1.06.12

“La Rebelión Pendiente” de Antonio Aradillas

A las 6:22 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

 

Con la historia de la Iglesia Católica en la mano se demuestra cómo el papel de la mujer dentro de la misma no ha sido tomar una escoba y una fregona, como pregonan los de siempre, los que tachan a la Iglesia de “machista” y otras lindezas por el estilo.

El más que centenario periódico del Papa, “L’Osservatore Romano”, ha comenzado a lanzar un encarte mensual, el último jueves siempre, titulado “Mujeres, Iglesia, Mundo”. Son cuatro páginas hechas por mujeres periodistas, algunas de ellas no católica, que ofrecerán diferentes puntos de la vista sobre la presencia de la mujer en la Iglesia Católica.

Los que están, siempre, con la escopeta montada ya han dicho que son unas migajas que se caen de la mesa “machista” de una Iglesia dirigida solamente por hombres, donde las mujeres siempre serán segundonas.

Hace unos días un cura que nunca más cumplirá los 80 años, don Antonio Aradillas, antiguo colaborador del diario Pueblo, durante el régimen de Franco, ha presentado un libro titulado La Rebelión Pendiente, donde defiende abiertamente el sacerdocio femenino y otras “conquistas” que chocan frontalmente con el Magisterio de la Iglesia Católica.

Me llama la atención el titulo del libro. Crecí en un ambiente español donde escuchaba la frase siguiente: “Nosotros defendemos la revolución pendiente”. Pasó el tiempo y aquella revolución nunca llegó y sigue pendiente. Los meandros de la historia se la llevaron para siempre. El cura Aradillas está en esa rebelión pendiente, pues que siga pendiente de la pendiente y tenga cuidado que caerse a su edad la pendiente abajo es altamente peligroso para la salud.

La presencia de la mujer en la Iglesia es esencial: María, la Madre de la Iglesia, estaba en el Cenáculo el día de Pentecostés cuando el Espíritu Santo vino sobre los Apóstoles en forma de lenguas de fuego.

La innumerable lista de mujeres presentes en la vida de la Iglesia es grande. Desde las primeras mártires como Cecilia, Inés, Lucía; siguiendo por las que optaron por la vida eremitita en el desierto; continuando por las primeras ramas femeninas de los benedictinos, franciscanos, dominicos, carmelitas….hasta llegar a mujeres doctoras de la Iglesia como Santa Catalina de Siena, Santa Teresa de Jesús, y la próxima Santa Hildegarda de Bingen.

El papel de la mujer en la Iglesia es insustituible. Todos los días agradezco al Señor haber nacido de una madre que me enseñó los rudimentos de la fe católica, junto a un esposo y padre colaborador en ese crecimiento cristiano.

Las catequistas que luego tuve sirvieron para afianzar mi formación en la fe de la Santa Madre Iglesia Católica, donde un día encontré la llamada del Señor a seguirle en el ministerio sacerdotal hasta el día de la fecha.

Por lo tanto, recibo con gozo esa iniciativa del diario del Vaticano. Es una forma sencilla de comunicar el permanente servicio de las mujeres dentro de la Iglesia de hoy y del futuro. Ha salido en papel, y también está colgado en la Red.

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Tomás de la Torre Lendínez