la actual lucha contra la discriminación de los no nacidos. “Las actitudes de la cultura de la muerte de hoy se parecen sorprendentemente a aquella situación”, dijo.

En la tercera sesión, se leyó la conferencia de Alan Sears, presidente de Alliance Defence Fund, sobre “Ataques a la familia”, quien no pudo llegar a tiempo por problemas de transporte. En su opinión, el mayor ataque a la familia hoy es la pretensión del lobby homosexual de cambiar a nivel internacional la definición del matrimonio como unión entre dos personas sin especificar el sexo.

La mañana del domingo se inició con una eucaristía concelebrada, presidida por monseñor Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid. En su homilía dijo que “trabajar por la familia es trabajar por el ser humano”. Al ser domingo de Pentecostés habló sobre la alegría como fruto del Espíritu Santo. Una alegría que “destierra de nuestro espíritu el miedo que esclaviza”. Afirmó que “la razón puede entender que la familia se basa en el matrimonio y que no es buena una legislación que no protege esta realidad humana básica”.

La primera sesión se inició con una conferencia de Alfredo Dagnino sobre “Libertad de Educación”. Inició con dos premisas: no hay educación sin familia y no hay escuela sin colaboración de la familia. Trató tres cuestiones: las implicaciones de la libertad de enseñanza; los límites a la acción de Estado; y los retos de hoy. Afirmó que “la libertad de enseñanza es un derecho fundamental del hombre e implica dos cosas: el derecho a enseñar y el derecho a crear instituciones educativas de iniciativa social.

Sobre el papel del Estado, dijo que tiene el deber de garantizar que todos tengan acceso a la educación y garantizar la escuela de iniciativa social pero no debe ir más allá. Denunció una excesiva intromisión del Estado en cuestiones como los contenidos curriculares que son parte de la libertad de enseñanza. Entre los riesgos actuales, señaló una creciente estatalización y una gran influencia de ideologías tales como agnosticismo ideológico, relativismo moral, ideología de género, laicismo, utilización de la educación para imponer un modelo ideológico.

La “Libertad religiosa” fue el tema de la segunda sesión plenaria. El coordinador de la misma, Javier Menéndez Ros, director de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España, señaló que en el mundo 200 millones de cristianos son perseguidos por su fe y 150 más son discriminados.

En la conferencia principal, Alan Sears sustituyó al vicepresidente del Parlamento Italiano, Rocco Butiglione, quien no pudo asistir por motivos de salud. Sears dijo que la libertad religiosa es la primera de todas y describió las numerosas batallas que se están librando por diversas organizaciones, sobre todo en Estados Unidos, por defenderla. Denunció que cada vez más los creyentes se ven obligados a actuar en el ámbito laboral en contra de sus principios religiosos e incluso los casos de pastores que han sido condenados por sus sermones. “¿Quién decide lo que se puede decir en el púlpito?”, se preguntó Sears. Sin embargo la buena noticia es que muchos de estos casos han sido ganados en los tribunales o en el parlamento.

El próximo congreso será en Australia en 2013.

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Declaración de Madrid 2012
VI Congreso Mundial de Familias
MADRID, domingo 27 mayo 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos a los lectores el texto de la Declaración de Madrid 2012, aprobada en el VI Congreso Mundial de Familias, celebrado en España, del 25 al 27 de mayo.

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Reunidos en Madrid, España, el 27 de mayo de 2012, nosotros, los delegados del VI Congreso Mundial de Familias reafirmamos la verdad de que “la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado” (artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos). La familia natural está inscrita en la naturaleza humana y se basa en la unión voluntaria de un hombre y una mujer en la alianza matrimonial de por vida. La institución del matrimonio sobre todo ofrece a la pareja amor y alegría y también tiene como objetivo la procreación y la educación de los hijos. La unión matrimonial también ofrece seguridad en tiempos de problemas, el fundamento de una sociedad que equilibre el orden y la libertad y la solidaridad entre generaciones.

Por desgracia, en nuestros tiempos, los ataques a la familia natural están creciendo en número e intensidad. Las ideologías del estatismo, el individualismo atomista y la revolución sexual ponen en entredicho la esencia del matrimonio y de la familia. Recientes cambios en las leyes y en las políticas públicas de gobiernos de todo el mundo corrompieron el significado y la dignidad del matrimonio, devaluaron la paternidad, alentaron el divorcio fácil y los nacimientos fuera del matrimonio, confundieron identidades sexuales, promovieron la promiscuidad, crearon las condiciones para que aumentara el abuso infantil, aislaron a los ancianos y fomentaron la despoblación.

