17.06.12

Forcades y Chávez

A las 11:21 AM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad

 

Cuando uno lee una frase como esta, “No hay ningún líder contemporáneo europeo que tenga la cultura que tiene Hugo Chávez“, lo primero que piensa es que ha salido de la boca o la pluma de algún paniaguado del líder venezolano. Pero hete aquí que semejante piropo lo ha pronunciado una monja catalana que se caracteriza por aparecer cada cierto tiempo en los medios de comunicación, y no precisamente por su fidelidad a la Iglesia.

Y es que Sor Teresa Forcades, benedictina, mantiene un interesante “combate” con Sor Lucía Caram, dominica argentina, para conseguir la gloria de ser la monja más mediática de esa región española. Lo de combate es un decir, claro. Estoy convencido de que ambas se quieren y se respetan mucho y no pretenden establecer una competición. Más bien son los medios los que buscan en sus declaraciones material “interesante” para su publicación. Eso sí, ellas se prestan con gusto a semejante labor. Y desde luego ni la una ni la otra le llegan a la suela de los zapatos a otra monja “mediática, Sor Verónica Berzosa, cuando de lo que se trata es de saber quién trabaja más por el bien de la Iglesia y por las vocaciones religiosas.

Volviendo a lo de la benedictina y el líder populista, es conocido que el sector más progresista de la Iglesia tiene una especial querencia a favor de los tiranos de izquierda. Habrá quien diga que Hugo Chávez, golpista en tiempos pasados, está en el gobierno de su país tras ganar elecciones. Bueno, Mussolini también las ganó y a nadie se le ocurra tildarle de demócrata. Cuando se tienen copados los poderes ejecutivo, legislativo (la oposición ganó las últimas elecciones pero está en minoría) y el judicial, cuando se acosa y anula a los medios de comunicación críticos con el poder, cuando se apoya a la mayor dictadura comunista que ha sufrido el continente americano, cuando se divide el país entre buenos -los que me quieren- y malos -los que no me quieren-, cuando se interviene en los asuntos internos de otros países -imitando lo realizado por el enemigo “imperialista” del norte- no se puede hablar de verdadera democracia.

Entre los argumentos que usa Forcades para apoyar a Chávez está el de que ha logrado disminuir la pobreza y el analfabetismo. No voy a entrar en si esos datos son ciertos o no. No olvidemos que el “demócrata” Allende estaba llevando a Chile al abismo económico y que el régimen de Pinochet puso a su nación en una situación económica envidiable. Es decir, la cuestión económica, siendo importante, no es la que marca la calidad democrática de una nación. Además, periódicos tan poco sospechosos de ser de derechas como El País han criticado la política económica del chavismo.

Precisamente, mientras que Forcades explica que cuando llegó a su hotel vio que la televisión venezolana retransmitía un sermón del arzobispo “contra el gobierno legítimo de Chávez” y “con este pequeño detalle comprobé que había libertad de expresión“, el editorial de Prisa mostró la verdadera naturaleza del régimen implantado por el líder populista venezolano en un editorial titulado “Chávez amordaza”. Recomiendo su lectura.

Por otra parte, es sabido que en el evangelio no hay ni una sola indicación sobre cuál debe de ser el régimen político de las naciones. Los progre-eclesiales han presentado muchas veces a Cristo como una especie de revolucionario anti-imperialista, lo cual resulta peculiar dado que fue Él quien dijo lo de dar al César lo que es del César.

Dice Forcades que teme que a Chávez “lo eliminen los intereses geopolíticos de los poderosos“. Pues no, más bien debe temer que lo elimine el cáncer que padece y que tiene toda la pinta de estar cerca de entrar en la fase terminal.

Más preocupante resulta que afirme que a petición de una familia, desconectó a una paciente de la máquina que la sostenía con vida cuando era interna en un hospital de Estados Unidos. A falta de saber las condiciones de esa paciente, no podemos saber si se estaba dando un caso de encarnizamiento terapéutico o estamos ante un acto que se pueda calificar como eutanasia. Dada la conocida heterodoxia de la monja en cuestiones de moral, lo cual le ha llevado a ser amonestada por Roma, podemos pensar lo peor, pero ella misma aclara que rechaza la eutanasia activa para acelerar la muerte de una persona. Por tanto, pensemos lo mejor. En todo caso, es de suponer que la oposición de sor Teresa al encarnizamiento terapéutico le llevará a rechazarlo en el caso de Chávez.

En conclusión, la religiosa es muy libre de apoyar a quien estime oportuno. Pero sí podemos criticar que una monja benedictina se meta en esos jardines. Y ya sabemos aquello de “dime con quién andas y te diré quién eres".

Luis Fernando Pérez Bustamante