15.06.12

 

La policía japonesa ha detenido hoy, 15 de junio, a Katsuya Takahashi, el último fugitivo de la secta Verdad Suprema que participó en el atentado con gas sarín perpetrado en 1995 en el metro de la capital, informó la televisión pública NHK. La policía de Tokio, que en la última semana había estrechado el cerco sobre Takahashi, de 54 años, lo capturó esta mañana en un internet café del distrito de Ota (sur de la capital) y confirmó su identidad a través de las huellas dactilares antes de proceder a su detención.

En un despacho de la agencia Efe leemos que Takahashi, sobre el que pesaba una orden de búsqueda y captura desde hace 17 años, fue identificado por un empleado del café como el último fugitivo que participó en el lanzamiento de gas sarín en varios vagones del metro de Tokio que costó la vida a 13 personas e intoxicó a más de 6.000. El sarín, una de las armas químicas artificiales más peligrosas, se propagó con rapidez y atacó el sistema nervioso de los viajeros, lo que provocó la muerte por inhalación de 13 personas y la intoxicación de más de 6.000, que aún hoy sufren graves secuelas.

En medio de una enorme expectación, Katsuya Takahashi, de 54 años, abandonó hoy cabizbajo y custodiado por un fuerte contingente policial el internet café situado en el barrio de Ota, al sur de Tokio, donde fue arrestado a primera hora de la mañana. Poco antes, el dependiente del establecimiento le había reconocido y no dudó en avisar a la policía ante la posibilidad de encontrarse frente al fugitivo más buscado de Japón, cuyo rostro empapela aún muchas paredes del metro, oficinas gubernamentales y aeropuertos de Tokio.

Tras ser interrogado por la policía, un elegante Takahashi, vestido con un polo gris claro y unos vaqueros azules, fue trasladado a las dependencias centrales de la policía en el barrio central de Kasumigaseki donde se le realizaron pruebas dactilares y se procedió a su detención.

La detención de Takahashi se produce tan sólo once días después de que la policía capturara a Naoko Kikuchi, otra de las supuestas participantes en el atentado de Tokio, quien fue detenida en la casa en la que se escondía en Sagamihara, en la provincia de Kanagawa (centro). Tras la detención de Kikuchi, Takahashi retiró grandes cantidades de dinero de una sucursal bancaria en la que había abierto una cuenta con identidad falsa, lo que provocó que la policía iniciara esta semana una intensa operación de búsqueda ante el riesgo de que escapara de nuevo.

Detenidos

El atentado de 1995 fue ejecutado por cinco miembros de la secta que de manera coordinada perforaron con la punta de sus paraguas varias bolsas con el gas sarín colocadas en los vagones de cinco trenes del metro de Tokio en la hora punta matinal del 20 de marzo. En los últimos quince años, los tribunales japoneses han procesado a 189 miembros de la Verdad Suprema, han emitido cinco condenas de cadena perpetua y han confirmado 13 penas de muerte, incluida la de su líder Shoko Asahara, de 57 años.

Según las pesquisas policiales, Takahashi podía haber vivido de 2001 a 2006 con Kikuchi, de 40 años, en un apartamento en la ciudad de Kawasaki, al sur de Tokio, donde además trabajó para una empresa de construcción bajo una identidad falsa. Tras la detención de la mujer, Takahashi no volvió a aparecer por el trabajo y días después la policía captó su imagen en las cámaras de seguridad de una sucursal bancaria de Kawasaki de la que retiró 2,38 millones de yenes (unos 23.780 euros), lo que activó una amplia operación de búsqueda y captura.

La policía, en las últimas semanas, había repartido en las principales estaciones de la capital octavillas con su imagen reciente entre los transeúntes y había llamado a través de los medios de comunicación a prestar atención para facilitar su captura. En los últimos seis meses se ha detenido a los tres últimos fugitivos de Verdad Suprema que quedaban en libertad, después de que el 31 de diciembre se entregara en Tokio otro de los buscados, Makoto Hirata, “cansado de huir” durante 16 años.

La secta Verdad Suprema se gestó en 1984, cuando Asahara, cuyo nombre real es Chizuo Matsumoto, abrió un pequeño seminario de yoga en el barrio tokiota de Shibuya. Asahara logró captar a varios miembros de la elite universitaria japonesa entre la que se expandió, lo que impulsó el crecimiento de la secta hasta transformarla en una poderosa organización dividida en “ministerios”, con capacidad para producir agentes químicos y armas ligeras, y que incluso llegó a adquirir un helicóptero militar ruso.

Desde 1996 los tribunales nipones han procesado a 189 miembros de Verdad Suprema, emitido cinco condenas de cadena perpetua y confirmado 13 penas de muerte, entre ellas la de Asahara, aunque por el momento ninguna de las ejecuciones se ha llevado a cabo.