Estos cambios fueron particularmente agudos en Europa en las últimas décadas y, más concretamente, en la nación de España durante los años 2004-2011, cuando un gobierno radical trabajóefectivamente para subvertir la familia natural.
Como respuesta a todo ello, el VI Congreso Mundial de Familias aprueba un conjunto de principios para crear un entorno cultural y político que sea compatible con la vida, la libertad y la esperanza para el futuro:

- Afirmamos que la familia natural, no el individuo, es la unidad fundamental de la sociedad.

- Afirmamos que la familia natural es la unión de un hombre y una mujer a través del matrimonio creada con el fin de compartir el amor y la alegría, engendrar niños, proveer su educación moral, construir una economía doméstica, ofrecer seguridad en tiempos de crisis y unir a las generaciones.

- Afirmamos que la familia natural es un elemento fijo del orden creado, arraigado en la naturaleza humana. La familia natural no puede convertirse en una realidad de nueva creación, ni puede ser re-definida por los entusiastas de la ingeniería social.
Afirmamos que la familia natural es el sistema familiar ideal y verdadero. Si bien reconocemos múltiples situaciones de hecho, los otros “tipos de familia”adolecen de alguna carencia o son meras invenciones del Estado.

- Afirmamos que el vínculo sexual auténticoes la unión matrimonial entre un hombre y una mujer, el único abierto a la natural y responsable creación de una nueva vida.

- Afirmamos la santidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Cada persona recién concebida tiene derecho a vivir, a crecer, a nacer y a compartir un hogar con sus padres naturales unidos por el matrimonio. El aborto, la eutanasia y todas las formas de manipulación de los seres humanos en estado embrionario o fetal, por lo tanto, son ataques contra la vida humana.

- Afirmamos que la familia natural es anterior al Estado y los gobiernos legítimos existen para proteger y apoyar la familia.

- Afirmamos que el mundo es abundante en recursos. El debilitamiento de la familia natural y el fracaso moral y político, y no la “sobrepoblación” humana, han causado la pobreza, el hambre y la degradación del medio ambiente.

- Afirmamos que el verdadero peligro demográfico que afronta la tierra en este nuevo siglo es la crisis de natalidad y el envejecimiento de la población. Nuestras sociedades necesitan más personas, no menos.

- Afirmamos que la familia natural es la principal fuente de prosperidad económica y social y el pilar principal sobre el que asentar la superación de la actual crisis económica mundial.

- Afirmamos que las mujeres y los hombres son iguales en dignidad y derechos innatos, pero diferentes en muchos aspectos. Aunque a veces acontecimientos que escapan al control del individuo (otras veces por una vocación religiosa) lo frustren, la vocación de cada niño es llegar a ser esposo y padre; y la vocación de cada niña es llegar a ser esposa y madre. La cultura, el derecho y la política deberían tener en cuenta estas diferencias.

- Afirmamos que la complementariedad de los sexos es una fuente de fortaleza. Hombres y mujeres presentan profundas diferencias biológicas y psicológicas. Sin embargo, cuando se unen en matrimonio, la combinación se convierte en mayor que la suma de las partes.

- Afirmamos el derecho de los padres a educar a sus hijos para su bien, sin interferencias del Estado.

- Afirmamos que todo ser humano tiene derecho a la libertad religiosa y que la comunidad política debe respetar la libertad de profesar la propia fe, de transmitirla y de educar a los hijos en ella.

- Afirmamos el “salario familiar” ideal que consiste en “una misma remuneración para las mismas responsabilidades familiares”. La compensación por el trabajo, la fiscalidad y la seguridad social deberían fortalecer los lazos familiares naturales.

- Afirmamos el papel necesario de la propiedad privada de la tierra, la vivienda y el capital productivo como fundamento de la independencia familiar y garante de la democracia. En una sociedad justa y buena, todas las familias poseerán bienes inmuebles.

Y afirmamos que las soluciones duraderas a los problemas humanos, incluida la actual crisis económica, provienen de las familias y de las pequeñas comunidades. No se pueden imponer por un decreto burocrático o judicial. Tampoco pueden ser exigidos por una fuerza exterior.

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Foro


Pasión por la Iglesia
La reforma debe venir desde dentro
MADRID, Domingo 27 mayo 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos a nuestros lectores un artículo de Monseñor Juan del Río Martín, arzobispo castrense de España, el cual se centra en la solemnidad de Pentecostés.

