CANTABRIA

 

Cáritas dice que hay familias que ya no cuentan «ni con la ayuda de los suyos»

 

En la celebración del Corpus, Día de la Caridad, queda patente la situación acuciante «de necesidades básicas en los hogares»

11.06.12 - 00:04 - NIEVES BOLADO | SANTANDER.

 

La situación de agravamiento de la vida de muchas familias cántabras ha llegado a tal deterioro que ya no pueden contar, como lo hacían hasta ahora, ni con la ayuda de sus familiares más cercanos. Hay hogares en Cantabria en los que no entra ningún ingreso, ni siquiera las pequeñas aportaciones que les podían hacer los más cercanos.

Como es tradicional, Cáritas Diocesana de Santander realizó ayer la cuestación para sus obras sociales, aprovechando la celebración del Corpus, declarado Día de la Caridad. A punto de dar las cuentas de su trabajo el año pasado, avanzó que hay en estos momentos dos tendencias negativas: «El agravamiento de las situaciones que viven muchas familias, en una cantidad que empieza a ser elevada, que ya no cuentan con ningún ingreso ni con la posibilidad de recurrir a la ayuda que le prestaba hasta ahora su entorno familiar, así como el aumento de demanda de coberturas de necesidades básicas», explica un portavoz.

 

Sobre todo se pide comida

Otra característica que se está observando es que un tercio de quienes piden ayuda a Cáritas, sobre todo comida, lo hacen por primera vez en su vida. En España, el año pasado, se asistió en alimentos a un millón de personas de las que unas 300.000 pueden ser consideradas 'nuevos pobres'.

El nuevo informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas en 2011, avanzado a nivel nacional, recoge que la necesidad se va sosteniendo en el tiempo, ya que un 44% de las personas que se acercan a Cáritas vienen haciéndolo desde hace tres o más años de media. «En general se trata de personas que viven solas, parejas jóvenes con hijos o monoparentales», precisa el referido informe.

Entre las tendencias negativas que ha observado el año pasado Cáritas Cantabria, está el aumento de las demandas de cobertura «de las necesidades básicas por parte de las familias, y de forma especial, de los gastos de vivienda y suministros» a esta institución ligada a la Iglesia Católica.

Entre los atendidos, es notable el aumento del porcentaje de jóvenes adultos, de entre 30 y 44 años, tanto españoles como inmigrantes irregulares, «personas en riesgo de perder su vivienda y usuarios sin ingresos o con rentas básicas mínimas».

 

Riesgo de «dualización»

Con motivo de la celebración, ayer, del Día de la Caridad, Cáritas hizo una llamada de alerta: «La acumulación de desventajas en más de una cuarta parte de la población española conlleva un riesgo real de dualización y de falta de cohesión social».

En cuanto al tipo de ayuda que solicitan, el informe destaca que sigue siendo, por este orden, alimentación, vivienda y empleo, por lo que son los capítulos a los que Cáritas destina mayor esfuerzo económico.

Pero el año pasado también hubo tendencias positivas. «Hemos tenido un incremento significativo del número de personas que se ofrecen para realizar voluntariado en nuestra entidad, así como han aumentado las donaciones económicas». En relación a los aspectos más positivos, «Cáritas quiere felicitar a la comunidad cristiana cántabra, a sus socios y donantes, y a todos sus voluntarios, por la sensibilidad y generosidad mostrada en estos tiempos difíciles».

En relación a los aspectos con evolución negativa, apunta a la influencia que está teniendo en muchas familias «la falta de oportunidades de acceso al empleo así como los recortes efectuados en el sistema de protección social. A este nivel, remarcamos el efecto que ha tenido la paralización del pago de las ayudas de alquiler y el retraso en la gestión de la Renta Social Básica en nuestra región».