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+ Juan del Río Martín

La solemnidad de Pentecostés nos recuerda, año tras año, el envío del Espíritu Santo sobre los apóstoles y primeros discípulos de Jesús. Ese acontecimiento constituye la fuerza y el “alma” que impulsa permanente el peregrinar evangelizador de la Iglesia. Este nuevo pueblo de Dios no surgió por consensos humanos, ni por el impulso de una mística ideológica, como tampoco fue fruto de privilegios de raza o nación. Su origen está en la cruz, en el costado abierto de su Señor.

Ella es, ante todo, el misterio del amor de Dios a los hombres. Es el cuerpo de Cristo encarnado en la historia, que camina entre “consolaciones divinas y persecuciones de los hombres” (s. Agustín), hasta que vuelva su Redentor. Por eso mismo la Iglesia es visible y espiritual, divina y humana, santa y compuesta de pecadores. Su ser y misión se descubren únicamente desde el amor que nace de la fe en Jesucristo, Hijo de Dios vivo. Cuando falta este anhelo, todo queda reducido a mera estructura de poder. Por eso, frente el déficit de eclesialidad que sufrimos en el catolicismo, hace falta intensificar el amor y la pasión por la Iglesia, el sentirse orgulloso de ser miembro de ese cuerpo, de vivir y morir como un hijo en el seno de esta Santa Madre.

Nadie duda de que los tiempos que corren sean buenos. Nunca ha habido épocas ideales, siempre han existido“el trigo y la cizaña”, los creyentes y los adversarios de la religión. En la actualidad, el cristianismo es la religión más perseguida del planeta. La Iglesia Católica sufre en su carne, en tantos países, el desprecio de su derecho a la libertad religiosa, llegando en algunos casos a producirse el triste fenómeno de la cristofobia.

Sin embargo, los enemigos no están únicamente fuera. También el “humus de Satanás” (Pablo VI) se ha filtrado en el seno de nuestras comunidades, produciendo una secularización de la vida cristiana, donde el disenso interno hace mella a todos los niveles. Se está tensando “la túnica inconsútil”, y los extremismos de uno y otro signo quieren convertirse en paladines de la autenticidad. Mientras, los hostiles a la Iglesia se frotan las manos, viendo como los católicos se pelean entre sí. La gente sencilla, de fe, ve con asombro los escándalos de diversos tipos. La ignorancia religiosa crece día a día en todos los sectores. Diríamos en palabras del próximo nuevo Doctor de la Iglesia: “muchos son los frentes y muy gastada está la cristiandad” (S. Juan de Ávila).

Estas “turbulencias”, internas y externas, que afronta la nave de Pedro sólo se superan recuperando la primacía de Dios en la vida de los cristianos, sobre todo a la hora de organizar las estructuras pastorales. Con razón dijo en su día el Cardenal Ratzinger: “lo que necesitamos no es una Iglesia más humana, sino una Iglesia más divina; sólo entonces será también verdaderamente humana”. No se evangeliza acomodándose a la mentalidad del mundo, sino siendo luz, sal y fermento en medio de la sociedad que nos ha tocado vivir. El mero cambio de las organizaciones, sin la transformación de las personas, conduce a la predicación de un evangelio descafeinado y a una Iglesia sin solidez.

La verdadera reforma de la Iglesia es desde dentro hacia fuera. Nace de un corazón convertido a Jesucristo y de una mente bien formada. Los santos y los mártires son los artífices de la auténtica reforma. Si el sarmiento no está unido a la vid, no puede dar frutos, pero la Viña no es propiedad de aquéllos que se sienten seguros y poderosos, sino únicamente de Dios. Es Él quien en cada momento la cuida, la protege y manda obreros para que trabajen en ella. En estos tiempos de profundos cambios, el Señor no ha abandonado a su Iglesia. Ha puesto al frente de ella a Benedicto XVI, un Papa sabio y santo, que nos muestra dónde encontrar la Verdad y en qué consiste lo esencial de la fe en Jesucristo. Como ya dijo Jean Guitton hace muchos años: “la condición previa de esta nueva “reevangelización” es que sepamos qué es lo esencial de la fe católica… Nosotros, laicos, pedimos más que nunca a nuestros jefes espirituales que nos digan sin ambigüedades cuál es la fe, y por qué en caso de persecución habría que aceptar morir”.

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Quiénes generan los cambios
Empiezan por uno mismo
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Domingo 27 mayo 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos el artículo de nuestro colaborador habitual el obispo de San Cristóbal de las Casas, México, monseñor Felipe Arizmendi Esquivel que se centra esta vez en la conversión personal.

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+ Felipe Arizmendi Esquivel

HECHOS

Estamos en plena campaña electoral, para renovar la presidencia de la República, senadores y diputados, gobernadores y presidentes municipales. Todos los candidatos prometen cambiar muchas cosas que están mal: pobreza, inseguridad, violencia, falta de trabajo, baja calidad de la educación, impunidad, etc., como si de su buen deseo y de su publicidad todo dependiera. No toman en cuenta la fragilidad humana, los intereses egoístas, el pecado, las redes de corrupción, los mecanismos económicos y sociales de la globalización, que pueden echar por tierra los mejores programas, aún con un buen equipo de trabajo. En el grupo que escogió Jesús, hubo muchas deficiencias y traiciones. Esa es la realidad, no para hacernos escépticos ante cualquier propuesta y refugiarnos en el abstencionismo, sino para analizar opciones con serenidad y apoyar con prudencia a quien nos garantice más confianza.

Hay ingenuos que siguen esperando que los nuevos gobernantes resuelvan, como con varita mágica, todos los problemas personales y sociales. Con una dependencia infantil, sólo se fijan en quién regala más cosas en sus mítines, quién promete más, quién goza de mejor publicidad, y no asumen su propia responsabilidad en los cambios que se requieren para que el país mejore. Hay líderes de otras religiones que prometen a candidatos votos de sus congregaciones, a cambio de dádivas y de cargos en la administración. Es decir, muchos ven este momento como una oportunidad de colocarse y sacar ventajas personales.

CRITERIOS

El mundo cambia, si tú cambias. El país mejora, si tú asumes la parte que te toca. Tu Estado y tu municipio avanzan, si haces lo que te corresponde. Del corazón de cada quien es de donde provienen los cambios más profundos, verdaderos y eficaces. Sin conversión personal, todo se corrompe. Sin la luz y la fortaleza de Dios, nuestro corazón es muy frágil y quebradizo.

En su visita a nuestra patria, el Papa Benedicto XVI nos dijo en la Misa del Parque Bicentenario: «Crea en mí, Señor, un corazón puro» (Sal 50,12). Esta exclamación nos ayuda a mirar muy dentro del corazón humano, especialmente en los momentos de dolor y de esperanza a la vez, como los que atraviesa en la actualidad el pueblo mexicano. El anhelo de un corazón puro, sincero, humilde, aceptable a Dios, era muy sentido ya por Israel, a medida que tomaba conciencia de la persistencia del mal y del pecado en su seno, como un poder prácticamente implacable e imposible de superar. Quedaba sólo confiar en la misericordia de Dios omnipotente y la esperanza de que él cambiara desde dentro, desde el corazón, una situación insoportable, oscura y sin futuro. Un corazón puro, un corazón nuevo, es el que se reconoce impotente por sí mismo, y se pone en manos de Dios para seguir esperando en sus promesas.

La historia de Israel narra también grandes proezas y batallas, pero a la hora de afrontar su existencia más auténtica, su destino más decisivo, la salvación, más que en sus propias fuerzas, pone su esperanza en Dios, que puede recrear un corazón nuevo, no insensible y engreído. Esto nos puede recordar hoy a cada uno de nosotros y a nuestros pueblos que, cuando se trata de la vida personal y comunitaria, en su dimensión más profunda, no bastarán las estrategias humanas para salvarnos. Se ha de recurrir también al único que puede dar vida en plenitud, porque él mismo es la esencia de la vida y su autor, y nos ha hecho partícipes de ella por su Hijo Jesucristo”.

PROPUESTAS

Asume tu responsabilidad personal y pregúntate: ¿Qué debo cambiar yo, para que mi familia, mi barrio o colonia, mi escuela y centro de trabajo, mi pueblo o ciudad, mi Estado o país, cambien? Hay cosas que dependen de ti, y otras no. Haz lo que te toca y, aunque no logres cambiar todo el sistema político, económico, social, cultural y religioso, tu entorno mejorará.

Pide a Dios que su Palabra sea una luz que te guíe para tu conversión personal. Que su Espíritu te fortalezca, para que reinen en ti, y por medio de ti en los demás, la verdad y la vida, la santidad y la gracia, la justicia, el amor y la paz. ¡Los cambios dependen de Dios y de ti!

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